Amplíe su ministerio como precursor regular
1 “Ha sido después de una consideración larga, detenida y en oración que envío la presente.” Así decía la carta que cierta hermana envió junto con su solicitud para el servicio de precursor regular a principios de este año de servicio. Ahora pudo unirse a su hija, quien había emprendido la obra de precursor al graduarse de la escuela secundaria el verano pasado. Consideración en oración... sí, ésa es una de las cosas que tienen que hacer de antemano los que quieran ampliar su ministerio hasta alcanzar el servicio de precursor regular. ¿Ha meditado usted con oración en cuanto a sus circunstancias y considerado cómo podría emprender este privilegio bendito?
2 El apóstol Juan nos asegura que se nos dará lo que pedimos en oración conforme a la voluntad de Dios (1 Juan 5:14, 15). Y, ¿qué obra especial ha determinado Jehová que se haga en estos últimos días? Jesús contesta: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio” (Mat. 24:14). Jesús también indicó que debemos ‘rogar al Amo de la mies que envíe obreros a su siega’ (Mat. 9:37, 38). Jehová ciertamente prestará atención a nuestra petición sincera de que envíe más obreros, quizás ayudándonos a emprender el servicio de precursor regular.
3 Se hace patente que hay personas de todas edades, antecedentes y circunstancias entre las que responden de todo corazón a la necesidad de que haya más predicadores de tiempo completo. Un hermano de 96 años de edad que comenzó a servir de precursor hace poco más de un año sigue haciendo una obra excelente como precursor. Cierta ama de casa, y madre de varios hijos, considera su servicio de precursora como un proyecto de familia que está siendo una fuente de enriquecimiento espiritual para todos los miembros de su familia.
¿SE PUEDEN CAMBIAR LAS CIRCUNSTANCIAS?
4 “Sí”, contesta una madre de tres hijos que se mudó a un apartamento más pequeño después que se casó su último hijo. Puesto que había sido precursora antes, mantuvo el espíritu de precursor vivo y, cuando las circunstancias se lo permitieron, ajustó su situación para volver a servir de precursora.
5 Si se contempla emprender la obra de precursor regular, es sabio considerar lo que está envuelto en el asunto (Luc. 14:28). No es asunto de ‘ser precursor cueste lo que cueste’. Sin embargo, algunos publicadores que primero creían que no podrían ser precursores analizaron cómo estaban empleando su tiempo. Al ajustar su horario, pudieron arreglar los asuntos para apartar las tres horas que como promedio hay que dedicar al servicio cada día para satisfacer el requisito de precursor, y lo hicieron sin descuidar o desatender otras responsabilidades cristianas. Estos publicadores ahora están sirviendo gozosamente como precursores regulares.
6 La preocupación excesiva en cuanto a satisfacer el requisito de horas hace que algunos no emprendan el servicio de tiempo completo. Pero la fe cristiana puede mover obstáculos semejantes a montañas, incluso los que surgen de tal temor (Mat. 17:20). La Palabra de Dios y Su espíritu, junto con el buen consejo que ofrece la organización de Jehová, pueden ayudar a desarrollar tal fe.
SE REQUIERE ACCIÓN POSITIVA
7 Usted emprenderá la obra de precursor solo si da pasos firmes que estén en conformidad con sus oraciones. ¿Qué medidas se tienen que tomar? Es preciso cultivar el deseo sincero; uno tiene que querer ser precursor. Aumente su actividad de predicar tanto como pueda ahora, y haga un esfuerzo especial por trabajar con los que ya son precursores. Observe el gozo de ellos. Esto le ayudará a desarrollar el espíritu de precursor. No se detenga a pensar en los factores negativos de sus circunstancias (Ecl. 11:4). Más bien, procure imitar la actitud positiva que Nehemías tuvo con respecto a la reconstrucción de las murallas de Jerusalén ante los obstáculos que afrontaba. Él dijo: “El Dios de los cielos es Quien nos otorgará éxito, y nosotros mismos, los siervos de él, nos levantaremos, y tenemos que edificar”. (Neh. 2:20.)
8 La obra de precursor le abrirá el camino a muchas más oportunidades para experimentar el gozo especial que viene de ayudar a otros a conocer y servir a Jehová. Y por medio de ampliar su ministerio como precursor regular, usted hallará el refrigerio que se menciona en Proverbios 11:25, el de ser usted mismo regado liberalmente en sentido espiritual por estar ‘liberalmente regando a otros’ con la Palabra de vida.