CARTA A LOS HEBREOS
1 Hace mucho tiempo, Dios les habló a nuestros antepasados por medio de los profetas en muchas ocasiones y de muchas maneras.+ 2 Ahora, al final de estos días, nos ha hablado por medio de un Hijo,+ a quien nombró heredero de todas las cosas+ y mediante quien hizo los sistemas.*+ 3 Él es el reflejo de la gloria de Dios+ y la representación exacta de su mismísimo ser,+ y sostiene todo con su poderosa palabra. Y, después de habernos purificado de nuestros pecados,+ se sentó a la derecha de la Majestad en las alturas.+ 4 De modo que ha llegado a ser superior a los ángeles,+ pues ha heredado un nombre más excelente que el de ellos.+
5 Por ejemplo, ¿a qué ángel le dijo Dios alguna vez: “Tú eres mi hijo; hoy he llegado a ser tu padre”?+ ¿O también: “Yo seré su padre y él será mi hijo”?+ 6 Y, al traer de nuevo a su Primogénito+ a la tierra habitada, dice: “Y que todos los ángeles de Dios le rindan homenaje”.*
7 Además, de los ángeles dice: “A sus ángeles, los hace espíritus, y a sus siervos,*+ llamas de fuego”.+ 8 Pero del Hijo dice: “Dios es tu trono+ para siempre jamás, y el cetro de tu Reino es el cetro de rectitud.* 9 Amaste la justicia y odiaste la maldad.* Por eso Dios, tu Dios, te ungió a ti+ con el aceite de alegría más que a tus compañeros”.+ 10 También dice: “En el principio, oh, Señor, tú colocaste los cimientos de la tierra, y los cielos son obra de tus manos. 11 Ellos dejarán de existir, pero tú seguirás viviendo; ellos se desgastarán igual que una prenda de vestir 12 y tú los enrollarás igual que un manto, como una prenda de vestir, y serán cambiados. Pero tú eres el mismo, y tus años nunca tendrán fin”.+
13 Pero ¿de qué ángel dijo él alguna vez: “Siéntate a mi derecha hasta que ponga a tus enemigos como banquillo para tus pies”?+ 14 ¿No son todos ellos espíritus que ofrecen un servicio santo,*+ enviados para servir a favor de los que van a heredar la salvación?
2 Por eso tenemos que prestar más atención de la acostumbrada a las cosas que hemos oído,+ para que nunca seamos llevados a la deriva.+ 2 Porque, si las palabras que transmitieron los ángeles+ resultaron ciertas y toda violación de la ley y desobediencia recibió su justo castigo,+ 3 ¿cómo vamos a librarnos nosotros si descuidamos una salvación tan grande?+ Pues nuestro Señor fue el primero en anunciarla+ y quienes lo oyeron nos la confirmaron, 4 al mismo tiempo que Dios también daba testimonio por medio de milagros,* cosas impresionantes* y diversas obras poderosas,+ y por medio de la distribución de espíritu santo según su voluntad.+
5 Porque él no puso bajo la autoridad de los ángeles a la futura tierra habitada+ de la que hablamos. 6 Pero un testigo dijo en cierto lugar: “¿Qué es el hombre para que lo tengas presente? ¿O qué es el hijo del hombre para que lo cuides?+ 7 Tú lo hiciste un poco inferior a los ángeles; tú lo coronaste de gloria y honra, y lo pusiste a cargo de las obras de tus manos. 8 Todas las cosas las sometiste bajo sus pies”.+ Al someter todas las cosas a él,+ Dios no dejó nada que no estuviera sometido a él.+ Ahora bien, aunque todavía no vemos que todas las cosas estén sometidas a él,+ 9 ya vemos a Jesús —que fue hecho un poco inferior a los ángeles—+ coronado de gloria y honra por haber sufrido hasta el punto de morir,+ para que por la bondad inmerecida de Dios él probara la muerte por todos.+
10 Porque estuvo bien que aquel para quien y por medio de quien existen todas las cosas —al llevar a la gloria a muchos hijos—+ perfeccionara mediante sufrimientos+ al Agente Principal de la salvación de ellos.+ 11 Porque, tanto el que está santificando como los que están siendo santificados,+ todos provienen de uno solo.+ Por eso él no se avergüenza de llamarlos hermanos+ 12 cuando dice: “Les proclamaré tu nombre a mis hermanos; te alabaré con canciones en medio de la congregación”.+ 13 También dice: “Pondré mi confianza en él”.+ Y añade: “¡Miren! Yo y los hijos* que Jehová* me dio”.+
14 Por lo tanto, ya que estos “hijos”* son* de carne y hueso,* él también llegó a ser de carne y hueso,+ para que mediante su muerte pudiera acabar con el que tiene los medios para causar la muerte+ —es decir, el Diablo—+ 15 y liberar* a todos los que llevaban toda su vida sometidos a esclavitud por miedo a la muerte.+ 16 Porque en realidad él no vino a ayudar a ángeles, sino que vino a ayudar a la descendencia de Abrahán.+ 17 Así pues, tuvo que llegar a ser igual que sus “hermanos” en todo sentido,+ para poder ser un sumo sacerdote misericordioso y fiel en lo relacionado con Dios, a fin de ofrecer un sacrificio de reconciliación*+ por los pecados de la gente.+ 18 Como él mismo sufrió cuando lo pusieron a prueba,+ está capacitado para ayudar a los que son puestos a prueba.+
3 De modo que, hermanos santos, participantes de la llamada* celestial,+ mediten en aquel a quien nosotros reconocemos* como apóstol y sumo sacerdote: Jesús.+ 2 Él fue fiel al que lo nombró,+ como también lo fue Moisés en toda la casa de Dios.+ 3 Porque él* es considerado digno de mayor gloria+ que Moisés, pues el que construye una casa tiene más honra que la casa misma. 4 Claro, toda casa es construida por alguien, pero el que ha construido todas las cosas es Dios. 5 Ahora bien, Moisés fue fiel como servidor en toda la casa de Dios y esto sirvió de testimonio de lo que se diría después, 6 pero Cristo fue fiel como hijo+ a cargo de la casa de Dios. Y nosotros de veras somos su casa+ si nos aferramos hasta el fin a la libertad* que tenemos para hablar y a la esperanza de la que presumimos.
7 Por lo tanto, es como dice el espíritu santo:+ “Si hoy ustedes escuchan su voz, 8 no se vuelvan tercos* como lo hicieron cuando provocaron amarga ira el día de la prueba en el desierto,+ 9 donde sus antepasados me pusieron a prueba y me desafiaron a pesar de haber visto mis obras durante 40 años.+ 10 Por eso aborrecí a esa generación y dije: ‘Siempre se desvían en su corazón y no han llegado a conocer mis caminos’. 11 Así que juré en mi furia: ‘No entrarán en mi descanso’”.+
12 Tengan cuidado, hermanos, no sea que alguno de ustedes desarrolle un corazón malo y sin fe por alejarse del Dios vivo.+ 13 Más bien, sigan animándose unos a otros cada día, mientras dure ese día llamado “hoy”,+ para que el poder engañoso del pecado no endurezca a ninguno de ustedes. 14 Porque en realidad llegamos a ser participantes del Cristo* solo si nos aferramos hasta el fin a la confianza que teníamos al principio.+ 15 Es como se dice: “Si hoy ustedes escuchan su voz, no se vuelvan tercos* como lo hicieron cuando provocaron amarga ira”.+
16 Porque ¿quiénes fueron los que lo escucharon pero provocaron su amarga ira? ¿Acaso no fueron todos los que salieron de Egipto guiados por Moisés?+ 17 Además, ¿a quiénes aborreció Dios durante 40 años?+ ¿No fue a los que pecaron, a los que cayeron muertos en el desierto?+ 18 ¿Y a quiénes les juró que no entrarían en su descanso? ¿No fue a los que desobedecieron? 19 Por lo tanto, vemos que no pudieron entrar porque les faltaba fe.+
4 Así pues, como sigue en pie la promesa de entrar en el descanso de él, tengamos cuidado,* no sea que alguno de ustedes sea considerado indigno de ella.+ 2 Porque a nosotros también se nos declararon las buenas noticias,*+ igual que a ellos; pero ellos no se beneficiaron del mensaje* que oyeron, porque no estaban unidos por la fe con los que hicieron caso. 3 Pero los que hemos demostrado fe sí entramos en el descanso del que él ha dicho “Así que juré en mi furia: ‘No entrarán en mi descanso’”,+ aunque sus obras ya estaban terminadas desde la fundación del mundo.+ 4 Porque en cierto pasaje él dijo acerca del séptimo día: “Y Dios descansó de todas sus obras el séptimo día”.+ 5 Y también dice: “No entrarán en mi descanso”.+
6 Por lo tanto, ya que falta que algunos entren en él —y los primeros a quienes se les declararon las buenas noticias no entraron debido a su desobediencia—,+ 7 él vuelve a fijar un día al decir “hoy” mucho tiempo después en el salmo de David. Es tal como se acaba de decir: “Si hoy ustedes escuchan su voz, no se vuelvan tercos”.*+ 8 Porque, si Josué+ los hubiera llevado a un lugar de descanso, Dios no habría hablado más tarde de otro día. 9 De modo que todavía queda un descanso sabático para el pueblo de Dios.+ 10 Porque el hombre que ha entrado en el descanso de Dios también ha descansado de sus propias obras, igual que Dios de las suyas.+
11 Por eso, hagamos todo lo posible para entrar en ese descanso, para que ninguno caiga siguiendo el mismo ejemplo de desobediencia.+ 12 Porque la palabra de Dios está viva y actúa con poder.+ Está más afilada que cualquier espada de dos filos+ y penetra hasta separar el alma* del espíritu,* y las coyunturas* del tuétano,* y es capaz de revelar* los pensamientos y las intenciones del corazón. 13 Y ninguna cosa creada está escondida de la vista de él,+ sino que todas las cosas están desnudas y totalmente expuestas a los ojos de aquel a quien tenemos que rendir cuentas.+
14 Así que, en vista de que tenemos un gran sumo sacerdote que ha entrado en* los cielos —Jesús, el Hijo de Dios—,+ aferrémonos a nuestra declaración pública acerca de él.+ 15 Porque no tenemos a un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades,+ sino que tenemos a uno que ha sido probado como nosotros en todo sentido, pero sin pecado.+ 16 Así pues, acerquémonos con confianza*+ al trono de la bondad inmerecida para recibir misericordia y encontrar bondad inmerecida justo en el momento en que necesitamos ayuda.
5 Pues bien, cualquier hombre elegido sumo sacerdote es nombrado para actuar a favor de los hombres en las cosas relacionadas con Dios,+ para presentar ofrendas y sacrificios por los pecados.+ 2 Él puede tratar con compasión* a los que cometen errores* por ignorancia, pues también se enfrenta* a sus propias debilidades, 3 y por eso tiene que presentar ofrendas por sus propios pecados, tal como hace por los del pueblo.+
4 Ningún hombre se atribuye este honor, sino que lo recibe solo cuando es llamado por Dios, tal como lo fue Aarón.+ 5 Del mismo modo, el Cristo no se glorificó a sí mismo+ convirtiéndose en sumo sacerdote, sino que fue glorificado por el que le dijo: “Tú eres mi hijo; hoy he llegado a ser tu padre”.+ 6 Es como también dice en otro pasaje: “Tú eres sacerdote para siempre a la manera de Melquisedec”.+
7 Durante su vida en la tierra,* Cristo ofreció peticiones y ruegos con fuertes clamores y lágrimas+ al que podía salvarlo de la muerte, y fue escuchado por su temor de Dios. 8 Aunque él era su hijo, aprendió lo que es la obediencia por las cosas que sufrió.+ 9 Y, después de haber sido perfeccionado,+ llegó a ser el responsable de la salvación eterna de todos los que lo obedecen,+ 10 porque Dios lo ha nombrado sumo sacerdote a la manera de Melquisedec.+
11 Tenemos mucho que decir acerca de él, pero es difícil de explicar, porque ustedes se han vuelto lentos para entender.* 12 Pues, aunque a estas alturas* ya deberían ser maestros, de nuevo necesitan que alguien les enseñe desde el principio las cosas elementales+ de las declaraciones sagradas de Dios. Vuelven a necesitar leche en vez de alimento sólido. 13 Y el que sigue alimentándose de leche no conoce la palabra de la justicia, porque es un niño pequeño.+ 14 En cambio, el alimento sólido es para personas maduras, para las que con la práctica han entrenado su capacidad de discernimiento* para distinguir lo que está bien de lo que está mal.
6 Por lo tanto, ya que hemos dejado atrás las enseñanzas básicas+ acerca del Cristo, avancemos hacia la madurez+ sin volver a poner los fundamentos, es decir, el arrepentimiento de obras muertas, la fe en Dios, 2 las enseñanzas sobre los bautismos, la imposición de las manos,+ la resurrección de los muertos+ y el juicio eterno. 3 Esto es lo que haremos, si Dios lo permite.
4 Porque, en cuanto a los que una vez fueron iluminados,+ probaron el regalo* celestial, se hicieron participantes del espíritu santo 5 y probaron la excelente palabra de Dios y los poderes del sistema* que viene 6 pero se apartaron de la fe,+ a esos es imposible revivirlos otra vez para que se arrepientan, pues ellos mismos de nuevo clavan al Hijo de Dios a un madero y lo exponen a la vergüenza pública.+ 7 Porque la tierra recibe una bendición de Dios cuando absorbe la lluvia que con frecuencia cae sobre ella y luego produce plantas que benefician a quienes la cultivan. 8 Pero, si produce espinos y cardos, es rechazada y está a punto de ser maldecida, y al final será quemada.
9 Pero, amados, aunque hablamos así, estamos convencidos de que en el caso de ustedes hay cosas mejores, cosas que llevan a la salvación. 10 Porque Dios no es injusto y no se olvida de las obras de ustedes ni del amor que demostraron por su nombre+ al haber servido a los santos y al continuar sirviéndoles. 11 Pero deseamos que cada uno de ustedes demuestre esa misma diligencia para tener la completa seguridad de la esperanza+ hasta el final,+ 12 a fin de que no se vuelvan perezosos,+ sino que imiten a los que por su fe y paciencia heredan las promesas.
13 Porque, cuando Dios le hizo su promesa a Abrahán, juró por sí mismo, pues no podía jurar por alguien mayor que él.+ 14 Le dijo: “De veras te bendeciré y de veras haré que seas muy numeroso”.+ 15 Así que, después de que Abrahán mostró paciencia, recibió esta promesa. 16 Porque los hombres juran por alguien mayor que ellos, y su juramento pone fin a toda discusión, pues les sirve de garantía.+ 17 De la misma manera, cuando Dios decidió demostrarles más claramente a los herederos de la promesa+ que su propósito* no cambia, lo garantizó* con un juramento. 18 Lo hizo para que, mediante esas dos cosas que no cambian y sobre las que es imposible que Dios mienta,+ los que hemos huido al refugio tengamos mucho ánimo para aferrarnos a la esperanza que está ante nosotros. 19 Esta esperanza+ segura y firme que tenemos es como un ancla para el alma* y entra al lugar que está al otro lado de la cortina,+ 20 donde ha entrado a favor nuestro un precursor, Jesús,+ que ha llegado a ser sumo sacerdote para siempre a la manera de Melquisedec.+
7 Porque este Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, salió a encontrarse con Abrahán cuando este volvía de matar a los reyes; él lo bendijo+ 2 y Abrahán le dio* la décima parte de todo. En primer lugar, su nombre se traduce “rey de justicia”; él también es rey de Salem, es decir, “rey de paz”. 3 Al estar sin padre ni madre ni genealogía ni principio de días ni fin de vida, pero al haber sido hecho parecido al Hijo de Dios, él sigue siendo sacerdote para siempre.*+
4 Fíjense en lo importante que era este hombre al que Abrahán, el patriarca,* le dio la décima parte de lo mejor del botín.+ 5 Es verdad que, según la Ley, los hijos de Leví+ que son nombrados sacerdotes tienen el mandato de cobrarle el diezmo al pueblo,+ es decir, a sus hermanos, aunque estos son descendientes* de Abrahán. 6 Pero este hombre, que no descendía de los hijos de Leví,* recibió el diezmo de Abrahán y bendijo al que tenía las promesas.+ 7 Y nadie puede negar que el menor es bendecido por el mayor. 8 Además, en el primer caso, los que reciben el diezmo son hombres mortales, mientras que, en el otro caso, es alguien de quien se da testimonio de que vive.+ 9 Y podría decirse que incluso Leví, que recibe el diezmo, ha pagado el diezmo mediante Abrahán, 10 porque Leví todavía no había nacido* de su antepasado cuando Melquisedec salió a su encuentro.+
11 Por eso, si la perfección se consiguiera gracias al sacerdocio levítico+ (pues es una característica de la Ley que se le dio al pueblo), ¿qué necesidad habría de que apareciera un sacerdote de quien se dijera que es sacerdote a la manera de Melquisedec+ y no a la manera de Aarón? 12 Porque, ya que se está cambiando el sacerdocio, también es necesario cambiar la Ley.+ 13 Porque el hombre del que se dicen estas cosas vino de otra tribu, y nadie de esa tribu ha servido en el altar.+ 14 Y está claro que nuestro Señor era descendiente de Judá,+ y Moisés no dijo que habría sacerdotes de esa tribu.
15 Y resulta todavía más evidente cuando aparece otro sacerdote+ que es como Melquisedec,+ 16 que no ha llegado a ser sacerdote por el requisito legal que se basa en el linaje humano,* sino por el poder de una vida indestructible.+ 17 Pues se dice como testimonio acerca de él: “Tú eres sacerdote para siempre a la manera de Melquisedec”.+
18 Así que el mandamiento anterior queda anulado porque es débil e inservible.+ 19 Porque la Ley no llevó nada a la perfección,+ pero la llegada de una esperanza mejor+ sí lo hizo, y mediante ella nos acercamos a Dios.+ 20 Además, ya que esto no se hizo sin un juramento 21 (porque, de hecho, hay hombres que se han convertido en sacerdotes sin un juramento, pero este hombre se ha convertido en sacerdote por un juramento que hizo el que le dijo “Jehová* ha jurado y no cambiará de opinión:* ‘Tú eres sacerdote para siempre’”),+ 22 Jesús se ha convertido por tanto en la garantía* de un pacto mejor.+ 23 Además, como la muerte les impedía a los sacerdotes continuar en el cargo, tuvo que haber muchos sacerdotes que se sucedieran unos a otros.+ 24 Pero, como él vive para siempre,+ su sacerdocio no tiene sucesores. 25 Así que él también está capacitado para salvar por completo a los que se acercan a Dios mediante él, porque siempre está vivo para interceder por ellos.+
26 Porque necesitamos un sumo sacerdote como él: leal, inocente, incontaminado,+ separado de los pecadores y elevado por encima de los cielos.+ 27 Él no es como los otros sumos sacerdotes, pues no tiene que ofrecer sacrificios diariamente+ —primero por sus propios pecados y luego por los del pueblo—+ porque ya lo hizo una vez y para siempre cuando se ofreció a sí mismo.+ 28 Pues la Ley nombra sumos sacerdotes a hombres que tienen debilidades,+ pero la palabra del juramento+ que se hizo después de la Ley nombra sumo sacerdote a un Hijo, que ha sido perfeccionado+ para siempre.
8 Pues bien, el punto principal de lo que estamos diciendo es este: nosotros tenemos a un sumo sacerdote así,+ y él se ha sentado a la derecha del trono de la Majestad en los cielos+ 2 y es siervo* del lugar santo+ y de la tienda verdadera que levantó Jehová,* y no el hombre. 3 Porque todos los sumos sacerdotes son nombrados para presentar tanto ofrendas como sacrificios; por eso era necesario que este sumo sacerdote también tuviera algo que ofrecer.+ 4 Si él estuviera en la tierra, no sería sacerdote,+ porque ya hay hombres que presentan ofrendas de acuerdo con la Ley. 5 El servicio sagrado que dan estos hombres es un reflejo y una sombra+ de cosas celestiales,+ tal como indica el mandato que Dios le dio a Moisés cuando estaba a punto de construir la tienda: “Asegúrate de hacer todas las cosas siguiendo el modelo que se te mostró en la montaña”.+ 6 Pero ahora Jesús ha recibido un servicio* más excelente, porque también es mediador+ de un pacto igualmente mejor+ que se estableció legalmente basándose en promesas mejores.+
7 Si ese primer pacto no hubiera tenido ningún defecto, no habría sido necesario un segundo pacto.+ 8 Porque está claro que él ve defectos en el pueblo cuando dice: “‘Mira, se acercan los días —dice Jehová—* en que haré un nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. 9 No será como el pacto que hice con sus antepasados el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto.+ Ellos no se mantuvieron fieles a mi pacto, así que dejé de preocuparme por ellos’, dice Jehová.*
10 ”‘Pues el pacto que haré con la casa de Israel después de esos días —dice Jehová—* es este. Pondré mis leyes en su mente y las escribiré en su corazón.+ Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.+
11 ”’Y ya nadie les enseñará a sus conciudadanos ni a sus hermanos diciéndoles: “¡Conoce a Jehová!”.* Porque todos me conocerán, desde el menor hasta el mayor. 12 Y yo seré misericordioso con sus acciones injustas, y no me acordaré más de sus pecados’”.+
13 Al hablar de “un nuevo pacto”, él ha dejado anticuado el anterior.+ Pues bien, lo que está anticuado y envejece está a punto de desaparecer.+
9 Por su parte, el pacto anterior tenía requisitos legales para el servicio sagrado y un lugar santo+ en la tierra. 2 Se preparó el primer compartimiento de la tienda, donde estaban el candelabro,+ la mesa y los panes de la presentación;*+ se llamaba el Lugar Santo.+ 3 Pero detrás de la segunda cortina+ estaba el compartimiento de la tienda llamado el Santísimo.+ 4 Allí había un incensario de oro+ y estaba el arca del pacto+ totalmente revestida de oro.+ Dentro de ella estaban la jarra de oro que contenía el maná,+ la vara de Aarón que echó brotes+ y las tablas+ del pacto, 5 y encima estaban los gloriosos querubines cubriendo con su sombra el lugar de la reconciliación.*+ Pero ahora no es el momento de hablar de estas cosas en detalle.
6 Preparadas así estas cosas, los sacerdotes entran regularmente en el primer compartimiento de la tienda para realizar los servicios sagrados,+ 7 pero en el segundo compartimiento entra el sumo sacerdote una vez al año,+ él solo, y siempre lleva la sangre+ que ofrece por sí mismo+ y por los pecados que el pueblo+ comete por ignorancia. 8 De este modo, el espíritu santo aclara que, mientras estaba en pie la primera tienda, el camino al lugar santo no se había revelado todavía.+ 9 Esta tienda es una representación simbólica* para nuestros tiempos,+ y, siguiendo ese sistema, se presentan tanto ofrendas como sacrificios.+ Sin embargo, estos no logran que la conciencia del hombre que da servicio sagrado sea perfecta.+ 10 Tienen que ver solamente con alimentos y bebidas y diversos lavados ceremoniales.*+ Eran requisitos legales relacionados con el cuerpo+ y eran obligatorios hasta el tiempo fijado para rectificar las cosas.
11 Sin embargo, cuando Cristo vino como sumo sacerdote de las cosas buenas que ya han sucedido, entró en la tienda más importante y más perfecta, que no fue hecha por manos humanas, es decir, que no es de esta creación. 12 Él entró una vez y para siempre en el lugar santo, pero no con la sangre de cabras y de toros jóvenes, sino con su propia sangre,+ y consiguió una liberación eterna* para nosotros.+ 13 Porque, si la sangre de las cabras y de los toros+ y las cenizas de una ternera salpicadas sobre los que se han contaminado santifican purificando el cuerpo,+ 14 con mucha más razón la sangre del Cristo,+ quien mediante un espíritu eterno se ofreció sin ningún defecto a Dios, limpiará de obras muertas+ nuestra conciencia para que le demos servicio sagrado al Dios vivo.+
15 Por eso él es mediador de un nuevo pacto,+ para que los que han sido llamados reciban la promesa de la herencia eterna,+ pues tuvo lugar una muerte para que, por medio de un rescate,+ fueran liberados de las ofensas cometidas bajo el pacto anterior. 16 Cuando se hace un pacto, es necesario que muera el ser humano que hace el pacto, 17 porque el pacto es validado con la muerte y no entra en vigor mientras viva el ser humano que hace el pacto. 18 Por lo tanto, el pacto anterior tampoco entró en vigor* sin sangre. 19 Porque, después de que Moisés le comunicó a todo el pueblo todos los mandamientos de la Ley, tomó la sangre de los toros jóvenes y de las cabras junto con agua, lana de color rojo escarlata e hisopo y salpicó el libro* y a todo el pueblo, 20 y dijo: “Esta es la sangre del pacto que Dios les ha mandado obedecer”.+ 21 También salpicó con la sangre la tienda y todos los objetos del servicio santo.*+ 22 Así es, según la Ley, casi todas las cosas se purifican con sangre,+ y, si no se derrama sangre, no hay perdón.+
23 Por lo tanto, fue necesario purificar por estos medios+ el reflejo+ de las cosas celestiales, pero las cosas celestiales exigen sacrificios mucho mejores. 24 Porque Cristo no entró en un lugar santo hecho por manos humanas,+ que es una copia de la realidad,+ sino en el mismísimo cielo,+ así que ahora se presenta delante* de Dios a favor nuestro.+ 25 Esto no se hizo para que se ofreciera a sí mismo muchas veces, como cuando el sumo sacerdote entra en el lugar santo año tras año+ con sangre que no es suya. 26 De otro modo, tendría que haber sufrido muchas veces desde la fundación del mundo. En cambio, ahora se ha manifestado una vez y para siempre en la conclusión* de los sistemas* para eliminar el pecado mediante su propio sacrificio.+ 27 Y, tal como es inevitable* que los hombres mueran una sola vez, pero que después de esto reciban un juicio, 28 así también el Cristo fue ofrecido una sola vez para cargar con los pecados de muchas personas;+ y, cuando aparezca por segunda vez, no lo hará para ocuparse del pecado,* y lo verán los que lo esperan ansiosamente para ser salvados.+
10 Porque, como la Ley tiene una sombra+ de las cosas buenas por venir+ pero no la realidad* misma de esas cosas, esta nunca puede* perfeccionar con los mismos sacrificios que se ofrecen regularmente año tras año a los que se acercan.+ 2 De otro modo, ¿no se habrían dejado de ofrecer los sacrificios porque los que dan servicio sagrado, al haber sido purificados, ya no tendrían conciencia de ningún pecado? 3 Por el contrario, con estos sacrificios se recuerdan año tras año los pecados,+ 4 porque no es posible que la sangre de toros y de cabras elimine los pecados.
5 Así que, cuando él entra en el mundo, dice: “‘No quisiste ni sacrificios ni ofrendas, pero me preparaste un cuerpo. 6 No aprobaste ni ofrendas quemadas ni ofrendas por el pecado’.+ 7 Entonces dije: ‘Mira, he venido (en el rollo* está escrito acerca de mí) para hacer tu voluntad, oh, Dios’”.+ 8 Primero dice: “No quisiste ni aprobaste sacrificios ni ofrendas ni ofrendas quemadas ni ofrendas por el pecado”, que son sacrificios que se ofrecen según la Ley. 9 Y luego dice: “Mira, he venido para hacer tu voluntad”.+ Él elimina lo primero para establecer lo segundo. 10 Por esa voluntad+ hemos sido santificados mediante el cuerpo de Jesucristo, que fue ofrecido una vez y para siempre.+
11 Además, todos los sacerdotes ocupan su puesto cada día para realizar su servicio santo*+ y para ofrecer muchas veces los mismos sacrificios,+ que nunca pueden eliminar los pecados por completo.+ 12 Pero este hombre ofreció un solo sacrificio para siempre por los pecados y se sentó a la derecha de Dios,+ 13 y desde entonces está esperando a que se ponga a sus enemigos como banquillo para sus pies.+ 14 Porque con una sola ofrenda de sacrificio él ha perfeccionado+ para siempre a los que están siendo santificados. 15 Además, el espíritu santo también nos da testimonio de eso, porque primero ha dicho: 16 “El pacto que haré con ellos después de esos días —dice Jehová—* es este. Pondré mis leyes en sus corazones y las escribiré en sus mentes”.+ 17 Luego dice: “Y no me acordaré más de sus pecados ni de las cosas malas* que hicieron”.+ 18 Ahora bien, cuando estos son perdonados, ya no hace falta una ofrenda por el pecado.
19 Por lo tanto, hermanos, ya que tenemos valor* para usar el camino de entrada al lugar santo+ por medio de la sangre de Jesús 20 —un camino nuevo y vivo que él abrió* para nosotros a través de la cortina,+ es decir, su carne— 21 y ya que tenemos a un gran sacerdote a cargo de la casa de Dios,+ 22 acerquémonos con un corazón sincero y una fe plena, pues nuestros corazones fueron limpiados* de una mala conciencia+ y nuestros cuerpos fueron lavados con agua limpia.+ 23 Aferrémonos a la declaración pública de nuestra esperanza sin dudar,+ porque el que hizo la promesa es fiel. 24 Y estemos pendientes unos de otros* para motivarnos* a mostrar amor y a hacer buenas obras,+ 25 sin dejar de reunirnos,+ como algunos tienen por costumbre. Más bien, animémonos unos a otros,+ sobre todo al ver que el día se acerca.+
26 Porque, si después de haber recibido el conocimiento exacto de la verdad+ practicamos el pecado a propósito, ya no queda ningún sacrificio por los pecados.+ 27 Solo quedan una aterradora perspectiva de juicio y la furia ardiente que consumirá a los opositores.+ 28 Cualquiera que pasa por alto la Ley de Moisés es ejecutado sin compasión por el testimonio de dos o tres testigos.+ 29 ¿No creen que merece un castigo mucho mayor el que ha pisoteado al Hijo de Dios, le ha dado poco valor a la sangre del pacto+ con la que él fue santificado y ha ofendido y despreciado al espíritu de la bondad inmerecida?+ 30 Porque conocemos al que dijo: “Mía es la venganza; yo les daré su merecido”. Y también: “Jehová* juzgará a su pueblo”.+ 31 Es aterrador caer en manos del Dios vivo.
32 Sin embargo, recuerden continuamente los días pasados en los que, después de haber sido iluminados,+ soportaron una gran lucha con mucho sufrimiento. 33 A veces fueron expuestos públicamente* tanto a insultos como a persecuciones,* y otras veces fueron compañeros* de los que estaban pasando por esa experiencia. 34 Porque ustedes mostraron su compasión por los que estaban en prisión y aceptaron con alegría el saqueo de sus bienes,+ pues saben que tienen una posesión mejor y duradera.+
35 Por lo tanto, no pierdan el valor,* porque será bien recompensado.+ 36 Porque ustedes necesitan aguantar*+ para que, cuando hayan hecho la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido. 37 Porque, dentro de “muy poco tiempo”,+ “el que viene llegará, y no tardará”.+ 38 “Pero mi justo vivirá por su fe”,+ y, “si se echa para atrás, él no será de mi agrado”.*+ 39 Ahora bien, nosotros no somos de los que se echan para atrás y acaban siendo destruidos,+ sino de los que tienen fe y conservan la vida.
11 La fe es la certeza de que sucederá lo que se espera,+ la prueba convincente* de que existen realidades que no se ven. 2 Por medio de ella, los hombres de la antigüedad* recibieron testimonio.*
3 Por la fe, percibimos que los sistemas fueron puestos* en orden por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve ha llegado a existir a partir de cosas invisibles.
4 Por la fe, Abel le ofreció a Dios un sacrificio de mayor valor que el de Caín.+ Por medio de esa fe recibió testimonio de que era justo, pues Dios aprobó* sus ofrendas.+ Y, aunque murió, todavía habla+ por medio de su fe.
5 Por la fe, Enoc+ fue trasladado para que no viera la muerte, y nadie pudo encontrarlo porque Dios lo había trasladado.+ Y, antes de ser trasladado, recibió el testimonio de que le había agradado a Dios. 6 Además, sin fe es imposible agradarle a Dios, porque el que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a los que lo buscan con empeño.+
7 Por la fe, Noé,+ después de recibir una advertencia divina de cosas que todavía no se habían visto,+ demostró temor de Dios y construyó un arca+ para salvar a los de su casa. Por medio de esa fe condenó al mundo+ y se convirtió en heredero de la justicia que se obtiene por la fe.
8 Por la fe, Abrahán+ obedeció cuando fue llamado, y salió hacia un lugar que iba a recibir como herencia. Salió aunque no sabía adónde iba.+ 9 Por la fe vivió como extranjero en la tierra de la promesa, como si estuviera en tierra extranjera.+ Vivió en tiendas de campaña+ con Isaac y Jacob, que eran herederos de la misma promesa que él.+ 10 Porque él esperaba la ciudad que tiene fundamentos verdaderos, de la que Dios es diseñador* y constructor.+
11 Por la fe, Sara también recibió poder para concebir descendencia, a pesar de que ya se le había pasado la edad,+ porque consideró fiel* al que le hizo la promesa. 12 Por esa razón, de un solo hombre que ya estaba como muerto+ nacieron muchos hijos,+ tan numerosos como las estrellas del cielo e incontables como los granos de arena a la orilla del mar.+
13 Todos ellos murieron firmes en la fe, aunque no recibieron las cosas prometidas.+ Pero las vieron a lo lejos+ y las aceptaron con gusto, y declararon públicamente que eran extranjeros y residentes temporales en la tierra. 14 Y los que hablan así dejan claro que están buscando con empeño un lugar para ellos. 15 Con todo, si hubieran seguido pensando en el lugar del que habían salido,+ habrían encontrado la oportunidad de regresar. 16 Sin embargo, ahora se esfuerzan por conseguir un lugar mejor, es decir, un lugar que pertenece al cielo. Por eso, Dios no se avergüenza de ellos ni de que lo llamen su Dios,+ pues ha preparado una ciudad para ellos.+
17 Por la fe, cuando Abrahán fue puesto a prueba,+ prácticamente ofreció a Isaac —así es, el hombre que de buena gana recibió las promesas intentó ofrecer a su hijo unigénito—,+ 18 aunque se le había dicho: “Por medio de Isaac vendrá lo que será llamado tu descendencia”.+ 19 Pero él llegó a la conclusión de que Dios podía levantarlo incluso de entre los muertos, y en efecto lo recibió de entre los muertos de manera simbólica.+
20 Por la fe, Isaac también bendijo a Jacob+ y a Esaú+ con respecto a cosas que iban a suceder.
21 Por la fe, Jacob, cuando estaba a punto de morir,+ bendijo a cada uno de los hijos de José+ y adoró a Dios apoyado sobre la parte superior de su bastón.+
22 Por la fe, José habló del éxodo de los hijos de Israel y dio instrucciones* acerca de sus huesos* cuando se acercaba a su fin.+
23 Por la fe, los padres de Moisés lo escondieron durante tres meses cuando nació,+ porque vieron que era un niño hermoso+ y no temieron la orden del rey.+ 24 Por la fe, Moisés, cuando ya era adulto,+ se negó a ser llamado hijo de la hija del faraón.+ 25 Escogió ser maltratado con el pueblo de Dios en vez de disfrutar de los placeres temporales del pecado, 26 porque consideraba que la deshonra del Cristo era una riqueza mucho mayor que los tesoros de Egipto, pues él tenía los ojos puestos en el pago de la recompensa. 27 Por la fe, abandonó Egipto+ sin miedo a la furia del rey,+ porque se mantuvo firme como si estuviera viendo al que es invisible.+ 28 Por la fe, celebró la Pascua y salpicó con sangre los marcos de las puertas, para que el destructor no les hiciera daño* a sus primogénitos.+
29 Por la fe, el pueblo cruzó el mar Rojo como si fuera por suelo seco.+ Pero, cuando los egipcios intentaron hacer lo mismo, el mar se los tragó.+
30 Por la fe, el pueblo dio vueltas alrededor de las murallas de Jericó durante siete días, y estas se derrumbaron.+ 31 Por la fe, Rahab la prostituta no murió con los que fueron desobedientes, pues recibió a los espías de manera pacífica.+
32 ¿Y qué más diré? Porque me faltaría tiempo para hablarles de Gedeón,+ Barac,+ Sansón,+ Jefté+ y David,+ así como de Samuel+ y los demás profetas. 33 Por medio de la fe derrotaron reinos,+ hicieron justicia, obtuvieron promesas,+ cerraron la boca de leones,+ 34 apagaron la fuerza del fuego,+ escaparon del filo de la espada,+ pasaron de estar débiles a ser fuertes,+ fueron poderosos en la guerra+ e hicieron huir a ejércitos invasores.+ 35 Hubo mujeres que recuperaron a sus familiares muertos mediante la resurrección,+ pero otros hombres fueron torturados porque se negaron a quedar libres por medio de algún rescate, a fin de obtener una resurrección mejor. 36 Así es, otros sufrieron la prueba de burlas y latigazos, e incluso más que eso, de cadenas+ y prisiones.+ 37 Fueron apedreados,+ puestos a prueba, aserrados en dos* y asesinados a espada,+ anduvieron de aquí para allá vestidos con pieles de oveja y pieles de cabra,+ pasando necesidad, sufriendo dificultades+ y siendo maltratados,+ 38 y el mundo no era digno de ellos. Vagaron por desiertos, montañas, cuevas+ y cavernas de la tierra.
39 Y, aunque por su fe todos ellos recibieron un testimonio favorable, no recibieron lo que se prometió, 40 porque Dios había previsto algo mejor para nosotros,+ de modo que ellos no podían ser perfeccionados sin nosotros.
12 Por lo tanto, ya que estamos rodeados de una nube de testigos tan grande, quitémonos también toda carga y el pecado que fácilmente nos enreda,+ y corramos con aguante* la carrera que está puesta delante de nosotros+ 2 mientras fijamos la mirada en el Agente Principal y Perfeccionador de nuestra fe, Jesús.+ Por la felicidad* que fue puesta delante de él, aguantó un madero de tormento* sin importarle la humillación, y se ha sentado a la derecha del trono de Dios.+ 3 Sí, piensen detenidamente en el que aguantó tantas palabras hostiles de parte de los pecadores+ que actuaban en contra de sus propios intereses, para que no se cansen ni se rindan.*+
4 En su lucha en contra de ese pecado, ustedes todavía no han resistido hasta el punto de derramar su propia sangre. 5 Y se han olvidado por completo del consejo* que se les dirige a ustedes como si fueran hijos: “Hijo mío, no menosprecies la disciplina de Jehová* ni te rindas cuando él te corrija, 6 porque Jehová* disciplina a quienes ama. De hecho, castiga* a todo el que recibe como hijo”.+
7 Como parte de su disciplina,* ustedes necesitan aguantar. Dios los trata como a hijos.+ ¿Y qué hijo no es disciplinado por su padre?+ 8 Pero, si ustedes no recibieron esta disciplina que a todos nos corresponde, en realidad son hijos ilegítimos, no hijos verdaderos. 9 Además, nuestros padres humanos* nos disciplinaban y nosotros los respetábamos. ¿No deberíamos estar más dispuestos a someternos al Padre de nuestra vida espiritual y vivir?+ 10 Pues ellos nos disciplinaron por poco tiempo de acuerdo con lo que les parecía bien, pero él lo hace para nuestro beneficio a fin de que seamos santos como él.+ 11 Es cierto que en el momento ninguna disciplina resulta agradable, sino que duele.* Pero después produce en los que han sido entrenados por ella el fruto pacífico de la justicia.
12 Así que fortalezcan las manos caídas y las rodillas débiles,+ 13 y sigan haciendo rectos los caminos para sus pies,+ para que lo que está cojo no se disloque, sino que sea sanado. 14 Busquen la paz con todos+ y la santificación,*+ pues sin ella nadie verá al Señor. 15 Estén muy atentos para que nadie se quede sin recibir la bondad inmerecida de Dios y no brote ninguna raíz venenosa que cause problemas y que contamine a muchos;+ 16 y vigilen que no haya nadie entre ustedes que sea sexualmente inmoral* ni nadie que menosprecie las cosas sagradas, como Esaú, que cedió sus derechos de primogénito a cambio de una sola comida.+ 17 Porque ustedes saben que después, cuando quiso heredar la bendición, fue rechazado. Aunque con lágrimas se esforzó por cambiar la decisión,*+ no le sirvió de nada.*
18 Porque ustedes no se han acercado a algo que se puede tocar+ y que arde en llamas,+ ni a una nube oscura ni a una oscuridad densa ni a una tormenta,+ 19 ni al sonido de una trompeta+ ni a la voz que habla.+ Cuando el pueblo oyó esa voz, suplicó que no se le dijera nada más.+ 20 Porque no podían soportar este mandato: “Incluso si un animal toca la montaña, deben apedrearlo”.+ 21 Y la escena era tan aterradora que Moisés dijo: “Estoy temblando de miedo”.+ 22 Pero ustedes se han acercado a un monte Sion+ y a una ciudad del Dios vivo —la Jerusalén celestial—,+ a miríadas* de ángeles 23 reunidos en asamblea general,+ a la congregación de los primogénitos registrados en los cielos, a Dios —el Juez de todos—,+ a las vidas espirituales+ de los justos que han sido perfeccionados,+ 24 a Jesús el mediador+ de un nuevo pacto+ y a la sangre que se salpicó, que habla mejor que la sangre de Abel.+
25 Asegúrense de no negarse a escuchar* al que está hablando. Porque, si no escaparon los que se negaron a escuchar al que daba advertencias divinas en la tierra, ¡mucho menos escaparemos nosotros si nos apartamos del que habla desde los cielos!+ 26 En aquel momento, su voz sacudió la tierra,+ pero ahora él ha prometido: “Una vez más sacudiré no solo la tierra, sino también el cielo”.+ 27 Ahora bien, la expresión “una vez más” indica que se eliminarán las cosas que se sacuden —las cosas hechas— para que permanezcan las cosas que no se sacuden. 28 Por eso, en vista de que vamos a recibir un Reino que no se puede sacudir, sigamos recibiendo bondad inmerecida, para que mediante ella podamos darle servicio sagrado a Dios como a él le gusta, con temor de Dios y profundo respeto. 29 Porque nuestro Dios es un fuego voraz.+
13 Sigan mostrándose amor fraternal.+ 2 No se olviden de mostrar hospitalidad,*+ porque gracias a ella algunos, sin saberlo, hospedaron a ángeles.+ 3 Recuerden a los que están en prisión,*+ como si ustedes estuvieran presos con ellos,+ y a los que son maltratados, porque ustedes también están en un cuerpo.* 4 Que todos honren el matrimonio y que nadie contamine el lecho matrimonial,+ porque Dios juzgará a los que son sexualmente inmorales* y a los adúlteros.+ 5 Que su modo de vivir esté libre del amor al dinero,+ y estén contentos con las cosas que tienen.*+ Porque él ha dicho: “Nunca te dejaré y jamás te abandonaré”.+ 6 Así que podemos decir llenos de confianza: “Jehová* es mi ayudante. No tendré miedo. ¿Qué puede hacerme el hombre?”.+
7 Acuérdense de los que los dirigen,*+ quienes les han hablado acerca de la palabra de Dios, y, fijándose en los resultados de su conducta, imiten su fe.+
8 Jesucristo es el mismo ayer y hoy, y siempre.
9 No se dejen desviar por enseñanzas diversas y extrañas, porque es mejor fortalecer el corazón con bondad inmerecida que con alimentos,* que no benefician a los que se concentran en ellos.+
10 Tenemos un altar del que no tienen derecho a* comer los que dan servicio sagrado en la tienda,+ 11 porque los cuerpos de los animales cuya sangre el sumo sacerdote lleva al lugar santo como ofrenda por el pecado se queman fuera del campamento.+ 12 Por eso, Jesús también sufrió fuera de la puerta de la ciudad+ para santificar al pueblo con su propia sangre.+ 13 Así que vayamos hacia él fuera del campamento y soportemos la deshonra que él soportó,+ 14 porque aquí no tenemos una ciudad que sea permanente, sino que buscamos con empeño la que va a venir.+ 15 Por medio de él ofrezcamos siempre a Dios un sacrificio de alabanza,+ es decir, el fruto de nuestros labios,+ que declaran públicamente su nombre.+ 16 Además, no se olviden de hacer el bien ni de compartir lo que tienen con los demás,+ porque estos sacrificios le agradan mucho a Dios.+
17 Sean obedientes y sumisos a los que los dirigen,*+ porque ellos están cuidando de ustedes* y van a rendir cuentas por eso.+ Así, ellos lo harán felices* y no con suspiros, porque esto los perjudicaría a ustedes.
18 Sigan orando por nosotros, porque estamos convencidos de que tenemos una buena conciencia,* pues deseamos comportarnos con honradez en todo.+ 19 Pero sobre todo les pido que oren para que yo vuelva antes adonde están ustedes.
20 Que el Dios de la paz, que con la sangre de un pacto eterno levantó de entre los muertos al gran pastor+ de las ovejas, nuestro Señor Jesús, 21 los equipe con todo lo que necesitan para hacer su voluntad y haga en nosotros mediante Jesucristo lo que es agradable a sus ojos. A él vaya la gloria para siempre jamás. Amén.
22 Ahora les ruego, hermanos, que escuchen con paciencia estas palabras de ánimo, porque les he escrito una carta breve. 23 Quiero que sepan que nuestro hermano Timoteo ha sido liberado. Si él viene pronto, iremos juntos a verlos.
24 Den mis saludos a todos los que los dirigen* y a todos los santos. Los hermanos de Italia+ les envían sus saludos.
25 Que la bondad inmerecida esté con todos ustedes.
O “las eras”. Ver glosario, sistema.
O “se inclinen ante él”.
O “ministros”.
O “justicia”.
Lit. “la violación de la ley”, es decir, el desprecio por las leyes de Dios.
O “servicio público”.
Lit. “señales”.
O “portentos presagiosos”.
Lit. “niños”.
Ver apén. A5.
Lit. “niños”.
O “son partícipes”.
Lit. “sangre”.
O “emancipar”.
O “de ofrecer un sacrificio propiciatorio”, “de ofrecer un sacrificio de expiación”, “de hacer expiación”. Ver glosario, expiación.
O “invitación”.
O “confesamos”.
Es decir, Jesús.
O “confianza”.
Lit. “no endurezcan su corazón”.
O “participar con el Cristo”.
Lit. “no endurezcan su corazón”.
Lit. “temamos”.
O “buenas nuevas”.
O “de la palabra”.
Lit. “no endurezcan su corazón”.
Ver glosario.
Ver glosario.
O “articulaciones”.
O “de la médula”.
O “discernir”.
O “ha atravesado”.
O “libertad para hablar”.
O “amabilidad”, “moderación”.
O “se descarrían”.
O “está sometido”.
Lit. “En los días de su carne”.
O “para oír”, “para escuchar”.
Lit. “en vista del tiempo”.
O “sus facultades perceptivas”.
O “la dádiva gratuita”.
O “de la era”. Ver glosario, sistema.
O “consejo”.
O “intervino”. Lit. “medió”.
O “para nuestra vida”.
Lit. “repartió”.
O “perpetuamente”.
O “cabeza de familia”.
Lit. “han salido de los lomos”.
O “cuya genealogía no derivaba de ellos”.
Lit. “todavía estaba en los lomos”.
O “en la carne”.
Ver apén. A5.
O “no sentirá pesar”.
O “en el que es dado como fianza”.
O “siervo público”, “ministro”.
Ver apén. A5.
O “servicio público”, “ministerio”.
Ver apén. A5.
Ver apén. A5.
Ver apén. A5.
Ver apén. A5.
O “el pan de la presencia”.
O “la cubierta propiciatoria”, “el lugar de la expiación”.
O “parábola”, “ilustración”.
Lit. “diversos bautismos”.
Lit. “un rescate eterno”, “una redención eterna”.
Lit. “fue inaugurado”.
O “rollo”.
O “servicio público”.
Lit. “delante del rostro”.
O “parte final”. Ver glosario, conclusión del sistema.
O “de las eras”. Ver glosario, sistema.
Lit. “está reservado”.
Lit. “será aparte del pecado”.
O “sustancia”.
O quizás “los hombres nunca pueden”.
Lit. “en el rollo del libro”.
O “servicio público”.
Ver apén. A5.
Lit. “contrarias a la ley”.
O “confianza”.
Lit. “inauguró”.
O “salpicados para limpiarnos”.
O “preocupémonos unos por otros”, “pensemos unos en otros”.
O “incitarnos”.
Ver apén. A5.
Lit. “expuestos como en un teatro”.
O “tribulaciones”.
O “se mantuvieron al lado”.
Lit. “la confianza al hablar”.
O “perseverar”.
O “del agrado de mi alma”.
O “demostración evidente”.
O “nuestros antepasados”.
O “pruebas de que tenían la aprobación de Dios”.
O “las eras fueron puestas”. Ver glosario, sistema.
O “dio testimonio al aceptar”.
O “arquitecto”.
O “confiable”.
O “un mandato”.
O “su entierro”.
Lit. “no tocara”.
O “aserrados en pedazos”.
O “perseverancia”.
O “el gozo”.
Ver glosario.
O “ni desfallezcan en sus almas”.
O “de la exhortación”.
Ver apén. A5.
Ver apén. A5.
O “azota”.
O “educación”.
Lit. “los padres de nuestra carne”.
O “causa tristeza”.
O “santidad”.
Ver glosario, inmoralidad sexual.
Es decir, la decisión de su padre.
Lit. “no halló lugar para ello”.
O “decenas de miles”.
O “no ponerle excusas”, “no ignorar”.
O “bondad a los extraños”.
Lit. “los encadenados”, “los que están en cadenas”.
O quizás “como si ustedes estuvieran sufriendo con ellos”.
Ver glosario, inmoralidad sexual.
O “cosas presentes”.
Ver apén. A5.
O “guían”.
Es decir, reglas sobre los alimentos.
Lit. “autoridad para”.
O “guían”.
O “velando por las almas de ustedes”.
O “con gozo”.
O “una conciencia honrada”.
O “guían”.