El secreto de la vida de familia feliz
“Doblo mis rodillas ante el Padre, a quien toda familia en el cielo y en la tierra debe su nombre.”—Efe. 3:14, 15.
1-3. ¿Qué piensan algunas personas acerca de las normas para una vida de familia feliz, y qué preguntas surgen debido a esto?
¿QUÉ persona cuerda no desea que su vida de familia sea feliz? Si en la actualidad no es feliz, la mayoría de las personas querrían aplicar todo medio que pensaran que pudiera ayudarles a tener buen éxito en hallar unidad y felicidad verdaderas en la familia.
2 Mientras buscan el secreto de la vida de familia feliz, algunos consideran que este mundo tecnológico plantea problemas que ninguna otra era ha afrontado. De modo que piensan que se necesita una norma moral diferente. También creen que en todo sentido el mundo disfruta de más esclarecimiento que generaciones del pasado.—Pro. 30:13.
3 ¿Es cierto eso? La tecnología ha acentuado algunos de los problemas milenarios, sí. Pero ¿ha habido algún cambio en la naturaleza humana? ¿Está menos deseosa la gente de que se le trate bondadosamente, y es menos susceptible al amor? La manera en que hemos usado nuestro progreso científico e industrial... ¿ha resuelto nuestros problemas, o nos ha hecho, en vez de eso, menos humanos en nuestro modo de abordar las relaciones sociales?
4. ¿Por qué es imprudente pensar que podemos rechazar todas las normas previas en cuanto a la vida de familia?
4 Pesando los asuntos con honradez, tenemos que admitir que la generación actual no es más inteligente ni es mejor que las generaciones del pasado. De hecho, la inteligencia que tenemos la heredamos de ellas. De modo que no podemos abandonar sin riesgo o con sensatez todas las normas fundamentales que ha seguido casi toda nación en la Tierra por miles de años —por ejemplo, la monogamia, la jefatura de familia y la importancia de la familia como unidad— especialmente puesto que estas cosas han resultado provechosas. De hecho, el haberse desviado de estos principios es lo que ha causado la mayor parte de la infelicidad en la familia.
EL ORIGEN DE LAS NORMAS APROPIADAS
5, 6. (a) ¿Cómo muestra Romanos 2:14, 15 el origen de las normas maritales y otras que han seguido la mayor parte de las naciones? (b) ¿De qué manera muestran las Escrituras, como en Deuteronomio 6:7 y Pro. 31:12, que las familias deben estar juntas con la mayor frecuencia posible? (c) ¿Cómo debe considerar el cabeza de familia las opiniones de los demás miembros de la familia?
5 Sobre todo, ¿qué origen tuvieron estas normas de la vida de familia? ¿Fueron el producto de la lógica del hombre, o se sacaron de la experiencia con tanteos? Ni una cosa, ni la otra. Provinieron del Creador de los hombres y las mujeres, el Establecedor de la familia como la unidad fundamental de la sociedad humana. Hasta acerca de las naciones que no reconocen al Dios verdadero la Biblia dice: “Siempre que los de las naciones que no tienen ley [la ley mosaica] hacen por naturaleza las cosas de la ley, éstos, aunque no tienen ley, son una ley para sí mismos. Son los mismísimos que demuestran tener la sustancia de la ley escrita en su corazón, mientras su conciencia da testimonio con ellos y, entre sus propios pensamientos, están siendo acusados o hasta excusados.”—Rom. 2:14, 15.
6 De modo que las leyes de muchas naciones —sus leyes que tienden a mantener juntas las familias— son un resultado de las normas morales y los sentimientos humanos que fueron puestos en la composición emocional humana en la creación. En armonía con ello, en todas las naciones vemos a algunas familias que disfrutan de una considerable medida de felicidad. Los miembros de estas familias tienen verdadero cariño natural. Por lo general hay buena comunicación e intereses comunes que unifican a la familia. Trabajan juntos, juegan juntos y se respetan unos a otros. Aunque el cabeza de la familia acabala las decisiones sobre los asuntos importantes, a todos se les concede respetuosamente un oído que oye en cuanto a sus ideas u opiniones. Hay una sensación de libertad de pensamiento, de palabra y de acción, circunscrita solo por lo que mejor resultaría para la familia y el individuo.
7. ¿Cómo muestra Salmo 127:1 cuál es el factor principal para la felicidad en la vida de familia?
7 Pero para la máxima seguridad de que haya una felicidad permanente que salga con buen éxito de las vicisitudes económicas, las tentaciones de la llamada “moralidad moderna” y las desilusiones de este mundo, la cosa principal es una buena relación con Dios. Si esa relación se obtiene y se mantiene, todos los demás rasgos de la vida de familia “encajarán de por sí en el cuadro,” y aunque las cosas no siempre salgan exactamente como se desee, se les puede hacer frente y se les puede manejar de la manera más próspera que sea posible.—Sal. 127:1.
8, 9. Utilizando Romanos 7:19, 20, muestre por qué es necesario afanarse por aplicar los principios bíblicos.
8 ¿Cuáles son algunos de los factores envueltos en mantener una buena relación con Dios y, en consecuencia, una buena relación entre los miembros de la familia?
9 Primero, debe haber amor y cariño, junto con un despliegue genuino de estas cualidades. El género humano, hecho originalmente ‘a semejanza de Dios,’ todavía posee estas buenas cualidades en cierta medida, aunque el pecado las ha reducido mucho. (Gén. 1:26, 27) Por lo tanto, es esencial el esforzarse constantemente por aplicar los principios de la Biblia que gobiernan a la familia. Consideremos unos cuantos de estos principios.
10. ¿Qué salvaguardas maritales encontramos en Génesis 2:24, Mateo 19:6 y Hebreos 13:4?
10 Al principio Dios dijo: “El hombre dejará a su padre y a su madre y tiene que adherirse a su esposa y tienen que llegar a ser una sola carne.” (Gén. 2:24) Jesucristo agregó: “Por lo tanto, lo que Dios ha unido bajo un yugo, no lo separe ningún hombre.” (Mat. 19:6) Este conocimiento es una salvaguarda, pues restringe al individuo casado de mirar con ojos anhelantes a otras personas del sexo opuesto y de acciones que pudieran resultar en contaminar el matrimonio. Él (o ella) sabe que la infidelidad marital puede arruinar la felicidad de la familia y perjudicar o quebrantar su relación con Dios. De todas formas, el efecto inevitable es marcar cicatrices duraderas en el corazón y la vida de todo miembro de la familia.
EL PUNTO DE VISTA APROPIADO DE LA JEFATURA DE FAMILIA PROMUEVE FELICIDAD
11. ¿De qué manera es cabeza de la familia el esposo?
11 Habiendo aceptado este punto de vista de la unicidad de la pareja casada, enseguida vemos por la Biblia que, aunque el matrimonio es un arreglo de socios, tiene que haber orden. Dios ha suministrado esto al hacer que el esposo sea el cabeza de la familia. El esposo es el “socio principal,” disponible para que se le consulte, y responsable de las decisiones finales sobre asuntos que afecten el bienestar de la familia. El apóstol cristiano Pablo escribió: “El esposo es cabeza de su esposa como el Cristo también es cabeza de la congregación. . . . De esta manera los esposos deben estar amando a sus esposas como a sus propios cuerpos. El que ama a su esposa a sí mismo se ama, porque nadie jamás odió a su propia carne; antes bien la alimenta y la acaricia.”—Efe. 5:23-29.
12. ¿Por qué, según Efesios 5:29, el buen esposo no usa su autoridad de modo tiránico, y, por lo tanto, cómo trata a los miembros de su familia?
12 El buen esposo, que aprecia la responsabilidad que Dios le ha asignado, trata de engendrar respeto, no solo porque es cabeza —y ciertamente no por alguna suposición de que sea el “patrono” o “capataz”— sino en virtud de que su esposa es una con él y él no quiere perjudicarla ni acarrear vergüenza para sí (y para su Creador) por medio de usar tiránicamente la autoridad. Más bien, animará a su esposa y a otros miembros de la familia a tener libre intercambio de ideas, pensamientos y sentimientos. Mantendrá abiertas las líneas de comunicación por medio de ser persona que se preste de buena gana y bondadosamente a oír cualquier asunto o problema. También respetará los sentimientos de los demás, considerará imparcialmente sus opiniones, y les otorgará ciertas autoridades en su campo de actividad en el arreglo de la familia.
13, 14. Comentando sobre la descripción de una “esposa capaz” en Proverbios 31, bosqueje las autoridades y deberes que se le pueden conceder.
13 Por ejemplo, la esposa, en la mayoría de los casos, supervisa la casa. La Biblia dice de una “esposa capaz”: “Ella le ha recompensado [a su esposo] con bien, y no mal.” “Ha buscado lana y lino, y trabaja en todo cuanto sea el deleite de sus manos.” “Su dueño es alguien conocido en las puertas, cuando se sienta con [sus compañeros] ancianos del país.” “Sus hijos se han levantado y han procedido a pronunciarla feliz; su dueño se levanta, y la alaba.”—Pro. 31:10, 12, 13, 23, 28.
14 De esto se discierne que a la esposa se le debe suministrar libertad para el manejo de la casa. Al demostrar que es buena trabajadora, capacitada y apta en el manejo de estas cosas, por lo general ella sería quien planeara la decoración del hogar, la compra de los alimentos y, quizás, de los muebles y otras cosas que promueven felicidad en la familia. El esposo solo intervendría cuando los planes o gastos de ella fuesen imprudentes o arriesgaran la economía o el bienestar de la familia.
15. ¿Qué debe reconocer el esposo acerca de una buena esposa, y qué resultados le vienen a él, según se indica en Proverbios 31:23, 28 y 1 Corintios 11:7?
15 El esposo agradecido nunca olvida dar estímulo a su esposa y reconocer sin reservas su trabajo duro y sus logros a favor de la familia. Los asociados de él lo respetan debido a que las excelentes cualidades de ella son reflejo del buen funcionamiento de él como cabeza y la atención amorosa que le da a ella. (1 Cor. 11:7) Tanto el esposo como los hijos hablan bien de ella en toda ocasión. Ni el buen esposo ni la buena esposa desacreditan jamás al otro cónyuge por medio de hablar en términos despreciativos de él o ella ante otros. Les repugna el pensar en acarrearle tal deshonra y humillación pública a la familia.
EL PAPEL DE LA ESPOSA ESENCIAL PARA LA FELICIDAD DE LA FAMILIA
16, 17. (a) El que una esposa observe la sujeción bíblica, ¿es esclavitud para ella, o qué? (b) ¿Cómo obra la buena esposa en una situación en que su esposo no concuerda con ella en un asunto de la familia?
16 La esposa puede participar mucho en hacer feliz a la familia. Primero, se da cuenta de la verdad de este consejo de la Biblia: “Que las esposas estén en sujeción a sus esposos como al Señor.” “De hecho, como la congregación está en sujeción al Cristo, que así también las esposas lo estén a sus esposos en todo.” “La esposa le debe tener profundo respeto a su esposo.” (Efe. 5:22, 24, 33) Esta sujeción, en vez de ser esclavitud, realmente le aporta liberación a la mujer de las pesadas responsabilidades con las que tiene que cumplir el esposo, como cabeza, ante Dios y los hombres.
17 La buena esposa entiende que, en una situación en que crea tener la razón, sin embargo debe someterse a la decisión de su esposo si él ve el asunto de modo diferente. No debe alegar hipócritamente que se somete, mientras que usa medios tortuosos para tratar de controlar la situación. Por supuesto, cuando en la situación está envuelta una violación de la conciencia cristiana, la cristiana obedece primero a Dios.—Hech. 5:29.
18, 19. (a) Comente sobre el efecto que causa una esposa contenciosa, según se describe en Proverbios 27:16. (b) Cuando uno de los cónyuges se irrita ante lo que se pudiera considerar obstinación o inclinación a causar molestia por parte del otro, ¿qué se debe tener presente?
18 La buena esposa también entiende que, aunque a su esposo las Escrituras le ordenan que ‘no se encolerice amargamente’ con su esposa, ella debe tener cuidado para no darle a él ocasión de sentirse así para con ella. (Col. 3:19) El esposo que se inclina a lo correcto no quiere pelear con ella por cuestiones, o usar la fuerza al ejercer sus funciones de cabeza. En Proverbios 27:16 se describe el efecto que tiene una esposa no sumisa, propensa a la cólera o pendenciera: “Cualquiera que la abriga ha abrigado el viento, y aceite es lo que encuentra su mano derecha.” El esposo queda frustrado, no puede restringirla y la falta de sumisión de ella llega a ser de conocimiento público, para deshonra de la familia.
19 Por supuesto, debido a la imperfección humana, es inevitable que ocurran situaciones que causen irritación. Pero la gente por lo general quiere ser feliz y rara vez está tratando de ser molesta. Por eso, ambos cónyuges, en vez de usar medidas de desquite, por medio de ejercer gobierno de sí mismos hablarán palabras que promuevan el amor y la felicidad.
LOS HIJOS, FUENTE DE FELICIDAD
20-22. (a) ¿Cuándo debe comenzar la verdadera educación o entrenamiento del niño, y por qué? (b) ¿Por qué hasta un bebé pequeño puede percibir vivamente la falta de amor o una injusticia, y, por lo tanto, qué cuidado se debe tener desde cuando nace el bebé?
20 Los hijos contribuyen mucho a la unidad y felicidad del hogar si se les ama, se les reconoce y se les educa o entrena debidamente. ¿Cuándo debe empezar esto?
21 Primero, los padres no deben subestimar la inteligencia del bebé recién nacido. Él (o ella) no es una persona de “segunda categoría.” Recuerde que el bebé nace con las cualidades de amor y justicia, un reflejo de cualidades divinas. Es una criatura muy inteligente. Simplemente carece de la información y experiencia que lo llevarían a estar plenamente desarrollado en sentido mental. A diferencia de los animales, que obran principalmente por instinto, el bebé humano tiene que aprender casi todo. Por eso hambrientamente absorbe cuanto ve y oye. Por lo tanto, la educación principia cuando nace, pues todo lo que se dice o se hace en presencia del bebé debe ser edificante. No hay que escatimarle el amor. Al mismo tiempo, todo lo incorrecto se debe corregir de manera bondadosa, considerada.—2 Tim. 3:15; 1:5.
22 Tenga presente que el niño es usted en una edición más pequeña. El niño no quiere que la gente le hable con “habla infantil” tal como uno no quiere que le hablen así. La vida es un asunto serio y el jovencito o la jovencita quiere aprender a hacer las cosas como las hacen los adultos. Puesto que no tiene engaño en sí, rápida y vivamente percibe la injusticia, la hipocresía o la falta de amor. Por eso no se deben violar las cualidades de justicia, amor, misericordia y otros frutos del espíritu al tratar con el niño. Éstas también se deben cultivar en el niño desde el principio.—Pro. 22:6.
23, 24. (a) ¿Por qué es un golpe aplastante el despedir con brusquedad las preguntas de un niño, o no mostrar interés en lo que esté haciendo? (b) Si el padre o la madre no puede mostrar interés inmediatamente, ¿qué debe hacer?
23 Más tarde es posible que el niño venga a usted con los ojos desmesuradamente abiertos, para hacer una pregunta, o para mostrarle con entusiasmo algo que ha descubierto. Si usted lo despide bruscamente con: “No me molestes ahora,” queda aplastado. Usted, la persona de quien dependía tanto, le ha fallado. Quizás no diga nada, pero hay una cicatriz duradera, y se empieza a formar, una barrera.
24 Pero ¿qué hay si usted está genuinamente muy ocupado en esa ocasión? Explíquele bondadosamente, tal como lo haría a un adulto, por qué no puede darle el tiempo en ese momento, pero que usted examinará el asunto más tarde. Entonces, asegúrese de hacerlo tan pronto como sea posible. Al niño se le puede educar, cuando se le trata amorosamente, de modo que comprenda que hay ocasiones apropiadas para ciertas cosas.
25, 26. ¿Es provechoso el razonar con un niño aunque demuestre un deseo incorrecto o una actitud incorrecta?
25 Los niños, desde la infancia en adelante, quieren razones. Hace tiempo un popular programa de televisión presentó una entrevista de un grupo de jóvenes de escuela secundaria y sus padres. Estaba presente el autor de un libro sobre las relaciones entre padres e hijos. Cuando se demostró una situación en vivo en la cual el padre razonaba con el joven en cuanto a por qué tenía que decir No a lo que le pedía el adolescente, el autor le dijo al padre: “Me opongo a usted. Yo simplemente diría: ‘No, no puedes tener lo que me pides.’” Ante eso, todo el grupo de jóvenes se levantó casi unánimemente y mostró su desacuerdo. Dijeron: “Queremos razones, no órdenes y nada más.” El razonar con los jóvenes ayuda a mantener abiertos los conductos de comunicación.
26 Si a un padre le parece difícil razonar con sus hijos, no puede seguir mejor bosquejo que el libro de Proverbios, en particular los primeros siete Pro. capítulos 1-7, que relatan el consejo de un padre temeroso de Dios a su hijo.
27. (a) ¿Qué debe servirle de patrón o modelo al esposo para su funcionamiento como cabeza? (b) ¿Por qué sería un excelente cumplido para una mujer el que la llamaran ‘hija de Sara,’ como dice Pedro en 1 Pedro 3:6?
27 En consecuencia, puesto que Dios es el Diseñador del arreglo de la familia, y puesto que el hombre fue hecho a la imagen de Dios, el buen esposo reconoce las cualidades, deseos y sentimientos divinos de los miembros de su familia. Ejerce sus funciones de cabeza en imitación de Dios y Cristo. Demuestra que él reconoce la Jefatura Divina sobre él mismo y dirige a su familia de modo que respete, sobre todo, esa Jefatura. (1 Cor. 11:3) Las esposas que reconocen este principio siguen el modelo de Sara, Rebeca y otras mujeres fieles que sirvieron a Dios. Una esposa no podría recibir mejor cumplido que el ser llamada una verdadera ‘hija de Sara.’—1 Ped. 3:5, 6.
28, 29. ¿Por qué se necesita y es provechosa la disciplina? (Heb. 12:9-11)
28 El amor y la bondad predominan en la familia feliz, pero no se desatiende la disciplina, pues todos necesitamos que se nos eduque, especialmente en vista de que somos los pecadores imperfectos que somos. (Heb. 12:9-11) La “disciplina y regulación mental de Jehová” es el fundamento del entrenamiento o educación de los hijos. (Efe. 6:4) Esto incluye el razonar, en contraste con la arbitrariedad. También, envuelve ejemplo... el padre o la madre inculca amor a Dios por medio de mostrarle a la familia que ama a Dios de todo corazón.
29 Si cada miembro de la familia trata a los demás como Dios lo trata a él, ciertamente habrá una vida de familia feliz.
[Ilustración de la página 200]
Los padres deben aprovechar toda oportunidad para asegurarse de que sus hijos conozcan la verdad acerca de lo que Dios ha producido