Nota
b La explicación anterior que se dio en esta revista era que la semilla representa cualidades de la personalidad que deben madurar y cuyo crecimiento se ve afectado por el ambiente. No obstante, hay que tener presente que la semilla de esta parábola no se vuelve mala ni produce fruto podrido. Simplemente brota y crece hasta alcanzar la madurez (véase La Atalaya del 1 de noviembre de 1980, págs. 17-19).