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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 2004 | 15 de julio
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el sacrificio de rescate de Jesucristo (Mateo 20:28; Juan 3:16; 1 Juan 2:1, 2).a ¿Cuándo quedan libres los cristianos de la ley del pecado? El apóstol Pablo dirigió estas palabras a cristianos ungidos: “La ley de ese espíritu que da vida en unión con Cristo Jesús [los] ha libertado de la ley del pecado y de la muerte” (Romanos 8:2). Quienes abrigan la esperanza de vivir en el cielo reciben tal libertad cuando se les unge con espíritu santo. Aunque sus cuerpos son carnales e imperfectos, Dios los declara justos y los adopta como hijos espirituales (Romanos 3:24; 8:16, 17). Para la clase ungida, el Jubileo cristiano empezó en el Pentecostés de 33 E.C.
¿Qué puede decirse de las “otras ovejas”, que abrigan la esperanza de vivir para siempre en la Tierra? (Juan 10:16.) Para este grupo, el Reinado Milenario de Cristo será un tiempo de restauración y liberación. Durante ese Jubileo del Milenio, Jesús aplicará los beneficios de su sacrificio redentor a la humanidad creyente y anulará los efectos del pecado (Revelación [Apocalipsis] 21:3, 4). Para el fin del Milenio, la humanidad habrá alcanzado la perfección y estará completamente libre del pecado y la muerte heredados (Romanos 8:21). El Jubileo cristiano culminará con estos logros.
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“Todo el que es sagaz actúa con conocimiento”La Atalaya 2004 | 15 de julio
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“Todo el que es sagaz actúa con conocimiento”
LA GUÍA que suministra la Palabra de Dios, la Biblia, ‘ha de desearse más que el oro, sí, que mucho oro refinado’ (Salmo 19:7-10). ¿Por qué razón? Debido a que “la ley del sabio [es decir, de Jehová] es fuente de vida, para apartar a uno de los lazos de la muerte” (Proverbios 13:14). Seguir los consejos de las Escrituras no solo mejora la calidad de nuestra vida, sino que nos ayuda a evitar trampas que la ponen en peligro. Por lo tanto, es de suma importancia que tratemos de adquirir conocimiento bíblico y pongamos en práctica lo que aprendamos.
En Proverbios 13:15-25, el rey Salomón, del antiguo Israel, da consejos que nos ayudan a actuar con conocimiento a fin de gozar de una vida mejor y más larga.a Valiéndose de proverbios concisos, muestra cómo la Palabra de Dios nos ayuda a ganarnos el favor de los demás, cumplir con fidelidad nuestro ministerio, tener la actitud apropiada hacia la disciplina y escoger bien nuestras compañías. También explica lo sabio que es dejar una herencia a los hijos, así como disciplinarlos con amor.
La buena perspicacia nos granjea el favor de los demás
Salomón revela: “La buena perspicacia misma da favor, pero el camino de los de tratos traicioneros es escarpado” (Proverbios 13:15). Una obra de consulta comenta que la expresión utilizada en el idioma original para “buena perspicacia”, o buen entendimiento, “se refiere a la capacidad de conducirse con prudencia, obrar con buen juicio y expresar opiniones sabias”. A la persona que posee tales cualidades no le resulta difícil ganarse el favor de los demás.
Observemos la manera tan perspicaz como se comportó el apóstol Pablo con su compañero cristiano Filemón al enviarle de vuelta a Onésimo, un esclavo fugitivo de Filemón que se había hecho cristiano. Pablo exhortó a Filemón a que recibiera a Onésimo con bondad, tal como lo recibiría a él mismo. De hecho, se ofreció a pagar cualquier deuda que Onésimo tuviera pendiente con Filemón. Aunque el apóstol pudo haberse valido de su autoridad para ordenar a Filemón que recibiera bien a su esclavo, optó por tratar el asunto con prudencia y amor. Pablo sabía que de esa forma contaría con la cooperación de Filemón y que este se sentiría impulsado a hacer incluso más de lo que se le había pedido. ¿No deberíamos tratar a nuestros hermanos de la misma manera? (Filemón 8-21.)
En contraste, el camino de la persona traicionera es escarpado, o “duro” (Reina-Valera, 1960). ¿En qué sentido? Según cierto biblista, la palabra utilizada aquí significa “fuerte o firme, y se refiere al comportamiento insensible de la gente malvada. [...] El hombre que está arraigado en sus malos caminos y es insensible e indiferente a la sabia instrucción de otras personas se dirige a la ruina”.
Salomón pasa a decir: “Todo el que es sagaz actúa con conocimiento, pero el que es estúpido disemina tontedad” (Proverbios 13:16). El que una persona sea sagaz no significa que sea astuta o taimada. El proverbio relaciona la sagacidad con el conocimiento y la prudencia de quien piensa muy bien las cosas antes de actuar. Cuando se encara a críticas injustas o incluso a insultos, el sagaz refrena sus labios. Ora a Jehová para que le ayude a manifestar el fruto del espíritu a fin de no irritarse demasiado (Gálatas 5:22, 23). El prudente no permite que los demás o la situación lo dominen. Antes bien, se mantiene calmado y evita las peleas en las que suele verse envuelta la persona que se enoja enseguida cuando la ofenden.
El sagaz también actúa con conocimiento al tomar decisiones. Sabe que conjeturar, actuar por impulso o sencillamente hacer lo que hacen todos rara vez produce buenos resultados. Por eso, dedica tiempo a estudiar su situación. Analiza todos los hechos y determina qué opciones tiene. Luego examina las Escrituras y decide qué leyes o principios bíblicos serían aplicables. La senda de quien actúa así no se tuerce (Proverbios 3:5, 6).
“Un enviado fiel es una curación”
A los testigos de Jehová se nos ha encomendado la responsabilidad de proclamar un mensaje divino. Las palabras del siguiente proverbio nos ayudan a seguir cumpliendo fielmente con nuestra comisión: “Un mensajero que es inicuo cae en lo malo, pero un enviado fiel es una curación” (Proverbios 13:17).
En este versículo se recalcan las cualidades del mensajero. ¿Qué ocurrirá
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