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La Biblia. Traducción del Nuevo Mundo
Esdras

ESDRAS

1 En el primer año del rey Ciro+ de Persia, Jehová movió al* rey Ciro de Persia a proclamar un decreto por todo su reino para que se cumplieran las palabras de Jehová pronunciadas por Jeremías.+ El decreto —que también puso por escrito—+ decía:

2 “Esto es lo que dice el rey Ciro de Persia: ‘Jehová, el Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra+ y me ha encargado que le construya una casa en Jerusalén,+ que está en Judá. 3 Aquellos de ustedes que formen parte de su pueblo, que su Dios esté con ellos y que suban a Jerusalén —que está en Judá— y reconstruyan la casa de Jehová, el Dios de Israel. Él es el Dios verdadero, cuya casa estaba en Jerusalén.* 4 A cualquiera que esté residiendo como extranjero,+ sea donde sea, que sus vecinos* lo ayuden. Que le den oro, plata, bienes y ganado, además de las ofrendas voluntarias que quieran hacer para la casa del Dios verdadero,+ que estaba en Jerusalén’”.

5 Entonces, los jefes de las casas paternas de Judá y de Benjamín, los sacerdotes y los levitas —todos aquellos a los que el Dios verdadero había motivado—* se prepararon para subir y reconstruir la casa de Jehová, que estaba en Jerusalén. 6 Y sus vecinos los ayudaron dándoles* objetos de oro y de plata, bienes, ganado y otras cosas valiosas, aparte de todas las ofrendas voluntarias.

7 Además, el rey Ciro mandó devolver los utensilios de la casa de Jehová que Nabucodonosor se había llevado de Jerusalén y había puesto en la casa de su dios.+ 8 El rey Ciro de Persia hizo que, bajo la supervisión del tesorero Mitrídates, se sacaran y se anotaran en una lista para Sesbazar,*+ el jefe de la tribu de Judá.

9 Esta fue la lista: 30 recipientes de oro en forma de canasta, 1.000 recipientes de plata en forma de canasta, 29 recipientes de repuesto, 10 30 tazones pequeños de oro, 410 tazones pequeños de plata y otros 1.000 utensilios. 11 En total había 5.400 utensilios de oro y de plata. Sesbazar se llevó todo esto cuando los desterrados+ salieron de Babilonia y regresaron a Jerusalén.

2 Estos fueron los habitantes de la provincia* que salieron del cautiverio, de entre los desterrados,+ a quienes el rey Nabucodonosor de Babilonia había desterrado a Babilonia.+ Ellos regresaron más tarde a Jerusalén y Judá, cada uno a su propia ciudad.+ 2 Fueron los que regresaron con Zorobabel,+ Jesúa,+ Nehemías, Seraya, Reelaya, Mardoqueo, Bilsán, Mispar, Bigvái, Rehúm y Baaná.*

El número de hombres israelitas incluía a:+ 3 los hijos de Parós: 2.172; 4 los hijos de Sefatías: 372; 5 los hijos de Ará:*+ 775; 6 los hijos de Pahat-Moab,+ de los hijos de Jesúa y de Joab: 2.812; 7 los hijos de Elam:+ 1.254; 8 los hijos de Zatú:+ 945; 9 los hijos de Zacái: 760; 10 los hijos de Baní: 642; 11 los hijos de Bebái: 623; 12 los hijos de Azgad: 1.222; 13 los hijos de Adonicam: 666; 14 los hijos de Bigvái: 2.056; 15 los hijos de Adín: 454; 16 los hijos de Ater, de la familia de Ezequías: 98; 17 los hijos de Bezái: 323; 18 los hijos de Jorá: 112; 19 los hijos de Hasum:+ 223; 20 los hijos de Guibar: 95; 21 los hijos de Belén: 123; 22 los hombres de Netofá: 56; 23 los hombres de Anatot:+ 128; 24 los hijos de Azmávet: 42; 25 los hijos de Quiryat-Jearim, Kefirá y Beerot: 743; 26 los hijos de Ramá+ y Gueba:+ 621; 27 los hombres de Micmás: 122; 28 los hombres de Betel y Hai:+ 223; 29 los hijos de Nebo:+ 52; 30 los hijos de Magbís: 156; 31 los hijos del otro Elam: 1.254; 32 los hijos de Harim: 320; 33 los hijos de Lod, Hadid y Onó: 725; 34 los hijos de Jericó: 345, 35 y los hijos de Senaá: 3.630.

36 Estos fueron los sacerdotes:+ los hijos de Jedayá,+ de la familia de Jesúa:+ 973; 37 los hijos de Imer:+ 1.052; 38 los hijos de Pasjur:+ 1.247, 39 y los hijos de Harim:+ 1.017.

40 Estos fueron los levitas:+ los hijos de Jesúa y de Cadmiel,+ de los hijos de Hodavías: 74. 41 Estos fueron los cantores:+ los hijos de Asaf:+ 128. 42 Estos fueron los hijos de los porteros:+ los hijos de Salum, los hijos de Ater, los hijos de Talmón,+ los hijos de Acub,+ los hijos de Hatitá y los hijos de Sobái: en total 139.

43 Estos fueron los siervos del templo:*+ los hijos de Ziha, los hijos de Hasufá, los hijos de Tabaot, 44 los hijos de Querós, los hijos de Siahá, los hijos de Padón, 45 los hijos de Lebaná, los hijos de Hagabá, los hijos de Acub, 46 los hijos de Hagab, los hijos de Salmái, los hijos de Hanán, 47 los hijos de Guidel, los hijos de Gahar, los hijos de Reayá, 48 los hijos de Rezín, los hijos de Necodá, los hijos de Gazam, 49 los hijos de Uzá, los hijos de Paséah, los hijos de Besái, 50 los hijos de Asná, los hijos de Meunim, los hijos de Nefusim, 51 los hijos de Bacbuc, los hijos de Hacufá, los hijos de Harhur, 52 los hijos de Bazlut, los hijos de Mehidá, los hijos de Harsá, 53 los hijos de Barcos, los hijos de Sísara, los hijos de Témah, 54 los hijos de Nezías y los hijos de Hatifá.

55 Estos fueron los hijos de los siervos de Salomón: los hijos de Sotái, los hijos de Soféret, los hijos de Perudá,+ 56 los hijos de Jaalá,* los hijos de Darcón, los hijos de Guidel, 57 los hijos de Sefatías, los hijos de Hatil, los hijos de Pokéret-Hazebaim y los hijos de Amí.

58 En total, los siervos del templo* y los hijos de los siervos de Salomón fueron 392.

59 Y estos fueron los que subieron de Tel-Mélah, Tel-Harsá, Kerub, Adón e Imer pero que no pudieron demostrar que su casa paterna o su origen eran israelitas:+ 60 los hijos de Delayá, los hijos de Tobías y los hijos de Necodá: 652. 61 Y de los hijos de los sacerdotes: los hijos de Habaya, los hijos de Hacoz+ y los hijos de Barzilái, que se casó con una de las hijas de Barzilái+ el galaadita y adoptó el nombre de la familia de ella. 62 Estos fueron los que buscaron los registros para probar su genealogía pero no los encontraron, así que no se les permitió servir de sacerdotes.*+ 63 El gobernador* les dijo que no podrían comer de las cosas santísimas+ hasta que hubiera un sacerdote que pudiera consultar el Urim y el Tumim.+

64 Todo el grupo* fue de 42.360 personas,+ 65 sin contar los 7.337 esclavos y esclavas, y los 200 cantores y cantoras. 66 Tenían 736 caballos, 245 mulas, 67 435 camellos y 6.720 burros.

68 Cuando llegaron adonde estaba la casa de Jehová en Jerusalén, algunos de los jefes de las casas paternas hicieron ofrendas voluntarias+ para reconstruir* la casa del Dios verdadero en el mismo lugar.+ 69 Cada uno dio lo que pudo, y en total se reunieron 61.000 dracmas* de oro, 5.000 minas* de plata+ y 100 túnicas de sacerdote para el fondo de la obra. 70 Los sacerdotes, los levitas, algunos del pueblo, los cantores, los porteros y los siervos del templo* se establecieron en sus ciudades. Y todo el resto de Israel* se estableció en sus ciudades.+

3 Cuando llegó el séptimo mes+ y los israelitas* ya estaban en sus ciudades, todos se reunieron en Jerusalén con un mismo propósito. 2 Jesúa+ hijo de Jehozadac y sus compañeros sacerdotes, así como Zorobabel+ hijo de Sealtiel+ y sus hermanos, se pusieron a reconstruir el altar del Dios de Israel para presentar en él sacrificios quemados, tal como está escrito en la Ley de Moisés,+ el hombre del Dios verdadero.

3 De modo que, a pesar del miedo que les tenían a los pueblos vecinos,+ construyeron el altar en el mismo lugar donde estaba antes. Luego empezaron a presentar en él sacrificios quemados para Jehová: los sacrificios quemados de la mañana y los del atardecer.+ 4 Entonces celebraron la Fiesta de las Cabañas,* como está escrito,+ y todos los días ofrecieron la cantidad de sacrificios quemados indicada para cada día.+ 5 Después presentaron las ofrendas quemadas regulares,+ las ofrendas de las lunas nuevas+ y las de todos los periodos de fiesta santificados+ de Jehová, así como las ofrendas voluntarias+ que cualquiera quisiera hacerle a Jehová. 6 A partir del primer día del séptimo mes+ comenzaron a presentarle sacrificios quemados a Jehová, aunque todavía no se habían colocado los cimientos del templo de Jehová.

7 Entonces les dieron dinero a los picapedreros+ y a los artesanos.+ Además, les dieron comida, bebida y aceite a los sidonios y a los tirios para que llevaran madera de cedro por mar desde el Líbano hasta Jope,+ como les había autorizado el rey Ciro de Persia.+

8 En el segundo año de su llegada a la casa del Dios verdadero en Jerusalén, en el segundo mes, Zorobabel hijo de Sealtiel y Jesúa hijo de Jehozadac comenzaron la obra junto con el resto de sus hermanos, los sacerdotes y los levitas, y todos los que habían regresado a Jerusalén del cautiverio.+ Y les encargaron a los levitas mayores de 20 años que supervisaran las obras de la casa de Jehová. 9 Así que Jesúa, sus hijos y sus hermanos, y Cadmiel y sus hijos, los hijos de Judá, se unieron para supervisar a los que estaban trabajando en la casa del Dios verdadero. También se les unieron los hijos de Henadad,+ sus hijos y sus hermanos, que también eran levitas.

10 Cuando los trabajadores colocaron los cimientos del templo de Jehová,+ los sacerdotes iban vestidos con traje oficial y llevaban las trompetas,+ y los levitas, los hijos de Asaf, llevaban los címbalos. Ellos se pusieron de pie para alabar a Jehová siguiendo las instrucciones que había dado el rey David de Israel.+ 11 Y empezaron a alabar a Jehová y a darle las gracias. Cantaban por turnos:+ “Porque él es bueno; su amor leal por Israel dura para siempre”.+ Luego, todo el pueblo se puso a elevar la voz y a alabar a Jehová porque se habían colocado los cimientos de la casa de Jehová. 12 Muchos de los sacerdotes, los levitas y los jefes de las casas paternas —aquellos que ya eran ancianos y que habían visto la casa anterior—+ se pusieron a llorar a gritos cuando vieron que se colocaban los cimientos de esta casa. Pero muchos otros se pusieron a gritar de alegría con todas sus fuerzas.+ 13 Así que no se podía distinguir entre los gritos de llanto y los gritos de alegría. La gente gritaba tan fuerte que el ruido se oía desde lejos.

4 Los enemigos de Judá y Benjamín+ oyeron que los que habían regresado del destierro+ le estaban construyendo un templo a Jehová, el Dios de Israel. 2 Enseguida se acercaron a Zorobabel y a los jefes de las casas paternas y les dijeron: “Déjennos trabajar con ustedes. Nosotros también adoramos* a su Dios+ y llevamos haciéndole sacrificios desde los días del rey Esar-Hadón+ de Asiria, quien nos trajo a este lugar”.+ 3 Pero Zorobabel, Jesúa y el resto de los jefes de las casas paternas de Israel les dijeron: “Ustedes no van a construir con nosotros una casa para nuestro Dios.+ Nosotros solos construiremos la casa de Jehová, el Dios de Israel, tal como nos ha mandado el rey Ciro, rey de Persia”.+

4 Entonces, la gente de las tierras vecinas estuvo desanimando* a los judíos y desmoralizándolos para que no continuaran con la reconstrucción.+ 5 Y contrataron consejeros para que hicieran fracasar sus planes+ durante todos los días del rey Ciro de Persia hasta el reinado del rey Darío+ de Persia. 6 Al principio del reinado de Asuero, escribieron una acusación contra los habitantes de Judá y Jerusalén. 7 Y, en los días del rey Artajerjes de Persia, tanto Bislam, Mitrídates y Tabeel como el resto de sus compañeros le escribieron una carta al rey Artajerjes. Ellos la tradujeron al arameo+ y la escribieron con letras arameas.*

8 * Rehúm —el principal funcionario del gobierno— y el escriba Simsái le escribieron al rey Artajerjes la siguiente carta contra Jerusalén. 9 (La carta fue escrita por Rehúm —el principal funcionario del gobierno—, el escriba Simsái y el resto de sus compañeros, los jueces y los gobernadores de menor rango, los secretarios, el pueblo de Erec,+ los babilonios, los habitantes de Susa+ —es decir, los elamitas—+ 10 y las demás naciones que el grande y honorable Asnapar llevó al destierro y estableció en las ciudades de Samaria,+ y el resto de la gente de la región que está al oeste del río Éufrates.* 11 Esta es una copia de la carta que le enviaron).

“Al rey Artajerjes de parte de sus siervos, los hombres de la región que está al oeste del río Éufrates: 12 Le informamos al rey que los judíos que subieron de donde estás tú adonde estamos nosotros han llegado a Jerusalén. Ellos están reconstruyendo la ciudad rebelde y malvada, y están terminando las murallas+ y reparando los cimientos. 13 También le informamos al rey que, si reconstruyen la ciudad y terminan las murallas, no pagarán ningún impuesto ni tributo+ ni peaje. Y esto causará pérdidas a los tesoros de los reyes. 14 Nosotros comemos la sal del palacio* y no está bien que dejemos que se perjudiquen los intereses del rey. Por eso enviamos esta carta para avisar al rey 15 y para que se haga una investigación en el libro de los registros de tus antecesores.+ Descubrirás en el libro que esta ciudad es una ciudad rebelde, que perjudica a reyes y provincias, y que en ella se han fomentado revueltas desde la antigüedad. Por esa razón fue destruida.+ 16 Le informamos al rey que, si se reconstruye la ciudad y se terminan las murallas, entonces no tendrás ningún dominio* de la región que está al oeste del río Éufrates”.+

17 El rey respondió a Rehúm —el principal funcionario del gobierno—, al escriba Simsái, al resto de sus compañeros que vivían en Samaria y al resto de la gente de la región que está al oeste del río Éufrates:

“¡Saludos! 18 Me han leído claramente* el documento oficial que ustedes nos enviaron. 19 Por orden mía se ha hecho una investigación y se ha comprobado que, desde la antigüedad, esa ciudad se ha levantado contra los reyes y que en ella se han producido muchas rebeliones y revueltas.+ 20 Hubo reyes poderosos en Jerusalén que gobernaban toda la región que está al oeste del río Éufrates y que cobraban impuestos, tributos y peajes. 21 Pues bien, ordenen que se detengan las obras de esa gente y que no se reconstruya la ciudad hasta que yo dé la orden. 22 Asegúrense de no descuidar este asunto para que no se perjudiquen todavía más los intereses del rey”.+

23 Después de que se les leyó la copia del documento oficial del rey Artajerjes a Rehúm, al escriba Simsái y a sus compañeros, ellos fueron a toda prisa a Jerusalén y por la fuerza hicieron que los judíos se detuvieran. 24 En ese momento se detuvo la reconstrucción de la casa de Dios, que estaba en Jerusalén, y quedó interrumpida hasta el segundo año del reinado del rey Darío de Persia.+

5 Luego, el profeta Ageo+ y el profeta Zacarías,+ nieto de Idó,+ se pusieron a hablarles a los judíos que estaban en Judá y en Jerusalén en el nombre del Dios de Israel, quien estaba con ellos. 2 Fue entonces cuando Zorobabel+ hijo de Sealtiel y Jesúa+ hijo de Jehozadac retomaron la reconstrucción de la casa de Dios,+ que estaba en Jerusalén. Y los profetas de Dios estaban con ellos apoyándolos.+ 3 En aquel tiempo, Tatenái —el gobernador de la región que está al oeste del río Éufrates— y Setar-Bozenái y sus compañeros fueron adonde estaban ellos y les preguntaron: “¿Quién les dio la orden de construir esta casa y terminar esta estructura?”.* 4 También les preguntaron: “¿Cómo se llaman los hombres que están trabajando en esta construcción?”. 5 Pero Dios estaba velando por* los ancianos de los judíos,+ y no les impidieron continuar sin que primero se le enviara un informe a Darío y se recibiera un documento oficial sobre el asunto.

6 Esta es una copia de la carta que Tatenái —el gobernador de la región que está al oeste del río Éufrates— y Setar-Bozenái y sus compañeros —los gobernadores de menor rango de la región que está al oeste del río Éufrates— le enviaron al rey Darío. 7 El informe que le escribieron decía:

“Al rey Darío:

”¡Que tengas toda la paz! 8 Le informamos al rey que fuimos a la casa del gran Dios, en la provincia de Judá. Vimos que la están reconstruyendo con piedras enormes. Además, están colocando maderas en las paredes. Las obras están avanzando muy rápido gracias al gran interés y los esfuerzos del pueblo. 9 Así que les preguntamos a sus ancianos: ‘¿Quién les dio la orden de construir esta casa y terminar esta estructura?’.*+ 10 También les preguntamos sus nombres para escribirlos y hacerte saber quiénes son los encargados.

11 ”Ellos nos respondieron: ‘Somos los siervos del Dios de los cielos y de la tierra. Estamos reconstruyendo la casa que un gran rey de Israel construyó y terminó hace muchos años.+ 12 Pero nuestros padres hicieron enojar al Dios de los cielos.+ Por eso él los hizo caer en manos del rey Nabucodonosor+ de Babilonia, el caldeo. Este rey fue el que destruyó esta casa+ y llevó a la gente al destierro en Babilonia.+ 13 Sin embargo, en el primer año del rey Ciro de Babilonia, el rey Ciro emitió una orden para que se reconstruyera esta casa de Dios.+ 14 Además, el rey Ciro mandó sacar del templo de Babilonia los recipientes de oro y de plata de la casa de Dios, los cuales Nabucodonosor había sacado del templo de Jerusalén y había llevado al templo de Babilonia.+ Y le dieron los recipientes a un hombre llamado Sesbazar,*+ a quien Ciro nombró gobernador.+ 15 Ciro le dijo: “Toma estos recipientes, llévalos al templo que está en Jerusalén, y que la casa de Dios sea reconstruida donde estaba antes”.+ 16 Cuando este Sesbazar llegó, colocó los cimientos de la casa de Dios,+ que está en Jerusalén. Y desde entonces se está reconstruyendo, pero todavía no se ha terminado’.+

17 ”Por lo tanto, si al rey le parece bien, solicitamos que se haga una investigación en el tesoro real que está en Babilonia y se compruebe si el rey Ciro dio la orden de reconstruir esa casa de Dios en Jerusalén.+ También solicitamos que se nos envíe la decisión del rey”.

6 Fue entonces cuando el rey Darío dio la orden y se hizo una investigación en los archivos* de Babilonia, donde se guardaban los tesoros. 2 Y en la fortaleza de Ecbátana, en la provincia de Media, se encontró un rollo que tenía escrita esta nota oficial:*

3 “En el primer año del rey Ciro, el rey Ciro dio esta orden relacionada con la casa de Dios en Jerusalén:+ ‘Que los judíos reconstruyan la casa para que puedan ofrecer sacrificios allí, y que coloquen sus cimientos. La casa medirá 60 codos* de alto y 60 codos de ancho,+ 4 y tendrá tres hileras de piedras enormes y una hilera de maderas.+ La casa del rey pagará los gastos.+ 5 Además, que se devuelvan los recipientes de oro y de plata de la casa de Dios, los cuales Nabucodonosor sacó del templo que estaba en Jerusalén y trajo a Babilonia.+ Deben colocarse en su lugar en el templo de Jerusalén y dejarse en la casa de Dios’”.+

6 “Así que ustedes, Tatenái —el gobernador de la región que está al oeste del río Éufrates—, Setar-Bozenái y sus compañeros —los gobernadores de menor rango de la región que está al oeste del río Éufrates—,+ manténganse lejos de allí. 7 No estorben las obras de esa casa de Dios. El gobernador de los judíos y los ancianos de los judíos reconstruirán esa casa de Dios donde estaba antes. 8 Además, para ayudar a estos ancianos de los judíos a reconstruir esa casa de Dios, les doy la siguiente orden: para que no se interrumpan las obras, deben pagarles de inmediato los gastos con los fondos del tesoro real+ procedentes de los impuestos de la región que está al oeste del río Éufrates.+ 9 Y todos los días, sin falta, deben darles a los sacerdotes que están en Jerusalén lo que pidan, cualquier cosa que necesiten: toros jóvenes,+ carneros+ y corderos+ para las ofrendas quemadas al Dios del cielo, así como trigo,+ sal,+ vino+ y aceite.+ 10 Así ellos siempre podrán presentar ofrendas que agraden al Dios de los cielos y orar por la vida del rey y sus hijos.+ 11 También he dado la orden de que, si alguien desobedece este decreto, deben arrancar un madero de su casa, levantar a la persona y fijarla* en él. Deben convertir su casa en una letrina pública* por su delito. 12 Y que el Dios que ha hecho que su nombre resida allí*+ derribe a cualquier rey o pueblo que desobedezca esta orden y destruya esa casa de Dios, que está en Jerusalén. Yo, Darío, he dado la orden. Que se cumpla de inmediato”.

13 Así que Tatenái —el gobernador de la región que está al oeste del río Éufrates—, Setar-Bozenái+ y sus compañeros cumplieron de inmediato todo lo que ordenó el rey Darío. 14 Los ancianos de los judíos, animados por las profecías del profeta Ageo+ y de Zacarías+ —nieto de Idó—, siguieron trabajando y avanzando en la reconstrucción.+ Y finalizaron la reconstrucción como había mandado el Dios de Israel+ y como habían mandado Ciro,+ Darío+ y el rey Artajerjes+ de Persia. 15 Terminaron la casa el día tres del mes de adar,* en el sexto año del reinado del rey Darío.

16 Entonces los israelitas, los sacerdotes, los levitas+ y el resto de los que estuvieron desterrados celebraron con alegría* la inauguración* de esta casa de Dios. 17 Para la inauguración de esta casa de Dios, presentaron 100 toros, 200 carneros, 400 corderos y, como ofrenda por el pecado de todo Israel, 12 machos de las cabras, de acuerdo con el número de las tribus de Israel.+ 18 Y nombraron para el servicio de Dios en Jerusalén a los sacerdotes según sus grupos y a los levitas según sus divisiones,+ como estaba escrito en el libro de Moisés.+

19 Los que habían regresado del destierro celebraron la Pascua el día 14 del primer mes.+ 20 Todos los sacerdotes y los levitas estaban puros porque todos, sin excepción, se habían purificado.+ Así que mataron al animal del sacrificio de la Pascua en favor de todos los que estuvieron desterrados, de sus compañeros sacerdotes y de ellos mismos. 21 Luego los israelitas que habían regresado del destierro comieron del sacrificio. Lo comieron junto con todos los que se habían unido a ellos y se habían separado de la impureza de las naciones de aquella tierra para adorar* a Jehová, el Dios de Israel.+ 22 Además, celebraron felices la Fiesta de los Panes Sin Levadura+ durante siete días, porque Jehová los había llenado de alegría y había hecho que el rey de Asiria se pusiera de parte de ellos+ y los apoyara* en las obras de la casa del Dios verdadero, el Dios de Israel.

7 Después de estas cosas, durante el reinado del rey Artajerjes+ de Persia, regresó Esdras.*+ Él era hijo de Seraya,+ hijo de Azarías, hijo de Hilquías,+ 2 hijo de Salum, hijo de Sadoc, hijo de Ahitub, 3 hijo de Amarías, hijo de Azarías,+ hijo de Merayot, 4 hijo de Zerahías, hijo de Uzí, hijo de Buquí, 5 hijo de Abisúa, hijo de Finehás,+ hijo de Eleazar,+ hijo del sacerdote principal Aarón.+ 6 Este Esdras subió de Babilonia. Él era un copista* experto en* la Ley de Moisés,+ la cual había dado Jehová, el Dios de Israel. Como la mano de Jehová su Dios estaba con él, el rey le dio todo lo que pidió.

7 Algunos israelitas, sacerdotes, levitas,+ cantores,+ porteros+ y siervos del templo*+ subieron a Jerusalén en el séptimo año del rey Artajerjes. 8 Esdras llegó a Jerusalén en el quinto mes, en el séptimo año del rey. 9 Salió de Babilonia el primer día del primer mes y llegó a Jerusalén el primer día del quinto mes, porque la bondadosa mano de su Dios estaba con él.+ 10 Esdras había preparado su corazón para* consultar la Ley de Jehová, ponerla en práctica+ y enseñar sus normas y sus decisiones judiciales en Israel.+

11 Esta es una copia de la carta que el rey Artajerjes le dio al sacerdote y copista* Esdras, que era un experto en el estudio* de los mandamientos de Jehová y de sus normas para Israel:

12 * “De Artajerjes+ —el rey de reyes— al sacerdote Esdras, el copista* de la Ley del Dios de los cielos: Que tengas paz completa. 13 He dado una orden que autoriza a todos los israelitas de mi reino y a sus sacerdotes y levitas para que vayan contigo a Jerusalén si así lo desean.+ 14 Porque el rey y sus siete consejeros te envían para averiguar si en Judá y Jerusalén se está cumpliendo la Ley de tu Dios, la cual tienes contigo.* 15 También llevarás la plata y el oro que el rey y sus consejeros han querido darle al Dios de Israel, que mora en Jerusalén. 16 Además, llevarás toda la plata y el oro que te den* en toda la provincia de Babilonia y la donación que el pueblo y los sacerdotes quieran darte para la casa de su Dios, que está en Jerusalén.+ 17 Con ese dinero debes comprar cuanto antes toros,+ carneros,+ corderos+ y sus correspondientes ofrendas de grano+ y ofrendas líquidas,*+ y debes ofrecer esto en el altar de la casa de tu Dios en Jerusalén.

18 ”Y con el resto de la plata y el oro hagan lo que a ti y a tus hermanos les parezca bien, de acuerdo con la voluntad de su Dios. 19 Además, entregarás delante de Dios en Jerusalén todos los recipientes que recibas para el servicio de la casa de tu Dios.+ 20 Y cualquier otra cosa necesaria que tengas que dar para la casa de tu Dios, págala con los fondos del tesoro real.+

21 ”Yo, el rey Artajerjes, les he dado la orden a todos los tesoreros de la región que está al oeste del río Éufrates de entregarle de inmediato al sacerdote Esdras+ —el copista* de la Ley del Dios de los cielos— todo lo que les pida: 22 como máximo, 100 talentos* de plata, 100 coros* de trigo, 100 batos* de vino+ y 100 batos de aceite,+ y sal+ sin límite. 23 Que todo lo que el Dios de los cielos ordene para su casa se haga con empeño. Así el Dios de los cielos+ no se enojará con el reino ni con los hijos del rey.+ 24 Además, les informo que no está permitido cobrarles ni impuestos ni tributos+ ni peajes a los sacerdotes, a los levitas, a los músicos,+ a los porteros, a los siervos del templo*+ o a los demás trabajadores de esta casa de Dios.

25 ”Y tú, Esdras, usando la sabiduría que tu Dios te ha dado,* nombra magistrados y jueces para juzgar a todos los habitantes de la región que está al oeste del río Éufrates, todos los que conocen las leyes de tu Dios. Además, ustedes deben enseñarle estas leyes a cualquiera que no las conozca.+ 26 Todo el que desobedezca la Ley de tu Dios y la ley del rey debe ser condenado de inmediato a muerte o al destierro o a pagar una multa o a prisión”.

27 ¡Alabado sea Jehová, el Dios de nuestros antepasados, que puso en el corazón del rey el deseo de embellecer la casa de Jehová en Jerusalén!+ 28 Dios me ha demostrado amor leal y me ha concedido el favor del rey,+ de sus consejeros+ y de los poderosos príncipes del rey. Así que cobré valor* porque la mano de Jehová mi Dios estaba conmigo y reuní a algunos jefes de Israel para que subieran conmigo.

8 Pues bien, estos fueron los jefes de las casas paternas y el registro genealógico de los que subieron conmigo de Babilonia durante el reinado del rey Artajerjes:+ 2 de los hijos de Finehás:+ Guersom; de los hijos de Itamar:+ Daniel; de los hijos de David: Hatús; 3 de los hijos de Secanías, que era de los hijos de Parós: Zacarías junto con 150 varones registrados; 4 de los hijos de Pahat-Moab:+ Elieho-Enái hijo de Zerahías, con 200 varones; 5 de los hijos de Zatú:+ Secanías hijo de Jahaziel, con 300 varones; 6 de los hijos de Adín:+ Ébed hijo de Jonatán, con 50 varones; 7 de los hijos de Elam:+ Jesayá hijo de Atalía, con 70 varones; 8 de los hijos de Sefatías:+ Zebadías hijo de Miguel, con 80 varones; 9 de los hijos de Joab: Abdías hijo de Jehiel, con 218 varones; 10 de los hijos de Baní: Selomit hijo de Josifías, con 160 varones; 11 de los hijos de Bebái:+ Zacarías hijo de Bebái, con 28 varones; 12 de los hijos de Azgad:+ Johanán hijo de Hacatán, con 110 varones; 13 de los hijos de Adonicam,+ los nombres de los últimos que regresaron fueron estos: Elifélet, Jeiel y Semaya, con 60 varones; 14 y de los hijos de Bigvái:+ Utái y Zabbud, con 70 varones.

15 Los reuní a orillas del río que llega a Ahavá,+ y acampamos allí durante tres días. Pero, cuando busqué entre la gente del pueblo y los sacerdotes, no encontré ningún levita. 16 Por lo tanto, mandé llamar a los jefes Eliezer, Ariel, Semaya, Elnatán, Jarib, Elnatán, Natán, Zacarías y Mesulam, y a los maestros Joiarib y Elnatán. 17 Y les mandé que fueran a hablar con Idó, el líder de un lugar llamado Casifía. Les dije que les pidieran a Idó y a sus hermanos —los siervos del templo* que estaban en Casifía— que nos trajeran siervos para la casa de nuestro Dios. 18 Como la bondadosa mano de Dios estaba con nosotros, nos trajeron a Serebías+ —un hombre sensato de los hijos de Mahlí,+ nieto de Leví, hijo de Israel— junto con sus hijos y sus hermanos. En total 18 hombres. 19 También trajeron a Hasabías y a Jesayá, de los meraritas,+ junto con sus hermanos y sus hijos. En total 20 hombres. 20 Y había 220 siervos del templo,* a los que David y los príncipes habían puesto al servicio de los levitas. Todos ellos habían sido registrados por nombre.

21 Entonces mandé que allí, junto al río Ahavá, se hiciera un ayuno a fin de humillarnos delante de nuestro Dios y pedirle su guía para el viaje que haríamos con nuestros hijos y todos nuestros bienes. 22 Me dio vergüenza pedirle al rey soldados y jinetes para que nos protegieran de los enemigos durante el camino, porque le habíamos dicho: “La bondadosa mano de nuestro Dios está con todos los que lo buscan,+ pero su fuerza y su furia están contra todos los que lo abandonan”.+ 23 Por eso ayunamos y le pedimos ayuda a nuestro Dios sobre este asunto, y él escuchó nuestros ruegos.+

24 Después aparté a 12 de los jefes de los sacerdotes: a Serebías y Hasabías,+ junto con 10 de sus hermanos. 25 Y les pesé la plata, el oro y los utensilios que el rey, sus consejeros, sus príncipes y todos los israelitas que estaban allí presentes habían donado para la casa de nuestro Dios.+ 26 Así que pesé y les entregué 650 talentos* de plata, 100 utensilios de plata valorados en 2 talentos, 100 talentos de oro, 27 20 tazones pequeños de oro valorados en 1.000 dáricos* y 2 utensilios de cobre muy bueno, de color rojo brillante, tan apreciados como el oro.

28 Entonces les dije: “Ustedes son santos para Jehová,+ y los utensilios son santos, y la plata y el oro son una ofrenda voluntaria para Jehová, el Dios de sus antepasados. 29 Cuídenlos bien hasta que los pesen delante de los jefes de los sacerdotes y los levitas y de los príncipes de las casas paternas de Israel en Jerusalén,+ en los cuartos* de la casa de Jehová”. 30 Y los sacerdotes y los levitas recibieron la plata, el oro y los utensilios que les habían pesado para llevarlos a Jerusalén, a la casa de nuestro Dios.

31 Por fin, el día 12 del primer mes+ nos marchamos del río Ahavá+ y viajamos hacia Jerusalén. La mano de nuestro Dios estuvo con nosotros, y en el camino él nos libró de los enemigos y de los asaltantes. 32 De modo que llegamos a Jerusalén+ y nos quedamos allí tres días. 33 Y al cuarto día pesamos la plata, el oro y los utensilios en la casa de nuestro Dios+ y se los entregamos al sacerdote Meremot+ hijo de Uriya, que estaba con Eleazar hijo de Finehás y con los levitas Jozabad+ hijo de Jesúa y Noadías hijo de Binuí.+ 34 Todo se contó y se pesó, y se anotó el peso total. 35 Y los que salieron del cautiverio, los que estuvieron desterrados, presentaron sacrificios quemados al Dios de Israel: 12 toros+ por todo Israel, 96 carneros,+ 77 corderos y, como ofrenda por el pecado, 12 machos de las cabras.+ Todo esto se presentó como ofrenda quemada para Jehová.+

36 Después les entregamos las órdenes del rey+ a los sátrapas* del rey y a los gobernadores de la región que está al oeste del río Éufrates,+ y ellos dieron su apoyo al pueblo y a la casa del Dios verdadero.+

9 Y, en cuanto se hicieron todas estas cosas, los príncipes se acercaron y me dijeron: “El pueblo de Israel, los sacerdotes y los levitas no se han separado de los pueblos de las tierras vecinas ni de sus prácticas detestables.+ No se han separado de las prácticas de los cananeos, de los hititas, de los perizitas, de los jebuseos, de los ammonitas, de los moabitas, de los egipcios+ ni de los amorreos.+ 2 Porque ellos y sus hijos se han casado con mujeres de esos pueblos.+ Así que ellos, la descendencia santa,+ se han mezclado con los pueblos de esas tierras.+ Es más, los príncipes y los gobernantes subordinados han sido los primeros en cometer esta infidelidad”.

3 En cuanto oí esto, rasgué mi túnica interior y mi túnica sin mangas, me arranqué pelos de la cabeza y de la barba, y me senté desconcertado. 4 Y, debido a la infidelidad de los que habían regresado del destierro, todos los que respetaban profundamente* las palabras del Dios de Israel se reunieron a mi alrededor. Yo me quedé sentado y desconcertado hasta la ofrenda de grano del atardecer.+

5 Cuando llegó la hora de presentar la ofrenda de grano del atardecer,+ me levanté de mi humillación. Entonces, con mis ropas* rasgadas, caí de rodillas y alcé las manos hacia Jehová mi Dios. 6 Y dije: “Dios mío, me siento tan avergonzado y abochornado que no me atrevo a levantar mi rostro hacia ti, Dios mío. Y es que nuestros errores se han multiplicado sobre nuestras cabezas, y nuestras culpas se han amontonado hasta llegar al cielo.+ 7 Desde los días de nuestros antepasados hasta ahora, nos hemos hecho muy culpables.+ Y, por nuestros errores, tanto nosotros como nuestros reyes y nuestros sacerdotes hemos sido entregados en manos de los reyes de otros países. Nos han matado a espada,+ nos han llevado al cautiverio,+ nos han saqueado+ y nos han humillado, y lo mismo pasa hoy.+ 8 Pero por un breve momento nos has mostrado favor, Jehová nuestro Dios. Has permitido que algunos escapemos y nos has dado una posición segura* en tu lugar santo+ para que brillen nuestros ojos, oh, Dios nuestro, y para devolvernos un poco el ánimo durante nuestra esclavitud. 9 Porque, aunque somos esclavos,+ tú, nuestro Dios, no nos has abandonado durante nuestra esclavitud. Nos has mostrado amor leal y nos has concedido el favor de los reyes de Persia.+ Así nos devolviste el ánimo para levantar tu casa+ y reconstruir sus ruinas, y nos diste un muro de piedra* en Judá y en Jerusalén.

10 ”Y, después de todo esto, ¿qué podemos decir, Dios nuestro? Hemos dejado tus mandamientos, 11 los cuales nos diste por medio de tus siervos los profetas. Tú nos dijiste: ‘La tierra en la que van a entrar para conquistarla es impura porque la gente de esas tierras es impura. Ellos tienen prácticas detestables y han llenado la tierra de un extremo a otro con su impureza.+ 12 Por tanto, no casen a las hijas de ustedes con los hijos de ellos, ni acepten las hijas de ellos para los hijos de ustedes.+ Y nunca busquen la paz de ellos ni su prosperidad.+ Así ustedes se harán fuertes, comerán lo bueno de la tierra y se la dejarán en herencia a sus hijos para siempre’. 13 Y, después de todo lo que nos ha pasado por nuestras malas acciones y nuestra gran culpa —aunque tú, Dios nuestro, no nos has tratado como merecemos por nuestros errores,+ sino que nos has permitido escapar a los que estamos aquí—,+ 14 ¿acaso volveremos a desobedecer tus mandamientos y formaremos alianzas matrimoniales* con gente que tiene esas prácticas detestables?+ ¿No te enojarías tanto que nos destruirías por completo, sin que nadie escape ni sobreviva? 15 Oh, Jehová, Dios de Israel, tú eres justo,+ porque algunos hemos sobrevivido hasta este día. Estamos ante ti con nuestra culpa, porque no se puede estar de pie ante ti después de lo que hemos hecho”.+

10 Esdras oraba+ y confesaba estos pecados llorando acostado bocabajo delante de la casa del Dios verdadero. Mientras tanto, se reunió a su alrededor una gran multitud de hombres, mujeres y niños de Israel. La gente estaba llorando muchísimo. 2 Y Secanías hijo de Jehiel,+ de los hijos de Elam,+ le dijo a Esdras: “Nosotros le hemos sido infieles a nuestro Dios al casarnos con* mujeres extranjeras de los pueblos de esta tierra.+ Pero todavía hay esperanza para Israel. 3 Hagamos un pacto con nuestro Dios+ y despidamos a todas esas esposas y a sus hijos. Así seguiremos la guía de Jehová y de los que respetan profundamente* el mandamiento de nuestro Dios.+ Hagamos lo que dice la Ley. 4 Levántate, este asunto es tu responsabilidad. Nosotros estamos contigo. Sé fuerte y actúa”.

5 Así que Esdras se levantó e hizo que los jefes de los sacerdotes, los levitas y todo Israel juraran hacer lo que se había dicho.+ Y ellos lo juraron. 6 Esdras estaba delante de la casa del Dios verdadero, y de ahí se fue al cuarto* que Jehohanán hijo de Eliasib tenía en el templo. Fue allí, pero no comió nada ni bebió agua porque estaba de duelo por la infidelidad de los que habían regresado del destierro.+

7 Entonces anunciaron por todo Judá y Jerusalén que todos los que habían regresado del destierro debían reunirse en Jerusalén. 8 Y, de acuerdo con la decisión de los príncipes y los ancianos, si alguien no aparecía en el plazo de tres días, esa persona sería expulsada del grupo* de los desterrados y todos sus bienes serían confiscados.*+ 9 Así que todos los hombres de Judá y Benjamín se reunieron en Jerusalén a los tres días: el día 20 del noveno mes. Y todo el pueblo se quedó sentado en un patio de la casa del Dios verdadero, temblando por la gravedad del asunto y por las fuertes lluvias.

10 Entonces, el sacerdote Esdras se levantó y les dijo: “Ustedes han sido infieles al casarse con mujeres extranjeras,+ y así han aumentado la culpa de Israel. 11 Ahora confiésenle su pecado a Jehová, el Dios de sus antepasados, y obedézcanlo. Sepárense de los pueblos de esta tierra y también de esas esposas extranjeras”.+ 12 Y toda la congregación contestó con voz fuerte: “Tenemos el deber de actuar tal como tú has dicho. 13 Sin embargo, hay mucha gente y estamos en la estación lluviosa. No es posible quedarse afuera. Además, este asunto no va a tomar ni un día ni dos, porque hemos sido muy rebeldes. 14 Así que permite, por favor, que nuestros príncipes representen a toda la congregación+ y que todos los que están en nuestras ciudades que se hayan casado con mujeres extranjeras vengan en una fecha determinada, acompañados de los ancianos y los jueces de cada ciudad, hasta que calmemos la ardiente furia de nuestro Dios causada por esto”.

15 Pero Jonatán hijo de Asahel y Jahzeya hijo de Ticvá se opusieron a esto, y los levitas Mesulam y Sabetái+ se pusieron de su lado. 16 Sin embargo, los que habían regresado del destierro hicieron lo que se había acordado. Y el sacerdote Esdras y los jefes de las casas paternas —todos registrados por nombre— se reunieron aparte el primer día del décimo mes para investigar el asunto. 17 Y el primer día del primer mes terminaron de resolver la situación de todos los hombres que estaban casados con mujeres extranjeras. 18 Se descubrió que algunos de los hijos de los sacerdotes se habían casado con mujeres extranjeras.+ De los hijos de Jesúa+ hijo de Jehozadac y de sus hermanos, fueron Maaseya, Eliezer, Jarib y Guedalías. 19 Pero ellos prometieron* despedir a sus esposas. Además, como eran culpables, ofrecerían un carnero del rebaño por esa culpa.+

20 De los hijos de Imer:+ Hananí y Zebadías; 21 de los hijos de Harim:+ Maaseya, Elías, Semaya, Jehiel y Uzías; 22 y de los hijos de Pasjur:+ Elioenái, Maaseya, Ismael, Netanel, Jozabad y Eleasá. 23 Y de los levitas: Jozabad, Simeí, Quelaya (es decir, Quelitá), Petahías, Judá y Eliezer; 24 de los cantores: Eliasib; y de los porteros: Salum, Télem y Urí.

25 Y de los israelitas, de los hijos de Parós:+ Ramías, Izías, Malkiya, Mijamín, Eleazar, Malkiya y Benaya; 26 de los hijos de Elam:+ Matanías, Zacarías, Jehiel,+ Abdí, Jeremot y Elías; 27 de los hijos de Zatú:+ Elioenái, Eliasib, Matanías, Jeremot, Zabad y Azizá; 28 de los hijos de Bebái:+ Jehohanán, Hananías, Zabái y Atlái; 29 de los hijos de Baní: Mesulam, Maluc, Adaya, Jasub, Seal y Jeremot; 30 de los hijos de Pahat-Moab:+ Adná, Kelal, Benaya, Maaseya, Matanías, Bezalel, Binuí y Manasés; 31 de los hijos de Harim:+ Eliezer, Isiya, Malkiya,+ Semaya, Shimeón, 32 Benjamín, Maluc y Semarías; 33 de los hijos de Hasum:+ Matenái, Matatá,* Zabad, Elifélet, Jeremái, Manasés y Simeí; 34 de los hijos de Baní: Maadái, Amram, Uel, 35 Benaya, Bedeya, Kelúhi, 36 Vanías, Meremot, Eliasib, 37 Matanías, Matenái y Jaasú; 38 de los hijos de Binuí: Simeí, 39 Selemías, Natán, Adaya, 40 Macnadebái, Sasái, Sharái, 41 Azarel, Selemías, Semarías, 42 Salum, Amarías y José; 43 y de los hijos de Nebo: Jeiel, Matitías, Zabad, Zebiná, Jadái, Joel y Benaya. 44 Todos ellos se habían casado con mujeres extranjeras,+ y las despidieron a ellas y a sus hijos.+

Lit. “incitó el espíritu del”.

O quizás “quien está en Jerusalén”.

Lit. “los hombres de su lugar”.

Lit. “había incitado su espíritu”.

Lit. “les fortalecieron las manos con”.

Posiblemente Zorobabel, mencionado en Esd 2:2 y 3:8.

O “del distrito jurisdiccional (administrativo)”.

O “Baanah”. Ver apén. A2.

O “Arah”. Ver apén. A2.

O “netineos”. Lit. “entregados”.

O “Jaalah”. Ver apén. A2.

O “netineos”. Lit. “entregados”.

O “fueron excluidos del sacerdocio como impuros”.

O “tirsatá”, título que los persas le daban al gobernador de una provincia.

Lit. “Toda la congregación”.

O “levantar”.

Por lo general, este dracma se equiparaba con el dárico, una moneda persa de oro que pesaba 8,4 g (0,27 oz tr). No debe confundirse con el dracma de las Escrituras Griegas. Ver apén. B14.

La mina que se menciona en las Escrituras Hebreas equivalía a 570 g (18,35 oz tr). Ver apén. B14.

O “netineos”. Lit. “entregados”.

Lit. “todo Israel”.

Lit. “hijos de Israel”.

Se refiere a refugios temporales.

Lit. “buscamos”.

Lit. “debilitándoles las manos”.

O quizás “Fue escrita en arameo y luego fue traducida”.

El pasaje de Esd 4:8 a 6:18 fue escrito originalmente en arameo.

O “región Transeufratina”, “región Más Allá del Río”.

O “Nuestro salario viene del palacio”.

O “ninguna porción”.

O quizás “Me han traducido y leído”.

O “estas vigas”.

Lit. “el ojo de su Dios estaba sobre”.

O “estas vigas”.

Posiblemente Zorobabel, mencionado en Esd 2:2 y 3:8.

Lit. “la casa de los registros”.

O “tenía escrito este memorando”.

Unos 26,7 m (87,6 ft). Ver apén. B14.

O “empalarla”.

O quizás “un basurero”, “un estercolero”.

Es decir, en Jerusalén o en el templo.

Ver apén. B15.

O “gozo”.

O “dedicación”.

Lit. “buscar”.

Lit. “les fortaleciera las manos”.

Que significa ‘ayuda’.

O “escriba”.

O “un copista hábil de”.

O “netineos”. Lit. “entregados”.

O “había decidido en su corazón”.

O “escriba”.

O “un copista de las palabras”.

El pasaje de Esd 7:12-26 fue escrito originalmente en arameo.

O “escriba”.

Lit. “en tu mano”.

Lit. “que encuentres”.

O “libaciones”.

O “escriba”.

Un talento equivalía a 34,2 kg (1.101 oz tr). Ver apén. B14.

Un coro equivalía a 220 L (200 dry qt). Ver apén. B14.

Un bato equivalía a 22 L (5,81 gal). Ver apén. B14.

O “netineos”. Lit. “entregados”.

Lit. “de acuerdo con la sabiduría de tu Dios que está en tu mano”.

O “me fortalecí”.

O “netineos”. Lit. “entregados”.

O “netineos”. Lit. “entregados”.

Un talento equivalía a 34,2 kg (1.101 oz tr). Ver apén. B14.

El dárico era una moneda persa de oro. Ver apén. B14.

O “comedores”.

Título que significa ‘protectores del reino’. Aquí se refiere a los gobernadores de las provincias del Imperio persa.

Lit. “temblaban ante”.

O “mi túnica interior y mi túnica sin mangas”.

O “una estaca”.

O “muro de protección”.

O “matrimonios mixtos”.

O “al llevar a nuestras casas”.

Lit. “tiemblan ante”.

O “comedor”.

Lit. “de la congregación”.

O “proscritos”.

Lit. “dieron sus manos para”.

O “Matatah”. Ver apén. A2.

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