Usemos jw.org en el ministerio
Nuestro sitio de Internet es una herramienta muy útil para llevar las buenas nuevas “hasta la parte más distante de la tierra” (Hech. 1:8). Sin embargo, la mayoría de la gente no lo conoce; se enteran de que existe solo si un publicador les habla de él o se lo muestra.
Un superintendente viajante se ha descargado el video ¿Por qué estudiar la Biblia? en el teléfono y lo muestra cada vez que tiene una oportunidad. Por ejemplo, cuando predica de casa en casa, dice: “Estoy visitando brevemente a las personas para ayudarlas a encontrar la respuesta a tres preguntas importantes: ¿Por qué las cosas están tan mal? ¿Cómo las arreglará Dios? y ¿Qué podemos hacer mientras tanto? Este corto video las responde”. Pone directamente el video y espera a ver cómo reacciona la persona. El video es tan interesante que la mayoría de la gente no quita los ojos de la pantalla hasta que termina. A continuación, el hermano añade: “Como acaba de escuchar, puede solicitar un curso bíblico en el sitio de Internet jw.org. Pero ya que estoy aquí, le puedo demostrar en qué consiste”. Si a la persona le parece bien, el hermano le enseña cómo llevamos a cabo el curso bíblico con el folleto Buenas noticias. En caso de que la persona no tenga tiempo, queda para hacerlo en la próxima visita. Cuando pausa en una cafetería, comienza a charlar amigablemente con quien tenga al lado y le dice algo parecido. ¿Y nosotros? ¿Estamos usando jw.org en el ministerio?