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  • ¿Cómo reacciona usted a la apatía?
    La Atalaya 1974 | 1 de diciembre
    • ¿Cómo reacciona usted a la apatía?

      UNA cosa que es muy difícil aguantar es el ser malentendido. Es igualmente desalentador cuando una persona a quien se le está hablando muestra apatía. Se siente frustrado uno al no poder “transmitir” su punto, un punto que quizás uno sepa que es muy importante para ella.

      Los testigos de Jehová hallan que, cada vez más, el espíritu general de la gente hoy día es de apatía... apatía para con la Biblia y para con el examinar algo que trate de su moralidad o sus expectativas de mejores condiciones mundiales. De hecho, muchos ni siquiera quieren pensar a menos que signifique un beneficio inmediato, un beneficio material, tangible. Millares están completamente descorazonados, cansados de escuchar... les parece que simplemente es inútil.

      ¿Por qué es tan general la apatía? Hay muchos factores. Uno es que las religiones del mundo no han producido los resultados que se esperaban. Las iglesias no han logrado unidad y paz. Más bien, han apoyado las más devastadoras guerras de la Tierra. Luego hay la brecha de credibilidad entre los caudillos del mundo y la gente, de modo que la gente tiende a mirar con recelo las promesas prescindiendo de quién las haga.

      También, casi todo el mundo está ocupado... realmente ocupado. Particularmente en las llamadas naciones “avanzadas” la gente está “aprisionada” en un sistema complejo que virtualmente emplea todo su tiempo. Por supuesto, si realmente conocieran el valor de la Biblia y apreciaran la realidad del propósito de Dios de librar a la humanidad, pondrían a un lado algunas cosas a fin de obtener un conocimiento mejor de la verdad de la Biblia. Sin embargo, la mayoría no tiene la motivación espiritual necesaria para hacer el esfuerzo. Jesucristo señaló la razón cuando profetizó en cuanto a “la conclusión del sistema de cosas,” diciendo que “se enfriará el amor [a Dios] de la mayor parte [de cristianos profesos].”—Mat. 24:3, 12.

      ¿Es usted una persona que participa en decir las “buenas nuevas del reino” a otros en este tiempo del fin? Entonces, al saber por qué existe esta situación, no debe desalentarse. En cambio, usted debe ser impelido con piedad por la gente, como Jesús lo fue. (Mat. 9:36) La gran mayoría de la gente no aceptó lo que Jesús enseñaba... no captó el sentido de ello. Sin embargo, la afectuosidad de Jesús y sus actos persistentes de amor para con la gente suministran un ejemplo para nosotros.

      También piense en la gran paciencia de Jehová Dios. Él podría ponerle fin inmediatamente a este sistema de cosas que constantemente lo vitupera. Pero él lo aguanta porque “no desea que ninguno sea destruido, sino desea que todos alcancen el arrepentimiento.” (2 Ped. 3:9) Y su gran paciencia ha dado buen resultado, pues cada año miles más llegan a ser sus testigos cristianos.

      LA PALABRA DE DIOS EJERCE PODER

      Además, piense en el poder del mensaje que usted está llevando a la gente. La verdad de la Palabra de Dios no es vacía, como la propaganda de este mundo. “Porque la palabra de Dios es viva y ejerce poder y es más aguda que toda espada de dos filos y penetra hasta dividir alma y espíritu, y coyunturas y su tuétano, y puede discernir pensamientos e intenciones del corazón.” (Heb. 4:12) Realmente, la Palabra de Dios “penetra” y pone de manifiesto lo que es el verdadero espíritu interior de la persona, y lo que ella realmente es en su modo de vivir —su “alma” entera— su conducta exterior.

      Por lo tanto, cuando usted habla la palabra de verdad a una persona, ésta se pone a trabajar en ella, con resultados. Hable a individuos que ahora son testigos de Jehová y note cuántos oyeron la verdad cuando fueron jóvenes, o que tuvieron algún contacto con la verdad a intervalos, con años de por medio, pero la verdad permaneció en su corazón. Entonces, en algún tiempo futuro cuando su corazón se halló dispuesto a responder, Jehová hizo que creciera la semilla de la verdad que por largo tiempo había permanecido en estado de vida latente, y llegaron a ser sus siervos dedicados, bautizados.

      UN EJEMPLO DEL PODER DE LA PALABRA DE DIOS

      Uno de los miles de casos que son ejemplos de esto es la experiencia de un matrimonio indonesio que eran miembros fieles de una iglesia de la cristiandad. Un testigo de Jehová había visitado a este matrimonio y había dejado el libro ‘Cosas en las cuales es imposible que Dios mienta.’ Había hecho revisitas en las cuales encontró gran oposición de parte de un sacerdote de la iglesia. Finalmente el matrimonio le dijo que habían decidido descontinuar su discusión con los Testigos.

      Unos cinco años después, este matrimonio por casualidad estaba en un avión en el cual había un grupo internacional de los testigos de Jehová rumbo a una asamblea. Dos Testigos sentados junto a ellos empezaron a hablar acerca de las condiciones mundiales y la Biblia. Inmediatamente el matrimonio indonesio escuchó con interés. También observaron la buena conducta y la felicidad de los Testigos, y que había verdadero amor y hermandad sin hipocresía entre ellos, sin importar su color... negro, blanco o amarillo.

      Al regresar a Indonesia, el matrimonio recibió de nuevo una visita de los testigos de Jehová. Inmediatamente hicieron arreglos para un estudio bíblico de casa y empezaron a asistir a las reuniones de los Testigos en su Salón del Reino local. Ahora este matrimonio estudia una porción de la Biblia por sí mismo usando el Anuario de los testigos de Jehová. En una carta a los Testigos que encontraron en el avión, han expresado gracias a Jehová por haberlos puesto nuevamente en contacto con sus testigos.

      UNA OBRA DIVISORIA

      Por lo tanto, la proclamación de las “buenas nuevas del reino,” revela lo que está en el corazón. Dios ve la reacción del corazón y ayuda a aquellos que tienen la condición correcta de corazón a enfervorizarse en su amor por Él y por lo que es correcto. Se efectúa una división de la gente, en pro o en contra del Reino.—Luc. 11:23.

      Sin embargo, esperamos que la mayoría reaccione tal como Jesús predijo cuando dijo: “Comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban. Mas el día en que Lot salió de Sodoma llovió del cielo fuego y azufre y los destruyó a todos. De la misma manera será en aquel día en que el Hijo del hombre ha de ser revelado.”—Luc. 17:28-30.

      CÓMO USTED PUEDE ATACAR LA APATÍA

      ¿Qué puede hacer usted como testigo de Jehová ante la apatía general? En vez de desanimarse, adopte la actitud de gran paciencia de Dios. No desista “de hacer lo que es excelente, porque al debido tiempo segaremos si no nos rendimos.”—Gál. 6:9.

      Una de las cosas ‘excelentes’ es su predicación de casa en casa. Usted puede mejorar su eficacia analizando qué causa la apatía en su vecindario. Si un método no produce resultados, cambie de táctica. A veces pudiera ser bueno ir a las casas en una hora diferente, o en diferentes días de la semana. Por otra parte, usted pudiera probar una presentación de treinta segundos para ofrecer un libro o las revistas. Cuando la gente ve que usted se acerca quizás visualice una discusión prolongada para la cual no le parece que tiene tiempo. Quizás una presentación muy breve los sorprenda, favorablemente.

      Pero muchas personas no serán apáticas para con usted si realmente entienden el propósito de su visita. Por lo general no saben cuál es la meta o propósito de los testigos de Jehová. Algunos quizás lo consideren a usted como fanático o radical. Otros quizás crean que su trabajo ‘solo es otro movimiento religioso,’ que vende literatura o busca afiliados. Usted pudiera probar como introducción la declaración de que está allí debido al amor al prójimo, que hay poco de él hoy día, y que la gente necesita ayuda y entendimiento. Entonces podría explicar cómo puede venir esta ayuda. Quizás no pueda darles una explicación plena la primera vez, pero al visitar vez tras vez a través de un período de tiempo, las personas finalmente se familiarizan con usted y empiezan a ver que usted no tiene miras políticas ni comerciales y que usted sinceramente está esforzándose por ayudarlos. A medida que halla a algunas personas interesadas y quizás tenga estudios bíblicos, se corre la voz aun más extensamente en cuanto a lo que usted está haciendo y en cuanto a qué está animando a la gente a que haga. Entonces con el tiempo usted u otros Testigos localizarán y ayudarán a las personas apropiadas.

      Por eso, sea que la gente hable bien o mal de usted, o sea que solo haya apatía, prosiga. Mantenga en alto su espiritualidad mediante un estudio más intensivo de la Palabra de Dios. Llene su mente de la verdad, y ésta se expresará con facilidad. Ardía como fuego en los huesos de Jeremías y no podía contenerla. (Jer. 20:9) Jesús dijo: “Todo instructor público, cuando ha sido enseñado respecto al reino de los cielos, es semejante a un hombre, un amo de casa, que saca de su tesoro cosas nuevas y viejas.” (Mat. 13:52) Siga poniendo de manifiesto al público las buenas cosas. Como Jehová le dijo a Jeremías: “Debes ir; y todo lo que yo te mande, debes hablar. . . . No te sobrecojas de terror alguno [y, se pudiera añadir, de desaliento] a causa de ellos, . . . he hecho de ti hoy una ciudad fortificada y una columna de hierro y muros de cobre contra todo el país.”—Jer. 1:7, 17, 18.

      El sabio escritor inspirado de Eclesiastés dijo: “Por la mañana siembra tu semilla y hasta el atardecer no dejes descansar tu mano; pues no sabes dónde tendrá éxito esto, ya sea aquí o allí, o si ambos a la par serán buenos.” (Ecl. 11:6) Recuerde, Dios es Aquel que hace crecer la semilla. También, las circunstancias cambian. Por consiguiente, donde ha parecido que no se han conseguido resultados, súbitamente cierto vecindario ha florecido con muchas personas manifestando interés en la verdad.—1 Cor. 3:6, 7.

      Piense también en el bien que efectuaron los profetas de la antigüedad. No solo tuvieron sus palabras influencia tremenda en aquel entonces cuando profetizaron, sino que han tenido aun mayor impacto hoy día. Así mismo, la predicación de usted puede tener resultados que superen por mucho lo que usted pudiera imaginarse, ayudando de varias maneras a muchos otros a conseguir vida eterna bajo el reino de Dios.—1 Tim. 4:16; Sant. 5:10, 11.

  • Preguntas de los lectores
    La Atalaya 1974 | 1 de diciembre
    • Preguntas de los lectores

      ● ¿Quienes pueden dirigirse apropiadamente a Dios como “Padre”?—EE. UU.

      Debido a que Jehová Dios es el Creador y Fuente de la vida, todos los humanos realmente son su “progenie,” sus hijos, como dice el apóstol inspirado en Hechos 17:28, 29. Por consiguiente, todos los que sinceramente reconocen ese hecho pueden dirigirse correctamente a él como “Padre.”

      Las Escrituras claramente muestran que el usar la expresión “Padre” con referencia a Dios no se circunscribe a cristianos ungidos por espíritu. Fue antes que el espíritu de Dios fuera derramado en el día de Pentecostés en 33 E.C. que Jesús, en su Sermón del Monte,

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