Un magnífico privilegio de servicio
1 Un lector dijo que había aprendido mucho más de verdadero valor leyendo La Atalaya y ¡Despertad! que lo que aprendió en seis años de universidad. No es raro oír a lectores sinceros hacer expresiones de agradecimiento como esta después de haber leído algunos números de las revistas. ¡Qué privilegio tenemos de compartir nuestras revistas regularmente con aquellos que de veras las valoran!
2 Hay muchas personas a quienes les interesa la verdad, pero que no han querido aceptar un estudio bíblico en su hogar. Sin embargo, podemos cultivar ese interés si las visitamos regularmente y les llevamos los números más recientes de La Atalaya y ¡Despertad! Sí, el cumplir fielmente con las rutas de revistas ha logrado que con el tiempo algunas personas acepten un estudio bíblico.
3 Nosotros nos beneficiaremos personalmente si leemos las revistas primero y tenemos presentes puntos específicos que pueden ser de interés especial para las personas en nuestra ruta de revistas.
4 Recuerde que lo que determina si usted debe o no incluir el nombre de cierta persona en su ruta de revistas es su grado de interés en la verdad, no la cuantía de su donación. Si el amo de casa muestra verdadero interés cuando acepta las revistas, usted puede explicarle que cada dos semanas se publican en ellas artículos de gran interés, y que a usted le gustaría llevárselas. Asegúrese de visitar a la persona regularmente, y aproveche las oportunidades para conversar con ella sobre asuntos bíblicos. Sabemos que disfrutará de este magnífico privilegio de servicio.