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La verdad del Reino penetra en el “Gibraltar del norte”La Atalaya 1978 | 15 de octubre
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de expresión hablada de uno en esos casos. Es Dios quien da el aumento. Y Jehová Dios no pasa por alto el clamor de siquiera la persona más distante o humilde. Él tiene un oído que oye para con todos los que sinceramente le invocan y le piden la verdad.—Hech. 10:34, 35.
A pesar de todos los logros económicos, financieros y políticos de Luxemburgo aquí en Europa, son muchas las personas que no se atreverían a decir dónde se encuentra este país. Pero es patente que Jehová Dios sabe. Ciertamente él está alerta con relación al clamor de los que aman la verdad y la justicia aquí. Por medio de sus testigos fieles Dios está haciendo que las “buenas nuevas” se declaren en todas las naciones como testimonio final y como mensaje de vida a cualquier y toda persona que este dispuesta a aceptarlo. Nada —ni fortificaciones físicas ni religiosas eregidas por los opositores— evitará que Jehová llegue a las personas de corazón honrado y haga que su obra llegue a una culminación gloriosa y fructífera.—Mar. 13:10; Rom. 8:38, 39.
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El Sermón del Monte... “No juren de ninguna manera”La Atalaya 1978 | 15 de octubre
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El Sermón del Monte... “No juren de ninguna manera”
DESPUÉS de considerar el adulterio y el divorcio, Jesús dirigió su Sermón del Monte al tema de las declaraciones juradas. Dijo: “Otra vez oyeron ustedes que se dijo a los de la antigüedad: ‘No debes jurar y no cumplir, sino que tienes que pagar tus votos a Jehová.’”—Mat. 5:33.
Los judíos que oían a Jesús sabían que, por lo que decía la ley mosaica, sus antepasados habían oído mucho acerca de hacer declaraciones juradas. A veces, el jurar era obligatorio. (Éxo. 22:10, 11; Núm. 5:21, 22) Repetidamente la Palabra de Dios da énfasis a la importancia de cumplir los votos hechos.—Núm. 30:2, 3; Deu. 23:21-23; Ecl. 5:4, 5.
“Sin embargo, yo les digo,” continuó Jesús: “No juren de ninguna manera, ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el escabel de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Ni por tu cabeza debes jurar, porque no puedes volver blanco o negro un solo cabello.”—Mat. 5:34-36.
¿Era la intención de Jesús abolir todos los juramentos y votos? No, porque la ley de Dios que mandaba jurar en ciertas ocasiones todavía estaba en vigor. (Gál. 4:4) Cuando estuvo siendo sometido a juicio delante del sumo sacerdote, Jesús mismo no objetó a que se le pusiera bajo juramento. (Mat. 26:63, 64) Cuando Jesús dijo que la gente ‘no debe jurar de ninguna manera,’ se estaba refiriendo a un deterioro y perversión del hacer juramentos. ¿Por qué?
Las declaraciones juradas que se mencionan favorablemente en la Biblia siempre tenían que ver con asuntos de gran importancia, como decisiones que tenían que ver con la adoración verdadera, el hacer pactos
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