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Rahab, declarada justa por obras de feLa Atalaya 1993 | 15 de diciembre
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a los cananeos debido a sus prácticas inmorales, y su bendición sobre Rahab y la conquista de Jericó, es prueba evidente de que los espías no cometieron ningún acto inmoral. (Levítico 18:24-30.)
¿Y las palabras engañosas que dijo a los perseguidores de los espías? Dios aprobó su proceder. (Compárese con Romanos 14:4.) Se arriesgó para proteger a los siervos de Dios, demostrando de este modo su fe. La mentira maliciosa es impropia a los ojos de Dios, pero una persona no está obligada a divulgar información verídica a quien no tiene el derecho de conocerla. Ni siquiera Jesucristo dio detalles completos ni respuestas directas cuando el hacerlo pudo haber producido un daño innecesario. (Mateo 7:6; 15:1-6; 21:23-27; Juan 7:3-10.) El proceder de Rahab al informar mal a los oficiales enemigos debe verse desde ese prisma.
La recompensa de Rahab
¿Cómo se recompensó a Rahab por su fe? El que se la conservara con vida a través de la destrucción de Jericó ciertamente fue una bendición de Jehová. Más tarde, se casó con Salmón (Salmá), el hijo de Nahsón, que fue un principal en el desierto, de la tribu de Judá. Salmón y Rahab fueron padres de Boaz, por lo que compusieron un eslabón en la línea de descendencia que llevó al rey David de Israel. (1 Crónicas 2:3-15; Rut 4:20-22.) Más significativo aún, Rahab, la que fue ramera, es una de las únicas cuatro mujeres que se nombran en la genealogía de Jesucristo del evangelio de Mateo. (Mateo 1:5, 6.) ¡Qué bendición de Jehová!
Aunque no era israelita y había sido prostituta, Rahab es un ejemplo sobresaliente de una mujer que demostró por sus obras que tenía una fe completa en Jehová. (Hebreos 11:30, 31.) Como otras personas, algunas de las cuales también han abandonado una vida de prostitución, recibirá todavía otra recompensa, la resurrección de entre los muertos a la vida en una Tierra paradisíaca. (Lucas 23:43.) Debido a su fe respaldada por obras, Rahab consiguió la aprobación de nuestro amoroso y perdonador Padre celestial. (Salmo 130:3, 4.) Y, sin duda, su excelente ejemplo anima a todos los que aman la justicia a poner su esperanza en Jehová Dios para vida eterna.
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Mantengamos el ojo “sencillo” en la obra del ReinoLa Atalaya 1993 | 15 de diciembre
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Mantengamos el ojo “sencillo” en la obra del Reino
LA REPÚBLICA Democrática Alemana, conocida también como Alemania oriental, casi no llegó a alcanzar la mediana edad. Terminó sus cuarenta y un años de existencia el 3 de octubre de 1990, cuando su territorio, casi del tamaño de Liberia o de Honduras, se integró en la República Federal de Alemania, la llamada Alemania occidental.
La reunificación de las dos Alemanias significó un inmenso conjunto de reformas. A los dos países no solo les había separado una frontera física, sino también ideológica. ¿Qué supuso todo esto para la gente, y cómo ha cambiado la vida de los testigos de Jehová?
La Wende, la revolución de noviembre de 1989 que hizo posible la reunificación, siguió a cuatro décadas de socialismo rígido. Durante ese período, las actividades de los testigos de Jehová estuvieron prohibidas, y la persecución a la que se les sometió fue a veces
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