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La educación en tiempos bíblicosLa Atalaya 1992 | 1 de noviembre
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de los cuales también eran maestros de la Ley. (Hechos 5:34.) Jesús acusó a ambos grupos de invalidar la palabra de Dios a causa de su tradición y porque enseñaban “mandatos de hombres como doctrinas”. (Mateo 15:1, 6, 9.) Con razón ni Jesús ni la mayoría de sus discípulos se educaron en las escuelas rabínicas. (Juan 7:14, 15; Hechos 4:13; 22:3.)
20. ¿Qué nos muestra este repaso de la educación en tiempos bíblicos, y qué indica que los siervos de Jehová necesitan educación?
20 Este resumen de la educación en tiempos bíblicos muestra que Jehová es el Gran Instructor de su pueblo. Mediante Moisés, Dios organizó un sistema de educación eficaz en Israel. Pero mucho tiempo después se desarrolló un sistema de educación superior que enseñaba cosas contrarias a la Palabra de Dios. Jesús fue un Maestro sin igual, aunque no asistió a aquellas escuelas judías. (Mateo 7:28, 29; 23:8; Juan 13:13.) También dio a sus discípulos la comisión de enseñar hasta la conclusión del sistema de cosas. (Mateo 28:19, 20.) Para lograrlo tendrían que ser buenos maestros y por lo tanto necesitarían educación. Por eso, ¿cómo deben ver la educación los cristianos verdaderos? Esta pregunta se analizará en el artículo siguiente.
Ponga a prueba su memoria
◻ ¿Por qué podemos estar seguros de que Jehová se interesa en la educación de sus siervos?
◻ ¿En qué sentido era diferente el sistema educativo de Israel del de las demás naciones?
◻ ¿Qué educación recibían los niños israelitas?
◻ ¿Qué métodos docentes se utilizaban en Israel?
◻ ¿Por qué no asistieron a las escuelas judías de enseñanza superior ni Jesús ni sus discípulos?
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Educación con un propósitoLa Atalaya 1992 | 1 de noviembre
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Educación con un propósito
“Imparte conocimiento a alguien justo, y aumentará en saber.” (PROVERBIOS 9:9.)
1. ¿Qué espera Jehová de sus siervos con relación al conocimiento?
JEHOVÁ es un “Dios de conocimiento”. (1 Samuel 2:3.) Él educa a sus siervos. Moisés predijo que algunos pueblos contemporáneos dirían de Israel: “Esta gran nación sin duda es un pueblo sabio y entendido”. (Deuteronomio 4:6.) Los cristianos verdaderos también deben ser personas informadas. Tienen que ser buenos estudiantes de la Palabra de Dios. El apóstol Pablo mostró el propósito de ese estudio cuando escribió: “No hemos cesado de orar por ustedes y de pedir que se les llene del conocimiento exacto de su voluntad en toda sabiduría y comprensión espiritual, para que anden de una manera digna de Jehová a fin de que le agraden plenamente mientras siguen llevando fruto en toda buena obra y aumentando en el conocimiento exacto de Dios”. (Colosenses 1:9, 10.)
2. a) ¿Qué se requiere para adquirir un conocimiento exacto de Dios? b) ¿Qué ha hecho el Cuerpo Gobernante a este respecto?
2 Para estudiar con miras a adquirir un conocimiento exacto de Dios y de sus propósitos es necesario que tengamos por lo menos un mínimo de educación. Pero muchas personas que han aprendido la verdad acerca de la Palabra de Dios viven en países donde tuvieron poca o ninguna oportunidad de recibir una educación adecuada. Estaban en desventaja. Para superar ese problema, el Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová ha dado instrucciones ya por muchos años de que, donde sea necesario, se organicen clases en las congregaciones para aprender a leer y escribir. Hace más de 30 años el periódico brasileño Diário de Mogi publicó un artículo titulado “Testigos de Jehová hacen guerra contra el analfabetismo”. Decía: “Un instructor capacitado se pone [...] a enseñar con paciencia a otros a leer y escribir. [...] Los estudiantes, debido a las mismas circunstancias que los impelen como ministros de Dios, tienen que mejorar su conocimiento del lenguaje para poder pronunciar discursos”. Así se ha ayudado a miles de personas por todo el mundo a ser buenos estudiantes de la Palabra de Dios. Aceptaron esta educación básica con un propósito elevado.
Aptitudes necesarias para ser ministros eficientes
3, 4. a) ¿Por qué se interesan en la educación los cristianos verdaderos? b) ¿Qué situación existía en Israel, y qué educación básica es indispensable para los miembros de las congregaciones hoy día?
3 Los cristianos verdaderos se interesan en recibir educación, no para su propia ventaja, sino para ser siervos de Jehová más eficientes. Cristo dio a todos los cristianos la misión de “[hacer] discípulos de gente de todas las naciones, [...] enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado”. (Mateo 28:19, 20.) Para enseñar a otras personas, los cristianos mismos tienen que aprender primero, y para eso se requiere que tengan buenos métodos de estudio. Tienen que poder examinar cuidadosamente las Escrituras. (Hechos 17:11.) Para cumplir su comisión, también es necesario que sepan leer con fluidez. (Véase Habacuc 2:2; 1 Timoteo 4:13.)
4 Como se mostró en el artículo anterior, hay buena razón para creer que, en general, hasta los jovencitos del Israel antiguo sabían leer y escribir. (Jueces 8:14; Isaías 10:19.) Los ministros cristianos de la actualidad tienen que tomar notas nítidas a medida que testifican de casa en casa. Escriben cartas, toman apuntes en las reuniones y hacen anotaciones en las publicaciones que estudian. Para hacer esto nuestra escritura tiene que ser legible. Para llevar los registros de la congregación es necesario tener por lo menos un conocimiento básico de aritmética.
Ventajas de la educación apropiada
5. a) ¿Cuál es el origen de la palabra “escuela”? b) ¿Qué oportunidad deben aprovechar los jóvenes?
5 Es interesante que la palabra “escuela” viene de la palabra griega skjo·lé, que originalmente significaba “ocio”, es decir, el empleo del ocio o tiempo libre para alguna actividad seria, como el estudio. Con el tiempo llegó a significar el lugar donde se estudiaba. Eso indica que en algún tiempo solo la clase privilegiada —en Grecia y en la mayoría de los demás países— tenía el tiempo libre para estudiar. La clase obrera generalmente permanecía en la ignorancia. Hoy día en la mayoría de los países se concede a los niños y los jóvenes el tiempo necesario para estudiar. Los jóvenes Testigos ciertamente deberían comprar el tiempo oportuno para hacerse siervos educados y capacitados de Jehová. (Efesios 5:15, 16.)
6, 7. a) ¿Qué ventajas hay en recibir una educación apropiada? b) ¿De qué maneras puede ser útil aprender otro idioma? c) ¿En qué situación se encuentran muchos jóvenes hoy cuando terminan sus estudios?
6 El adquirir un conocimiento básico de historia, geografía, ciencia y otras materias ayudará a los jóvenes Testigos a hacerse ministros equilibrados. En la escuela no solo aprenderán muchas materias, sino también a estudiar. Los verdaderos cristianos no dejan de aprender y estudiar cuando terminan su educación seglar. No obstante, el beneficio que deriven de su estudio dependerá mucho de que sepan estudiar. Tanto la instrucción seglar como la instrucción que reciben en la congregación les ayudará a desarrollar sus capacidades de pensar. (Proverbios 5:1, 2.) Cuando lean podrán discernir mejor lo que es más importante, lo que debe notarse y memorizarse.
7 Por ejemplo, el aprender otro idioma no solo mejorará la capacidad mental de los jóvenes, sino que también los hará más útiles en la organización de Jehová. En algunas de las sucursales de la Sociedad Watch Tower hay hermanos jóvenes a quienes les ha beneficiado poder hablar o leer inglés con fluidez. En realidad, todos los ministros cristianos deberían esforzarse por expresarse correctamente en su lengua vernácula. Las buenas nuevas del Reino merecen ser expresadas de manera clara y gramaticalmente correcta. En el mundo hoy hay muchos jóvenes a quienes después de terminar sus estudios todavía se les hace difícil escribir y hablar correctamente e incluso efectuar los más sencillos cálculos aritméticos; y tienen solo un conocimiento muy limitado de historia y geografía.
Educación apropiada
8. ¿Qué textos bíblicos aplican a la educación seglar y al que una persona pueda mantenerse a sí misma?
8 Por consiguiente, parece apropiado que ahora analicemos la actitud que debe tener el cristiano para con la educación seglar. ¿Qué principios bíblicos aplican a este asunto? En primer lugar, en la mayoría de los países la sumisión a “César” requiere que los padres manden a sus hijos a la escuela. (Marcos 12:17; Tito 3:1.) Al realizar sus tareas escolares, los jóvenes Testigos deben recordar lo que dice Colosenses 3:23: “Cualquier cosa que estén haciendo, trabajen en ello de toda alma como para Jehová, y no para los hombres”. Otro principio que aplica a este asunto es que los cristianos deben poder mantenerse a sí mismos, incluso si son ministros precursores de tiempo completo. (2 Tesalonicenses 3:10-12.) El cristiano casado debe poder mantener a su esposa y a sus hijos, y tener un poco más para dar a los necesitados y para apoyar la obra mundial de predicar. (Efesios 4:28; 1 Timoteo 5:8.)
9, 10. a) ¿Qué tendencia se ve en muchos países? b) ¿Cómo pudiera determinar un ministro precursor si cierto sueldo es suficiente o no?
9 ¿Cuánta educación debe recibir un joven cristiano a fin de respetar estos principios bíblicos y cumplir con sus obligaciones cristianas? Esto varía de país en país. Sin embargo, parece que en muchos países el nivel de educación que se requiere para ganar un sueldo razonable hoy día por lo general tiende a ser más alto que hace unos años. Informes de sucursales de la Sociedad Watch Tower de diferentes partes del mundo indican que en muchos lugares es difícil encontrar empleos que paguen sueldos razonables si el joven solo ha recibido la educación mínima requerida por ley, y en algunos países es difícil incluso habiendo cursado la secundaria.
10 ¿Qué se quiere decir por “sueldos razonables”? No se refiere a sueldos muy elevados. El Diccionario Esencial Santillana define “razonable” en este contexto así: “bastante, suficiente”. ¿Qué pudiera considerarse “suficiente”, por ejemplo, en el caso de los que desean ser ministros precursores de las buenas nuevas? Para ser precursor por lo general es necesario conseguir un empleo de media jornada para no poner “una carga costosa” sobre los hermanos ni sobre la familia. (1 Tesalonicenses 2:9.) El sueldo pudiera considerarse “suficiente” si basta para llevar una vida decente a la vez que permite el tiempo y las fuerzas que se requieren para cumplir con su ministerio cristiano.
11. ¿Por qué han dejado el servicio de precursor algunos jóvenes, y qué pregunta surge?
11 ¿Qué situación se presenta a menudo hoy día? En algunos países muchos jóvenes han dejado de asistir a la escuela después de haber recibido la educación mínima requerida con la buena intención de ser precursores. No tenían ninguna preparación para desempeñar un oficio. Si no recibían ayuda económica de sus padres, tenían que conseguir un empleo de media jornada. Algunos han tenido que aceptar empleos en los que tienen que trabajar muchísimas horas para mantenerse. Debido a que se han agotado físicamente, han dejado el ministerio de precursor. ¿Qué pueden hacer para mantenerse económicamente y servir de nuevo como precursores?
Un punto de vista equilibrado sobre la educación
12. a) ¿Qué dos puntos de vista extremos sobre la educación evitará el cristiano? b) ¿Qué propósito debe cumplir la educación para los siervos dedicados de Jehová y sus hijos?
12 Es bueno que tengamos un punto de vista equilibrado sobre la educación. Para muchos jóvenes del mundo la educación es un símbolo de prestigio, algo que les ayudará a ascender en la escala social, la clave de la prosperidad y de un estilo de vida materialista. Para otros, la educación es una tarea que hay que terminar lo más pronto posible. Ninguno de estos puntos de vista es apropiado para los verdaderos cristianos. Entonces, ¿cuál es “el punto de vista equilibrado”? Los cristianos deben ver la educación como un medio para lograr un fin. En estos últimos días su propósito es servir a Jehová cuanto sea posible y de la manera más eficaz. Si en el país donde viven la educación mínima requerida o incluso los estudios de la escuela secundaria no les permiten encontrar un empleo que les provea suficientes ingresos para mantenerse como precursores, entonces pudieran considerar la posibilidad de recibir alguna educación o preparación suplementaria. Este paso se daría con el propósito específico de emprender el servicio de tiempo completo.
13. a) ¿Cómo ha podido continuar su servicio de precursor y cumplir con sus obligaciones de familia una hermana de las Filipinas? b) ¿Qué advertencia es oportuna?
13 Algunos cristianos han asistido a cursos de preparación que les han ayudado a conseguir empleos para poder emprender o continuar su servicio de tiempo completo. Una hermana de las Filipinas era quien proveía para la familia, pero quería ser precursora. La sucursal informa: “Ha logrado su meta porque recibió más educación para trabajar de contable titulada”. El mismo informe de la sucursal decía: “Tenemos bastantes hermanos y hermanas que están estudiando y a la vez han hecho lugar en su horario para ser precursores. Por lo general se hacen mejores publicadores, puesto que son más estudiosos, siempre y cuando no se hagan demasiado ambiciosos y quieran progresar en el mundo”. Debemos reflexionar sobre este último comentario. No debe perderse de vista el propósito de adquirir más educación, en el caso de que sea necesario, ni tampoco debe convertirse en una meta materialista.
14, 15. a) ¿Por qué no debemos fijar reglas rigurosas respecto a la educación? b) ¿Qué educación seglar recibieron algunos hermanos responsables, pero cómo han sido recompensados?
14 En algunos países las escuelas secundarias proveen formación profesional que puede preparar a un joven cristiano para desempeñar un oficio después de graduarse. En países donde no hay tal provisión muchos jóvenes emprendedores que solo han recibido la educación básica han encontrado empleo de media jornada que les ha permitido ganar lo suficiente para ser precursores. Por lo tanto, no debemos fijar reglas rigurosas ni a favor ni en contra de recibir más educación.
15 Muchos de los que hoy sirven en puestos de responsabilidad como superintendentes viajantes, en las oficinas centrales de la Sociedad o en una de las sucursales solo recibieron una educación básica. Fueron precursores fieles, nunca dejaron de aprender, recibieron instrucción, y se les han encomendado responsabilidades mayores. No les pesa en absoluto haber obrado así. Por otro lado, algunos de sus compañeros optaron por adquirir una educación universitaria y se desviaron de la verdad, pues se dejaron influir por las filosofías y la “sabiduría del mundo” que destruyen la fe. (1 Corintios 1:19-21; 3:19, 20; Colosenses 2:8.)
Calcule los gastos
16. a) ¿Quiénes deciden si un joven debe seguir estudiando o no, y qué debe mantenerse en primer lugar? b) ¿Qué factores deben tomarse en cuenta?
16 ¿Quiénes deciden si un joven cristiano debería conseguir o no más educación o preparación? El principio bíblico de jefatura entra en el cuadro. (1 Corintios 11:3; Efesios 6:1.) Basándose en este principio los padres deben guiar a sus hijos en cuanto al oficio u ocupación que escojan y también respecto a cuánta educación necesitan. En muchos países es necesario decidir estos asuntos con antelación mientras el joven está en la escuela secundaria. Es entonces cuando los padres y los hijos cristianos necesitan buscar la guía de Jehová para tomar una decisión sabia, manteniendo en primer lugar los intereses del Reino. Los jóvenes tienen diferentes inclinaciones y aptitudes. Los padres observadores las tomarán en cuenta. Cualquier trabajo honrado es digno, sea manual o administrativo. Aunque el mundo tal vez ensalce el trabajo administrativo y menosprecie el trabajo duro y manual, la Biblia de ninguna manera apoya esa opinión. (Hechos 18:3.) Por lo tanto, si después de analizar cuidadosamente y bajo oración las ventajas y las desventajas, los padres y los hijos cristianos deciden a favor o en contra de seguir estudiando después de la escuela secundaria, el resto de la congregación no debería criticarlos.
17. ¿Qué han escogido para sus hijos algunos padres cristianos?
17 Los padres cristianos tienen la prerrogativa de decidir, de modo responsable, si sus hijos seguirán estudiando o no después de la escuela secundaria. El período de estudios variará según la carrera u oficio que se escoja. Muchos padres cristianos han preferido que sus hijos cursen estudios de poco tiempo en escuelas técnicas por razones económicas o para que puedan emprender el servicio de tiempo completo lo antes posible. Algunos jóvenes han trabajado como aprendices de algún oficio, pero siempre teniendo la meta de llevar una vida de servicio pleno a Jehová.
18. Si se sigue estudiando, ¿qué debe tenerse presente?
18 Si se sigue estudiando, no debería ser con el motivo de presumir de preparación ni de sobresalir en una prestigiosa carrera mundana. Los cursos deben escogerse con cuidado. Esta revista ha recalcado correctamente los peligros que encierran los estudios superiores, puesto que gran parte de la educación superior está en conflicto con la “enseñanza sana” de la Biblia. (Tito 2:1; 1 Timoteo 6:20, 21.) Además, desde la década de los sesenta, muchas escuelas de enseñanza superior han llegado a ser semilleros de inmoralidad y desafuero. El “esclavo fiel y discreto” ha advertido enfáticamente acerca de evitar ese ambiente. (Mateo 24:12, 45.) Sin embargo, también es cierto que ahora los jóvenes afrontan esos mismos peligros en las escuelas secundarias, colegios técnicos e incluso en el empleoa. (1 Juan 5:19.)
19. a) ¿Qué precauciones deben tener los que deciden que necesitan más educación? b) ¿Cómo han usado algunos su educación para progresar espiritualmente?
19 Si se llega a la decisión de que el joven Testigo necesita más educación, sería conveniente que la adquiriera, de ser posible, sin marcharse del hogar, de modo que como cristiano pueda conservar sus hábitos de estudio además de asistir a las reuniones y predicar. Desde el principio debe mantener una posición firme basada en los principios bíblicos. Recordemos que aunque Daniel y sus tres compañeros hebreos estaban cautivos en el exilio cuando se les obligó a cursar estudios superiores en Babilonia, mantuvieron firmemente su integridad. (Daniel, capítulo 1.) Muchos jóvenes Testigos de diversos países que han mantenido en primer lugar los intereses espirituales, han asistido a cursos que los han capacitado para trabajos de media jornada como contables, comerciantes, maestros, traductores, intérpretes u otras ocupaciones que les remuneren lo necesario a fin de dedicarse a su carrera principal, a saber, el servicio de precursor. (Mateo 6:33.) Algunos de estos jóvenes posteriormente han llegado a ser superintendentes viajantes o trabajadores voluntarios en Betel.
Un pueblo unido y educado
20. ¿Qué distinción mundana no debe existir en el pueblo de Jehová?
20 En el pueblo de Jehová toda persona tiene que ser estudiante diligente de la Biblia y maestro hábil, prescindiendo de que realice trabajo administrativo, manual o doméstico. Las habilidades que todos adquirimos por medio de la lectura, el estudio y la enseñanza que recibimos tienden a disipar las distinciones que hace el mundo entre obreros y profesionales. Como resultado se fortalecen la unidad y el respeto entre todos, lo cual se observa de modo sobresaliente entre los trabajadores voluntarios de los hogares Betel y de las obras de construcción de la Sociedad Watch Tower, donde las cualidades espirituales son los valores más importantes que se requieren. En esos lugares el personal con experiencia en labores administrativas trabaja a gusto con operarios hábiles, en un ambiente de amor y aprecio. (Juan 13:34, 35; Filipenses 2:1-4.)
21. ¿Cuál debería ser la meta de los jóvenes cristianos?
21 ¡Padres, pongan ante sus hijos la meta de ser miembros útiles de la sociedad del nuevo mundo! ¡Jóvenes cristianos, utilicen las oportunidades que les presenta la educación como un medio para asirse más firmemente de sus privilegios en el servicio de Jehová! Que todos ustedes, como personas enseñadas, demuestren ser miembros bien preparados de la sociedad teocrática ahora y para siempre en la “nueva tierra” que Dios ha prometido. (2 Pedro 3:13; Isaías 50:4; 54:13; 1 Corintios 2:13.)
[Nota a pie de página]
a Véase también La Atalaya del 1 de marzo de 1976, páginas 158-170.
Ponga a prueba su memoria
◻ ¿Por qué se interesan los verdaderos cristianos en la educación?
◻ ¿Cuáles son los puntos de vista extremos en cuanto a la educación que deben evitar los verdaderos cristianos?
◻ ¿Qué peligros que encierra el adquirir más educación deben tenerse presentes, y qué precauciones deben tomarse?
◻ ¿Qué distinción mundana no debe existir en el pueblo de Jehová?
[Fotografía en la página 16]
Jóvenes cristianos que se aplican a los estudios pueden ser miembros más útiles de la sociedad del nuevo mundo
[Fotografía en la página 19]
El motivo para adquirir más educación debería ser el deseo de servir mejor a Jehová
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Un hombre instruidoLa Atalaya 1992 | 1 de noviembre
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Un hombre instruido
‘CONTEMPLEN su llamamiento por él, hermanos, que no muchos sabios según la carne fueron llamados, no muchos poderosos, no muchos de nacimiento noble.’ (1 Corintios 1:26.) Como indican estas palabras, es arriesgado ahondar en la sabiduría mundana o tener una elevada posición social. Estas cosas pueden impedir que la persona acepte las buenas nuevas. (Proverbios 16:5; Marcos 10:25.)
No obstante, en los tiempos de Pablo algunas personas sabias según la carne aceptaron la verdad, y una de estas fue Pablo mismo. Él fue un celoso evangelizador, un hombre bien instruido que al parecer procedía de una familia importante. Su vida muestra que las personas privilegiadas de este mundo pueden servir a Jehová si su corazón es recto. Pueden incluso emplear su educación en el servicio a Jehová. (Lucas 16:9.)
Natural de Tarso
Pablo nació en Tarso, “una ciudad no oscura”, como él mismo la describió tiempo después. (Hechos 21:39.) Fue probablemente en ella donde aprendió varias lenguas, en particular un buen dominio del griego, que le fue de gran valor en su actividad misional. La vida en Tarso no solo familiarizó a Pablo con las costumbres judías, sino también con la cultura gentil, experiencia que le sirvió años más tarde como apóstol a las naciones. Supo cómo expresar la verdad de manera que la entendieran. (1 Corintios 9:21.) Como ejemplo, fíjese en el discurso que presentó a los atenienses, registrado en el capítulo 17 de Hechos. En su presentación de la verdad entrelazó hábilmente referencias a la religión de Atenas y hasta citó de uno de sus poetas.
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