Estudio 9
Preparando un bosquejo
1-4. ¿Cómo pueden determinarse el tema y los puntos principales de un discurso?
1 Dijo el escritor de uno de los Evangelios, Lucas, a su amigo Teófilo: “Resolví también, porque he investigado todas las cosas desde el comienzo con exactitud, escribírtelas en orden lógico.” (Luc. 1:3) Por lo tanto, habiendo investigado, habiendo recogido un gran número de hechos relacionados con su asunto, se puso a organizarlos en orden o secuencia entendible. Es ventajoso para nosotros seguir esta misma práctica al preparar nuestros discursos. Esto significa preparar un bosquejo.
2 Seleccionando los pensamientos principales. Puesto que el habla, especialmente al considerar la Palabra de Dios, tiene el propósito de comunicar ideas a la mente de otra persona, los pensamientos que esperamos comunicar en un discurso deben estar primero muy claramente definidos en nuestra propia mente. Después que usted haya recogido su material puede determinar exactamente lo que quiere que su auditorio se lleve consigo al terminar usted. Trate de poner esto en una sola oración. Si esto contiene la esencia de su discurso, si encierra la idea central particular que usted quiere que su auditorio recuerde, debe servir como tema para su discurso. Le será útil escribirlo para que pueda remitirse a ello durante su preparación.
3 Ahora seleccione del material que usted ha recogido las ideas principales que se necesitan para comunicar este particular tema central. Estas deben servir como los puntos principales del discurso. Si usted ha arreglado su material en tarjetas, puede colocarlas en orden sobre una mesa delante de usted. Ahora seleccione otras ideas que se necesitan para apoyar estos puntos principales, colocando cada una en su lugar apropiado después del punto principal que apoya. Al seleccionar y colocar en su lugar en el bosquejo los diferentes puntos principales y puntos secundarios que ha recogido, es probable que usted observe que algunos de éstos no añaden nada sustancioso a la exposición de su tema. Si así sucede, no vacile en omitirlos. Es mejor hacer esto que llenar desordenadamente el discurso con material de poco valor o que no viene al caso. Asegúrese también de que las ideas se coloquen en el orden más lógico o práctico. Al seguir el método que se sugiere aquí, fácilmente se pueden ver las fallas en cuanto a continuidad en el bosquejo y pueden ser corregidas. Así, usted puede encargarse de que cada encabezamiento principal del bosquejo siga lógicamente al que le precede y contribuya al desarrollo del tema. Y dando cada punto que está debajo de sus encabezamientos principales buen apoyo, el discurso no puede menos que presentar un lógico fluir de las ideas.
4 Los puntos de instrucción que usted acaba de organizar deben constituir el cuerpo de su discurso. Ahora necesitará una introducción y una conclusión. Decida cómo quiere comenzar su consideración del tema y, basándose en la presentación que ha preparado, seleccione una conclusión que haya de poner en los que lo escuchen motivo para actuar en armonía con el propósito de su discurso. Ahora puede poner este material en forma razonablemente final en papel. Esto se puede hacer de varias maneras.
5, 6. ¿Qué quiere decir un bosquejo temático? ¿un bosquejo de oraciones?
5 Tipos de bosquejos. Los dos tipos más comunes de bosquejos son el temático y el de oraciones. Con frecuencia se usa una combinación de los dos. Para preparar un bosquejo temático, simplemente anote el tema en la parte superior de la página. Entonces escriba concisamente los puntos principales debajo del tema, comenzando cada punto principal desde el margen izquierdo. Los puntos secundarios para cada punto principal se pueden escribir más hacia dentro, es decir, un poco a la derecha del margen, bajo el punto que apoyan. Si cualquiera de estos puntos secundarios tienen otros puntos que los apoyan, éstos se pueden colocar un poco más a la derecha. Ahora usted puede ver con una rápida mirada a su papel cuáles son los puntos sobresalientes que llevan las ideas principales que usted quiere que el auditorio entienda. Esto es útil al pronunciar un discurso, porque usted puede colocar énfasis en éstos, repitiendo las palabras claves en cada idea principal mientras habla, de modo que reciban énfasis y hagan una impresión más duradera. Haga esto con cada punto principal al considerarlo. El énfasis en este tipo de bosquejo se coloca en la brevedad de expresión para cualquier punto dado.
6 La otra forma común de bosquejo es el bosquejo de oraciones. En este tipo de bosquejo, todas sus diferentes ideas por lo general se declaran como oraciones completas, pero condensadas, de modo que cada oración constituye la idea principal de un párrafo para el discurso. Por supuesto, algunas de estas oraciones pueden comenzarse a escribir más hacia la derecha bajo otras para que los puntos principales del discurso sobresalgan. A veces en la presentación del discurso el orador lee la oración y entonces se explaya en ella con sus propias palabras. Ambas clases de bosquejo tienen sus ventajas. El bosquejo de oraciones, con su expresión más completa de las ideas, por lo general es mejor para discursos que se preparan con semanas de anticipación o que se pronuncian repetidamente, pero con intervalos de varios meses, como sucede en el caso de los discursos públicos.
7, 8. Para la pronunciación misma del discurso, ¿qué pudiera hacer usted con su bosquejo?
7 Usted puede usar cualquiera de estas dos clases de bosquejo, el de oración o el temático, para su bosquejo preliminar, y éste puede ser tan completo como usted desee. De este modo usted se cerciorará de incluir todos los puntos detallados que usted quisiera que su auditorio recibiera. No obstante, para pronunciar el discurso algunos prefieren un bosquejo más breve. Mientras usted prepara su discurso para pronunciarlo, pudiera tener ambos bosquejos delante de usted. Practique con la versión condensada hasta que los puntos que usted ha abarcado en él le hagan recordar los puntos más detallados que tiene en su bosquejo preliminar. Cuando pueda lograr que estos puntos le vengan a la mente al mirar el bosquejo condensado, está listo para pronunciar el discurso.
8 Estos son, brevemente, los aspectos principales de preparar un bosquejo. Ahora sería ventajoso que consideráramos con más detalles las tres principales divisiones de un discurso.
9-12. (a) ¿Qué propósito tiene la introducción o preámbulo del discurso? (b) Dé un ejemplo de un tipo de introducción.
9 La introducción. El propósito de las declaraciones introductorias debe ser despertar el interés de los que le escuchan. Esas oraciones del comienzo deben estimular el interés de ellos en el asunto que usted trata y ayudarles a ver por qué tiene importancia para ellos. Particularmente la primera oración merece pensamiento cuidadoso. Es vital que constituya un contacto agradable con los que le escuchan y no sea dogmática o antagónica.
10 Hay muchos tipos de introducción. Se pudiera usar una ilustración, o hacer referencia a alguna cita que sea conocida a los que escuchan. Se pudiera presentar un problema que necesite solución. El fondo histórico del asunto pudiera formar una introducción por sí mismo. Pudiera plantearse una serie de preguntas. Usted hasta podría decir brevemente cuáles son los puntos principales que piensa abarcar.
11 Es importante que la introducción cuadre bien con el discurso. Así, una ilustración llamativa puede ser muy eficaz, especialmente si el orador toma puntos de ella y los enlaza con el material a través de su discurso. Esto no solo ayudará a hacer más interesante el discurso, y más fácil de seguir mentalmente y recordar, sino que también ayudará a suministrar coherencia, si la ilustración escogida viene bien al caso.
12 La manera en que se presente la introducción tendrá mucho que ver con el grado de interés que el auditorio muestre. El orador debe entrar en su discurso con tono firme y confiado, sin tropiezos o vacilación en la expresión. Por esta razón para algunos oradores ha sido útil el tener escrita de hecho la primera oración o las primeras dos oraciones de su discurso, para asegurarse de comenzar sin contratiempos.
13-16. (a) Explique cómo pudiera desarrollarse el cuerpo o confirmación de un discurso. (b) ¿Cómo debe influir en la preparación del cuerpo el tiempo que haya para los puntos?
13 El cuerpo o confirmación del discurso. Hay muchas maneras en que se puede dar desarrollo al cuerpo o confirmación de su discurso. Los puntos de menos importancia pudieran presentarse primero y entonces ir edificando la información hasta llegar a una culminación, declarando en último lugar los puntos más fuertes. El material también puede presentarse cronológicamente, como en el discurso que se registra en Hechos 7:2-53. El dividir un discurso en secciones principales teniendo como base las principales líneas de desarrollo del tema general es otro buen método. Por ejemplo, si el tema fuera “Un rescate de la muerte,” se pudiera desarrollar bajo puntos principales como los siguientes: “Cómo se presentó la muerte,” “La humanidad no podía producir un rescate,” “Quién únicamente podía producirlo, y por qué,” y “Bendiciones del rescate provisto.”
14 A veces puede ser que usted descubra que su discurso puede ser dividido en clasificaciones naturales, como en el caso en que Pablo dio instrucciones primero a toda la congregación, entonces a las esposas, después a los esposos y luego a los niños. (Vea Efesios, capítulos 5 y 6.) O quizás usted vea que su material se presta para desarrollarlo según causa y efecto, o para la presentación en que se plantea un problema y entonces se presenta la solución. A veces se pueden combinar eficazmente dos o más de estos métodos.
15 La narración directa de acontecimientos, sin necesariamente introducir cronología, es un método bastante común de elaborar un discurso. A menudo el material descriptivo realza mucho el discurso. Otros discursos pudieran bosquejarse interesantemente teniendo como base para ello argumentación a favor y en contra en cuanto a alguna cuestión de interés activo de la actualidad.
16 Tomando en cuenta el elemento del tiempo, no atiborre su bosquejo con demasiado material. El buen material pierde valor si no se le ha dado suficiente tiempo a su elaboración o desarrollo. Además, uno no tiene que decir todo lo que sabe sobre cierto asunto en una sola ocasión. Quizás se puedan tratar en otra ocasión otros rasgos del mismo asunto. Asigne porciones de tiempo apropiadas a cada punto principal de su discurso y entonces ajuste razonablemente la cantidad del material para que encaje con ese tiempo. Lo que cuenta no es la cantidad del material, sino más bien su calidad.
17-20. ¿Por qué son importantes las conclusiones, y de qué maneras pudieran elaborarse?
17 La conclusión. La porción de cierre de cualquier discurso merece considerable atención en lo que se refiere a preparación. Tiene el propósito de juntar todos los puntos del argumento que se presentan en el cuerpo del discurso y enfocarlos de tal manera que convenzan a los que oyen y les dé motivo para acción en armonía con esa convicción. Al mismo tiempo debe ser corta y muy al grano.
18 Hay varias formas entre las cuales usted puede escoger según el tema a que haya dado desarrollo. Puede hacer un resumen de los puntos principales del discurso en orden lógico, llevando sin lugar a equivocación a la conclusión que necesariamente se desprendería de los hechos. O podría usar una conclusión de aplicación, mostrando al que le escucha cómo le aplica la información, y lo que él puede hacer como resultado de la información que se ha presentado. En el caso de algunos discursos, y particularmente sermones que se presentan en el ministerio de casa en casa, lo mejor es tener una conclusión que imparta motivo para acción. Debe estimular al amo de casa, por ejemplo, a aceptar literatura o a convenir en hacer arreglos para tener un estudio bíblico en su hogar.
19 La conclusión también puede ser de clímax, una que vaya ascendiendo gradualmente hasta el punto clave que hay que dejar en la mente del que escucha. Para terminar el discurso eficazmente, también es apropiado enlazar la conclusión con algo que se haya mencionado en la introducción. Se pudiera hacer referencia a alguna ilustración o cita hecha al principio. La urgencia de adoptar una decisión y seguirla es algo que frecuentemente se considera en la conclusión. Un ejemplo excelente son las palabras de Josué que finalizan su discurso de despedida poco antes de su muerte.—Jos. 24:14, 15.
20 Se puede ver, pues, que un discurso con un buen bosquejo debe suministrar una introducción que despierte la atención. Debe incluir el desarrollo lógico de puntos claves cuidadosamente seleccionados que apoyen el tema. Y debe tener una conclusión que dé a los que escuchan motivo para actuar en armonía con el consejo bíblico ofrecido. Para todos estos elementos hay que hacer preparación cuando se está preparando el bosquejo. El bosquejar con habilidad su discurso puede ahorrarle tiempo, y contribuye mucho a un discurso que sea significativo y que grabe duraderamente instrucción valiosa en la mente de los oyentes.