-
¿Lo ha tratado usted ya?Ministerio del Reino 1980 | julio
-
-
¿Lo ha tratado usted ya?
1 Nuestro objetivo al predicar de casa en casa y en otros lugares es comunicarnos con la gente. Si es posible, deseamos comenzar una conversación y entonces esforzarnos por interesar a las personas en el mensaje del Reino que les llevamos. No siempre es fácil hacer esto.
2 Para ayudarnos a ese respecto, desde mayo la revista ¡Despertad! ha destacado el primer artículo, “¿Se ha preguntado usted alguna vez?”, con información que tiene como objetivo animar a las personas a conversar. Entre las preguntas que se han hecho están: “Si Dios es amor, ¿por qué permite la iniquidad?” y: “¿Habrá verdadera solución para la crisis energética?” y a éstas siguen otras preguntas sobre la familia, las amistades, el costo de la vida, etc.
3 ¿No concuerda usted en que éstas son preguntas que muchas personas estarían dispuestas a considerar? ¿Ha tratado usted de hacer la pregunta que se presenta en el título y entonces leer el primer párrafo, o parte de éste? Generalmente el primer párrafo es corto y contiene información redactada de tal modo que capte el interés del amo de casa. Esto hace que sea más fácil comenzar una conversación. Además, por medio de dejarse llevar por la pregunta en letra de trazo grueso que está después del primer párrafo, usted puede invitar al amo de casa a expresarse. Así la conversación no será unilateral, de modo que el Testigo sea quien lo diga todo.
4 Un número futuro de la revista tendrá preguntas excelentes para el servicio del campo. Por ejemplo, ese número preguntará en cuanto a si los horóscopos suministran guía confiable. Hoy la gente busca guía confiable. La pregunta de ese artículo pudiera abrir paso a una consideración excelente y darnos la oportunidad de mostrar que la Biblia es la mejor guía disponible.
5 El usar este rasgo de la revista pudiera dar lugar a muchas conversaciones interesantes. Como individuos, nunca sabremos exactamente lo eficaz que puede ser este nuevo rasgo, a menos que tratemos de usarlo. ¿Ha hecho usted eso ya?
-
-
¡No sea víctima de engañadores!Ministerio del Reino 1980 | julio
-
-
¡No sea víctima de engañadores!
“Hombres inicuos e impostores avanzarán de mal en peor, extraviando y siendo extraviados.” (2 Tim. 3:13) Las Escrituras advierten esto. Y estos impostores no solo tratan de extraviar a las personas en lo que tiene que ver con asuntos doctrinales, sino que también abusan en sentido material de la generosidad de hermanos fieles. De vez en cuando en Nuestro Servicio del Reino ha salido información que nos ha dado advertencia acerca de estos engañadores, pero la Sociedad sigue recibiendo informes de hermanos que se han visto privados de dinero y bienes materiales por haber creído la historia de impostores que van de un sitio a otro diciendo que están en “dificultades.” Muchas veces su historia es que no tienen dinero y necesitan $50 o más para comprar gasolina y alimento para poder regresar a su hogar. En la mayoría de los casos estas personas no son testigos de Jehová, sino que fingen serlo.
Si un desconocido viene a usted y dice que está necesitado, es sabio averiguar algo acerca de esta persona, y generalmente los ancianos son quienes mejor pueden hacer esto. A menudo se puede detectar lo genuino del caso por medio de conversar con la persona sobre el tiempo que lleva en la verdad, preguntarle si fue a la asamblea más reciente, ver cuán familiarizada está con las últimas publicaciones, etc. Invariablemente se verá que es aconsejable preguntarle el nombre de algún anciano de su congregación para que usted pueda llamarlo y obtener una recomendación. Los hermanos y hermanas genuinos que súbitamente se encuentran en necesidad no deben objetar a esta investigación que es para protección de todas las personas que se ven envueltas en el asunto. Debe llamarse por teléfono. De esta manera se descubrirá a los impostores.
Por lo general no basta con solo aceptar la palabra de la persona de que sabe el nombre de un superintendente de cierto pueblo. Al viajar, estos engañadores a veces se aprenden los nombres de algunos hermanos y las congregaciones con las cuales éstos se asocian. Aunque la historia de esas personas parezca muy sincera, investíguela primero. ¡No sea víctima de engañadores!
-
-
Noticias teocráticasMinisterio del Reino 1980 | julio
-
-
Noticias teocráticas
◆ La obra en España continúa progresando bien. Durante febrero un nuevo máximo de 42.761 personas participaron en la obra de hacer discípulos. Además, se alcanzó un nuevo máximo de 31.011 estudios bíblicos que se condujeron durante febrero.
◆ Guatemala informa un 9 por ciento de aumento en la cantidad de publicadores durante el mes de febrero. Fue gozoso ver un nuevo máximo de 5.494 publicadores que participaron en esparcir las buenas nuevas en ese país.
◆ Japón informó en febrero otro máximo de 53.227 publicadores. En lo actualidad hay 7.521 precursores regulares. Esto significa que uno de cada siete publicadores en Japón es precursor regular. Además, esta cantidad de precursores representa unas cien precursores más que la cantidad que se informó el mes anterior, en enero.
◆ A pesar de la difícil situación en El Salvador, nuestros hermanos alcanzaron su cuarto máximo de publicadores para el año de servicio de 1980. En febrero unos 6.690 publicadores informaron actividad. Esto representa un 13 por ciento de aumento sobre el promedio de publicadores del año pasado. La cantidad de estudios bíblicos sobrepasa considerablemente a la cantidad de publicadores; hay un total de 7.364 estudios bíblicos.
-
-
La caja de preguntasMinisterio del Reino 1980 | julio
-
-
La caja de preguntas
● ¿Qué debemos tener presente para asegurarnos de que se lea bien en las reuniones de la congregación? ¿Y a quiénes debemos usar para leer de las publicaciones de la Sociedad durante esas reuniones?
Las personas cuyo servicio se emplee para leer públicamente de las publicaciones de la Sociedad, tales como La Atalaya, Comentario sobre la Carta de Santiago, Nuestro Servicio del Reino, etc., en las reuniones de congregación deben manifestar las cualidades de un buen lector. Entre éstas están énfasis apropiado, suficiente volumen, pausas en los lugares debidos, pronunciación correcta, y así sucesivamente. (Vea el libro Guía para la Escuela del Ministerio Teocrático, páginas 30 y 31.) Es necesario leer eficazmente para beneficio del grupo que escucha. De otro modo los que estén escuchando no recibirán el beneficio completo de lo que se esté leyendo y no podrán obrar en armonía con la información. Por estas razones las personas a quienes se asigne a leer en las reuniones de congregación deben tomar a pecho las palabras del apóstol Pablo en 1 Timoteo 4:13: “Continúa aplicándote a la lectura pública, a la exhortación, a la enseñanza.”
Se debe utilizar a ancianos, siervos ministeriales y otros hermanos bautizados que estén capacitados, si los hay. Si ningún hermano bautizado de la congregación puede leer de tal modo que beneficie espiritualmente a los que asistan, el que esté presidiendo puede leer los párrafos él mismo, o se puede usar a hermanas que lean bien. Sírvanse ver también “La caja de preguntas” de Nuestro Servicio del Reino de septiembre de 1977.
-