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  • Cuando la generosidad abunda

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  • Cuando la generosidad abunda
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1999
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1999
w99 1/11 págs. 20-23

Cuando la generosidad abunda

SI USTED tuviera la oportunidad de hacer un regalo a un rey, ¿qué le obsequiaría? ¿Y si él fuera el gobernante más rico y sabio del mundo? ¿Se le ocurre algún presente que pudiera complacerle? Hace unos tres mil años, la reina de Seba tuvo que plantearse estas preguntas cuando se disponía a visitar a un gobernante de esas características: el rey Salomón de Israel.

La Biblia nos dice que su regalo constaba de 120 talentos de oro “y grandísima cantidad de aceite balsámico y piedras preciosas”. A precios actuales, solo el oro costaría unos 40.000.000 de dólares. El aceite balsámico, un aceite aromático y medicinal, se valoraba en aquel tiempo tanto como el oro. Aunque la Biblia no especifica cuánto aceite llevó la reina a Salomón, sí nos dice que su presente nunca fue igualado (1 Reyes 10:10).

La reina de Seba obviamente era rica y generosa. Lo que es más, su generosidad fue bien recompensada. “El rey Salomón mismo —dice la Biblia— dio a la reina de Seba todo lo que la deleitaba que ella había pedido, además del valor de lo que ella había traído al rey.” (2 Crónicas 9:12.) Aunque es cierto que los reyes acostumbraban a intercambiar regalos, la Biblia hace una referencia explícita a la “mano abierta” de Salomón (1 Reyes 10:13). Este rey escribió: “El alma generosa será engordada ella misma; y el que liberalmente riega a otros, él mismo también será liberalmente regado” (Proverbios 11:25).

Hay que decir asimismo que el viaje que realizó la reina de Seba para visitar a Salomón le supuso una importante inversión de tiempo y energías. Parece ser que Seba estaba ubicada en lo que hoy se conoce como la República del Yemen; de modo que la reina y su caravana de camellos viajaron bastante más de mil seiscientos kilómetros hasta Jerusalén. Como dijo Jesús, “ella vino desde los fines de la tierra”. ¿Por qué emprendió la reina de Seba este arduo viaje? Lo hizo, especialmente, “para oír la sabiduría de Salomón” (Lucas 11:31).

Primero de los Reyes 10:1, 2 dice que la reina de Seba “vino a probarlo con preguntas de las que causan perplejidad. [...] [Ella] procedió a [...] hablarle todo lo que se hallaba junto a su corazón”. ¿Cómo respondió el rey? “Salomón, a su vez, fue declarándole todos los asuntos de ella. Resultó que no hubo asunto escondido al rey que él no le declarara.” (1 Reyes 10:3.)

Sorprendida por todo lo que oyó y vio, la reina respondió humildemente: “¡Felices son estos siervos tuyos que están de pie ante ti constantemente, escuchando tu sabiduría!” (1 Reyes 10:4-8). No pronunció felices a los siervos de Salomón por vivir en la opulencia, aunque así era, sino porque podían escuchar constantemente la sabiduría que Salomón había recibido de Dios. La reina de Seba es un buen ejemplo para los siervos de Jehová de la actualidad, que se benefician de la sabiduría del Creador mismo y la de su Hijo, Jesucristo.

También es digno de nota el siguiente comentario que le hizo la reina a Salomón: “Llegue a ser bendito Jehová tu Dios” (1 Reyes 10:9). Es evidente que percibió la mano de Jehová en la sabiduría y la prosperidad de Salomón. Estas palabras concuerdan con lo que Jehová prometió a Israel en tiempos anteriores. ‘Si guardan mis regulaciones’, dijo, “esto es sabiduría de parte de ustedes y entendimiento de parte de ustedes ante los ojos de los pueblos que oirán acerca de todas estas disposiciones reglamentarias, y ciertamente dirán: ‘Esta gran nación sin duda es un pueblo sabio y entendido’” (Deuteronomio 4:5-7).

Acudamos al Dador de sabiduría

En tiempos modernos millones de personas también han sido atraídas a la organización de Jehová porque han percibido que el “Israel de Dios” es “un pueblo sabio y entendido”, no por naturaleza propia, sino porque lo guían las leyes y principios perfectos de Dios (Gálatas 6:16). Las cifras del bautismo muestran que en los últimos años cientos de miles de nuevos discípulos han dicho anualmente al Israel espiritual en esencia: “Ciertamente iremos con ustedes porque hemos oído que Dios está con ustedes” (Zacarías 8:23). A estos nuevos discípulos les asombra ver el banquete de alimento espiritual que Jehová extiende ante sus siervos. Nunca habían visto nada igual en sus religiones anteriores (Isaías 25:6).

Demos al mayor Dador

Habiendo recibido tanto, las personas agradecidas se preguntan lógicamente cómo pueden corresponder al mayor Rey y Dador, Jehová Dios. La Biblia revela que el mejor regalo que podemos dar a Jehová es el “sacrificio de alabanza” (Hebreos 13:15). ¿Por qué? Porque este sacrificio está relacionado directamente con la salvación, uno de los principales intereses de Jehová en este tiempo del fin (Ezequiel 18:23). Además, también constituye un sacrificio aceptable dar de las fuerzas y el tiempo que poseemos para ayudar a los enfermos, los deprimidos y otras personas necesitadas (1 Tesalonicenses 5:14; Hebreos 13:16; Santiago 1:27).

Las contribuciones monetarias desempeñan un papel importante. Hacen posible la producción de Biblias, publicaciones bíblicas y la obtención de lugares de reunión para los cristianos (Hebreos 10:24, 25). Las contribuciones también suministran fondos para ayudar a las víctimas de las guerras y de los desastres naturales.

La Palabra de Dios contiene principios útiles que nos marcan algunas pautas a este respecto. Por ejemplo, enseña que los cristianos no dan una cantidad fija, sino que contribuyen lo que mejor pueden, haciéndolo de buena gana, motivados por un corazón alegre (2 Corintios 9:7). Algunos pueden dar mucho; otros, como la viuda necesitada del tiempo de Jesús, muy poco (Lucas 21:2-4). ¿No es notable que Jehová, el Dueño de todo el universo, valore toda dádiva y sacrificio que se haga en su nombre con una buena motivación? (Hebreos 6:10.)

A fin de que el pueblo de Jehová pueda dar con alegría, se le mantiene informado de las diferentes necesidades existentes y de maneras efectivas en las que estas pueden satisfacerse. El espíritu santo de Jehová, a su vez, hace que su corazón dispuesto responda. Este fue el procedimiento que se siguió en el antiguo Israel para la construcción del tabernáculo y, luego, del templo (Éxodo 25:2; 35:5, 21, 29; 36:5-7; 39:32; 1 Crónicas 29:1-19). En el siglo primero de la era común, este mismo procedimiento permitió que los cristianos tuvieran los recursos necesarios para llevar a las naciones las buenas nuevas del Reino y apoyar a los hermanos de Israel durante un tiempo de hambre (1 Corintios 16:2-4; 2 Corintios 8:4, 15; Colosenses 1:23).

De igual modo, Jehová ha bendecido hoy a su pueblo, y seguirá haciéndolo, dándole lo que necesita para llevar a cabo la mayor campaña de predicación y enseñanza que el mundo ha conocido jamás (Mateo 24:14; 28:19, 20).

¿Cuáles son las necesidades actuales?

Los testigos de Jehová se han registrado en los últimos años en muchos países donde antes su obra se hallaba bajo restricción. Por ello, en muchos de esos países se ha visto un tremendo crecimiento en el número de publicadores. Es lógico que haya una gran demanda de Biblias y publicaciones bíblicas.

Lo mismo sucede con los Salones del Reino. Ahora se necesitan unos nueve mil nuevos Salones del Reino por todo el mundo. Si se construyera uno todos los días, se necesitarían más de veinticuatro años para satisfacer las necesidades actuales. Entretanto, se forman unas siete nuevas congregaciones diariamente, muchas en lugares del mundo donde abunda la pobreza. Sin embargo, en muchos de estos lugares no se requieren edificios costosos. En algunos sitios se puede construir un Salón del Reino que satisface la necesidad y supone un buen testimonio para la comunidad por tan poco como 6.000 dólares.

En el siglo primero ciertos cristianos estaban en mejor situación económica que otros, de modo que el apóstol Pablo les escribió: “Mediante una igualación, el sobrante de ustedes precisamente ahora compense lo que les falta a ellos, para que el sobrante de ellos también llegue a compensar lo que les falte a ustedes, para que se efectúe una igualación” (2 Corintios 8:14). Hoy, una “igualación” parecida está suministrando los fondos necesarios para proveer Biblias, publicaciones bíblicas, Salones del Reino, fondos de socorro y otras ayudas en muchas partes del mundo. Estas contribuciones son una bendición tanto para el que las hace como para el que las recibe (Hechos 20:35).

Como indican las cartas que la Sociedad recibe de personas de corazón generoso, muchos lectores de esta revista desean ayudar pero desconocen las diferentes maneras en que pueden contribuir. El recuadro adjunto los ayudará a contestar sus preguntas.

Durante el glorioso reinado de Salomón, “todos los reyes de la tierra” que oyeron de él fueron a visitarle. Sin embargo, la Biblia solo menciona por nombre a uno de esos gobernantes: la reina de Seba (2 Crónicas 9:23). Ella hizo un gran sacrificio. Pero fue recompensada abundantemente, tanto que al término de su visita “quedó atónita y como fuera de sí” (2 Crónicas 9:4, Bartina-Roquer).

En el futuro, Jehová, el mayor Rey y Dador, hará mucho más de lo que pudo hacer Salomón en favor de aquellos que se sacrifican por Él. Estos también ‘quedarán atónitos y como fuera de sí’, pues Jehová no solo los conservará con vida a través de su imponente día de juicio, sino que después ‘abrirá su mano y satisfará el deseo de toda cosa viviente’ (Salmo 145:16).

[Recuadro de la página 22]

Modalidades de contribución

CONTRIBUCIONES PARA LA OBRA MUNDIAL

MUCHOS apartan cierto dinero para depositarlo en las cajas de contribuciones rotuladas “Contribuciones para la obra mundial de la Sociedad (Mateo 24:14)”. Todos los meses, las congregaciones envían estas aportaciones a la sede mundial de Brooklyn (Nueva York) o a la sucursal de su país.

También puede donarse dinero enviándolo directamente a: Treasurer’s Office, Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania, 25 Columbia Heights, Brooklyn, New York 11201-2483, o a la sucursal de la Sociedad que atiende a su país. Asimismo pueden donarse joyas u otros artículos de valor. Dichas contribuciones deben ir acompañadas de una carta breve que indique que se trata de donativos incondicionales.

DONATIVOS CONDICIONALES

Puede darse dinero a la Sociedad Watch Tower mediante un acuerdo especial por el que se reintegrarán al donante los fondos en caso de surgirle una necesidad. Si desea más detalles, sírvase comunicarse con Treasurer’s Office, cuya dirección aparece más arriba.

DONATIVOS PLANIFICADOS

Aparte de los donativos de dinero incondicionales y condicionales, existen otras formas de dar en favor del servicio mundial del Reino, como son:

Seguros: Puede nombrarse a la Sociedad Watch Tower beneficiaria de una póliza de seguro de vida o de un plan de jubilación o de pensiones.

Cuentas bancarias: Pueden ponerse cuentas bancarias, certificados de depósito o cuentas personales de jubilación en fideicomiso o pagaderos en caso de muerte a la Sociedad Watch Tower, en conformidad con las leyes bancarias del país.

Acciones y bonos: Pueden legarse acciones y bonos a la Sociedad Watch Tower, ya sea como donativo incondicional o con la condición de que el donante siga percibiendo los intereses.

Inmuebles: Pueden cederse a la Sociedad Watch Tower inmuebles vendibles, ya sea como donativo incondicional o conservando el donante el dominio vitalicio sobre la propiedad, en la que podrá residir mientras viva. Es preciso comunicarse con la Sociedad antes de transferirle un inmueble.

Testamentos y fideicomisos: Pueden legarse a la Sociedad Watch Tower propiedades o dinero mediante un testamento debidamente legalizado o nombrándola beneficiaria de un convenio de fideicomiso. Los fideicomisos a beneficio de una entidad religiosa pueden reportar ciertas ventajas tributarias.

Como indica la designación “donativos planificados”, esta clase de contribuciones exige habitualmente cierta planificación por parte del donante. Para ayudar a quienes deseen favorecer a la Sociedad con algún tipo de donativo planificado, se ha preparado el folleto en inglés Planned Giving to Benefit Kingdom Service Worldwide (Donativos planificados para beneficio del servicio mundial del Reino). Se redactó como respuesta a la gran cantidad de preguntas que ha recibido la Sociedad en materia de regalos, testamentos y fideicomisos. También contiene datos útiles sobre la planificación relativa a bienes inmuebles, finanzas e impuestos, y está concebido para ayudar a los residentes de Estados Unidos que piensen hacer una donación especial a la Sociedad ahora o dejar bienes en herencia, a escoger el método más ventajoso y eficaz teniendo en cuenta sus circunstancias familiares y personales. Puede conseguirse ese folleto solicitándolo directamente a Charitable Planning Office (Sección de Donativos Planificados).

Después de leer el folleto y consultar con Charitable Planning Office, muchos han conseguido ayudar a la Sociedad y a la vez aprovechar al máximo los beneficios fiscales de hacerlo. Charitable Planning Office debe ser informada y recibir copia de todos los documentos de relevancia que tengan que ver con estos procedimientos. Si está interesado en contribuir mediante donativos planificados, debe comunicarse, por escrito o telefónicamente, con Charitable Planning Office, en la dirección que aparece a continuación o en la sucursal que atiende a su país.

CHARITABLE PLANNING OFFICE

Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania

100 Watchtower Drive,

Patterson, New York 12563-9204

Teléfono: (914) 306-1000

[Ilustraciones de la página 23]

La obra de los testigos de Jehová se sufraga por medio de donaciones voluntarias

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