CAPÍTULO 15
¿Cómo puedo resistir la presión de grupo?
“Entre mis compañeros se ve de todo: tabaco, drogas, sexo... Sabes que es absurdo hacer lo que ellos quieren que hagas, pero llega un punto en el que no puedes seguir diciendo que no.” (Eva)
TODO el mundo quiere sentirse aceptado. Y por eso es tan eficaz la presión de grupo. Veamos un ejemplo. Si te has criado en un hogar cristiano, sabes que está mal abusar del alcohol y tener relaciones sexuales fuera del matrimonio (Gálatas 5:19-21). Sin embargo, eso es precisamente lo que hacen muchos de tus compañeros y lo que quieren que hagas tú. Pero ¿se han preguntado ellos por qué actúan de esa manera? ¿Crees que lo hacen por voluntad propia? Es probable que no. Por lo general, se debe a que han cedido a la presión de los demás. Como quieren sentirse aceptados, dejan que otros moldeen su forma de pensar. Y a ti, ¿te ocurre lo mismo? ¿O tienes valor para defender tus convicciones?
La Biblia cuenta que Aarón, el hermano de Moisés, también cedió una vez a la presión de grupo. Fue cuando los israelitas lo rodearon para pedirle que les hiciera un dios (Éxodo 32:1-4). ¿Te lo imaginas? Estamos hablando del mismo hombre que había tenido el valor de enfrentarse al faraón para declarar los mensajes de Dios (Éxodo 7:1, 2, 16). Sin embargo, Aarón no resistió la presión de su propio pueblo. Al parecer, le fue más fácil enfrentarse al rey de Egipto que a sus propios compañeros.
¿Qué hay de ti? ¿Te resulta difícil defender lo que sabes que está bien? ¿Te gustaría ser capaz de resistir la presión de grupo sin dar la imagen de que estás tenso o muerto de miedo? Que no te quepa la menor duda: tú puedes lograrlo. La clave está en que pienses de antemano en el problema para decidir qué vas a hacer. Los siguientes cuatro pasos te serán útiles.
1. Observa (Proverbios 22:3). Por lo general resulta bastante fácil saber cuándo van a surgir problemas. Por ejemplo, ves venir a varios compañeros que están fumando. ¿Verdad que es probable que te ofrezcan un cigarrillo? Si eres observador, estarás preparado para enfrentarte al problema o para esquivarlo.
2. Piensa (Hebreos 5:14). Pregúntate cómo te sentirás después si te dejas llevar por lo que hace todo el mundo. Es cierto que así puedes ganarte la amistad de tus compañeros de clase, al menos por algún tiempo. Pero ¿cómo te sentirás luego cuando estés con tus padres o con otros cristianos? ¿Sacrificarás la buena opinión que Dios tiene de ti simplemente por complacer a tus compañeros?
3. Decide (Deuteronomio 30:19). Tarde o temprano, todo cristiano tiene que decidir si va a ser fiel a Dios o no, y asumir las consecuencias de su decisión. Hombres como José, Job y Jesús eligieron bien, a diferencia de Caín, Esaú y Judas. Ahora te toca a ti decidir qué vas a hacer.
4. Actúa. No creas que esta es la parte más difícil. Si ya pensaste en las posibles consecuencias de tus actos y tomaste una decisión, expresar lo que piensas puede ser más fácil de lo que te imaginas. Ya verás que sí vale la pena (Proverbios 15:23). No te preocupes, no tienes que dar un sermón. Basta con un rotundo no. También puedes dejar claro que tu postura no es negociable diciendo:
“Conmigo no cuentes.”
“Yo no hago esas cosas.”
“¿Qué te pasa? ¿Es que todavía no me conoces?”
La clave es responder con rapidez y firmeza. Tal vez te sorprenda ver que muy pronto dejan de presionarte. ¿Y si tratan de provocarte? ¿Qué harás, por ejemplo, si te dicen que eres un cobarde porque no les sigues el juego? Este tipo de provocación también es presión de grupo. Pues bien, puedes reaccionar al menos de tres maneras ante esta clase de “golpe”:
● Absorbiéndolo. Podrías decir: “Sí, es verdad, no me atrevo”. A continuación di brevemente por qué no haces lo que ellos quieren.
● Esquivándolo. No te pongas a discutir, pero deja clara tu postura.
● Devolviéndolo. Explica por qué te niegas y devuelve la presión apelando a la inteligencia de tus compañeros. Podrías responder: “Una persona inteligente como tú no haría eso”.
Si te siguen provocando, vete. Cuanto más tiempo te quedes, más intensa se hará la presión. Recuerda que aunque tengas que marcharte, eres tú quien ha tomado las riendas de la situación. No has dejado que nadie haga contigo lo que quiera.
Es posible que se rían de ti y te digan que no piensas por ti mismo. Pero eso no es cierto. La realidad es que Jehová quiere que compruebes por ti mismo que lo mejor es hacer su voluntad (Romanos 12:2). ¿Verdad que no tiene sentido ser el títere de nadie? (Romanos 6:16.) Defiende lo que sabes que está bien.
Siendo realistas, es imposible evitar la presión de grupo. Pero sí puedes saber lo que quieres, dejar clara tu postura y tomar las riendas de la situación. Al fin y al cabo, la decisión está en tus manos (Josué 24:15).
HALLARÁS MÁS INFORMACIÓN EN EL CAPÍTULO 9 DEL PRIMER VOLUMEN
¿Llevas una doble vida? ¿Por qué sería bueno decírselo a tus padres?
TEXTO BÍBLICO CLAVE
“El que está andando con personas sabias se hará sabio, pero al que está teniendo tratos con los estúpidos le irá mal.” (Proverbios 13:20)
UNA SUGERENCIA
Muchos siervos de Jehová de la actualidad se han mantenido firmes. ¿Por qué no lees sus biografías? Seguro que te darán mucho ánimo.
¿SABÍAS ESTO?
Muy pocos compañeros seguirán en contacto contigo un año después de haber terminado los estudios. Muchos ni siquiera recordarán tu nombre. Pero tu familia y, sobre todo, Jehová Dios siempre estarán interesados en tu bienestar (Salmo 37:23-25).
¡MANOS A LA OBRA!
Así es como me voy a preparar para resistir la presión de grupo: ․․․․․
Si mis compañeros me presionan para que haga algo malo, esto es lo que voy a hacer: ․․․․․
¿Qué quiero preguntarle a mi padre o a mi madre sobre este tema? ․․․․․
Y TÚ, ¿QUÉ PIENSAS?
● ¿En qué circunstancias te resultarían útiles los cuatro pasos que aparecen en este capítulo?
● ¿Qué ocurrirá si cedes a la presión de tus compañeros?
● ¿De qué maneras podrías resistir la presión de grupo?
[Comentario de la página 131]
“Muchos saben que soy Testigo, y me respetan. Cuando van a sacar algún tema inmoral, me dicen: ‘Mike, vamos a hablar de lo que tú ya sabes, así que si quieres irte...’.” (Mike)
[Recuadro de las páginas 132 y 133]
Página de ejercicios o actividades
Estrategia contra la presión de grupo
Ejemplo
1 Observa
¿Cuál es la tentación? Fumar.
¿Dónde es más probable que se presente? En los baños.
2 Piensa
¿Qué pasará si cedo?
Tanto Jehová como mis padres se disgustarán conmigo. Me remorderá la conciencia. La próxima vez será más difícil decir que no.
¿Qué pasará si resisto la tentación?
Puede que me insulten y se burlen de mí. Quizá me esquiven algunos compañeros. Pero Jehová se alegrará, y yo, por mi parte, me haré más fuerte.
3 Decide
Si cedo, será porque
no me he preparado bien para enfrentarme a la presión de grupo. Además, demostraré que me importan más mis compañeros que Jehová.
Voy a resistir porque
sé que a Jehová no le gusta y porque el tabaco perjudica la salud.
4 Actúa
Voy a
decir que no y luego me iré.
Provocaciones
Si un compañero me dice: “Toma, fúmate uno. ¿O es que no te atreves?”
Puedo responder al “golpe” de esta manera:
Absorbiéndolo
“Sí, es verdad. No me atrevo. No quiero terminar con cáncer de pulmón.”
Esquivándolo
“No desperdicies tu cigarrillo conmigo.”
Devolviéndolo
“No, gracias. Una persona inteligente como tú no haría eso.”
NOTA: Si tus compañeros siguen presionándote, márchate enseguida. Cuanto más tiempo te quedes, más probabilidades habrá de que te conviertas en su títere. Ahora llena la página siguiente.
Estrategia contra la presión de grupo
Fotocopia esta página
1 Observa
¿Cuál es la tentación? ․․․․․
¿Dónde es más probable que se presente? ․․․․․
2 Piensa
¿Qué pasará si cedo?
․․․․․
¿Qué pasará si resisto la tentación?
․․․․․
3 Decide
Si cedo, será porque . . .
․․․․․
Voy a resistir porque . . .
․․․․․
4 Actúa
․․․․․
Voy a . . .
․․․․․
Provocaciones
Si un compañero me dice: ․․․․․
Puedo responder al “golpe” de esta manera
Absorbiéndolo
․․․․․
Esquivándolo
․․․․․
Devolviéndolo
․․․․․
Ensaya la escena con un familiar o con un adulto en quien confíes.
[Ilustración de la página 135]
Si cedes a la presión de tus compañeros, te convertirás en su títere