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Hombres sabios, discretos y experimentados para guiar al pueblo de DiosLa Atalaya 1979 | 1 de abril
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a “un hombre recién convertido, por temor de que se hinche de orgullo.” (1 Tim. 3:6) Para aquel tiempo el verdadero cristianismo había estado establecido en Éfeso por aproximadamente una década, y por lo tanto sería especialmente impropio el que en aquel lugar se seleccionara a uno de los discípulos más nuevos para que sirviera entre los ancianos de la congregación.
13, 14. (a) ¿Qué ejemplos ilustran que las circunstancias pueden desempeñar un papel en el asunto de determinar cómo considerar el grado de experiencia que pueda tener un individuo? (b) Sin embargo, ¿qué factores deben recibir consideración principal en todo caso?
13 Al escribir a Tito, que estaba en Creta, parece que Pablo no sintió el mismo apremio en cuanto a suministrar esta amonestación que comunicaba cautela, y no la incluyó en lo que dijo acerca de la selección de ancianos. Un hecho que posiblemente haya tenido que ver con esto es el de que, en sentido relativo, hacía poco tiempo que se había establecido la adoración verdadera allí. Notamos que, en el primer viaje misional de Pablo, él y Bernabé proclamaron las “buenas nuevas” en ciudades como Listra, Iconio y Antioquía de Pisidia, y entonces, durante el mismo viaje, regresaron y ‘les nombraron ancianos en la congregación.’ (Hech. 13:14, 42-52; 14:1-7, 20-23) Puesto que es probable que todo el viaje misional se extendiera por solo partes de dos años, es patente que por lo menos algunos de estos hombres no tenían largos años de experiencia como discípulos cristianos. Pero en vista de que había creyentes judíos entre ellos, no hay duda de que muchos de los seleccionados, si no todos, tenían un buen caudal de conocimiento bíblico y experiencia en la aplicación de los principios de las Escrituras Hebreas aun antes de que llegaran a ser cristianos. Por supuesto, tendrían que ajustar su pensamiento a las verdades que fueron el resultado de los desenvolvimientos que, con la venida del cristianismo, se produjeron en la adoración pura. El apóstol Pablo mismo fue seleccionado por Cristo Jesús desde el mismo tiempo de su conversión como persona a quien se emplearía de manera especial, y más tarde mostró las cualidades que se buscaban en un anciano. (Gál. 1:15-2:2; Hech. 13:1-4) Pero en su caso, también, sus antecedentes bíblicos de judío devoto que adoraba a Jehová Dios hicieron posible el desarrollo rápido cuando se le hubo ayudado a reconocer y aceptar al Mesías.—Hech. 9:15-18, 20, 22, 26-30; Gál. 2:6, 7.
14 Por eso, en vez de tratar de establecer límites fijos, tenemos que regirnos por la sabiduría y el juicio sano, y pesar las circunstancias en cuanto a la experiencia que un anciano en perspectiva haya tenido en la adoración verdadera. En una congregación en la cual muchos miembros hubieran estado en la verdad por décadas, el hombre que se hubiera bautizado solamente unos tres años antes pudiera parecer relativamente “nuevo.” Pero en una congregación que hubiera sido formada poco tiempo atrás y en la cual la mayoría de los miembros hubieran abrazado la verdad solo recientemente, la experiencia de un hombre en tales circunstancias pudiera parecer razonablemente larga en comparación con la de la mayoría. Sea cual sea el caso, a todo tiempo es vital mantener siempre presente el hecho de que es necesario que un hombre manifieste sabiduría, discreción y juicio sano si es que se quiere que cumpla con las pesadas responsabilidades que conlleva el pastorear el rebaño de Dios.
PROGRESO EN LA MANIFESTACIÓN DE SABIDURÍA Y DISCERNIMIENTO
15. ¿Qué espíritu deben mostrar los ancianos con relación a alcanzar mejora en sus propias cualidades y aptitudes?
15 Timoteo ya era un anciano experimentado cuando el apóstol Pablo lo exhortó a estar absorto en los asuntos espirituales para que su ‘adelantamiento fuese manifiesto a todos.’ (1 Tim. 4:15, 16) El sabio no se hace orgulloso ni piensa que ya nadie le puede enseñar nada ni hay cosa alguna en la que pueda mejorar. “¿Quién es sabio y entendido entre ustedes?” escribió el discípulo Santiago, y añadió: “Que muestre por su conducta excelente sus obras con una apacibilidad [modestia, en la New English Bible] que pertenece a la sabiduría.” Un espíritu de esa índole produce armonía dentro de un grupo o cuerpo de ancianos, y elimina todo espíritu de discordia, celos o contradicción.—Sant. 3:13-18.
16. (a) ¿En qué sentido son iguales los ancianos? (b) ¿Cómo se puede hacer manifiesto el adelantamiento que logran de modo que todo el rebaño de Dios reciba gran beneficio espiritual?
16 Aunque los ancianos sean “iguales” en su responsabilidad y autoridad con relación a servir y trabajar a favor del rebaño, no son necesariamente iguales en otros respectos. Algunos tienen mucha más experiencia, tanto en la vida como en la verdad, y han adelantado en sabiduría como resultado de años de estudio y esfuerzo serios. Cada uno tiene sus puntos fuertes junto con sus debilidades. Si apreciamos los aspectos fuertes de otros, y nos beneficiamos de éstos, nosotros también podemos ‘dejar que nuestro adelantamiento sea manifiesto a todos.’ (Rom. 12:3-10, 16) Por la ayuda que se suministra por medio de estos pastores humildes, solícitos y temerosos de Dios que poseen conocimiento y perspicacia, se verá realizada la palabra profética y el rebaño de Dios de nuestros días ciertamente ‘llegará a ser muchos y ciertamente dará fruto en la tierra,’ todo para la alabanza eterna de Dios.—Jer. 3:15, 16.
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Cómo calificar para maestros en la congregaciónLa Atalaya 1979 | 1 de abril
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Cómo calificar para maestros en la congregación
“¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Que muestre por su conducta excelente sus obras con una apacibilidad que pertenece a la sabiduría.”—Sant. 3:13.
1. ¿Por qué tiene importancia el que los que sirvan de maestros en la congregación cristiana sean hombres capacitados?
LA INFLUENCIA de un maestro puede ser provechosa o perjudicial. Esto es especialmente cierto en lo referente a asuntos de adoración. Con relación a los fariseos, Jesucristo dijo: “Guías ciegos es lo que son. Si, pues, un ciego guía a un ciego, ambos caerán en un hoyo.” (Mat. 15:14) Todos los que seguían ciegamente las enseñanzas no bíblicas de los fariseos iban encaminados a la ruina espiritual y la muerte, mientras que los que escuchaban la enseñanza sana del Hijo de Dios estaban en el camino que conduce a la vida. (Mat. 7:13-20, 24-27) El hecho de que haya vidas envueltas en esto hace obligatorio que los que sirvan de ancianos en la congregación cristiana sean hombres capacitados para ello.
2. ¿Por qué podía decir el apóstol Pablo: “Yo estoy limpio de la sangre de todo hombre”?
2 Lo que el apóstol Pablo dijo acerca de sí mismo a los ancianos de la congregación de Éfeso muestra que la manera en que el maestro cristiano se encarga de su responsabilidad lo hace culpable de que otros pierdan la vida o lo libra de culpa por ello. El apóstol declaró: “Los llamo para que sean testigos este mismo día de que yo estoy limpio de la sangre de todo hombre, porque no me he retraído de decirles todo el consejo de Dios.” (Hech. 20:26, 27) Si se diera el caso de que ancianos de la congregación de Éfeso se hicieran infieles y empezaran a torcer las Escrituras para su ruina espiritual y para perjuicio de sus compañeros de creencia, esto no podría cargarse en la cuenta de Pablo. (Compare con Hechos 20:29, 30.) Ellos mismos serían culpables de homicidio. El apóstol había hecho cuanto podía para impartirles
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