¿Somos amigos además de maestros?
1 ¡“Las malas asociaciones echan a perder los hábitos útiles”! ¡Cuán frecuentemente hemos oído la declaración de esta verdad fundamental! Sin embargo, el pensamiento de la reacción opuesta: ‘Las buenas asociaciones cultivan buenos hábitos,’ tiene sólido apoyo bíblico. (Pro. 13:20) De modo que lo inverso del principio de 1 Corintios 15:33 también es verdad.
2 Este principio se puede aplicar a nuestros propios estudiantes de la Biblia. ¿Cómo podemos reemplazar a sus amigos actuales, algunos de los cuales quizás sean personas honradas y sinceras, pero que no son buenos asociados en lo que tiene que ver con la verdad? Tenemos que ser más que maestros de estos estudiantes. Tenemos que ayudar a los estudiantes a adquirir amigos entre los verdaderos cristianos. Es entre ellos que se puede hallar la verdadera buena asociación. Para lograr esto, tenemos que ser amigos de estos estudiantes nosotros mismos.
3 En la congregación misma es un lugar donde podemos comenzar a ayudarles a encontrar buenos amigos. En cuanto a esto una pareja dijo: “Mostramos hospitalidad invitándolos a nuestro hogar donde hallan compañerismo y camaradería teocráticos. Tratamos de hacer que con nosotros estén otros hermanos y hermanas y familias de más o menos su misma edad de modo que puedan comenzar excelentes nuevas amistades. . . . Tratamos de conseguir que los recientemente interesados vengan a las reuniones inmediatamente. . . . Los llevamos a las asambleas con nosotros.” El hacernos amigos así de nuestros estudiantes de la Biblia realmente resulta en ayudarlos a rehacer su personalidad. Otro matrimonio que en el transcurso de los años ha logrado que centenares de personas lleguen a conocer la verdad explicó cómo lo lograron: “Estableciendo amistades estrechas e íntimas, . . . no teniendo solo una relación mecánica de maestro y estudiante. . . . Invitándolos a visitarnos en nuestro hogar. Por lo general, el ser generosos, bondadosos y hospitalarios parece comunicarse de unos a otros y a menudo se desarrolla una relación excelente, estrecha, amorosa, de tipo de familia. Pronto ellos están a la recíproca invitando a los hermanos a visitarlos en su hogar; no pasa mucho tiempo antes que solo tengan asociación teocrática, lo cual los hace madurar rápidamente. . . . Se hacen arreglos para visitar el hogar Betel y esto siempre tiene un magnífico efecto en ellos.”
4 Hay muchas otras posibilidades que nos pueden ayudar a edificar un vínculo más estrecho de amistad con nuestros estudiantes de la Biblia. Por ejemplo: Podemos hacer llamadas telefónicas amigables. Podemos visitar museos para ver objetos que ayudan a probar el registro bíblico. Un viaje al campo o una visita a un parque les ayudará a comprender y apreciar las maravillas de la creación. Hay oportunidad en las asambleas de circuito y distrito para que conozcan a los amigos que tendrán a medida que llegan a ser siervos de Jehová.
5 En esas excursiones hay una llave al buen éxito en ganarlos como hermanos y amigos cristianos: En cada situación tenga pensados puntos que les muestren el valor de las verdades bíblicas y del modo cristiano de vivir. Nuestra conducta cristiana continuamente atraerá a estas personas que tienen la condición correcta de corazón. Podemos pasar un buen rato agradable con ellos disfrutando de una noche de conversación, compartiendo experiencias y hablando acerca de la verdad. No obstante, tenemos que estar alerta para no envolvernos en actividades sociales que ellos quizás quieran organizar si estas llevan a mundanalidad o son perjudiciales al bienestar cristiano.
6 Después que nuestros estudiantes de la Biblia hayan compartido nuestra buena asociación reconocerán que la religión nuestra es una religión que lleva a la gente a verdadera amistad con otras personas así como con nuestro Dios, Jehová.