Deje que las revistas lo ayuden a predicar
1 ¿Cuánto puede usted decirle a una persona acerca del Reino mientras está delante de su puerta? Si usted puede hablar con él por varios minutos, eso es excelente. Pero, piense cuánto más habrá logrado si además de hacer eso, puede dejar al menos dos revistas para que las lea más tarde. Las revistas pueden “predicar” mientras usted está ocupado en llegar a otros. Y si usted vuelve a visitarlo más tarde para dejarle los últimos números, quizás se haya creado suficiente interés para comenzar un estudio bíblico. Muchos han aprendido la verdad que lleva a la vida precisamente por este método. Por lo tanto, ¡deje que las revistas lo ayuden a predicar!
2 Es obvio que mientras más revistas coloquemos, más será la ayuda que éstas nos darán en la predicación. Y mientras más tiempo dediquemos a la distribución de las revistas, más colocaremos. ¿Ha repasado usted sus arreglos personales para participar en esta obra últimamente? ¿Sería posible que las revistas lo pudieran ayudar a mayor grado a predicarles a todos en su territorio? Por ejemplo, ¿tiene usted un pedido fijo para recibir un número suficiente de revistas cada semana? ¿Podría aumentar ese número, particularmente durante junio y julio? El recibir un número fijo cada semana le ayudará a mantener una buena rutina y a fijarse una meta personal.
3 ¿Tiene usted arreglos definidos para el servicio con las revistas? El dejar esto a la casualidad pocas veces produce buenos resultados. Es posible que usted pueda apoyar con regularidad el día de revistas de la congregación, y si así es, eso es excelente. Pero, suponga que usted no puede salir en ese día en particular. Si usted toma la iniciativa en invitar a otros, hay buena posibilidad de que al menos pueda encontrar a uno o dos publicadores que tendrían gusto en acompañarlo en la obra con las revistas durante otro tiempo. ¿Por qué no lo pone a prueba? El distribuir revistas es apropiado en cualquier día de la semana.
4 Se sugiere que el superintendente del campo repase los arreglos de la congregación para la distribución de las revistas a fin de ver si sería aconsejable hacer algunos ajustes; también para ver lo que puede hacerse a fin de animar a otros a participar en la distribución de las revistas. Los conductores de estudio de libro pueden repasar con sus grupos lo que podría hacerse para dar testimonio con las revistas durante tiempos convenientes para los publicadores en su grupo. Si algunos no pueden de ningún modo encajar el servicio con las revistas en su horario, pueden dedicar una porción de su testimonio regular de casa en casa para trabajar solamente con las revistas.
5 En muchas congregaciones el día de las revistas es el sábado, pero si algunos han cambiado su obra de casa en casa con la oferta regular para el sábado, entonces podría usarse eficazmente el domingo como día de revistas. Es posible que muchos amos de casa nos permitan interrumpir su horario dominical durante el tiempo suficiente para una breve presentación de las revistas. Si así es, y se colocan revistas, le estamos dando a las revistas oportunidad para que nos ayuden a predicar.
6 ¿Qué hay de oportunidades adicionales para colocar revistas? Si usted se mantiene alerta a las posibilidades durante la semana, difícilmente pasará un día sin que usted coloque ejemplares donde éstos pueden comenzar a “predicar” en vez de acumularse en el hogar. Hay amigos, parientes y negociantes que visitan. Por lo general usted también frecuenta lugares: va a la tienda, a su trabajo, a visitar a otros. ¿Por qué no llevar revista consigo? La Atalaya y ¡Despertad! están disponibles en muchos idiomas. El que un amo de casa las acepte frecuentemente depende de que usted las tenga en el idioma apropiado. No deje pasar ninguna oportunidad. Debido a la instalación de las nuevas prensas, la Sociedad está en situación de imprimir tantas revistas como usted necesite. En el corto tiempo que queda, ¡prediquemos con más celo y urgencia, y coloquemos las revistas para que éstas nos ayuden a predicar!