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    La Atalaya 1979 | 15 de noviembre
    • Vencedores del mundo por fe

      “ÉSTA ES LA VICTORIA QUE HA VENCIDO AL MUNDO, NUESTRA FE.”—1 JUAN 5:4.

      1, 2. (a) ¿Cuál ha sido la experiencia común de los individuos que han querido ser conquistadores del mundo? (b) ¿Cómo ha diferido de éstos cierto conquistador o vencedor del mundo? (c) ¿Por qué es incomparable la victoria o conquista de este vencedor y sus seguidores?

      LA HISTORIA cuenta de muchos individuos que se propusieron ser conquistadores mundiales, y así, vencedores del mundo. Pero al fin y al cabo, todos tuvieron que doblar el cuello en derrota. El poderoso Faraón de Egipto, el jactancioso Nabucodonosor de Babilonia, Alejandro Magno, los Césares de Roma, Napoleón, Hitler... ¡la gloria de ellos ciertamente fue efímera! Sin embargo, hay un conquistador mundial, un vencedor del mundo, cuya gloria nunca se desvanecerá. No se jactó de hordas de guerreros armados, ni de grandes armadas de buques. Pero su victoria, la conquista que logró, ha sido completa, y para el bien eterno de los que reconocen su dignidad real.

      2 Muchos tropezaron debido a este poderoso conquistador, pues no creyeron que fuera nada más que el humilde hijo de un carpintero. Sus propios coterráneos lo despreciaron. Cuando el poder imperial romano le dio muerte, sus pocos seguidores fueron esparcidos. No obstante, este hombre —Jesucristo— no tiene igual como conquistador o vencedor del mundo. En la víspera de su ejecución pudo decir a sus discípulos: “¡Cobren ánimo! Yo he vencido al mundo.” (Juan 16:33; Mar. 6:3; Isa. 53:3) Además, dijo que ellos, también, vencerían al mundo. Pero, ¿cómo? Como más tarde lo expresó uno de sus amados seguidores: “Esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.”—1 Juan 5:4.

      LA VICTORIA POR FE

      3. ¿Qué es esta fe que vence?

      3 ¿Qué clase de victoria es esta victoria por fe? Bueno, el tener fe significa estar tan plenamente convencido respecto a cosas que no se ven o cosas que están en el futuro que éstas llegan a ser una realidad para el creyente. La verdadera fe cristiana, a diferencia, por mucho, de la credulidad que se edifica sobre las arenas movedizas de la emoción o la superstición, se edifica sobre el fundamento seguro de Jesucristo. Al igual que ‘el oro, la plata y las piedras preciosas,’ esa fe es incombustible. (1 Cor. 3:11-14) Está convencida de la existencia de Jehová, el único Dios vivo, y de que él vindicará Su posición de Señor Soberano del universo. Esta fe deriva su firme seguridad de las promesas del Dios “que no puede mentir.” Mira atentamente a Jesús como su Perfeccionador y como el Agente Principal que Dios usará para cumplir todos Sus magníficos propósitos relacionados con su reino.—Tito 1:2; Heb. 11:1, 6; 12:2.

      4. ¿Cuándo y cómo podemos conquistar o vencer por fe?

      4 Siempre que estemos resueltamente aferrados a esta fe, podemos decir que hemos vencido al mundo, lo hemos conquistado. No, no tenemos que esperar hasta el Har-Magedón para obtener esa victoria. Emprendemos nuestra conquista del mundo cuando nos volvemos de seguir los caminos del mundo y, con nuestra fe en el Señor Jesucristo como base, dedicamos nuestra vida a Jehová y recibimos el bautismo en agua. Así obtenemos una victoria por fe. Sin embargo, ésta es una victoria, una conquista, que tenemos que mantener ‘a toda costa,’ debido a que apreciamos el amor que nos han mostrado Jehová y su Hijo.

      5. (a) ¿Cómo podemos ser “vencedores, y más aún”? (b) ¿Qué convicción es parte esencial de nuestra fe?

      5 Hablando por todos los que así son vencedores, el apóstol Pablo declara: “¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿la tribulación? ¿o la angustia? ¿o la persecución? ¿o el hambre? ¿o la desnudez? ¿o el peligro? ¿o la espada? . . . en todas estas cosas somos vencedores, y más aún, por medio de aquel que nos amó.” Entonces, expresando nuestra firme convicción en el amor inseparable que Jehová nos tiene, el cual es una parte tan esencial de nuestra fe, dice: “Porque estoy persuadido que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni poderes, ni cosas presentes, ni cosas por venir, ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna otra cosa creada será poderosa para separarnos del amor de Dios, que es en Cristo Jesús nuestro Señor.”—Rom. 8:35, 37-39, Versión Moderna.

      EL CONQUISTADOR EJEMPLAR

      6. ¿Sobre qué se basó la conquista o victoria de Jesús?

      6 Jesús mismo ilustró, mientras estuvo en la Tierra, cómo podemos completar esta victoria o conquista por fe. Él conocía la Palabra de Dios. Se deleitaba en esa Palabra, y se hizo diestro en usarla como “la espada del espíritu.” (Efe. 6:17) Al ser tentado por Satanás en el desierto, tres veces rechazó al adversario, diciendo: “Está escrito.” Su victoria tuvo como base el apego a la Palabra de Dios. En eso también debe basarse la nuestra.—Mat. 4:3-11.

      7. ¿Cómo emprendió Jesús su campaña de conquista?

      7 Al llegar a su fin la obra de Juan el Bautizante, Jesús emprendió su más extensa campaña de conquista. “Desde entonces Jesús comenzó a predicar y a decir: ‘Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado.’” (Mat. 4:17) ¡De veras un mensaje electrizante! El reino de Dios ciertamente estaba cerca, en la persona del ungido Jesús mismo. Por toda Galilea, en la provincia romana de Perea y pasando hasta la misma Jerusalén, Jesús predicó las noticias gozosas como conquistador del mundo y Mesías. Miles de personas escucharon. Muchos se hicieron sus seguidores. Pero la clase gobernante, y especialmente los líderes religiosos, se hicieron sus opositores enconados.

      8. ¿Qué muestra que Jesús nunca vaciló en su conquista?

      8 Jesús no titubeó en su integridad, pues sabía que tenía que seguir venciendo, conquistando, hasta el mismo fin. Cuando por fin se enfrentó a la muerte en un madero de tormento y el gobernador romano lo desafió con respecto a su posición de rey, pudo responder: “Tú mismo dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo el que está de parte de la verdad escucha mi voz.” (Juan 18:37) Fielmente, continuó dando testimonio acerca de la verdad del Reino. Hasta el fin, nunca vaciló en dar a conocer el nombre de su Padre, y lo santificó a pesar de cuanto oprobio se le hizo posible a Satanás arrojar contra ese precioso nombre. Así, como vencedor del mundo, Jesús pudo clamar con su último aliento: “¡Se ha realizado [la obra de Dios para él en la Tierra]!”—Juan 19:30; 17:6, 20.

      FE QUE MUEVE MONTAÑAS

      9. ¿Qué clase de fe podían tener los discípulos de Jesús? ¿Llegó a ser esto la experiencia de ellos?

      9 Jesús dijo a sus discípulos: “En verdad les digo: Si tienen fe del tamaño de un grano de mostaza, dirán a esta montaña: ‘Transfiérete de aquí allá,’ y se transferirá, y nada les será imposible.” (Mat. 17:20) ¿Experimentarían esto sus discípulos? ¡Pues, sí! Y especialmente a partir del día de Pentecostés de 33 E.C. Pues fue entonces, en el día quincuagésimo desde la resurrección de Jesús a la vida como espíritu, que ocurrió un milagro entre 120 de sus discípulos que se habían reunido en una casa en Jerusalén. El espíritu de Jehová fue derramado sobre ellos, y los facultó para hablar en muchas lenguas acerca de “las cosas magníficas de Dios.”—Hech. 2:1-11.

      10, 11. (a) ¿Cómo empezaron a participar en la conquista de Jesús sus discípulos? (b) ¿Por qué era una fe que todo lo vencía la fe de ellos?

      10 El espíritu también le impartió a Pedro el poder de explicar con la Palabra de Dios lo que todo esto significaba. En recompensa por su victoria, Jesús había sido ensalzado a la diestra de Dios en el cielo. Ahora ellos tenían el privilegio de compartir la victoria lograda por él. Comenzaron a hacer esto dando testimonio cabal a la muchedumbre de diversas lenguas que se había reunido, exhortándolos a arrepentirse, bautizarse y abrazar las magníficas promesas del Reino que se les ofrecían mediante la Palabra de Dios. “En aquel día unas tres mil almas fueron añadidas,” y éstas continuaron fortaleciéndose en la fe por medio de la instrucción diaria que recibían tanto en la espaciosa zona del templo como en hogares privados.—Hech. 2:14-47.

      11 ¿Complació a los líderes religiosos esta manifestación de fe? ¡Al contrario! Arrestaron a Pedro y Juan, y exigieron que dejaran de predicar y enseñar en el nombre de Jesús. Inmediatamente vino la respuesta rebosante de fe de esos apóstoles: “Si es justo a la vista de Dios escucharles a ustedes más bien que a Dios, júzguenlo ustedes mismos. Mas en cuanto a nosotros, no podemos dejar de hablar de las cosas que hemos visto y oído.” No permitirían que nada subsistiera como obstáculo ante su fe de irresistible poder vencedor. ¡Al ser puestos en libertad continuaron dando el testimonio con gran poder!—Hech. 4:18-21, 33.

      12. (a) ¿Qué apoyo angelical dio sostén a la victoria de los discípulos? (b) ¿De qué dependía el que ellos tuvieran espíritu santo?

      12 Llenos de celos, el sumo sacerdote y sus secuaces entonces arrojaron a todos los apóstoles en la cárcel. Esto exigió acción divina. Durante la noche el ángel de Jehová sacó de nuevo a los apóstoles y les dijo: “Sigan hablando al pueblo todos los dichos acerca de esta vida.” Al amanecer, ¡allí estaban de nuevo, enseñando en la zona del templo! Una vez más se les arrestó y llevó a la sala del Sanedrín, donde el sumo sacerdote declaró: “Les ordenamos positivamente que no siguieran enseñando sobre la base de este nombre [Jesús], y sin embargo, ¡miren! han llenado a Jerusalén con su enseñanza.” La respuesta de aquellos apóstoles resonó intrépidamente: “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres. . . . Somos testigos de estos asuntos, y también lo es el espíritu santo, el cual Dios ha dado a los que le obedecen como gobernante.” (Hech. 5:17-32) Sí, ¡el que tuvieran espíritu santo dependía de que continuaran testificando celosamente acerca de la Soberanía de Jehová!

      13. En aquellos primeros días del cristianismo, ¿cómo salió vencedora la fe victoriosa?

      13 Aquellos líderes religiosos deseaban matar a los apóstoles, pero el Dador de espíritu santo guió el curso de los sucesos de otra manera. Gamaliel, el respetado maestro de la Ley, habló con estas palabras: “No se metan con estos hombres, sino déjenlos; (porque si este proyecto o esta obra proviene de hombres, será derribada; pero si proviene de Dios, no podrán derribarlos;) de otro modo, quizás sean ustedes hallados luchadores realmente contra Dios.” Así es que sencillamente azotaron a los apóstoles, les dijeron que dejaran de predicar y los dejaron ir. ¿Estaba triunfando la fe victoriosa? Ciertamente, pues el registro sigue diciendo: “Y todos los días en el templo y de casa en casa continuaban sin cesar enseñando y declarando las buenas nuevas acerca del Cristo, Jesús.”—Hech. 5:33-42.

      LA VICTORIA CONTINUA POR FE

      14. A pesar de la persecución, ¿cómo se cumplió la profecía de Jesús en Hechos 1:8?

      14 No había manera de detener aquel testimonio cabal. Era preciso darlo hasta el grado que Jesús mismo había profetizado... “tanto en Jerusalén como en toda Judea y en Samaria y hasta la parte más lejana de la tierra.” (Hech. 1:8) La persecución solamente sirvió para propagar el testimonio, pues “los que habían sido esparcidos fueron por la tierra declarando las buenas nuevas de la palabra.” (Hech. 8:1, 4) Pronto Saulo el perseguidor llegó a ser Pablo el apóstol, y los primeros gentiles recibieron el don del espíritu santo. Las buenas nuevas corrieron como un reguero de pólvora en un número cada vez mayor de territorios. A medida que Pablo y sus compañeros penetraron en Europa, los opositores que vivían allí clamaron: “Estos hombres que han trastornado la tierra habitada están presentes aquí también.” (Hech. 17:6) Así, en el transcurso de unos 30 años de darse el testimonio del Reino, las buenas nuevas “se predicaron en toda la creación que está bajo el cielo.”—Col. 1:23.

      15. ¿Qué ayuda y estímulo se dio a los que vacilaron en su fe?

      15 Sin embargo, a medida que se acercaba el fin del sistema de cosas judío, parece que algunos de aquellos cristianos comenzaron a cansarse. Bajaron su guardia espiritual y comenzaron a vacilar en su victoria por fe, la conquista que su fe les daba. Pero no se les dejó sin ayuda. Ancianos fieles de la congregación cristiana les dieron el estímulo que necesitaban. Uno de éstos, el apóstol Pablo, continuamente los exhortó a perseverar en la fe. Los animó a hacer de la esperanza cristiana que poseían un “ancla del alma, tanto segura como firme.” (Heb. 6:19) Declaró: “No somos de la clase que se retrae para destrucción, sino de la clase que tiene fe que resulta en conservar viva el alma.” (Heb. 10:39) ¡A todo costo tenían que completar su victoria, su conquista, cristiana! Los que se aferraron a su fe sobrevivieron cuando el “sistema de cosas” judío pereció en 70 E.C.

      LA FE SOMETIDA A OTRAS PRUEBAS

      16. (a) ¿Por cuánto tiempo perseveró el apóstol Juan en su conquista por fe? (b) ¿De qué dio advertencia?

      16 Sin embargo, el futuro deparaba otras pruebas a la fe de los cristianos leales. Juan, cuyo servicio como apóstol de Jesucristo se extendió por unos 68 años, nos relata acerca de éstas. En dos de sus cartas, Juan advierte del “anticristo” que aparece en la “última hora,” y lo identifica como “el que niega al Padre y al Hijo.” Entonces Juan enlaza a este “anticristo” con los “muchos falsos profetas [que] han salido al mundo.” (1 Juan 2:18, 22; 4:1-3) Ese anticristo sin duda impugnó la urgencia de las “buenas nuevas” y trató de apartar a los cristianos a los caminos de materialismo y búsqueda de placeres del mundo.

      17. ¿Cómo y por qué deben perseverar los cristianos en su conquista o victoria?

      17 Los cristianos mantenedores de integridad habían “vencido al inicuo,” pero ahora, aun en una fecha tardía, la fe de ellos era amenazada desde otra dirección. El apóstol les escribió en palabras claras: “No estén amando ni al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él; porque todo lo que hay en el mundo —el deseo de la carne y el deseo de los ojos y la exhibición ostentosa del medio de vida de uno— no se origina del Padre, sino que se origina del mundo. Además, el mundo va pasando y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” (1 Juan 2:13, 15-17) Ciertamente nunca ha sido la voluntad de Dios que los cristianos se mezclen en los caminos inmorales y materialistas del mundo de Satanás. Más bien, deben perseverar en su victoria por medio de la fe.

      18. ¿Cómo logramos nuestra conquista por fe?

      18 En esta misma carta, Juan describe los lazos que vinculan a todos los cristianos por todo el mundo en una unidad indivisible y dice: “Cualquiera que haga la confesión de que Jesucristo es el Hijo de Dios, Dios permanece en unión con el tal y él en unión con Dios. Y nosotros mismos hemos llegado a conocer y hemos creído el amor que Dios tiene en nuestro caso. Dios es amor, y el que permanece en el amor permanece en unión con Dios y Dios permanece en unión con él.” (1 Juan 4:15, 16) ¡Qué magnífico privilegio el estar unido con el Soberano supremo de todo el universo por medio de su Hijo, Jesucristo, Aquel cuya sangre “nos limpia de todo pecado”! (1 Juan 1:7) En esto radica nuestra victoria por fe, sí, la conquista que es nuestra por fe: Seguir amando a Dios y a Cristo, y ser colaboradores de ellos en la obra de la siega mundial que ahora está llegando aceleradamente a su fin.—1 Cor. 3:9.

      19. ¿Qué identifica a los que vencen al mundo por fe?

      19 Juan pasa a decir: “Esto es lo que el amor de Dios significa: que observemos sus mandamientos.” (1 Juan 5:3) A este respecto Jesús dijo a sus seguidores: “Les doy un nuevo mandamiento: que se amen unos a otros; así como yo los he amado, que ustedes también se amen los unos a los otros.” (Juan 13:34) ¡Cuán verdaderamente llegó eso a ser una marca identificadora de los cristianos en el día de Juan, y qué maravillosa marca de identificación es en nuestro día! Pues en ningún tiempo desde el siglo primero ha habido en la Tierra un pueblo que sea precisamente como el de los testigos cristianos de Jehová... unidos en un vínculo de amor que supera todas las barreras de lenguaje, tribu y raza.

      20. Al fin de este mundo, ¿cómo puede usted mostrar que es vencedor del mundo?

      20 Además, durante el fin de este sistema de cosas, tenemos el mandato que se imparte en la profecía de Jesús que dice: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” (Mat. 24:14) Este gran testimonio, que ahora está llegando a su culminación en una escala mundial, ha servido para identificar a los que han vencido al mundo. Acerca de todos estos siervos de Dios que mantienen su integridad, el apóstol escribe: “Y ésta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo sino el que tiene fe en que Jesús es el Hijo de Dios?” Esta fe en que Jesús es el Hijo de Dios se puede demostrar hasta este mismo día por medio de obedecer activamente el mandamiento de partida que Jesús dio a sus seguidores: “Por lo tanto vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones.” (1 Juan 5:4, 5; Mat. 28:19) Por tanto, ¿está usted mostrando de esta manera que es un conquistador mundial, un vencedor del mundo?

  • La fe en el Hijo de Dios... ¿qué efecto debe tener en usted?
    La Atalaya 1979 | 15 de noviembre
    • La fe en el Hijo de Dios... ¿qué efecto debe tener en usted?

      “PÓRTENSE DE UNA MANERA DIGNA DE LAS BUENAS NUEVAS ACERCA DEL CRISTO, . . . FIRMES EN UN MISMO ESPÍRITU, CON UNA MISMA ALMA ESFORZÁNDOSE LADO A LADO POR LA FE DE LAS BUENAS NUEVAS.”—Fili. 1:27.

      1. (a) ¿Qué obra esta por culminar ahora? (b) ¿Qué da testimonio de que realmente se puede hallar fe en la Tierra hoy?

      LA PROFECÍA cumplida indica que estamos muy adentrados en el tiempo de la “conclusión del sistema de cosas.” (Mat. 28:20) Ya han pasado más de 64 años desde que el “Hijo del hombre,” Jesucristo, llegó con todos los ángeles para ‘sentarse sobre su glorioso trono [celestial].’ El juicio y la separación de la gente entre fieles “ovejas” e infieles “cabras” está llegando a su culminación. (Mat. 25:31-33) Así es que preguntamos: ¿Ha hallado en realidad fe el “Hijo del hombre” en la Tierra? El recogimiento de la congregación internacional de los testigos de Jehová —más de dos millones de ellos— claramente testifica que la ha hallado.

      2. ¿Por qué es propio describir a las asambleas del pueblo de Dios como “algo que no es de este mundo”?

      2 Los medios publicitarios han descrito las asambleas de los testigos de Jehová como “algo que no es de este mundo.” ¡Y algo excepcional deben ser! Pues los esfuerzos del pueblo de Dios tienen como meta la excelencia. De hecho, esta vasta congregación está viajando del presente mundo imperfecto a un glorioso “nuevo orden” donde ya no existirán enfermedades, muerte ni dolor. ¡La Palabra de Jehová nos lo asegura! (Rev. 21:1-4) A fin de alcanzar esa meta tenemos que asirnos firmemente de nuestra victoria por medio de la fe. ¿Cómo hacemos esto?

      COMIENZA EL JUICIO MUNDIAL

      3. ¿Qué cambios acontecieron desde 1914, y qué significan?

      3 Cuando la “conclusión del sistema de cosas” comenzó en el año 1914, empezaron a ocurrir tremendos cambios en esta Tierra. Fue tal como Jesús mismo había dicho... guerras internacionales, terremotos, pestilencias, hambres, aumento de desafuero y pérdida de amor. (Mat. 24:3-12; Luc. 21:10, 11) Había comenzado un tiempo de juicio mundial.

      4, 5. (a) ¿Cómo han mostrado falta de fe las religiones de la cristiandad? (b) ¿Qué contraste existe entre éstas y los testigos de Jehová respecto a relación con el mundo? (c) ¿Cómo se despliega nuestra fe invencible?

      4 ¿Cómo responderían las religiones de la cristiandad a esta situación? ¿Demostrarían éstas que eran vencedoras por fe? ¡Muy por el contrario! En vez de aceptar la “señal” de que el reino de Dios está cerca, el clero de la cristiandad ha prestado su apoyo al moribundo “sistema de cosas.” A medida que Europa se fue sumiendo en guerra de alcance mundial, las iglesias de ambos lados exhortaron a cristianos a matar a otros cristianos, y así se hicieron culpables de un terrible derramamiento de sangre. Y al terminar la guerra, las religiones de la cristiandad optaron, no por el que entonces era Rey en funciones reales, Jesucristo, sino por un cuerpo político hecho por el hombre, al cual blasfemamente describieron como la “expresión política del Reino de Dios en la Tierra.” Esta fue la Liga de las Naciones o Sociedad de las Naciones, que se estableció en 1919 con el propósito anunciado de proteger la paz y seguridad mundial. El libro bíblico de Revelación la describe como “una bestia salvaje de color escarlata . . . llena de nombres blasfemos.”—Rev. 17:3.

      5 Las iglesias de la cristiandad, al apoyar la guerra total, y después a este sustituto hecho por el hombre, han mostrado claramente de qué lado están... como parte de este mundo. Por otra parte, los testigos de Jehová, al adoptar una posición neutral para con la violencia internacional y la política, han mostrado inequívocamente que “no son parte del mundo.” (Juan 15:19) Nuestra fe no se apoya en el brazo de carne ni en las máquinas bélicas de los hombres mortales. Más bien, nuestra fe invencible reconoce a “Dios como gobernante más bien que a los hombres.” Y debido a que ‘obedecemos a Dios como gobernante’ al testificar acerca de los propósitos de Su Reino, mostramos que tenemos el espíritu de Dios. (Hech. 5:29-32) Así se nos ha impartido energía para hacer las obras de las cuales Jesús habló: “El que ejerce fe en mí, ése también hará las obras que yo hago; y hará obras mayores que éstas”... al predicar por toda la Tierra el reino establecido.—Juan 14:12.

      6. ¿Cómo se ha evidenciado espíritu santo desde 1919?

      6 Este espíritu santo de Jehová se hizo muy evidente en las asambleas internacionales que los testigos de Jehová celebraron en Cedar Point, Ohio, EE.UU., en 1919 y 1922. Esto fortaleció la fe del pequeño resto de cristianos ungidos y les impartió energía para que respondieran a la llamada: “Anuncien, anuncien, anuncien al Rey y su reino.” Vigorosamente procedieron a proclamar las “buenas nuevas” por todas partes. Para cuando estalló la violenta segunda guerra mundial, habían crecido de unos cuantos miles a más de 67.000 que predicaban en diferentes países de la Tierra.

      LA FE VENCE PERSECUCIONES

      7. ¿Qué ejemplos muestran que la fe triunfa sobre las persecuciones?

      7 Esta expansión no se logró sin severas persecuciones. Por ejemplo, debido a que los testigos de Jehová en su posición de integridad se negaron a adorar al estado nazi, se les acorraló y apiñó en inmundos campos de concentración. Además, 635 de ellos murieron en prisión. Pero la fe de ellos resultó inquebrantable. Un observador describió al Testigo individual como “una fortaleza que puede ser destruida pero nunca tomada.” Como comentó un testigo presencial acerca de su propio hermano, brutalmente muerto a tiros por los guardas SS nazis en una ejecución pública: “Todos quedaron impresionados por su calma y serenidad, como la de alguien que ya hubiera ganado la batalla.”

      8. (a) Durante los años difíciles de la II Guerra Mundial, ¿cómo prosperó la fe cristiana? (b) Pero ¿qué bendijeron y ensalzaron los líderes religiosos?

      8 Como ya se ha declarado, cuando los testigos de Jehová entraron en los años difíciles de la segunda guerra mundial eran unos 67.000, pero cuando emergieron del conflicto eran más de 141.000. Las proscripciones, encarcelamientos y otras experiencias que sometían a prueba la integridad no habían logrado que vacilaran en su fe. Sin embargo, las religiones de la cristiandad bendijeron la persecución y la matanza. Y aunque la “bestia salvaje de color escarlata” les había fallado como la Sociedad de las Naciones, los líderes religiosos se apresuraron a volverla a aclamar cuando surgió como las Naciones Unidas. Pusieron su esperanza en ella. (Rev. 17:3-8) Cuando visitó la central mundial de la O.N.U. en Nueva York en 1965, el ahora difunto papa Paulo VI alabó a este cuerpo como “la más grande de todas las organizaciones internacionales” y “la última esperanza de concordia y paz.”

      CONTINÚA LA VICTORIA POR FE

      9. (a) ¿Qué información oportuna dieron a conocer los testigos de Jehová en 1942? (b) ¿Cómo siguió adelante el pueblo de Dios en su conquista?

      9 En 1942, cuando las naciones aliadas sugirieron por primera vez el establecimiento de las Naciones Unidas, los testigos de Jehová dieron a conocer, en su asamblea internacional de ese año, que ésta sencillamente sería una revivificación de la Liga o Sociedad. Por medio de la Palabra de Dios mostraron que la O.N.U. finalmente iría a la destrucción, junto con todas las otras organizaciones políticas, en el conflicto final de Har-Magedón. Rodeados por las evidencias del “tiempo del fin,” los del pueblo de Jehová prosiguieron en su victoria por medio de la fe, la conquista que su fe les da. (Dan. 11:35) En 1943 se organizó la Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower, y se envió a misioneros a los mismos fines de la Tierra. ¿Con qué resultado? Mientras que en 1945 había 141.606 proclamadores del Reino activos en 66 países, en 1978 hubo 2.182.341 que informaron servicio en 205 países. La victoria por fe, la conquista de la fe, ha sido muy evidente, y especialmente en los más de 40 países en los que los testigos de Jehová sirven ahora bajo proscripción u otras restricciones.

      10. ¿Cómo se ha desplegado la cualidad probada de la fe en Malawi y otros países que han impuesto restricciones?

      10 Notable entre esos países donde ha sido severa la prueba a que ha sido sometida la fe es la pequeña nación africana de Malawi. Hasta 1962, los testigos de Jehová habían disfrutado de crecimiento rápido en ese país. Pero entonces en 1964 se desató persecución violenta. Debido a que los testigos de Jehová se negaron a adorar el segmento de Malawi de la ‘bestia salvaje que salió del mar’ (Rev. 13:1, 4) comprando tarjetas de miembros del partido político, se les hizo huir de sus hogares y se les infligió violación de mujeres y muchas muertes. Finalmente a la mayoría de ellos se les echó a la fuerza de su país nativo. Pero la cualidad probada de su fe, sometida a prueba como por medio de fuego, ha sido causa de regocijo, no solo para ellos mismos, sino también para sus hermanos cristianos de toda la Tierra. (1 Ped. 1:7) En todos los países en los que los testigos de Jehová se han visto obligados a servir clandestinamente, se ha observado la misma cualidad genuina de fe. Todos estos Testigos, y hay más de 200.000 de ellos en esos países, están triunfando maravillosamente en su victoria por fe.

      11. ¿Qué muestra que tenemos que aguantar en nuestra conquista por fe?

      11 Sin embargo, ¿qué hay de los testigos de Jehová en los países en los que las cosas son más fáciles, donde no tenemos que vivir en constante peligro de ser arrestados, encarcelados o de perder la vida? Es triste decirlo, pero en algunos de estos lugares las cosas no han marchado tan bien. Entre éstos hay muchos países prósperos, donde abundan las incitaciones al placer y a la inmoralidad. Pero jamás debería nadie perder de vista este hecho: Tenemos que perseverar en nuestra victoria por fe hasta que se nos libre de este inicuo sistema de cosas, sea por medio de la muerte o sobreviviendo la “grande tribulación.”

      12. ¿Qué palabras de la profecía de Jesús deben tener nuestra atención urgente hoy día, y por qué?

      12 ¡Qué urgente es que todos tengamos este aprecio claro! Por todas partes está claramente manifiesto que el mundo está tambaleando al borde de la destrucción. Los “últimos días” casi han terminado. Por tanto las palabras finales de la profecía de Jesús sobre la conclusión del sistema de cosas deben resonar con sorprendente claridad para todo el pueblo de Jehová hoy día: “Presten atención a ustedes mismos para que sus corazones nunca lleguen a estar cargados debido a comer con exceso y beber con exceso y por las inquietudes de la vida, y de repente esté aquel día sobre ustedes instantáneamente como un lazo. Porque vendrá sobre todos los que moran sobre la haz de toda la tierra. Manténganse despiertos, pues, en todo tiempo haciendo ruego para que logren escapar de todas estas cosas que están destinadas a suceder, y estar en pie delante del Hijo del hombre.”—Luc. 21:34-36.

      SE ACERCA EL “TIEMPO SEÑALADO”

      13. ¿Por qué es urgente que nos mantengamos en expectativa del juicio de Jehová?

      13 Aunque la “grande tribulación” quizás no haya venido tan pronto como muchos de nosotros habíamos esperado, eso no es razón para que nos desanimemos. Dios no cambia. (Mal. 3:6) Tampoco han cambiado sus magníficos propósitos. Concerniente a las “buenas nuevas” que proclamamos Jehová dice: “Así resultará ser mi palabra que sale de mi boca. No volverá a mí sin resultados, sino que ciertamente hará aquello en que me he deleitado, y tendrá éxito seguro en aquello para lo cual la he enviado.” (Isa. 55:11) El tiempo en el que Dios ejecutará juicio no ha cambiado. Se acerca más con cada día que pasa. Por eso, recordemos las palabras de Isaías 30:18: “Jehová es un Dios de juicio. Felices son todos los que se mantienen en expectativa de él.”

      14. (a) ¿El apegarnos a que confianza nos permitirá al fin hacer de las palabras de Josué nuestras mismas palabras? (b) ¿Qué estímulo podemos hallar en la profecía de Habacuc?

      14 Lo que nos permite tener la victoria o conquistar por fe no es el depender de algún espacio de tiempo, sino el confiar sinceramente en Jehová como el Dios que “no puede mentir.” (Tito 1:2) Esta confianza al fin nos llevará al punto en que, como el Josué de la antigüedad, podremos decir a nuestros compañeros en esta conquista por fe: “Ustedes bien saben con todo su corazón y con toda su alma que ni una sola palabra de todas las buenas palabras que Jehová su Dios les ha hablado ha fallado. Todas se han realizado para ustedes. Ni una sola palabra de ellas ha fallado.” (Jos. 23:14; 21:45) Podemos tener plena confianza en las palabras de Habacuc de que “la visión es todavía para el tiempo señalado, y sigue jadeando hasta el fin.” ¡Que sigamos jadeando junto con esa visión hasta completar nuestra victoria! La profecía nos asegura: “No dirá una mentira. Aun si tardara, manténte en expectativa de ella; porque sin falta se realizará. No llegará tarde.”—Hab. 2:3.

      “NO ES LENTO JEHOVÁ”

      15. (a) ¿Por qué se puede decir que “no es lento Jehová”? (b) ¿Cómo viene finalmente Su día?

      15 Ya han pasado mil novecientos años desde los días de los apóstoles. Pero a la vista de Dios esto es menos de dos días. Es tal como dijo el apóstol Pedro: “No vayan a dejar que este hecho en particular se les escape, amados, que un día es para con Jehová como mil años y mil años como un día. No es lento Jehová respecto a su promesa, según lo que algunos consideran lentitud, sino que es paciente para con ustedes porque no desea que ninguno sea destruido, sino desea que todos alcancen el arrepentimiento. Sin embargo el día de Jehová vendrá como ladrón.”—2 Ped. 3:8-10.

      16. ¿Por qué no ha llegado todavía el día de Jehová y, por eso, cómo debemos responder a la situación?

      16 Así, ¿qué hay si el día de Jehová esta programado para unos cuantos movimientos más del segundero de su reloj registrador? ¿No nos alegramos de que esto haya permitido que otros centenares de miles de sus “ovejas” sean recogidas? Mientras el segundero de ese reloj sigue moviéndose, decenas de miles de anteriores católicos en los países del sur de Europa afluyen al Reino, centenares en las islas aisladas del mar están abandonando su idolatría y miles de asiáticos están desprendiéndose de las supersticiones orientales y abrazando las “buenas nuevas.” La razón por la cual el día como ladrón de Jehová no ha llegado aún es que él todavía tiene trabajo para nosotros en recoger a las “otras ovejas.” Jehová no es lento. No seamos lentos nosotros en aprovecharnos de cada oportunidad de participar cabalmente en Su obra.

      17. (a) ¿Qué consejo oportuno da Pedro para este día? (b) ¿Qué distingue al pueblo de Jehová, y cómo manifiestan ellos su fe?

      17 El apóstol Pedro aconseja: “El fin de todas las cosas se ha acercado. Sean de juicio sano, por lo tanto, y sean vigilantes en cuanto a oraciones. Ante todo, tengan amor intenso los unos para los otros.” (1 Ped. 4:7, 8) A medida que este “sistema de cosas” va estrechándonos en preparación para su último esfuerzo por destruir al pueblo de Dios, verdaderamente necesitamos permanecer sosegados, despiertos y en oración, confiando en nuestra conquista o victoria por fe. Tenemos que estar unidos en ese intenso amor, que a grado tan marcado distingue al propio pueblo de Jehová por toda la Tierra. ¿En qué período de la historia humana ha habido un pueblo como el de los testigos de Jehová de hoy día? Esta es la única hermandad que ha penetrado en todos los rincones remotos de la Tierra habitada. ¿Qué fuerza, aparte del espíritu de Jehová, hubiera podido juntar a dos millones de personas “de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas” en una unidad tan maravillosa de creencia, propósito y actividad? Juntos, hemos ganado la victoria por fe, y juntos manifestamos esa fe por medio de testificar acerca del reino de Jehová por medio de su Hijo.—Rev. 7:9.

      A MEDIDA QUE SE ACERCA EL FIN

      18, 19. (a) En el día de los apóstoles, ¿cómo se desarrollaron los acontecimientos en cumplimiento de la profecía bíblica? (b) ¿Qué triste error quizás cometieron algunos?

      18 El pueblo de Jehová hoy día es como aquellos cristianos fieles que anhelantemente esperaban el cumplimiento inicial de la “señal” allá en la Jerusalén del día de los apóstoles. Estaban atentos a la venida de la “cosa repugnante” que estaría de pie en el “lugar santo.” ¡Al fin, sucedió! El ejército romano atacó y penetró hasta la muralla occidental de la zona del templo. ¿Qué tenían que hacer los cristianos ahora? Jesús había dicho: “Echen a huir a las montañas.” Cuando, inesperadamente, aquel ejército se retiró, aquellos cristianos se aprovecharon de la oportunidad. ¡Huyeron sin dilación! Se dirigieron a las montañas de Perea. Pero ¿estaban a salvo ahora? ¿Estaba completa su victoria, su conquista, por fe? No, todavía no.—Mat. 24:15, 16.

      19 Anhelantemente aquellos cristianos esperaron el siguiente suceso... la ejecución del juicio de Jehová sobre Jerusalén. Esperaron un año. Nada sucedió. Dos años, y nada sucedió. Tres años, y aún así nada sucedió. Algunos de aquellos cristianos quizás se cansaron de esperar. Quizás dijeron: ‘Volvamos a la ciudad y envolvámonos en los negocios y en la vida cómoda.’ ¡Qué triste error hubiera sido ése!

      20. En aquel tiempo, ¿cómo obró para salvación la fe?

      20 Porque de súbito, al cuarto año, los ejércitos romanos regresaron. La ciudad y su templo fueron totalmente destruidos; ni siquiera una piedra quedó sobre otra. Sucedió exactamente como Jesús había profetizado. (Luc. 19:41-44; 21:20-24) Pero el pueblo de Dios fuera de Judea se había mantenido activo y despierto. Habían esperado en Jehová. La fe de ellos había obrado a favor de su salvación.

      21. ¿Qué notable cumplimiento de profecía bíblica aconteció desde 1945?

      21 Hoy día, nos encontramos en una situación similar. La cristiandad es el equivalente actual de la antigua ciudad infiel de Jerusalén. Las Escrituras identifican claramente a la “cosa repugnante” de la profecía de Jesús como la Organización de las Naciones Unidas de hoy día. Es lo mismo que la “bestia salvaje de color escarlata” del capítulo 17 de Revelación. Cuando esa “bestia” subió del abismo en 1945, el imperio mundial de la religión falsa, “Babilonia la Grande,” de la cual la cristiandad es la parte principal, pudo cabalgar sobre ella y ejercer algún control.

      22. ¿Qué situación diferente se ve ahora en la O.N.U., y qué significa eso?

      22 Sin embargo, hoy día las cosas son diferentes. Las naciones que consideran a la religión como “el opio de la gente” están ganando gran poder en la O.N.U. Se yerguen como una verdadera amenaza al campo de operación de las religiones de la cristiandad, y, de hecho, de toda religión. Es de esperarse que muy pronto podamos ver a los “diez cuernos” de la “bestia salvaje” volverse en contra de la religión mundial, y devastar hasta el campo religioso de la cristiandad. Entonces habrá comenzado la “grande tribulación” y se desenvolverá rápidamente hasta llegar a su clímax en Har-Magedón.—Rev. 17:12-18; 19:19-21.

      23. (a) En vista de la situación crítica que existe en la Tierra, ¿qué debemos hacer ahora? (b) ¿Cómo puede usted triunfar como vencedor del mundo por fe?

      23 Al ver esta situación crítica en la Tierra, ¿qué deben hacer los testigos de Jehová? Tenemos que asegurarnos de que nuestra huida a la “montaña” protectora del reino de Dios sea completa. Es preciso que sin vacilar continuemos yendo en pos de la victoria por medio de nuestra fe. Tenemos que estar determinados a ser vencedores, conquistadores, por medio de nuestro Dios, que nos ama. Mientras quede tiempo para ello, debemos continuar participando celosamente en predicar estas buenas nuevas del Reino en toda la Tierra y hacer discípulos. ¿Continuará usted, junto con todos los testigos de Jehová por todo el mundo, ‘estando firme en un mismo espíritu con ellos, de modo que con una misma alma haya un esforzarse lado a lado por la fe de las buenas nuevas’? (Fili. 1:27) ¿Magnificará usted así el nombre de Jehová y el reino de su Hijo, Jesucristo? Al hacer eso, usted también triunfará gloriosamente como conquistador mundial, vencedor del mundo, por medio de la fe.

      [Ilustración de la página 24]

      VIGILE QUE SU CORAZÓN NUNCA LLEGUE A ESTAR CARGADO POR COMER Y BEBER EN EXCESO

  • Confianza frente al peligro
    La Atalaya 1979 | 15 de noviembre
    • Salmos

      Confianza frente al peligro

      EL REY David se veía frente a una situación muy difícil. Su propio hijo Absalón se había proclamado rey y había conspirado para apoderarse del trono. Este hijo rebelde formó un grupo de seguidores tan grande que David se vio obligado a huir de Jerusalén, la ciudad capital. Sin embargo, David continuó poniendo toda su confianza en Jehová Dios.

      Esto se hace patente por la melodía que David compuso cuando estaba huyendo de Absalón. (Salmo 3:enc, sobrescrito) Un mensajero informó: “El corazón

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