Ayude a sus conocidos
1 Aunque la vasta mayoría de los estudios bíblicos se comienzan al participar en la actividad de casa en casa y hacer revisitas, otros contactos también pueden producir buenos resultados. Una investigación en una comunidad mostró que de 328 personas recientemente dedicadas que se habían bautizado, el 40 por ciento de ellas oyeron por primera vez la verdad por medio del testimonio informal. Sí, a 131 de los 328 que fueron bautizados se les ayudó a entrar en el camino de la vida por medio del testimonio informal que por lo general le dieron personas con las cuales ya estaban familiarizados.
2 Por lo general se reconoce que los parientes, amigos y conocidos de una persona a menudo escuchan a ésta más fácilmente que a un perfecto extraño. Puede que al principio estas personas escuchen solamente por mostrar buena educación debido a que lo conocen a usted. Sin embargo, cuando la verdad les toca el corazón responden y obran debido a que es la verdad y no porque son sus amigos.
3 Estando al tanto de esta ventaja, ¿qué podemos hacer? Podemos mostrar interés genuino en su bienestar, sin concluir precipitadamente que no están interesados y que por lo tanto debemos evitarlos. Es posible que la buena conducta y bondad de usted preparen el camino para considerar la verdad, colocar alguna literatura y hasta conducir un estudio bíblico con ellos. No se desanime si al principio no responden, más bien, alégrese si se ve algún progreso prescindiendo de cuán pequeño sea.
4 ¿Podemos aplicar también de manera provechosa en nuestra obra de casa en casa este conocimiento de cómo la gente responde a aquellos con quienes están familiarizados personalmente? Sí. Sería provechoso el que nos familiarizáramos bien con las personas de nuestro territorio, y especialmente con los que viven en nuestro propio vecindario. Además de su testificación regular con la congregación, quizás le sea útil el tener un territorio personal cerca de su hogar que usted pueda trabajar cabalmente varias veces a fin de que las personas lleguen a conocerlo. A medida que tengan más confianza en usted quizás comiencen a escucharle.
5 En nuestra obra de predicación hallamos a personas que se complacen en que les entreguemos las revistas con regularidad, aunque al principio quizás no muestren interés en nada más. Sin embargo, después de algún tiempo se desarrolla una buena relación en estas rutas de revistas, y en algunos casos pueden comenzarse estudios. Un precursor especial nos dice que en una asignación reciente logró establecer sus mejores estudios con esta clase de personas.
6 Es evidente que la gente está más pronta a escuchar a aquellos a quienes conocen y en quienes confían. El estar al tanto de esto puede ayudarnos al testificar tanto a los que ya conocemos como a los que llegaremos a conocer por medio de la obra de casa en casa.