Sección de preguntas
◼ ¿Cómo podemos todos contribuir a que se mantenga en las reuniones de congregación un ambiente propicio para el aprendizaje? (Deu. 31:12.)
Por respeto a Jehová y a las reuniones de congregación que él provee, a todos se nos anima a llegar temprano y estar listos para ser enseñados por él. Es práctico ocupar los asientos del frente del salón, dejando los de atrás para quienes tienen niños pequeños y los que de vez en cuando llegan tarde. Antes de comenzar la reunión, se deben ajustar los aparatos electrónicos de modo que no molesten a los presentes. Si todos mantenemos una actitud reverente durante la reunión, habrá pocas perturbaciones y de menor importancia (Ecl. 5:1; Fili. 2:4).
Cuando los nuevos empiezan a asistir a las reuniones, un miembro de la congregación que los conozca puede ofrecerse para sentarse con ellos. Esto será muy útil sobre todo a los que tienen niños pequeños en proceso de aprendizaje. Es posible que las reuniones sean una experiencia nueva para la familia, de modo que muy probablemente agradecerán sentarse en la parte de atrás. Así, no habrá mayores distracciones si los padres tienen que salir del auditorio principal unos momentos para atender las necesidades de sus hijos (Pro. 22:6, 15). Estas familias no se deben sentar en una sala aparte donde los niños sientan que pueden hacer ruido. Por lo general es mejor que el padre o la madre salga con ellos un momento y los discipline o atienda cualquier otra necesidad personal, y luego los traiga de vuelta al auditorio principal.
Los acomodadores contribuyen al ambiente propio de una casa de adoración. Ayudan a encontrar asientos adecuados a las familias y a quienes de vez en cuando llegan tarde, y actúan con tacto y discreción al dirigir a los asistentes a ocupar apaciblemente sus lugares sin causar distracciones innecesarias. Ejercen buen juicio cuando atienden perturbaciones inesperadas. Y si la conducta de algún niño está distrayendo a los demás, ofrecen amablemente su ayuda.
Como vemos, todos los presentes en las reuniones podemos contribuir a que haya un ambiente propicio para aprender de Jehová y su propósito de traer un nuevo mundo de justicia y paz (Heb. 10:24, 25).