Motivémonos unos a otros con celo a las obras excelentes
Hebreos 10:24 dice: “Considerémonos unos a otros para incitarnos [o motivarnos] al amor y a las obras excelentes”. Podemos motivar a los demás con nuestro ejemplo y con expresiones que manifiesten nuestra fe. Por eso, si tenemos buenas experiencias en la predicación, contémoslas a otros. Si servir a Jehová nos produce gozo, hagamos que lo perciban. Pero no les comparemos con nosotros ni con otros hermanos (Gál. 6:4). Esforcémonos por motivar a otros “al amor y a las obras excelentes”, en vez de despertar en ellos un sentimiento de culpabilidad que los mueva a hacer obras excelentes (vea el libro Benefíciese, página 158, párrafo 4). Si incitamos al amor, las buenas obras, tales como ayudar a otros materialmente o por medio de la predicación, se harán de forma natural (2 Cor. 1:24).