Recomendándonos a toda conciencia humana
1 El cristiano maduro se da cuenta de que en todas las cosas debe considerar la conciencia de otros. Así es que su conducta diaria, su habla y su actitud para con el ministerio todas deben reflejar esta consideración. Haciendo eso podrá seguir el excelente ejemplo de Pablo, quien escribió: “Por medio de poner de manifiesto la verdad [estamos] recomendándonos a toda conciencia humana a la vista de Dios.”—2 Cor. 4:2.
2 Como cristianos estamos muy interesados en poner de manifiesto la verdad a otros. Por medio de hacer esto mostramos que tenemos una fe fuerte, una fe que nos moverá a hablar denodadamente a favor de la verdad... aun en tiempos críticos. Pero junto con nuestro predicar y enseñar también tenemos que apelar a las conciencia de otros, dejando que los que nos escuchan vean y entiendan lo que está en nuestros corazones... sinceridad, honradez, pureza de motivo, amor altruista.
3 Para ayudarnos a llevar a cabo nuestro ministerio y poner de manifiesto la verdad durante agosto, usaremos el libro Gran Maestro, ofreciéndolo por la contribución usual. A medida que hacemos esto nuestras conciencias también están implicadas, ¿no es cierto? Nadie nos obliga a participar en el ministerio y dar a conocer la verdad a otros. Pero nuestras conciencias nos recuerdan de nuestras responsabilidades cristianas, ¿no es cierto? Nos ayudan a recordar que tenemos una comisión de Jesús de predicar y enseñar las buenas nuevas (Mat. 28:19, 20), también que el amor altruista e interés por otros deben impelernos en esta actividad. Así es que, escuchemos a nuestras conciencias entrenadas por la Biblia y participemos plenamente en ofrecer el libro Gran Maestro durante agosto.
4 Todos sabemos que el libro Gran Maestro es excelente para que los jóvenes lo estudien, pues ellos hallan que su estilo sencillo es fácil de entender. Por eso podemos ofrecerlo con entusiasmo a los padres que hallamos y sugerirles que ellos lo lean junto con sus hijos. También se recomienda para los que tienen una educación seglar limitada, pues ellos también pueden derivar mucho provecho espiritual de estudiar esta excelente publicación. Y muchas veces hallamos que niños vienen a la puerta cuando visitamos, ¿no es cierto? Así es que, por qué no ofrecerles a ellos esta ayuda para el estudio de la Biblia, mostrándoles cuán excelente ayuda es para que ellos aprendan las verdades bíblicas según las enseñó Jesús, el Gran Maestro.
5 Nuestros propios niños se han beneficiado grandemente de su estudio del libro Gran Maestro. Lo han leído y lo han disfrutado, y les gusta hablar de él. Por lo tanto, esta es una excelente oportunidad para que muchos de nuestros publicadores más jóvenes participen en el ministerio de casa en casa... quizás por primera vez. Pueden ofrecer algo que conocen bien y pueden hablar acerca de ello y recomendarlo personalmente. Por lo tanto, padres, si sus hijos están progresando bien y están listos para ir en el ministerio con ustedes, y desean hacerlo, ayúdenles a preparar una presentación sencilla del libro Gran Maestro. O, si ya están publicando las buenas nuevas, anímenlos a usar bien su tiempo durante agosto por medio de ofrecer el libro Gran Maestro en el ministerio regular así como en su testimonio informal.
6 En todo esto, nuestros niños también deben recordar el recomendarse a sí mismos a las conciencias de otros. Así es que su conducta y comportamiento deben ser ejemplares, y especialmente debe ser esto cierto cuando estén participando en el ministerio. Que todos trabajemos juntos a medida que disfrutemos de ofrecer el libro Gran Maestro en agosto. También podemos llevar con nosotros algunos de los otros libros pequeños para ofrecerlos a los que ya tengan el libro Gran Maestro. Dejemos que nuestras conciencias nos dirijan al ministerio durante agosto a medida que cumplimos con nuestra comisión de predicar y continuamos recomendándonos a toda conciencia humana.
“Recomendándonos a toda conciencia humana a la vista de Dios.”