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  • ¿Por qué necesitas ser resiliente?
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Los jóvenes preguntan
ijwyp artículo 95
Un joven pasa de estar triste a estar feliz.

LOS JÓVENES PREGUNTAN

¿Me considero una persona resiliente?

¿Has tenido que superar alguno de estos problemas?

  • La muerte de alguien a quien querías.

  • Una enfermedad crónica.

  • Un desastre natural.

Todos necesitamos ser resilientes cuando pasamos por problemas graves. Eso está claro. Pero los expertos dicen que también tenemos que serlo con los problemas de todos los días. ¿Por qué? Porque incluso esos pequeños problemas pueden afectar nuestra salud. Por eso, sean cuales sean tus problemas, es importante que aprendas a ser resiliente.

  • ¿Qué es la resiliencia?

  • ¿Por qué necesitas ser resiliente?

  • ¿Cómo se aprende a ser más resiliente?

  • Lo que opinan otros jóvenes

¿Qué es la resiliencia?

La resiliencia es la capacidad de sobreponerte a los cambios y problemas de la vida. Las personas resilientes tienen problemas como todo el mundo, pero salen adelante. Tal vez les queden cicatrices, pero no se hunden. Se hacen más fuertes.

Comparación de dos imágenes. 1. Una palmera doblada por una tormenta. 2. La misma palmera otra vez derecha después de la tormenta.

Las palmeras resisten las tormentas: se doblan pero vuelven a enderezarse. Tú puedes hacer lo mismo.

¿Por qué necesitas ser resiliente?

  • Porque los problemas son parte de la vida. La Biblia dice que “los veloces no siempre ganan la carrera, [...] ni siempre les va bien a los que tienen conocimiento, ya que a todos les llega algún mal momento y algún suceso imprevisto” (Eclesiastés 9:11). ¿Y qué quiere decir eso? Pues que hasta las personas buenas sufren, aunque no hayan hecho nada malo.

  • Porque la resiliencia te protege. Un consejero escolar dice que a su oficina vienen cada vez más alumnos con crisis nerviosas por no conseguir la calificación que esperaban o porque los han criticado por algo en las redes sociales. Es verdad que parecen problemas sin importancia, pero, según él, si no saben manejar sus emociones, pueden desarrollar “trastornos emocionales o mentales de todo tipo”.a

  • Porque ser resiliente también te ayudará de adulto. El doctor Richard Lerner dice sobre las decepciones que uno sufre en la vida: “Reponerse de esas situaciones, ponerse nuevas metas y encontrar nuevas formas de conseguir lo que quieres es parte de ser un adulto maduro y competente”.b

¿Cómo se aprende a ser más resiliente?

  • Intenta ver las cosas tal como son. Aprende a diferenciar entre los problemas importantes y los que no lo son. La Biblia dice que “el tonto muestra enseguida su irritación, pero el hombre prudente pasa por alto un insulto” (Proverbios 12:16). No puedes dejar que todo te afecte.

    “Mis compañeros de clase hacían un drama de cualquier cosa. Luego en las redes sociales sus amigos les daban la razón. Total, que terminaban todavía peor y ya no eran capaces de ver las cosas como son” (Joanne).

  • Aprende de otros. Hay un proverbio bíblico que dice: “Así como el hierro afila el hierro, un hombre hace mejor a su amigo” (Proverbios 27:17). Puedes aprender mucho de otras personas que han logrado superar situaciones muy difíciles.

    “Cuando hables con otros, verás que han pasado por momentos supercomplicados, pero que ahora ya están bien. Aprovecha y pregúntales qué hicieron y qué no hicieron” (Julia).

  • Ten paciencia. La Biblia dice: “Aunque el justo caiga siete veces, volverá a levantarse” (Proverbios 24:16). Toma su tiempo superar los problemas, así que es normal que tengas días malos. Lo importante es volver a levantarse.

    “Cuando estás saliendo de un bache, tu corazón y tus emociones necesitan curarse, y eso lleva tiempo. Es un proceso. Me he dado cuenta de que poco a poco te vas recuperando y las cosas se hacen menos cuesta arriba” (Andrea).

  • Agradece lo que tienes. La Biblia dice: “Demuestren su agradecimiento” (Colosenses 3:15). Sin importar lo dura que sea la situación por la que estás pasando, siempre hay cosas por las que dar las gracias, cosas por las que vale la pena vivir. Intenta pensar en tres de ellas.

    “Cuando te pasa algo malo, lo más fácil es pensar ‘¿Por qué a mí?’. Pero, si eres resiliente, no le darás demasiadas vueltas a todo. Serás positivo y estarás agradecido por lo que tienes y por lo que sí puedes hacer” (Samanta).

  • Es cuestión de actitud. El apóstol Pablo dijo: “He aprendido a estar contento sean cuales sean mis circunstancias” (Filipenses 4:11). Pablo no podía controlar las cosas malas que le pasaban, pero sí podía controlar su reacción. Estaba decidido a tener siempre una buena actitud.

    “Me he dado cuenta de que mi primera reacción ante los problemas no siempre es la mejor. Me estoy esforzando por tener una actitud positiva pase lo que pase. Eso me ayudará a mí y también a la gente que tengo cerca” (Matthew).

  • Cuéntaselo a Jehová. La Biblia te dice: “Arroja tu carga sobre Jehová, y él te sostendrá. Jamás permitirá que caiga el justo” (Salmo 55:22). Orarle a Jehová no es una simple forma de autoayuda, no es algo que haces solo para sentirte mejor. Cuando oras, estás teniendo una conversación real con tu Creador, que te quiere y se preocupa por ti (1 Pedro 5:7).

    “No tengo por qué luchar solo. Me desahogo con Jehová, le cuento mis cosas y le doy las gracias por todo lo que ha hecho por mí. Así me quito de encima los sentimientos negativos y me centro en lo bueno. ¡Orar es importantísimo!” (Carlos).

Lo que opinan otros jóvenes

Sarái.

“Todos somos imperfectos, así que todos cometemos errores, y no solo de vez en cuando, sino todos los días. Eso es así y no se puede cambiar. Por eso, no te bloquees y aprende de tus errores. Si te vuelve a pasar lo mismo, pregúntate qué puedes hacer diferente esta vez” (Sarái).

Isabelle.

“Uno de mis textos favoritos es Mateo 6:27. Ahí Jesús dice: ‘¿Quién de ustedes, por angustiarse, puede alargar un solo codo la duración de su vida?’. A veces me obsesiono con las cosas y me agobio yo sola sin ninguna necesidad. Así que intento hacer frente a los problemas día a día. Agobiarme por lo que no puedo controlar no me ayuda nada” (Isabelle).

Repaso: ¿Cómo se aprende a ser más resiliente?

  1. 1. Intenta ver las cosas tal como son. Aprende a diferenciar entre los problemas importantes y los que no lo son.

  2. 2. Aprende de otros. Habla con tus padres o con otros adultos que han pasado por situaciones difíciles.

  3. 3. Ten paciencia. Los problemas no se superan de la noche a la mañana. No te desanimes si tardas en recuperarte más de lo que esperabas.

  4. 4. Agradece lo que tienes. Por muy dura que sea la situación, siempre hay cosas por las que dar las gracias.

  5. 5. Es cuestión de actitud. No siempre podemos elegir lo que nos pasa en la vida, pero sí podemos elegir cómo reaccionar.

  6. 6. Cuéntaselo a Jehová. Cuando oras, estás teniendo una conversación real con tu Creador, que te quiere y se preocupa por ti (1 Pedro 5:7).

a Del libro Disconnected, de Thomas Kersting.

b Del libro The Good Teen—Rescuing Adolescence From the Myths of the Storm and Stress Years.

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