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¿Está la honradez pasada de moda?La Atalaya (público) 2016 | Núm. 1
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TEMA DE PORTADA | ¿VALE LA PENA SER HONRADO?
¿Está la honradez pasada de moda?
Hitoshi trabajaba en el departamento de contabilidad de una agencia de empleo en Japón. En una ocasión, mientras revisaban una cuenta juntos, su jefe le dijo que debía falsificar el informe. Pero Hitoshi le explicó que no podía hacerlo por cuestiones de conciencia. Entonces, su jefe lo amenazó con despedirlo y, al final, cumplió su amenaza.
En los siguientes meses, Hitoshi se desanimó mucho al tratar de encontrar un empleo en el que no tuviera que mentir. Por ejemplo, en una entrevista de trabajo, mencionó que no estaba dispuesto a falsificar datos. Quien lo entrevistaba le dijo: “¡Qué forma de pensar tan rara!”. Su familia y amigos lo animaban a no darse por vencido, pero él ya no estaba tan seguro de que ser honrado fuera lo mejor. Él mismo menciona: “Empecé a preguntarme si me convenía dar a conocer mi postura”.
Lo que le pasó a Hitoshi confirma que, lamentablemente, no todo el mundo valora la honradez. De hecho, para algunos es una desventaja, especialmente en el mundo de los negocios. En Sudáfrica, una mujer mencionó: “En mi trabajo estoy rodeada de gente deshonesta. Y la presión para que uno haga lo mismo es muy fuerte”.
La mentira es la falta de honradez más común. En un estudio que llevó a cabo hace algunos años el doctor Robert Feldman, psicólogo de la Universidad de Massachusetts, se llegó a la conclusión de que el 60% de los adultos mienten al menos una vez en el transcurso de una conversación de diez minutos. “El resultado nos llamó mucho la atención —comentó el doctor Feldman—. No imaginábamos que mentir fuera algo tan frecuente en la vida diaria”. ¿Por qué será que, aunque todo el mundo odia que le mientan, la mentira es tan común?
¿Por qué se han extendido tanto la mentira, el robo y otras formas de deshonestidad? ¿Qué impacto tiene la falta de honradez en la sociedad? Más importante aún, ¿qué podemos hacer para no comportarnos así?
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La falta de honradez nos afecta a todosLa Atalaya (público) 2016 | Núm. 1
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TEMA DE PORTADA | ¿VALE LA PENA SER HONRADO?
La falta de honradez nos afecta a todos
“En muchas ocasiones, mentir un poco te puede sacar de un apuro” (Samantha, Sudáfrica).
¿Está usted de acuerdo? La verdad es que todos nos hemos encontrado más de una vez en un apuro o en una situación comprometedora. Sin embargo, nuestra reacción ante situaciones que nos empujan a ser deshonestos pondrá de manifiesto la clase de persona que somos. Por ejemplo, si lo que más nos interesa es quedar bien ante los demás, quizás excusemos una mala acción pensando que el fin justifica los medios. Pero cuando la verdad sale a la luz, hay que enfrentar las consecuencias de haber mentido. A continuación veremos algunos de sus malos efectos.
LA MENTIRA DESTRUYE LA CONFIANZA
La confianza es la base de toda relación, pues hace que sea estable y segura. Ahora bien, no surge de la noche a la mañana. Se consigue cuando las personas pasan tiempo juntas, tienen conversaciones sinceras y no son egoístas. Lo triste es que con solo una mentira, o cualquier acción similar, se puede destruir la confianza. Y una vez que se ha perdido, es muy difícil recuperarla.
¿Lo ha engañado alguna vez alguien muy cercano? En ese caso, usted se habrá sentido decepcionado, o hasta traicionado, lo cual es comprensible. Queda claro que la falta de honradez puede destruir hasta las relaciones más estrechas.
LA DESHONESTIDAD ES CONTAGIOSA
En un estudio realizado por Robert Innes, profesor de Economía de la Universidad de California, se vio que “la falta de honradez es contagiosa”. Es como un virus: cuanto más tiempo pasemos con alguien que miente, más probable es que también nosotros acabemos mintiendo.
¿Cómo podemos evitar el contagio? La Biblia nos puede ayudar. Lo invitamos a analizar algunos principios bíblicos.
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Ser honrado vale la penaLa Atalaya (público) 2016 | Núm. 1
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TEMA DE PORTADA | ¿VALE LA PENA SER HONRADO?
Ser honrado vale la pena
“Confiamos en que tenemos una conciencia honrada, puesto que deseamos comportarnos honradamente en todas las cosas” (Hebreos 13:18).
En la Biblia, la palabra griega que en ocasiones se traduce como “honradez” se refiere a lo que es bueno por naturaleza. También da la idea de algo hermoso y muy valioso en sentido moral.
Los cristianos se tomaron muy en serio las palabras del apóstol Pablo: “Deseamos comportarnos honradamente en todas las cosas”. ¿Qué significan estas palabras?
UNA LUCHA INTERNA
Casi todo el mundo se mira al espejo antes de salir de casa. ¿Por qué? Porque quieren verse bien. Pero hay algo que es mucho más importante que ir bien peinado y bien vestido. De hecho, la persona que somos en el interior puede mejorar o empeorar nuestra apariencia.
La Biblia declara abiertamente que tendemos a hacer lo malo. “La inclinación del corazón del hombre es mala desde su juventud”, dice Génesis 8:21. Si queremos ser honrados, debemos luchar contra nuestras propias tendencias. El apóstol Pablo hizo una gráfica descripción de su propia lucha contra el pecado: “En mi interior yo estoy de acuerdo con la ley de Dios. Pero veo que aunque mi mente la acepta, en mi cuerpo hay otra ley que lucha contra la ley de Dios. Esa otra ley es la ley que impone el pecado. Esa ley vive en mi cuerpo y me hace prisionero del pecado” (Romanos 7:22, 23, La Palabra de Dios para Todos).
Por ejemplo, ante una situación en la que nos sentimos tentados a hacer algo que no es honrado, no tenemos por qué ceder a ese impulso, como si no tuviéramos control sobre nuestras acciones. No somos esclavos de las tentaciones; la decisión de hacer o no lo correcto es nuestra. Cuando rechazamos un mal pensamiento, elegimos ser honrados en esta sociedad deshonesta.
SE PUEDE GANAR LA BATALLA
La honradez depende de tener fuertes convicciones. Por desgracia, para mucha gente es más importante salvar las apariencias que hacer lo correcto. Acaban justificando su comportamiento poco honrado si es lo que les conviene. El libro The (Honest) Truth About Dishonesty (La [honesta] verdad sobre la deshonestidad) comenta sobre este asunto: “Básicamente, engañamos hasta el grado que podamos seguir creyéndonos personas honestas”. Pero ¿qué nos puede ayudar a decidir si hay alguna justificación para actuar con falta de honradez?
Millones de personas de todo el mundo han descubierto que la Biblia es una buena guía. La Palabra de Dios contiene un código moral incomparable (Salmo 19:7). Ofrece guía confiable en temas como la familia, el empleo, la moralidad y la espiritualidad. Sus consejos no han pasado de moda. Sus leyes y principios son válidos para personas de cualquier nación, raza, tribu y pueblo. Si leemos la Biblia, meditamos en lo que dice y seguimos su guía, aprenderemos a ser honrados de corazón.
Ahora bien, como vivimos en un mundo que nos presiona para que aceptemos sus normas corruptas, no basta con conocer la Biblia para ser honrados. A fin de ganar la batalla contra la falta de honradez, necesitamos orar a Dios para pedirle que nos ayude (Filipenses 4:6, 7, 13). Entonces tendremos el valor de defender lo que es correcto y seremos honrados en todo.
LAS RECOMPENSAS DE SER HONRADOS
Para Hitoshi, mencionado en el primer artículo, tener la reputación de ser un trabajador honrado le benefició mucho, pues fue contratado por alguien que aprecia la honradez. “Estoy muy agradecido —cuenta Hitoshi—. Pude encontrar un empleo que me permite tener la conciencia tranquila”.
A otros les ha ocurrido lo mismo. Piense en los siguientes ejemplos de personas que se beneficiaron por seguir el principio bíblico de comportarse “honradamente en todas las cosas”.
Conciencia tranquila
“Abandoné la escuela a los 13 años para ‘trabajar’ con unos ladrones. El 95% de mis ingresos procedían de actividades ilegales. Con el tiempo me casé, y mi esposo y yo empezamos a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová. Aprendimos que Jehováa odia la falta de honradez, así que decidimos dar un giro a nuestras vidas [Proverbios 6:16-19]. En 1990 nos bautizamos y nos hicimos Testigos.
”Antes tenía la casa llena de artículos robados, pero ya no. Ahora que llevo una vida honrada, mi conciencia está tranquila. Cuando pienso en los años en que robaba, le doy gracias a Jehová por la misericordia que me ha mostrado. No hay nada mejor que irme a dormir todas las noches sabiendo que Jehová está contento conmigo” (Cheryl, Irlanda).
“Cuando mi jefe se enteró de que había rechazado el soborno de un posible cliente, me dijo: ‘Tu Dios te ha convertido en una persona muy confiable. Es una suerte que trabajes en esta compañía’. Ser honrado me permite tener una buena conciencia ante Jehová. Y también puedo ayudar a mi familia y a otros a hacer lo mismo” (Sonny, Hong Kong).
Paz
“Soy asistente ejecutivo en un banco internacional. En esta clase de negocios es común que se ponga a un lado la honestidad en favor de las ganancias. Todo el mundo piensa: ‘¿Qué tiene de malo ser un poco deshonesto si se gana más dinero y mejora la economía?’. Pero ser honrado me permite vivir en paz. Estoy decidido a seguir así, pase lo que pase. Mis jefes saben que nunca mentiré por ellos, y que tampoco les mentiré a ellos” (Tom, Estados Unidos).
Respeto
“Mi encargado me pidió que mintiera sobre cierto material que había desaparecido, pero yo me negué. Cuando se descubrió a los ladrones, el dueño de la empresa agradeció mi honradez. Para ser honrado en este mundo hay que ser muy valiente. Pero al final, uno se gana la confianza y el respeto de los demás” (Kaori, Japón).
La recompensa de ser honrado es tener una conciencia tranquila, paz y respeto. ¿Verdad que vale la pena?
a La Biblia dice que el nombre de Dios es Jehová.
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