Superintendentes que llevan la delantera. Conductores del Estudio de Libro de Congregación
1 Es un gran privilegio para un anciano o siervo ministerial competente ser conductor de un Estudio de Libro de Congregación. Atender las necesidades espirituales de su grupo es una responsabilidad importante. Sus deberes se pueden clasificar en tres categorías diferentes:
2 Enseñanza eficaz. El conductor del estudio de libro debe prepararse minuciosamente para impartir entendimiento al grupo todas las semanas. Procura aumentar el aprecio del grupo por la información que se analiza. En lugar de comentar en exceso durante el estudio, formula preguntas pertinentes adicionales cuando es necesario a fin de extraer los puntos principales de la lección. Se afana por hacer el estudio interesante e instructivo y conseguir la participación de todos. Su objetivo es edificar espiritualmente, destacar el valor práctico del estudio y hacer que la información llegue a la mente y el corazón (1 Tes. 2:13).
3 Pastoreo beneficioso. El conductor del Estudio de Libro de Congregación es “como escondite contra el viento y escondrijo contra la tempestad de lluvia” (Isa. 32:2). Se interesa genuinamente por todos los de su grupo y cuida de que se brinde ayuda espiritual al que esté desanimado (Eze. 34:15, 16; 1 Tes. 2:7, 8).
4 Evangelización celosa. El conductor del estudio se preocupa por elaborar planes prácticos para que todos en el grupo participen plenamente en el ministerio del campo. Encabeza la obra evangelizadora, sabiendo que la regularidad, el celo y el entusiasmo que él muestre por el servicio se reflejarán en el resto del grupo (Col. 4:17; 2 Tes. 3:9). Con el tiempo, trata de predicar con cada uno de los miembros de su grupo. Si queremos mejorar nuestra habilidad para predicar y enseñar en el ministerio, él puede ayudarnos a alcanzar dicha meta (1 Tim. 4:16; 2 Tim. 4:5).
5 Es una bendición contar con estas dádivas en hombres que están dispuestos a ofrecernos asistencia espiritual y ayuda amorosa (1 Tes. 5:14). Demostremos nuestro aprecio por esta magnífica provisión de Jehová participando regularmente en el estudio de libro y dando fiel apoyo a la obra de evangelización (Heb. 10:25).