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  • “Los muertos en Cristo se levantarán primero”
    La Atalaya 1979 | 1 de noviembre
    • decir: “Estalló guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles [no los cristianos engendrados por espíritu resucitados] combatieron.” Además, Judas 9 le llama arcángel, al decir: “Miguel el arcángel tuvo una diferencia con el Diablo y disputaba acerca del cuerpo de Moisés.” El Diablo no consiguió el cuerpo.

      15. ¿Cómo le fue a Satanás el Diablo en la guerra con el arcángel Miguel? ¿Puede Satanás impedir la resurrección de los discípulos de Cristo y la ascensión de éstos al cielo para estar con Jesucristo?

      15 En todo momento durante la contienda que tanto tiempo ha durado Satanás el Diablo ha perdido. En la guerra en el cielo fue derrotado y él y sus ángeles demoníacos fueron arrojados abajo a la vecindad de nuestra Tierra, mientras que el arcángel Miguel, a saber, el Señor Jesucristo, y sus ángeles permanecieron victoriosos en los cielos. Puesto que el victorioso Jesucristo usa la “voz de arcángel” cuando manda salir a los que han muerto en unión con el Cristo, su “llamada imperativa” tiene más autoridad y efecto más fuerte. Además, el derrotado Satanás el Diablo no tendrá suficiente poder para impedir la resurrección espiritual de los que han muerto en unión con Cristo y no podrá evitar que ellos entren en la región de los espíritus, ni la ascensión de ellos al cielo para estar con el victorioso Jesucristo.

      16. ¿Con qué propósito suena la “trompeta de Dios” al tiempo del descenso del Señor desde el cielo, y quiénes serán los primeros que responderán a ella?

      16 Otra cosa que acompaña al descenso de Cristo desde el cielo es el sonido de la “trompeta de Dios.” (1 Tes. 4:16) La trompeta en este caso no es una señal de guerra para reunir tropas para que éstas peleen y den muerte al enemigo. Más bien, el toque de la “trompeta de Dios” es un toque pacífico para reunir al pueblo de Jehová, como cuando las dos trompetas de plata se tocaban en el día de Moisés para congregar a las 12 tribus de Israel. (Núm. 10:1-10) En otro lugar, en 1 Corintios 15:52, el apóstol Pablo conecta con la resurrección de los cristianos muertos tal “trompeta” despertadora que sirve para congregar, cuando dice: “Durante la última trompeta. Porque sonará la trompeta, y los muertos serán levantados incorruptibles, y nosotros seremos cambiados.” ¿Quiénes son los primeros que responden a esa “última trompeta,” cuando ésta, como la “trompeta de Dios,” suena para recoger de regreso a la vida a los muertos? En respuesta, 1 Tesalonicenses 4:16 dice: “Y los que están muertos en unión con Cristo se levantarán primero.”

      17. ¿Por qué no es visible a los ojos humanos la resurrección de los “muertos en unión con Cristo”?

      17 Sin embargo, la resurrección de los que están “muertos en unión con Cristo” no es visible para los humanos en la Tierra. ¿Por qué no? Porque a éstos se les bendice con una resurrección espiritual, pues cada uno “se levanta cuerpo espiritual.” (1 Cor. 15:44) Puesto que los ojos humanos no son lo suficientemente fuertes como para ver cuerpos de espíritu, la resurrección de los “muertos en Cristo” es invisible para los humanos. Por eso, desde el principio de la “presencia,” o parusía, de Cristo, desde 1914 en adelante, la humanidad no lo ha visto a él ni ha estado al tanto de la resurrección de sus discípulos.

      18, 19. (a) Por lo que Pablo dijo en 1 Tesalonicenses 4:17, ¿quiso decir que esos cristianos no morirían antes de que se les ‘arrebatara’? (b) Entonces, ¿en qué sentido son “arrebatados,” y en qué cuerpos ascienden para encontrarse con el Señor en felicidad?

      18 El apóstol Pablo habla de sí mismo como si hubiese sobrevivido en la Tierra hasta aquel acontecimiento feliz para los cristianos engendrados por espíritu, cuando dice: “Después nosotros los vivientes que sobrevivamos seremos arrebatados, juntamente con ellos, en nubes al encuentro del Señor en el aire; y así siempre estaremos con el Señor.”—1 Tes. 4:17.

      19 Aquí el apóstol Pablo no quiso decir que los cristianos ungidos por espíritu como él mismo no morirían, sino que serían “arrebatados,” cuerpo humano y todo, a los cielos físicos en medio de nubes literales. Pablo murió. Los cristianos engendrados por espíritu que hoy día sobreviven durante la “presencia,” o parusía, de Cristo, tienen que morir tal como Pablo. Como semillas plantadas en el terreno, cada uno tiene que ser ‘sembrado cuerpo físico’ al morir una muerte humana. (1 Cor. 15:44) Entonces, ¿cómo son “arrebatados . . . en nubes” junto con los que han estado “muertos en unión con Cristo” a quienes se ha resucitado primero? De este modo: Cuando se les siembra como cuerpos físicos no entran en un sueño de la muerte. Instantáneamente experimentan una resurrección espiritual; dejan sus cuerpos humanos atrás en la Tierra, pues a cada uno se le levanta en condición de “cuerpo espiritual.” Es como cuerpos espirituales que ascienden al encuentro de su Señor celestial. Especialmente por estas razones se les puede considerar “felices,” según Revelación 14:13.

      20. ¿En qué clase de “nubes” es que se ‘arrebata’ a los cristianos vivos sobrevivientes, y qué indica esto acerca de la ascensión de ellos?

      20 Sin embargo, ¿qué significaría el que se les arrebatara “en nubes”? Por supuesto, las nubes flotan arriba en los cielos físicos y denotan elevación. También esconden de nosotros los que estamos en la Tierra lo que se halla en ellas o por encima de ellas. Nuestras nubes literales no son necesarias para hacer que los cuerpos espirituales sean invisibles para nosotros. Por eso, lo que se quiere decir en 1 Tesalonicenses 4:17 es nubes simbólicas, que, de manera figurativa, esconden de la vista terrestre el arrebatamiento de los cristianos resucitados al encuentro de su altamente elevado Señor. Recordemos que, en el día cuadragésimo desde su resurrección, Jesucristo ascendió de regreso al cielo y, durante su ascensión, “una nube se lo llevó de la vista de [los discípulos que observaban].”—Hech. 1:9.

      21. ¿Termina el descenso del Señor desde el cielo con un contacto directo, personal, con nuestra Tierra? ¿Cuándo termina ese “último día” en el cual él resucita a sus discípulos engendrados por espíritu?

      21 ¿Qué prueba todo esto? Lo siguiente: El Señor Jesucristo en descenso no baja a contacto directo con nuestra Tierra. Las nubes, en las cuales se representa a los cristianos resucitados encontrándose con su Señor celestial, están en suspenso muy por encima de la superficie de la Tierra. Además, es “en el aire” donde los cristianos resucitados encuentran a su Señor, no aquí abajo en el suelo, ni en Jerusalén, el monte de los Olivos ni en ningún otro lugar en nuestra Tierra. Además, el “último día” en el cual acontece este arrebatamiento no es un día terrestre de 24 horas. Es un espacio de tiempo que llega a estar definitivamente completo solo cuando al último de esos cristianos engendrados por espíritu que participan en “la primera resurrección” se le levanta a la vida celestial. (Rev. 20:4, 6; Juan 6:54) El cumplimiento de la profecía bíblica indica que ya estamos viviendo en ese particular “último día.”

  • Viviendo ahora en aquel “último día” de resurrección
    La Atalaya 1979 | 1 de noviembre
    • Viviendo ahora en aquel “último día” de resurrección

      1. Por décadas de antemano, ¿en qué tiempo se pensó que acontecería la glorificación del resto de cristianos sobrevivientes? Pero ¿se cumplió desde entonces en adelante lo que se predijo en 1 Tesalonicenses 4:16, 17?

      PUESTO que a los “muertos en Cristo” se les resucita en cuerpos espirituales que son invisibles a los ojos humanos en aquel “último día,” nosotros los humanos tenemos que andar por fe, no por vista, en cuanto a que esto efectivamente esté aconteciendo ahora. Recordamos que por varias décadas una buena cantidad de personas pensó que la glorificación de todos los miembros sobrevivientes de la congregación cristiana acontecería al fin de los

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