Enseñe durante las revisitas
1 ¡En los Estados Unidos se hacen más de tres millones de revisitas mensualmente! Nuestro deseo al hacer revisitas no es solo hablar, sino también enseñar. Queremos que las personas capten el sentido del mensaje y vean la urgencia de obrar de acuerdo con éste.
2 Para conseguir los mejores resultados debemos hacer la revisita dentro de una semana a partir de nuestra primera visita. ¿Es eso demasiado pronto? De ningún modo, especialmente si hemos preparado el terreno durante nuestra primera visita. Antes de hacer la revisita considere lo que usted piensa decir cuando le abran la puerta. Tenga presente claramente los puntos que usted quiere que ellos aprendan, y la manera de hacerlo. Piense en cómo pasar de la conversación a la publicación que usted desea estudiar con ellos. Decida cómo hacer arreglos para la siguiente visita.
3 Como buen maestro, usted no hablará todo el tiempo; haga que su estudiante se envuelva en la consideración. Sugiérale que busque su propia Biblia; pídale que lea algunos textos bíblicos. Hágale preguntas para que exprese lo que piensa. Si el amo de casa expresa vivo interés en cierto tema bíblico y usted está preparado para considerarlo, sería mejor seguir dicho tema que apegarse de modo riguroso a la presentación que usted había planeado. Cultive el interés de la persona en el mensaje.
4 Puesto que sabemos que las personas necesitan estudiar con regularidad para aprender la verdad, debemos trabajar hacia esa meta. Después de una introducción apropiada en la que quizás use uno o dos textos bíblicos, usted pudiera abrir la publicación que haya colocado, u otra publicación apropiada, en los párrafos que contienen los puntos que usted desea considerar. Haga las preguntas. Busquen los textos bíblicos; considérenlos. Lean los párrafos. Así, presente el tema y comience un estudio.
5 El maestro eficaz es cordial y amigable, y no va demasiado rápido. Es sorprendente la cantidad de cosas que las personas realmente no captan, incluso cuando les leemos de la Biblia. Sea un verdadero maestro: enfatice el punto principal de cada texto bíblico, ilustre el punto y haga preguntas al amo de casa para asegurarse de que lo entiende.
6 Durante la visita es bueno explicar el objetivo de nuestra obra. Las personas quizás piensen que tienen que hacerse miembros de algún grupo y por eso titubeen en invitarle a volver otra vez. Si usted notara que ese problema pudiera existir, puede decir a la persona que a ella le toca escoger su religión y que nuestra obra es enseñar gratuitamente la Biblia a las personas de buena voluntad. Hágale saber lo que el Reino significa para ella. Explíquele la importancia de adquirir conocimiento exacto; que la vida está envuelta en el asunto. Muéstrele que lo que nos motiva es el amor.
7 Cuando salga de la casa, analice su método de enseñanza. Pregúntese: ¿Qué aprendió el amo de casa? ¿Cómo puedo saber que me entendió? ¿Cómo puedo mejorar mi habilidad de enseñar durante las revisitas? Para llegar a ser maestros eficaces tenemos que enseñar con regularidad. Tengamos por regla el dedicar por lo menos una hora cada semana a hacer revisitas y enseñar durante éstas.