Nota
a Jesús explicó que los sacerdotes y los levitas no eran culpables de ningún delito por trabajar en el templo los sábados. De modo que Jesús, el Sumo Sacerdote del gran templo espiritual de Dios, tampoco violaba la ley del sábado al cumplir la labor que su Padre le había asignado (Mat. 12:5, 6).