De regreso a la escuela
1 En septiembre los jóvenes comienzan un nuevo año escolar. Aunque esperan con gusto algunas cosas, también hay otras que les causan tensión. Muchos de ellos tendrán nuevos maestros, nuevos cursos y la compañía de estudiantes desconocidos. Aunque los jóvenes cristianos desean cooperar con las autoridades escolares y llevarse bien con sus condiscípulos, deben recordar que tienen que cuidarse de todo lo que les pueda perjudicar en sentido espiritual. (1 Cor. 15:33.)
2 Una gran inquietud de los niños y jóvenes Testigos es la de evitar contaminarse con la influencia del mundo que impregna los sistemas educativos de muchos países hoy día. Los cristianos, jóvenes y mayores, deben tener el valor de rechazar las normas y la forma de pensar que el mundo fomenta respecto a la moralidad, y ‘mantenerse vigilantes’ consultando la Palabra de Jehová y dejándose guiar por ella. (Sal. 119:9.) Los padres que se interesan en sus hijos deben informarse de las asignaturas que tendrán con el fin de darles la debida orientación. Si lo que se enseña en la escuela o en cualquier otro sitio está en pugna con la santidad y castidad que se exige de los siervos de Jehová, debe evitarse. (1 Ped. 1:15, 16. )
3 También es frecuente que afronten cuestiones relacionadas con ceremonias patrióticas, días festivos, deportes o fiestas sociales. El folleto La escuela y los testigos de Jehová puede ayudar a los jóvenes cristianos en estos asuntos. Las situaciones difíciles pueden reducirse a un mínimo si sus padres toman la iniciativa y le dan a los maestros un ejemplar de esta publicación. Pueden explicarles que les ayudará a entender por qué los testigos de Jehová prefieren abstenerse de participar en ciertas actividades. Se puede contribuir mucho a fomentar un espíritu de cooperación suministrando a los maestros esta información.
4 Además, sería conveniente que los estudiantes cristianos tuvieran entre sus útiles escolares un ejemplar del folleto Escuela. A menudo se presentan oportunidades para dar testimonio a otros estudiantes que manifiestan interés en nuestras creencias. Los jovencitos cristianos también deben llevar consigo la tarjeta Directriz Médica o la Tarjeta de identidad, debidamente llenada, testimoniada y firmada. Los que sigan esta recomendación seguramente serán como “el que ha visto la calamidad y procede a ocultarse”. (Pro. 22:3.)