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  • ¿Le desaniman las restricciones?
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1994
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1994
w94 1/9 págs. 27-28

¿Le desaniman las restricciones?

RESTRICCIONES. En realidad, a nadie le gustan, pero todos tenemos que resignarnos a vivir con algunas de ellas. Ahora bien, ¿se desanima alguna vez porque le parece que su vida está sometida a demasiadas limitaciones? Quizá se sentiría mejor si cambiara su parecer. En vez de impacientarse por lo que no puede hacer, ¿por qué no aprovechar cabalmente las libertades que tiene?

Por ejemplo, muchos pobres quisieran ser ricos. Sin embargo, aun cuando la pobreza limita lo que uno puede hacer en este sistema, todo el mundo tiene acceso a las cosas importantes de la vida. Tanto los pobres como los ricos se enamoran, se casan, tienen hijos, disfrutan de buenas amistades, etc. Más importante aún, tanto gente pobre como gente rica conoce a Jehová y espera el nuevo mundo prometido. Tanto los pobres como los ricos progresan en la sabiduría y el conocimiento cristianos, que son mejores que las riquezas. (Proverbios 2:1-9; Eclesiastés 7:12.) Todos —ricos y pobres— pueden hacerse un buen nombre ante Jehová. (Eclesiastés 7:1.) En tiempo de Pablo, la congregación cristiana estaba compuesta principalmente de personas de baja posición social, algunas de ellas esclavas, y estas usaron sabiamente las libertades que sus circunstancias les permitieron. (1 Corintios 1:26-29.)

Jefatura bíblica

En el matrimonio cristiano, la esposa está sujeta a su esposo, lo cual se dispuso para el beneficio de toda la familia. (Efesios 5:22-24.) ¿Debería una esposa sentirse degradada por ello? De ningún modo. El esposo y la esposa forman un equipo. Cuando el varón ejerce la jefatura a la manera de Cristo, pone relativamente pocas restricciones a su esposa y le deja muchas oportunidades para utilizar sus aptitudes y talentos. (Efesios 5:25, 31.) La “esposa capaz” del capítulo 31 de Proverbios se ocupaba en muchas tareas interesantes y estimuladoras. Está claro que la sujeción a su esposo no la frustraba. (Proverbios 31:10-29.)

De igual modo, las mujeres tampoco deben tomar la delantera en lugar de los hombres capacitados en la congregación cristiana. (1 Corintios 14:34; 1 Timoteo 2:11, 12.) ¿Deberían irritarse las cristianas por tal restricción? No. La mayoría de ellas agradecen que este aspecto del servicio cristiano se atienda de manera teocrática. Les gusta beneficiarse del pastoreo y la enseñanza de los ancianos nombrados y se ocupan en la obra fundamental de predicar y hacer discípulos. (Mateo 24:14; 28:19, 20.) Las cristianas efectúan una buena labor en este campo, y esto las honra a la vista de Jehová Dios. (Salmo 68:11; Proverbios 3:35.)

Restricciones para los jóvenes

Los jóvenes también se quejan a veces de que tienen demasiadas restricciones en la vida, a menudo porque están bajo la autoridad de sus padres. No obstante, la posición en que se hallan también es bíblica. (Efesios 6:1.) A los jóvenes cristianos prudentes no les irritan las restricciones que les imponen sus padres, sino que se concentran en disfrutar de las libertades que poseen, como es, en la mayoría de los casos, no tener responsabilidades de peso. De este modo pueden aprovecharse de su fortaleza juvenil y de sus circunstancias a fin de prepararse para la vida adulta.

Un anterior superintendente de circuito de Brasil recuerda bien a un muchacho de 12 años de edad de un pequeño grupo aislado que estaba limitado en cuanto a lo que podía hacer. El encargado de los archivos estaba muy ocupado con su trabajo seglar y no podía dar mucha atención al grupo, pero pidió a este joven que le ayudara. Aprendió dónde se encontraban todos los formularios y siempre estaba allí dispuesto a cooperar. Animaba ver su interés, y era un compañero fiel en el servicio del campo. Este joven es hoy un anciano nombrado.

Hay muchas situaciones que pudieran limitar la libertad personal. A algunos les restringe la enfermedad. Otros viven en casas divididas, y las exigencias del cónyuge incrédulo reducen su libertad. Aunque quienes viven sometidos a restricciones posiblemente quisieran que las cosas fueran distintas, todavía pueden disfrutar de una vida satisfaciente. En esta revista se han publicado muchos relatos de personas que han sido una fuente de estímulo para otros al confiar en Jehová y sacar el máximo provecho de sus circunstancias.

El apóstol Pablo se refirió a una situación común de su tiempo al decir: “¿Fuiste llamado siendo esclavo? No dejes que te preocupe; pero si también puedes hacerte libre, más bien aprovéchate de la oportunidad”. (1 Corintios 7:21.) ¡Qué postura más equilibrada! Algunas situaciones cambian. Los jóvenes crecen. Los cónyuges opuestos a veces aceptan la verdad. Las situaciones económicas pueden mejorar. Los enfermos pueden recuperarse. En otros casos, es posible que las cosas no cambien hasta que venga el nuevo mundo de Jehová. De todos modos, ¿qué ganaremos con quejarnos de no poder hacer lo que otros hacen?

¿Ha visto alguna vez a los pájaros elevarse hacia el cielo y ha admirado la belleza y libertad de sus movimientos? Quizá a usted le gustaría volar de ese modo. Pero no puede hacerlo, y nunca podrá. Sin embargo, no se queja de esta limitación y se alegra de las aptitudes que Dios le ha dado. Se las arregla muy bien andando sobre la superficie de la Tierra. Del mismo modo, sea cual sea nuestra situación en la vida, si nos concentramos en lo que podemos hacer en vez de en lo que no podemos hacer, la vida será satisfaciente y tendremos gozo en el servicio de Jehová. (Salmo 126:5, 6.)

[Fotografía en la página 28]

¿Te parece que tus padres te tienen encerrado?

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