BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • ¿Dónde está el límite?
    Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 2)
    • CAPÍTULO 4

      ¿Dónde está el límite?

      Indica si es verdadero o falso:

      Todo contacto físico entre novios es pecado.

      □ Verdadero

      □ Falso

      Una pareja puede ser culpable de fornicación aunque no llegue al coito.

      □ Verdadero

      □ Falso

      Los novios que no se toman ciertas libertades de carácter sexual no se quieren.

      □ Verdadero

      □ Falso

      SI ESTÁS saliendo con alguien, este es un tema al que de seguro le habrás dado muchas vueltas. Y es que no es fácil saber dónde poner el límite a las expresiones de cariño. Examinemos una a una estas afirmaciones y veamos cómo puede ayudarnos la Biblia a responder la pregunta del capítulo.

      ● Todo contacto físico entre novios es pecado.

      Falso. La Biblia no condena las expresiones de afecto sanas. Tomemos por caso la historia de amor entre la joven sulamita y el pastor. Su noviazgo fue casto y, sin embargo, se sabe que intercambiaron muestras de cariño (El Cantar de los Cantares 1:2; 2:6; 8:5). Hoy, algunas parejas que están pensando seriamente en casarse tampoco ven mal ciertas demostraciones de afecto.a

      Aun así, deben tener mucho cuidado. Los besos, los abrazos y otras muestras de cariño que avivan los deseos sexuales pueden hacer que la pareja pierda el control. Por honorables que sean sus intenciones, es muy fácil dejarse llevar por la pasión y caer en la inmoralidad sexual (Colosenses 3:5).

      ● Una pareja puede ser culpable de fornicación aunque no llegue al coito.

      Verdadero. La palabra griega que se traduce “fornicación” (pornéia) es un término muy amplio. Engloba todo tipo de relaciones sexuales fuera del matrimonio y se refiere al uso indebido de los órganos genitales. Así que la fornicación no se limita al coito propiamente dicho; también abarca actos como masturbar a otra persona y practicar el sexo oral o anal.

      Pero la Biblia no solo condena la fornicación. El apóstol Pablo dio una lista de lo que se conoce como “las obras de la carne”, las cuales, además de la fornicación, incluyen la “inmundicia” y la “conducta relajada”. Y agregó: “Los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios” (Gálatas 5:19-21).

      Pero ¿qué se entiende por “inmundicia”? El término griego que Pablo usó abarca todo tipo de impureza, ya sea en lo que se dice o en lo que se hace. Algunos ejemplos claros de inmundicia serían manosear a otra persona bajo la ropa, desnudarla o acariciar ciertas partes de su cuerpo que son más íntimas, como pudieran ser los pechos. Según la Biblia, ciertas muestras de cariño, como acariciar los pechos, están limitadas a las parejas casadas (Proverbios 5:18, 19).

      Por otro lado, hay jóvenes que desobedecen descaradamente las normas divinas. Se pasan de la raya a sabiendas, o hasta buscan con avidez personas con quienes puedan realizar estas prácticas inmundas. Algunos han llegado a caer en lo que Pablo llamó “conducta relajada”. La palabra griega original se aplica a “actos escandalosos” o “excesos”, y conlleva una actitud de “insolencia”, “desenfreno sexual” o “descaro”. Obviamente, ningún cristiano quiere convertirse en un desvergonzado que esté “más allá de todo sentido moral” y se entregue a “la conducta relajada para obrar toda clase de inmundicia con avidez” (Efesios 4:17-19).

      ● Los novios que no se toman ciertas libertades de carácter sexual no se quieren.

      Falso. Pese a lo que algunos piensan, tomarse libertades de carácter sexual no fortalece la relación de pareja. Al contrario, daña la confianza y el respeto mutuo. Fijémonos en lo que le pasó a Laura. “Un día que mi madre no estaba en casa, mi novio vino para ver televisión. Al principio, solo me tomó de la mano, pero de pronto empezó a ir más allá. No me atreví a decirle nada porque pensé que se molestaría conmigo y se marcharía.”

      ¿Qué opinas? ¿Crees que el novio de Laura de veras se interesaba en ella, o solo pensaba en sí mismo? Si alguien trata de convencerte para que hagas algo inmundo, ¿crees que de verdad te quiere?

      El joven que presiona a su novia para que pase por alto su conciencia y educación cristiana viola la ley de Dios. Además, cuesta creer que lo que siente por ella sea amor verdadero. Por su parte, la chica que voluntariamente cede a la presión deja que él se aproveche de ella y, peor aún, se hace cómplice de un acto inmundo, quizá incluso de fornicación (1 Corintios 6:9, 10).b

      Fija límites claros

      Pues bien, si ya has iniciado un noviazgo, ¿cómo puedes impedir que la situación se te escape de las manos? Lo más prudente es poner límites de antemano. Como dice Proverbios 13:10: “Con los que consultan juntos hay sabiduría”. Así que ponte de acuerdo con tu pareja sobre qué muestras de cariño están bien. No esperes a verte en una situación romántica cargada de pasión para hacerlo. Sería como esperar a que ardiera tu casa para entonces instalar una alarma contra incendios.

      Es posible que te resulte difícil o te dé vergüenza conversar sobre este tema tan delicado, sobre todo al principio del noviazgo. Pero a la larga te conviene. Los límites actúan como detectores de humo: activan la alarma a la menor señal de peligro. Además, poder hablar con la otra persona de temas como estos te permitirá determinar, hasta cierto punto, el futuro de la relación. Estos límites también te ayudarán a desarrollar cualidades como el autodominio, la paciencia y el altruismo, que sentarán las bases para una vida sexual satisfactoria en el matrimonio (1 Corintios 7:3, 4).

      Es cierto, seguir las normas divinas no es nada fácil. Pero haz caso a los consejos de Jehová. A fin de cuentas, como dice Isaías 48:17, él “te enseña para que te beneficies a ti mismo” y “te hace pisar en el camino en que debes andar”. Nunca olvides que Jehová siempre quiere lo mejor para ti.

      HALLARÁS MÁS INFORMACIÓN EN EL CAPÍTULO 24 DEL PRIMER VOLUMEN

      EN EL SIGUIENTE CAPÍTULO

      No te avergüences de ser virgen. Al contrario, debes sentirte orgulloso. ¿Sabes por qué?

      [Notas]

      a En algunos lugares, las expresiones de afecto en público entre personas no casadas se consideran de mal gusto e incluso ofensivas. En estos casos, los cristianos procuramos no dar motivos para que otros nos critiquen (2 Corintios 6:3).

      b Por supuesto, a veces puede ser ella quien ejerza la presión.

      TEXTO BÍBLICO CLAVE

      “El amor [...] no se porta indecentemente.” (1 Corintios 13:4, 5)

      UNA SUGERENCIA

      Cuando salgas con tu pareja, procura que sea en grupo o, por lo menos, con alguien más. Evita situaciones arriesgadas, como quedarse a solas en un automóvil estacionado, en una casa o en un apartamento.

      ¿SABÍAS ESTO?

      Es verdad que los novios tienen que hablar de ciertos temas íntimos antes de la boda. Pero cuidado: hablar explícitamente de temas eróticos a fin de excitarse es una forma de inmundicia, aunque se haga con mensajes de texto o por teléfono.

      ¡MANOS A LA OBRA!

      Si siento la tentación de pasarme de la raya, esto es lo que voy a hacer: ․․․․․

      ¿Qué haré si la persona con la que salgo me presiona para hacer algo inmoral? ․․․․․

      ¿Qué quiero preguntarle a mi padre o a mi madre sobre este tema? ․․․․․

      Y TÚ, ¿QUÉ PIENSAS?

      ● ¿Qué límites pondrías al contacto físico con una persona del sexo opuesto?

      ● Explica la diferencia entre fornicación, inmundicia y conducta relajada.

      [Comentario de la página 46]

      “Mi novio y yo hemos leído juntos algunos artículos bíblicos sobre la castidad que nos han ayudado mucho a tener una conciencia limpia.” (Leticia)

      [Recuadro de la página 44]

      ¿y si ya has cruzado el límite?

      ¿Qué vas a hacer si ya has cometido un error grave? No te engañes pensando que puedes resolver el problema por tu cuenta. “Le pedía constantemente a Jehová que nos ayudara a no repetirlo —confesó una joven—, y aunque a veces funcionaba, otras no.” Lo mejor es hablar con tus padres cuanto antes. También sería bueno que, como aconseja la Biblia, acudieras a los ancianos de la congregación (Santiago 5:14). Estos pastores cristianos pueden corregirte y darte buenos consejos. Así podrás restaurar tu relación con Dios.

      [Ilustraciones de la página 47]

      ¿Verdad que no esperarías a que ardiera tu casa para instalar una alarma? Pues tampoco esperes a que se despierte la pasión para poner límites

  • ¿Por qué debería seguir siendo virgen?
    Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 2)
    • CAPÍTULO 5

      ¿Por qué debería seguir siendo virgen?

      “La presión para probar el sexo es muy fuerte.” (Kelly)

      “Nunca he estado con una chica y me siento raro.” (Jim)

      “¿YA LO has hecho alguna vez?” Tiemblas de solo pensar que te pregunten eso. Y es normal. En muchos lugares, los jóvenes inician su vida sexual en la adolescencia, y los que no lo hacen son considerados seres de otro planeta.

      La fuerza del deseo y la presión de grupo

      Si eres cristiano, sabes que la Biblia anima a los siervos de Dios a que se “abstengan de la fornicación” (1 Tesalonicenses 4:3). Aun así, quizá te cueste controlar tus deseos sexuales. Un joven llamado Pablo confesó: “A veces me vienen pensamientos eróticos, y no sé por qué”. Estas sensaciones son naturales, al menos hasta cierto punto.

      A esta presión interna hay que añadirle otra: el acoso o las burlas constantes de los demás. Quizá tus compañeros te digan que hasta que no hagas el amor no eres un hombre o una mujer de verdad. Elena dice: “Tus compañeros quieren que creas que hacer el amor sin estar casado es una experiencia alucinante y totalmente normal. Si no aprovechas las ocasiones que se te presentan, eres la rara del grupo”.

      Ahora bien, hay algo que tus compañeros no te cuentan. María recuerda lo que sintió después de haberse acostado con su novio: “Me sentí avergonzada, y también enojada conmigo misma y con él”. Esta reacción es más habitual de lo que piensa la mayoría de los jóvenes. Lo cierto es que en el caso de muchos adolescentes, su primer encuentro sexual es una experiencia traumática que puede llegar a tener serias consecuencias.

      En cualquier caso, quizá te preguntes lo mismo que una joven llamada Shanda: “¿Por qué hizo Dios que los jóvenes sintiéramos deseos sexuales si no podemos satisfacerlos hasta que nos casemos?”. Esta es una buena pregunta que vale la pena analizar.

      ¿Son los impulsos sexuales los únicos deseos intensos que tienes? Está claro que no. Jehová te creó con la capacidad de sentir una amplia variedad de deseos y emociones.

      ¿Obedeces ciegamente todos tus impulsos? No, pues Dios también te creó con la capacidad de controlarte.

      La conclusión a la que llegamos es que tal vez no podamos evitar sentir un impulso, pero lo que sí podemos hacer es controlar cómo respondemos a ese impulso. Querer satisfacer todos los deseos sexuales que sientas sería tan ilógico como golpear a una persona cada vez que sientas el deseo de hacerlo.

      Dios siempre ha dejado claro que no debemos utilizar mal nuestros órganos sexuales. La Biblia dice: “Que cada uno de ustedes sepa tomar posesión de su propio vaso [o cuerpo] en santificación y honra” (1 Tesalonicenses 4:4). Tal como hay “tiempo de amar y tiempo de odiar”, también hay un momento para satisfacer los deseos sexuales y otro para reprimirlos (Eclesiastés 3:1-8). Por eso, ten la seguridad de que sí puedes controlar tus impulsos.

      Pero ¿qué harás si alguien se burla de ti porque no puede creer que nunca te hayas acostado con alguien? No te dejes intimidar. Si lo único que pretende es humillarte, podrías decirle: “Pues sí, nunca lo he hecho. ¿Y sabes qué? Me alegro mucho”. O quizá: “Eso es algo privado de lo que no hablo con nadie” (Proverbios 26:4; Colosenses 4:6).a Ahora bien, si crees que la persona en cuestión merece saber más, podrías explicarle tu postura bíblica.

      ¿Qué más le dirías a quien se burle de ti porque eres virgen?

      ․․․․․

      Un precioso regalo

      ¿Sabes cómo se siente Dios cuando la gente tiene relaciones sexuales antes de casarse? Pongamos un ejemplo. Supón que tienes guardado un regalo para un amigo y antes de que puedas dárselo, él lo encuentra y, por curiosidad, lo abre. ¿Verdad que te molestaría? Pues imagínate cómo se sentirá Dios si no esperas al matrimonio para abrir su regalo: las relaciones sexuales (Génesis 1:28).

      Entonces, ¿qué harás cada vez que tengas deseos sexuales? En pocas palabras, aprender a controlarlos. Y eso es algo que tú puedes lograr. Pídele a Jehová su espíritu y verás que él te ayuda a desarrollar autodominio (Gálatas 5:22, 23). Recuerda que Jehová “no retendrá nada que sea bueno de los que andan exentos de falta” (Salmo 84:11). Un chico llamado Gordon dijo: “A veces pienso que si tuviera relaciones antes de casarme, no sería tan malo. Pero luego me doy cuenta de que mi espiritualidad se vendría abajo. No hay ningún pecado por el que valga la pena perder mi relación con Jehová”.

      El hecho es que la virginidad no convierte a nadie en un ser de otro planeta ni es algo de qué avergonzarse. Lo que realmente humilla, degrada y perjudica es la inmoralidad sexual. Así que no te dejes llevar por la propaganda de este mundo que trata de convencerte de que lo normal es pasar por alto las normas bíblicas. Si te mantienes virgen hasta el matrimonio, protegerás tu salud, tu equilibrio emocional y, más importante aún, tu relación con Dios.

      HALLARÁS MÁS INFORMACIÓN EN EL CAPÍTULO 24 DEL PRIMER VOLUMEN

      [Nota]

      a Jesús, por ejemplo, se quedó callado cuando Herodes lo interrogó (Lucas 23:8, 9). A veces, no decir nada es la mejor forma de responder a una pregunta impertinente.

      TEXTO BÍBLICO CLAVE

      “Si alguno [...] ha tomado esta decisión en su propio corazón, [la] de guardar su propia virginidad, hará bien.” (1 Corintios 7:37)

      UNA SUGERENCIA

      No te juntes con personas que no tengan elevadas normas morales, aunque afirmen tener tus mismas creencias religiosas.

      ¿SABÍAS ESTO?

      La persona con una conducta sexual muy liberal no suele cambiar al casarse. Por otra parte, es más probable que la persona soltera que respeta las normas morales de Dios sea fiel a su pareja una vez casada.

      ¡MANOS A LA OBRA!

      Si quiero llegar virgen al matrimonio, esto es lo que tengo que hacer: ․․․․․

      Si por culpa de mis amistades me cuesta trabajo mantener mi decisión, pienso hacer esto: ․․․․․

      ¿Qué quiero preguntarle a mi padre o a mi madre sobre este tema? ․․․․․

      Y TÚ, ¿QUÉ PIENSAS?

      ● ¿Por qué hay quienes se burlan cuando se enteran de que alguien nunca ha tenido relaciones?

      ● ¿Por qué es difícil seguir siendo virgen?

      ● ¿Qué beneficios hay de llegar virgen al matrimonio?

      ● ¿Qué le dirías a tu hermano menor para convencerlo de las ventajas de mantenerse virgen?

      [Comentario de la página 51]

      “Lo que me ayuda a no caer en la tentación es recordar que ni los fornicadores ni los inmundos heredarán el Reino de Dios.” (Lidia, citando de Efesios 5:5)

      [Recuadro de la página 49]

      Página de ejercicios o actividades

      lo que nunca te cuentan

      La mayoría de los jóvenes, así como la industria del entretenimiento, ocultan las desagradables consecuencias que sufren quienes tienen relaciones sexuales sin estar casados. Vamos a plantearte tres situaciones y algunas preguntas. Piensa en cómo contestarías.

      ● Un compañero de clase presume de haberse acostado con un montón de chicas. Dice que es genial y que no hace daño a nadie. ¿Es cierto lo que dice? Y las chicas, ¿cómo se sienten? ․․․․․

      ● En una película, una pareja de adolescentes se acuestan juntos como muestra de su amor. ¿Qué crees que pasaría después en la vida real? ¿Ahí terminaría todo? ․․․․․

      ● Conoces a un chico guapísimo que quiere acostarse contigo. Te dice que nadie tiene por qué enterarse. ¿Qué sucedería si aceptaras? ․․․․․

      [Ilustración de la página 54]

      Tener relaciones antes de casarte es como abrir un regalo antes de que te lo den

  • ¿Qué le pasa a mi cuerpo?
    Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 2)
    • CAPÍTULO 6

      ¿Qué le pasa a mi cuerpo?

      “Crecí mucho en poco tiempo; eso sí que me gustó. Lo malo es que tenía calambres en las piernas y los pies. ¡Fue horrible!” (Paul)

      “Tu cuerpo está cambiando, y esperas que nadie se dé cuenta. Por eso, cuando alguien te dice que tienes ‘curvas’..., ¡te gustaría desaparecer del mapa!” (Carla)

      ¿TE HAS mudado alguna vez a otro barrio? ¿Verdad que no resultó fácil? Atrás quedaba un mundo conocido —tu casa, la escuela y los amigos—, y ahora se abría otro completamente nuevo. Seguro que no te adaptaste de la noche a la mañana.

      Algo parecido pasa durante la pubertad. En este período de la vida, tu cuerpo comienza a madurar físicamente y, por decirlo así, inicia una importante “mudanza”: tu paso de niño a adulto. Sin duda, esta es una etapa emocionante. Pero también puede provocarte algunos temores, y tal vez tardes un poco en adaptarte. Veamos qué cambios se producen en este fascinante, y a la vez desconcertante, período de la vida.

      En el caso de ellas

      Para las chicas, la adolescencia es un período de grandes cambios, y algunos son más evidentes que otros. Las hormonas, por ejemplo, harán que te crezca vello en el pubis. También notarás un aumento en el volumen de los pechos, caderas, muslos y nalgas. Poco a poco dejarás de tener la figura de una niña para adquirir la de una mujer. Pero no te asustes; todo esto es normal. En realidad, estas son las primeras señales de que tu cuerpo se está preparando para que puedas llegar a ser madre.

      Poco después del comienzo de la pubertad, llegará un momento crucial en tu vida: el inicio del ciclo menstrual. Es importante que estés preparada para ese momento; de lo contrario, puede que te lleves un buen susto. Mira lo que le pasó a Samanta: “Mi primera menstruación me tomó por sorpresa. Me sentía tan sucia... Me pasaba el día entero en la ducha pensando en lo asqueroso que era aquello. Era agobiante saber que todos los meses iba a pasar por lo mismo”.

      Recuerda, no obstante, que la menstruación indica que tu sistema reproductor se está desarrollando. Y aunque pasarán años antes de que estés preparada para ser madre, ahora empiezas tu viaje hacia la vida adulta. Claro, habrá momentos en que te sentirás desconcertada. “Lo peor de todo eran los cambios de humor —dice Katy—. Era frustrante no saber por qué después de estar contenta todo el día me pasaba la noche llorando sin parar.”

      Si te sientes igual, no te desesperes; poco a poco te irás adaptando. Una joven de 20 años llamada Anita dice: “Un buen día comprendí que todo esto era parte del proceso de convertirme en mujer y que la posibilidad de ser madre era en realidad un regalo de Jehová. No es fácil asimilar lo que te ocurre, y a algunas chicas les cuesta más que a otras, pero terminas aceptándolo”.

      ¿Ya estás experimentando algunos de estos cambios? Escribe a continuación las dudas que tengas.

      ․․․․․

      En el caso de ellos

      Al llegar a la pubertad, los chicos también experimentan grandes cambios en su aspecto físico. Es probable, por ejemplo, que tu piel se vuelva más grasa y que te salgan espinillas y puntos negros.a “Acabas harto de que siempre te estén saliendo granos —dice Matt, de 18 años—. Son tu eterno enemigo. No sabes si alguna vez desaparecerán ni si dejarán marcas. Tampoco sabes si influirán en la opinión que los demás tengan de ti.”

      La pubertad también tiene sus cosas buenas. Verás que tu estatura y tus fuerzas aumentan y que tu espalda se ensancha. Te saldrá vello en áreas como la cara, las axilas, el pecho y las piernas. Por cierto: la cantidad de vello que tengas no determina si eres muy hombre o no; es tan solo una cuestión de herencia.

      Como las diferentes partes del cuerpo no crecen al mismo ritmo, puede que te vuelvas un poco torpe durante la adolescencia. Eso fue lo que le pasó a Diego, que dice: “Era tan torpe como una jirafa con patines. Era como si mi cuerpo obedeciera las órdenes del cerebro con una semana de retraso”.

      Hacia la mitad de la adolescencia, la voz cambia y se vuelve más grave y profunda. Es posible que tus cuerdas vocales te jueguen malas pasadas y que de vez en cuando la voz te salga aguda y chillona. Pero no te preocupes, ese período pasará. Mientras tanto, aprende a reírte de ti mismo y verás que no sientes tanta vergüenza.

      Otro cambio: tus órganos sexuales aumentarán de tamaño y comenzará a crecerte vello en el pubis. También empezarás a producir semen, un líquido espeso que se expulsa durante las relaciones sexuales y que contiene millones de espermatozoides microscópicos. Para engendrar un hijo, solo se necesita que uno de esos espermatozoides fecunde un óvulo femenino.

      El semen se almacena en tu interior. Parte de él se absorbe, pero, de vez en cuando, tu cuerpo lo expulsa mientras duermes. Esto último se conoce como sueño húmedo y es algo perfectamente normal. Hasta la Biblia lo menciona (Levítico 15:16, 17). En realidad, todos estos cambios indican que tu sistema reproductor funciona bien y que te estás convirtiendo en un hombre.

      ¿Estás experimentando tú estos cambios físicos? Escribe aquí las dudas que tengas.

      ․․․․․

      Nuevas sensaciones

      A medida que el sistema reproductor madura, tanto chicos como chicas comienzan a interesarse como nunca antes por el sexo opuesto. “Cuando llegué a la pubertad, me di cuenta de la cantidad de muchachas guapas que había —dijo Matt—. Y fue muy frustrante, pues también me di cuenta de que no podría tener novia hasta que fuera mayor.” El capítulo 29 de este libro analizará más detenidamente este aspecto de tu desarrollo. Por ahora, lo importante es que aprendas a controlar tus deseos sexuales (Colosenses 3:5). Y eso es algo que, aunque parezca difícil, tú puedes lograr.

      Pero estas no son las únicas sensaciones que experimentarás durante la pubertad. Quizá no te sientas a gusto contigo mismo. Muchos jóvenes sufren de soledad y de breves períodos de depresión. Si te sientes así, habla con tus padres o con un adulto de confianza. ¿Por qué no escribes a continuación el nombre de alguien con quien podrías desahogarte?

      ․․․․․

      El desarrollo más importante

      Ten presente que lo más importante no es la altura ni la figura ni los rasgos faciales que tengas, sino tu desarrollo como persona, es decir, tu crecimiento intelectual, emocional y, sobre todo, espiritual. El apóstol Pablo lo expresó así: “Cuando yo era pequeñuelo, hablaba como pequeñuelo, pensaba como pequeñuelo, razonaba como pequeñuelo; pero ahora que he llegado a ser hombre, he eliminado las cosas características de pequeñuelo” (1 Corintios 13:11). Está suficientemente claro, ¿verdad? No basta con parecer un adulto; también debes actuar, hablar y pensar como tal. Así pues, no te obsesiones tanto con tu cuerpo que descuides tu personalidad.

      Recuerda que Dios “ve lo que es el corazón” (1 Samuel 16:7). Por ejemplo, en la Biblia se dice que el rey Saúl era alto y apuesto; y sin embargo, fue un desastre como gobernante y como persona (1 Samuel 9:2). Zaqueo, por el contrario, era “pequeño de estatura”, pero tuvo la fuerza de voluntad necesaria para dar un giro radical a su vida y convertirse en discípulo de Jesús (Lucas 19:2-10). Como ves, lo que cuenta es lo que hay en el interior.

      Una cosa está clara: no puedes ni acelerar ni retrasar tu desarrollo físico. Así que, en vez de rebelarte o asustarte ante los cambios, acéptalos con madurez... y con un toque de humor. La pubertad no es una enfermedad, ni tú eres el primero que la pasa. De modo que no te preocupes demasiado: sobrevivirás. Y cuando pase el temporal, verás que te has convertido en un adulto hecho y derecho.

      EN EL SIGUIENTE CAPÍTULO

      ¿Qué pasa si no te gusta lo que ves en el espejo? ¿Cómo puedes tener un punto de vista equilibrado de tu aspecto?

      [Nota]

      a A las chicas también les pasa. Por lo general, este problema se puede controlar con un buen cuidado de la piel.

      TEXTO BÍBLICO CLAVE

      “Te elogiaré porque de manera que inspira temor estoy maravillosamente hecho.” (Salmo 139:14)

      UNA SUGERENCIA

      Cuando tu cuerpo empiece a cambiar, no uses ropa provocativa. Vístete siempre “con modestia y buen juicio” (1 Timoteo 2:9).

      ¿SABÍAS ESTO?

      La pubertad no llega a una edad determinada. Se puede alcanzar entre los 8 y los 14 años; a veces, incluso más tarde.

      ¡MANOS A LA OBRA!

      A medida que voy creciendo, tengo que mejorar estos rasgos de mi personalidad: ․․․․․

      ¿Qué voy a hacer para no descuidar mi progreso espiritual? ․․․․․

      ¿Qué quiero preguntarle a mi padre o a mi madre sobre este tema? ․․․․․

      Y TÚ, ¿QUÉ PIENSAS?

      ● ¿Por qué cuesta tanto adaptarse a los cambios físicos y emocionales de la pubertad?

      ● ¿Qué te parece más difícil de esta etapa de tantos cambios?

      ● ¿Por qué podría disminuir tu amor a Jehová durante la pubertad? ¿Qué puedes hacer para que eso no te ocurra?

      [Comentario de la página 61]

      “La adolescencia es una época de muchas inseguridades. Nunca sabes qué sorpresas te dará tu cuerpo. Con el tiempo aprendes a aceptar los cambios, y puede que algunos terminen gustándote.” (Anita)

      [Recuadro de las páginas 63 y 64]

      ¿cómo puedo hablar de sexo con mis padres?

      “Si tuviera alguna duda sobre sexo, jamás les preguntaría a mis padres.” (Beth)

      “Nunca me atrevería a hablar de ese tema con ellos.” (Dennis)

      Puede que tú también te encuentres en la misma situación que Beth y Dennis. Tienes muchas dudas, pero quienes mejor te pueden ayudar son los últimos a los que acudirías: tus padres. Tal vez te preocupen cosas como estas:

      ¿Qué van a pensar de mí?

      “Prefiero no preguntarles nada para que no empiecen a desconfiar de mí.” (Jessica.)

      “Les gustaría que siempre fueras una niñita inocente. Pero el día que comienzas a hablarles de sexo es como si los despertaras de un bonito sueño.” (Beth.)

      ¿Cómo reaccionarán?

      “Antes de que termine de hablar, sacarán sus conclusiones y me darán un sermón.” (Gloria.)

      “Mis padres no saben disimular, y no quisiera ver sus caras de decepción. Estoy segura de que, mientras todavía estoy hablando, ya están pensando en cómo regañarme.” (Pamela.)

      ¿Me van a malinterpretar?

      “Me da la impresión de que van a hacer una montaña de un grano de arena. Pensarán que quiero acostarme con algún muchacho o que mis compañeros me presionan para que lo haga. Y en realidad, solo tengo curiosidad.” (Lisa.)

      “Cada vez que menciono a un chico, mi padre pone cara de susto y me da una charla sobre sexo. Y pienso: ‘Pero papá, si solo dije que era guapo. ¡No estoy pensando en casarme ni en acostarme con él!’.” (Ester.)

      Por si te sirve de consuelo, es probable que a tus padres también les cueste hablar de sexo contigo. Quizá eso explique por qué, según cierto estudio, el 65% de los padres decían haber hablado de sexo con sus hijos, mientras que solo el 41% de los hijos recordaban que sus padres lo hubieran hecho.

      Tal vez sea cierto que tus padres estén esquivando el tema del sexo. En muchos casos, puede que sus propios padres tampoco hablaran con ellos. Pero más allá de las razones que tengan para evitar el tema, no te molestes con ellos. ¿Por qué no inicias tú mismo la conversación? Atrévete, y verás que todos salen ganando. ¿Quieres saber cómo empezar?

      Cómo sacar el tema

      Tus padres pueden aclararte muchas dudas y aconsejarte bien. Tan solo necesitas saber por dónde empezar. Aquí te damos algunas ideas:

      1 Expresa abiertamente tu preocupación. “No sé exactamente cómo decírtelo..., pero me preocupa que puedas pensar que yo...”

      2 Luego dile por qué has acudido a él o a ella. “Tengo una pregunta y prefiero que seas tú quien me la conteste.”

      3 Entonces plantea tu duda. “Lo que quiero saber es...”

      4 Antes de terminar la conversación, asegúrate de que la puerta quede abierta para otras ocasiones. “Si me surge otra duda, ¿puedo volver a hablar contigo?”

      Aunque estés seguro de la respuesta que te darán, escucharla de su propia boca hará que te sientas más cómodo la próxima vez que quieras hablar del asunto. ¡Inténtalo! Puede que acabes pensando igual que Teresa, una joven de 24 años. “Cuando mi madre y yo hablamos del tema —cuenta—, recuerdo haberme sentido incómoda, pero ahora agradezco que ella fuera tan franca y clara. Reconozco que aquella charla fue una protección para mí.”

      [Ilustración de la página 59]

      Abandonar la niñez es como mudarse de casa: adaptarse no resulta fácil, pero tampoco es imposible

  • ¿Qué hago si me gusta alguien de mi mismo sexo?
    Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 2)
    • CAPÍTULO 28

      ¿Qué hago si me gusta alguien de mi mismo sexo?

      “Cuando era adolescente, me sentía atraído hacia otros muchachos. Pero algo dentro de mí me decía que eso no era normal.” (Óscar)

      “Me besé una o dos veces con una amiga, pero como me seguían gustando los chicos, pensé que a lo mejor era bisexual.” (Sara)

      HOY ya nadie considera que la homosexualidad sea un tema tabú, como sucedía hace décadas. ¡Y pobre del que se atreva a criticar ese estilo de vida! Seguro que todos se volverán en su contra. Amy, de 16 años, dice: “Como no estoy de acuerdo con la homosexualidad, una chica me preguntó si era igual de intolerante con la gente de otras razas”.

      Las ideas liberales de nuestros días han llevado a una gran cantidad de jóvenes a probar las relaciones homosexuales. “Algunas compañeras de clase dicen que son lesbianas; otras, que son bisexuales, y otras, que están abiertas a todo”, afirma Beatriz, de 15 años. Cristina, de 18, dice que en su centro de estudios pasa algo parecido: “Dos compañeras me hicieron proposiciones. Una me dijo en una nota si quería saber qué se siente al hacerlo con otra chica”.

      Como el estilo de vida homosexual recibe tanta publicidad, quizá pienses: “¿Será tan malo? ¿Y si me gusta alguien de mi mismo sexo? ¿Significa eso que soy homosexual?”.

      ¿Qué piensa Dios de la homosexualidad?

      Hoy día, muchas personas, entre ellas algunos líderes religiosos, le restan importancia a este asunto. Pero la Biblia no anda con rodeos. Dice que cuando Jehová Dios creó al hombre y a la mujer, dispuso que los deseos sexuales se iban a satisfacer únicamente entre esposo y esposa (Génesis 1:27, 28; 2:24). Por lo tanto, es lógico que la Biblia no apruebe las relaciones homosexuales (Romanos 1:26, 27).

      Algunas personas se apresuran a decir que la Palabra de Dios está pasada de moda. Pero ¿por qué crees que lo hacen? ¿No será porque no les conviene lo que dice? La verdad es que muchos rechazan la Biblia porque lo que enseña es muy diferente de lo que ellos quieren creer. Sin embargo, nosotros no debemos dejarnos influir por ese prejuicio, que es producto de una mentalidad cerrada.

      ¿Y qué pasa si te gusta alguien de tu mismo sexo? ¿Te convierte eso automáticamente en homosexual? No. Recuerda que estás en “la flor de la juventud”, una etapa en la que es muy común sentirse excitado involuntariamente (1 Corintios 7:36). El hecho de que a veces te sientas atraído por alguien de tu mismo sexo no significa que seas homosexual. Por lo general, dicha atracción desaparece con el tiempo. Pero mientras tanto, ten mucho cuidado para no llevar a la práctica esos deseos. ¿Qué puedes hacer para protegerte?

      Pídele ayuda a Jehová. David hizo la siguiente súplica: “Escudríñame completamente, oh Dios, y conoce mi corazón. Examíname, y conoce mis pensamientos inquietantes, y ve si hay en mí algún camino doloroso, y guíame en el camino de tiempo indefinido” (Salmo 139:23, 24). Si tú también oras a Jehová, él te fortalecerá y te dará la paz que “supera a todo pensamiento”, la cual protegerá tu corazón y tu mente. Así tendrás “el poder que es más allá de lo normal” para controlar tus impulsos sexuales (Filipenses 4:6, 7; 2 Corintios 4:7).

      Llena tu mente de pensamientos sanos (Filipenses 4:8). Algo que te ayudará es leer la Biblia a diario. Nunca subestimes la poderosa influencia que las Escrituras pueden tener en tu mente y corazón (Hebreos 4:12). Un joven llamado Raúl comenta: “Cuando empiezo a tener deseos inmorales, me pongo a leer pasajes como 1 Corintios 6:9, 10 y Efesios 5:3, y siento el poder de la Palabra de Dios”.

      Evita todo contacto con la pornografía y la propaganda homosexual (Colosenses 3:5). Rechaza todo lo que te provoque pensamientos eróticos. Esto incluye todo tipo de pornografía, ciertas películas y programas de televisión, y hasta las revistas de moda o de fisicoculturismo que presentan modelos semidesnudos. Saca de tu mente las ideas inmorales y piensa en cosas buenas. “Cuando siento deseos por alguien de mi mismo sexo —dice un adolescente—, me pongo a pensar en mi texto bíblico preferido.”

      Desde luego, habrá quienes digan que no sirve de nada seguir estos consejos, que cada uno debe reconocer su orientación sexual y aceptarse tal como es. Pero la Biblia indica que no tienes por qué resignarte y ceder a tus deseos. De hecho, menciona que algunos homosexuales del siglo primero lograron cambiar y se hicieron cristianos (1 Corintios 6:9-11). Como ellos, tú también puedes ganar la batalla. Ten la seguridad de que podrás dominar los deseos que hay en tu corazón.

      ¿Y si a pesar de todo te siguen gustando las personas de tu mismo sexo? Recuerda que lo que Jehová condena son las prácticas homosexuales. Así que no caigas en la tentación. Quien se lo proponga puede alcanzar este objetivo: no llevar a la práctica sus deseos.

      Veámoslo del siguiente modo. Un hombre pudiera ser violento, o estar “dispuesto a la furia” (Proverbios 29:22). Aunque antes de estudiar la Biblia se ponía furioso a la menor provocación, ahora ha aprendido que debe controlarse. Pero ¿significa eso que nunca volverá a sentir que le hierve la sangre? Pues no. Solo que, como ya sabe lo que Jehová piensa sobre los arranques de cólera, se esforzará para no dejarse llevar por sus emociones.

      Algo parecido le sucede a la persona con inclinaciones homosexuales que llega a aprender lo que enseña la Biblia sobre este tipo de prácticas. Tal vez algún día le invadan malos pensamientos. Pero ver las cosas como Jehová las ve le dará las fuerzas para resistirlos.

      ¡No te des por vencido!

      Puede que te sientas como cierto muchacho que dijo: “He tratado de cambiar mis sentimientos; le he orado a Jehová; he escuchado varios discursos sobre el tema, y también leo la Biblia. Ya no sé qué más puedo hacer”.

      Si te pasa como a él, está claro que te enfrentas a un conflicto que te costará mucho resolver. Pero para tener una buena relación con Dios, debes cumplir con sus normas y esforzarte por no caer en conducta inmoral, aun cuando esto sea terriblemente difícil. No olvides que Jehová conoce la lucha que hay en tu corazón y que él es misericordioso con quienes lo aman (1 Juan 3:19, 20).a Dios te bendecirá si le obedeces. De hecho, todo aquel que respeta sus leyes recibirá “un galardón grande” (Salmo 19:11). Incluso ahora, puedes ser feliz pese a vivir en un mundo con tantos problemas.

      Por lo tanto, confía en Jehová y sigue luchando contra los deseos inmorales (Gálatas 6:9). Esfuérzate al máximo por obedecer este mandato bíblico: “Aborrezcan lo que es inicuo [o malo]; adhiéranse a lo que es bueno” (Romanos 12:9). Al perseverar en tu lucha, probablemente verás que esos deseos se van apagando. Pero lo mejor de todo es que, si te resistes a caer en prácticas homosexuales, tendrás la oportunidad de vivir para siempre en el nuevo mundo de Dios.

      EN EL SIGUIENTE CAPÍTULO

      ¿Cómo puedes controlar la atracción que sientes por las personas del sexo opuesto?

      [Nota]

      a El cristiano que haya participado en prácticas sexuales inmorales debe pedir ayuda a los ancianos de la congregación (Santiago 5:14, 15).

      TEXTO BÍBLICO CLAVE

      “Examíname, y conoce mis pensamientos inquietantes, y ve si hay en mí algún camino doloroso.” (Salmo 139:23, 24)

      UNA SUGERENCIA

      Para tener una idea clara de lo que es la verdadera masculinidad, fíjate en el ejemplo de Jesús (1 Pedro 2:21). En él se combinan perfectamente la fuerza y la ternura.

      ¿SABÍAS ESTO?

      Tal vez no puedas controlar por completo tus deseos, pero sí puedes controlar tus acciones. Puedes decidir no llevar esos deseos a la práctica.

      ¡MANOS A LA OBRA!

      Cuando una persona me pregunte por qué la Biblia condena la homosexualidad, le responderé así: ․․․․․

      Si alguien dice que la Biblia refleja una mentalidad cerrada, razonaré con él diciéndole esto: ․․․․․

      ¿Qué quiero preguntarle a mi padre o a mi madre sobre este tema? ․․․․․

      Y TÚ, ¿QUÉ PIENSAS?

      ● ¿Por qué condena Dios la homosexualidad?

      ● ¿Qué pasos puedes seguir para no caer en prácticas homosexuales?

      ● Si ves la homosexualidad como Dios la ve, ¿quiere decir eso que eres homofóbico (es decir, que odias a los homosexuales)?

      [Comentario de la página 236]

      “Este mundo pervertido influyó en mi manera de pensar y me dejó más confundida de lo que ya estaba sobre mi identidad sexual. Ahora me aparto de toda persona o cosa que promueva la homosexualidad.” (Ana)

      [Ilustración de la página 233]

      Los jóvenes deben decidir qué rumbo tomarán en los asuntos sexuales: si adoptarán el punto de vista degradado del mundo o si seguirán las elevadas normas morales de la Palabra de Dios

  • ¿Cómo puedo dejar de pensar en el sexo opuesto?
    Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 2)
    • CAPÍTULO 29

      ¿Cómo puedo dejar de pensar en el sexo opuesto?

      “ME PASO el día entero pensando en las chicas. Ni siquiera tengo que verlas para empezar a soñar despierto —dice un joven llamado Michael—. Es frustrante. ¡A veces no logro concentrarme en nada!”

      ¿Te ocurre lo mismo que a Michael? Quizá te sientas como si tu mente te hubiera declarado la guerra y te bombardeara sin parar con pensamientos sobre el sexo opuesto. “La mente lo lleva a uno a hacer cosas absurdas —confiesa Michael—. A veces doy todo un rodeo en el estacionamiento o en el supermercado solo para ver de cerca a una chica bonita.”

      Con todo, recuerda que los deseos sexuales no son malos en sí mismos. Dios creó al hombre y a la mujer para que se sintieran atraídos el uno por el otro y para que pudieran satisfacer esos deseos, eso sí, dentro del matrimonio. Por lo tanto, el que un joven soltero tenga fuertes impulsos sexuales no significa que sea una mala persona ni que vaya a caer en la inmoralidad. Si te lo propones, puedes mantenerte limpio en sentido moral. Pero para lograrlo, tendrás que controlar tus pensamientos. ¿Quieres saber cómo?

      Elige bien tus compañías. Si tus compañeros de clase empiezan a hablar de sexo, tal vez no quieras ser diferente y te sientas tentado a participar en la conversación. Pero si lo haces, te costará más trabajo mantener bajo control tus pensamientos. “¿Qué se supone que haga entonces? ¿Levantarme y marcharme?”, puede que preguntes. Sí, eso es lo que debes hacer. ¡Y no tienes por qué avergonzarte! Muchas veces encontrarás la forma de irte sin convertirte en el blanco de las burlas y sin parecer que te crees mejor que ellos.

      Evita las películas y la música inmorales. Obviamente, no toda la música ni todas las películas son malas. Pero sí es cierto que gran parte del entretenimiento actual fomenta la inmoralidad. ¿Y qué es lo que nos aconseja la Biblia? “Limpiémonos de toda contaminación de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.” (2 Corintios 7:1.) Así pues, evita cualquier forma de diversión que alimente los deseos inmorales.a

      El problema de la masturbación

      Algunos jóvenes tratan de calmar sus deseos sexuales masturbándose. Pero esto pudiera llevarlos a tener problemas graves. La Biblia aconseja a los cristianos que se controlen: “Amortigüen, por lo tanto, los miembros de su cuerpo [...] en cuanto a fornicación, inmundicia, apetito sexual, deseo perjudicial y codicia” (Colosenses 3:5). En realidad, masturbarse no disminuye la intensidad del “apetito sexual”, sino todo lo contrario: lo aviva.

      Además, la masturbación puede convertirte en esclavo de tus deseos (Tito 3:3). ¿Cómo puedes librarte entonces de esa mala costumbre? El primer paso es contárselo a alguien. Un cristiano que durante años luchó contra este hábito dijo: “Cuando era joven, nunca me atreví a contarle mi problema a nadie. ¡Lamento tanto no haberlo hecho! La conciencia me molestó por años, y también se vio perjudicada mi relación con otras personas y, sobre todo, con Jehová”.

      ¿No sabes con quién hablar? ¿Por qué no pruebas con uno de tus padres? Otra opción es hablar con un cristiano maduro de la congregación. Podrías empezar diciendo que te gustaría comentarle algo que te preocupa mucho.

      Un joven de nombre Andrés abordó a un superintendente cristiano, y se alegra mucho de haberlo hecho. “Mientras me escuchaba, se le llenaron los ojos de lágrimas —recuerda—. Lo primero que me dijo cuando terminé de hablar fue que Jehová me amaba mucho. Luego me comentó que mi problema era algo bastante común. Además, prometió estar pendiente de cómo me iba y dijo que buscaría más información en las publicaciones bíblicas. Después de hablar con él, me decidí a no darme por vencido, aunque tuviera recaídas.”

      Mario decidió hablar con su padre, quien fue muy comprensivo y hasta le confesó que él también había tenido ese problema cuando era joven y que le había costado dejarlo. “Me animó mucho que papá fuera tan franco conmigo —dice Mario—. Pensé que si él lo había conseguido, yo también podría. Me impresionó tanto su reacción que no pude contenerme y me eché a llorar.”

      Andrés y Mario no son la excepción. Si ellos dejaron el hábito de masturbarse, tú también puedes lograrlo. Así que si recaes, no te rindas: puedes ganar la batalla.b

      Controla tu mente

      El apóstol Pablo dijo: “Aporreo mi cuerpo y lo conduzco como a esclavo” (1 Corintios 9:27). Cuando te vengan a la cabeza malos pensamientos, ¿por qué no tratas de ser tan estricto contigo mismo como lo fue Pablo? Si aun así no consigues librarte de esos pensamientos, intenta hacer algo de ejercicio. La Biblia dice que “el ejercicio del cuerpo sirve para algo” (1 Timoteo 4:8, Versión Popular, 1983). Puede que sea suficiente con dar una caminata a paso rápido o hacer un poco de actividad física.

      Eso sí, nunca subestimes la ayuda que puede darte nuestro Padre celestial. “Cuando siento fuertes deseos sexuales, le suplico a Dios que me ayude”, dice un joven. Es verdad, Dios no hará que milagrosamente dejes de pensar en el sexo opuesto. Pero con su ayuda, encontrarás la forma de pensar en otras cosas.

      [Notas]

      a Se hablará más detalladamente de las actividades recreativas en la sección 8.

      b Encontrarás más información sobre este tema en el capítulo 25 del primer volumen.

      TEXTO BÍBLICO CLAVE

      “Cualquier virtud que haya y cualquier cosa que haya digna de alabanza, continúen considerando estas cosas.” (Filipenses 4:8)

      UNA SUGERENCIA

      Si estás luchando contra la masturbación y sufres una recaída, ¡no te des por vencido! Piensa qué te llevó a recaer y trata de no repetir el error.

      ¿SABÍAS ESTO?

      Aquello en lo que más piensas moldea tu personalidad e influye en lo que haces (Santiago 1:14, 15).

      ¡MANOS A LA OBRA!

      Si veo que estoy pensando demasiado en el sexo opuesto, voy a... ․․․․․

      Esto es lo que haré cuando mis compañeros se pongan a hacer comentarios con doble sentido o vulgares: ․․․․․

      ¿Qué quiero preguntarle a mi padre o a mi madre sobre este tema? ․․․․․

      Y TÚ, ¿QUÉ PIENSAS?

      ● ¿Por qué no son malos los deseos sexuales?

      ● ¿Por qué tienes que dominar tus impulsos sexuales?

      ● ¿Qué tipo de entretenimiento puede hacer que fantasees sobre el sexo opuesto?

      ● ¿Por qué deberías irte cuando tus compañeros se ponen a hacer comentarios con doble sentido o vulgares?

      [Comentario de la página 240]

      “Cuando empiezo a fantasear con cosas que me excitan, trato de pensar en algo diferente y me repito que esos impulsos irán desapareciendo.” (Scott)

      [Ilustración de la página 239]

      ¿Verdad que nadie dejaría que un virus se introdujera en su computadora? ¿Por qué dejar entonces que los pensamientos inmorales entren en la mente?

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • Español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir