ayuda, y ésa es por medio de sus hijos. En muchos casos la madre puede hacer arreglos prudentemente para que los hijos vayan con ella a las reuniones de la congregación cristiana y participen en el ministerio del campo. Si el esposo objetara, la esposa puede acceder a los deseos de su esposo. No obstante, en casa la madre puede enseñar a los hijos principios bíblicos en cuanto a cómo deben comportarse. Los hijos entrenados así pueden efectuar mucho para animar al padre incrédulo a examinar la Biblia.

29, 30. (a) ¿Por qué es importante respetar al padre incrédulo? (b) Al observar el incrédulo la conducta excelente de sus hijos, ¿cuál puede ser el resultado?

²⁹ Cuando los hijos creyentes muestran obediencia y respeto a su padre incrédulo, están haciendo la voluntad de Dios. El mostrar respeto al incrédulo es muy importante. Si el incrédulo viera a sus hijos estudiar la Biblia con su madre y no obstante notara que fueran haciéndose hostiles para con él, ¿haría esto que él considerara favorablemente la Biblia? La respuesta es obvia. Por lo tanto, ¡qué importante es que los hijos presten atención al consejo de la Biblia: “Sean obedientes a sus padres en todo,” es decir, todo lo que no es contrario a la voluntad de Dios! (Col. 3:20) Los hijos creyentes deben responder solícitamente y con gusto cuando se les pida hacer algo, sea lavar o secar trastos, poner la mesa, cortar el pasto o hacer otras cosas.

³⁰ Cuando el incrédulo observa el excelente espíritu de sus hijos, que es tan diferente al de grandes números de jóvenes irrespetuosos del mundo, es posible que esto lo impela a investigar la fe de ellos. Cuando ve que no hurtan, no dicen mentiras ni se meten en dificultades, tal vez vea el contraste entre sus hijos y los mundanos, y esto lo haga pensar o decir: “Mis hijos no hacen eso.” Esto puede ser precisamente lo que se necesita para ayudar al incrédulo a abrir los ojos y ver que vale la pena investigar la verdad bíblica. ¡Qué bendición sería esto para los hijos temerosos de Dios!

31. Resuma algunas de las cosas que se pueden hacer para ayudar a unir una casa dividida.

³¹ Realmente, mucho se puede hacer al trabajar con la mira de unir una casa dividida. Siempre tenga presentes, como cosa primordial, las dos metas: mantener la integridad y estar alerta para ayudar al incrédulo. Hable de la verdad de Dios “siempre . . . con gracia,” recordando que la apacibilidad desbarata la oposición. La conducta excelente obra de manera poderosa, pues hace posible que en muchos casos la esposa cristiana gane a su esposo a la verdad de Dios “sin una palabra.” El forjar buenos planes ayudará al creyente a estar bien equilibrado en toda actividad. Use los diversos medios de ayuda indirecta. Haga arreglos para que se hagan visitas amigables al incrédulo o incrédula con la meta de iniciar un estudio bíblico con el fin de unir a la familia. No se dé por vencido o vencida, perdiendo la esperanza. Cobre ánimo de la Palabra de Dios y de lo que está registrado en ella en 1 Corintios 7:16 y 1 Pedro 3:1. Haga lo mejor que pueda en las circunstancias presentes, y cuente con la bendición del “Padre de tiernas misericordias y el Dios de todo consuelo.”—2 Cor. 1:3.

Omri, un poderoso rey israelita

● El relato bíblico respecto al rey israelita Omri, padre del rey Acab, es muy breve. Explica que reinó durante doce años y construyó la ciudad de Samaria. (1 Rey. 16:16-28) Se han descubierto otras fuentes de información que indican lo poderoso que fue Omri como gobernante. En los registros asirios a Palestina se le llama Bit-Humria, es decir, Casa de Omri. También, el descubrimiento que se hizo en 1868 de la ahora famosa Piedra Moabita revela que el rey Omri subyugó a Mesa, rey de Moab, y mostró su fuerza sobre Moab por algún tiempo. Esta información de la Piedra Moabita ilumina más el pasaje bíblico de 2 Reyes 3:4, 5.