APOCALIPSIS
1 Una revelación* de Jesucristo, que Dios le dio,+ para mostrarles a sus esclavos+ las cosas que tienen que suceder dentro de poco. Jesucristo envió a su ángel y, por medio de este, se la presentó en señales a su esclavo Juan,+ 2 quien dio testimonio de la palabra dada* por Dios y del testimonio dado por Jesucristo, sí, de todas las cosas que vio. 3 Feliz el que lea en voz alta las palabras de esta profecía y felices los que oigan y obedezcan las cosas escritas en ella,+ ya que el tiempo fijado está cerca.
4 De Juan a las siete congregaciones+ que están en la provincia de Asia:
Que reciban bondad inmerecida y paz de parte de “aquel que es y que era y que viene”,+ de parte de los siete espíritus+ que están delante de su trono 5 y de parte de Jesucristo, el Testigo Fiel,+ el Primogénito de los muertos+ y el Gobernante de los reyes de la tierra.+
Al que nos ama+ y nos liberó de nuestros pecados por medio de su propia sangre+ 6 —y que hizo que fuéramos un reino+ y sacerdotes+ para su Dios y Padre—, a él vayan la gloria y el poder para siempre. Amén.
7 ¡Miren! Vendrá con las nubes+ y todo ojo lo verá, hasta los que lo traspasaron; y a causa de él todas las tribus de la tierra se golpearán el pecho de dolor.+ Sí, amén.
8 “Yo soy el Alfa y el Omega*+ —dice Jehová* Dios—, aquel que es y que era y que viene, el Todopoderoso”.+
9 Yo, Juan, hermano y compañero de ustedes en la persecución,*+ en el reino+ y en el aguante*+ en unión con Jesús,+ estuve en la isla llamada Patmos por hablar acerca de Dios y por dar testimonio acerca de Jesús. 10 Por inspiración* llegué a estar en el día del Señor, y oí detrás de mí una voz poderosa, como el sonido de una trompeta, 11 que decía: “Escribe en un rollo lo que ves y envíaselo a las siete congregaciones: Éfeso,+ Esmirna,+ Pérgamo,+ Tiatira,+ Sardis,+ Filadelfia+ y Laodicea”.+
12 Me volví para ver quién hablaba conmigo y, al volverme, vi siete candelabros de oro.+ 13 En medio de los candelabros vi a alguien como un hijo del hombre+ vestido con una túnica que le llegaba hasta los pies, y llevaba una banda de oro a la altura del pecho. 14 Además, su cabeza y su cabello eran blancos como la lana blanca, como la nieve, y sus ojos eran como una llama de fuego.+ 15 Sus pies eran como el cobre refinado+ cuando brilla en el horno, y su voz era como el sonido de muchas aguas.* 16 En la mano derecha tenía siete estrellas;+ de su boca salía una espada de dos filos,+ larga y afilada, y su rostro* era como el sol cuando brilla con toda su fuerza.+ 17 Cuando lo vi, caí como muerto a sus pies.
Y él puso su mano derecha sobre mí y me dijo: “No tengas miedo. Yo soy el Primero+ y el Último,+ 18 y el que vive.+ Estuve muerto,+ pero ahora vivo para siempre jamás,+ y tengo las llaves de la muerte y de la Tumba.*+ 19 Así que escribe las cosas que viste, las cosas que están sucediendo ahora y las cosas que sucederán después de estas. 20 Este es el secreto sagrado de las siete estrellas que viste en mi mano derecha y de los siete candelabros de oro: las siete estrellas representan a los ángeles de las siete congregaciones y los siete candelabros representan a las siete congregaciones.+
2 ”Escríbele al ángel+ de la congregación de Éfeso:+ Esto es lo que dice el que tiene las siete estrellas en su mano derecha y camina entre los siete candelabros de oro:+ 2 ‘Conozco tus hechos, tu duro trabajo y tu aguante.* También sé que no puedes tolerar a hombres malos y que pusiste a prueba a los que dicen ser apóstoles+ pero no lo son, y descubriste que eran mentirosos. 3 Además, estás teniendo aguante, y has perseverado por causa de mi nombre,+ y no te has cansado.+ 4 Pero tengo algo contra ti: que has perdido* el amor que tenías al principio.
5 ”’Por lo tanto, recuerda desde dónde has caído, arrepiéntete+ y haz las cosas que hacías al principio. Si no, vendré y te quitaré tu candelabro+ de su lugar, a menos que te arrepientas.+ 6 Pero tienes esto a tu favor: que odias las cosas que hace la secta de Nicolás,+ cosas que yo también odio. 7 El que tenga oídos, que oiga lo que el espíritu les dice a las congregaciones:+ al que venza+ le concederé comer del árbol de la vida,+ que está en el paraíso de Dios’.
8 ”Escríbele al ángel de la congregación de Esmirna: Esto es lo que dice él, el Primero y el Último,+ el que estuvo muerto y volvió a vivir:+ 9 ‘Conozco tu sufrimiento* y pobreza, aunque eres rico.+ También conozco la blasfemia de los que dicen ser judíos pero que en realidad no lo son; ellos son una sinagoga de Satanás.+ 10 No tengas miedo de las cosas que vas a sufrir.+ Mira, el Diablo seguirá metiendo a algunos de ustedes en prisión para que sean puestos a prueba por completo, y sufrirán persecución* por 10 días. Sé fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida.+ 11 El que tenga oídos, que oiga+ lo que el espíritu les dice a las congregaciones: al que venza+ jamás le hará daño la muerte segunda’.+
12 ”Escríbele al ángel de la congregación de Pérgamo: Esto es lo que dice el que tiene la espada de dos filos, larga y afilada:+ 13 ‘Sé dónde resides: ahí donde está el trono de Satanás. A pesar de eso, sigues aferrándote a mi nombre.+ Además, no renegaste de tu fe en mí+ ni siquiera en los días de Antipas, mi testigo fiel,+ que fue asesinado+ al lado de ustedes, donde reside Satanás.
14 ”’Pero tengo algunas cosas contra ti: que tienes ahí a los que se aferran a las enseñanzas de Balaam,+ quien le enseñó a Balac+ a tentar a* los hijos de Israel para que comieran carne sacrificada a ídolos y cayeran en la inmoralidad sexual.*+ 15 Igualmente, tú también tienes a los que se aferran a las enseñanzas de la secta de Nicolás.+ 16 Así que arrepiéntete. Si no lo haces, vendré pronto y guerrearé contra ellos con la espada larga de mi boca.+
17 ”’El que tenga oídos, que oiga lo que el espíritu les dice a las congregaciones:+ al que venza+ le daré del maná escondido+ y le daré una piedrecita blanca. En ella hay escrito un nombre nuevo que nadie conoce excepto el que lo recibe’.
18 ”Escríbele al ángel de la congregación de Tiatira:+ Esto es lo que dice el Hijo de Dios, el que tiene los ojos como una llama de fuego+ y los pies como el cobre refinado:+ 19 ‘Conozco tus hechos, tu amor, tu fe, tu servicio* y tu aguante.* Y sé que tus últimos hechos son más que los del principio.
20 ”’Pero tengo algo contra ti: que toleras a esa mujer, Jezabel,+ que dice ser profetisa y engaña con sus enseñanzas a mis esclavos para que caigan en la inmoralidad sexual*+ y coman carne sacrificada a ídolos. 21 Le di tiempo para que se arrepintiera, pero ella no quiere arrepentirse de su inmoralidad sexual.* 22 Mira, voy a hacer que caiga enferma en cama, y a los que cometen adulterio con ella les causaré grandes sufrimientos,* a menos que se arrepientan de los actos que ella los incitó a cometer.* 23 A los hijos de ella los mataré con una plaga* mortal. Así todas las congregaciones sabrán que yo soy el que examina los pensamientos más íntimos* y los corazones. Y a cada uno de ustedes le pagaré según sus hechos.+
24 ”’Pero al resto de ustedes que están en Tiatira, todos los que no siguen estas enseñanzas, los que no llegaron a conocer las llamadas “cosas profundas de Satanás”,+ les digo: “No les impongo ninguna otra carga. 25 Eso sí, aférrense a lo que tienen hasta que yo venga.+ 26 Al que venza y se mantenga en mis caminos* hasta el fin le daré autoridad sobre las naciones,+ 27 así como yo he recibido autoridad de mi Padre. Y él pastoreará a la gente con vara de hierro,+ de modo que serán hechos pedazos como vasijas de barro. 28 También le daré la estrella de la mañana.+ 29 El que tenga oídos, que oiga lo que el espíritu les dice a las congregaciones”’.
3 ”Escríbele al ángel de la congregación de Sardis: Esto es lo que dice el que tiene los siete espíritus de Dios+ y las siete estrellas:+ ‘Conozco tus hechos y sé que tienes fama* de estar vivo, pero estás muerto.+ 2 Sé vigilante+ y fortalece lo que queda y estaba a punto de morir, porque no he visto que tus obras estén plenamente realizadas* delante de mi Dios. 3 Por lo tanto, acuérdate siempre de lo que recibiste y oíste. No dejes de obedecerlo, y arrepiéntete.+ De hecho, si no te despiertas, vendré como un ladrón+ y de ninguna manera sabrás a qué hora voy a llegar.+
4 ”’Pero en Sardis tienes a algunos* que no contaminaron sus ropas,+ y caminarán conmigo con ropas blancas,+ porque se lo merecen. 5 El que venza+ irá vestido así, con ropas blancas,+ y jamás borraré su nombre del libro de la vida,+ sino que reconoceré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles.+ 6 El que tenga oídos, que oiga lo que el espíritu les dice a las congregaciones’.
7 ”Escríbele al ángel de la congregación de Filadelfia: Esto es lo que dice el que es santo,+ el que es verdadero,+ el que tiene la llave de David,+ el que abre sin que nadie pueda cerrar y cierra sin que nadie pueda abrir: 8 ‘Conozco tus hechos. (Mira, he puesto ante ti una puerta abierta,+ que nadie puede cerrar). Y sé que, aunque tienes pocas fuerzas, obedeciste mis palabras y no fuiste desleal a mi nombre. 9 Mira, haré que los de la sinagoga de Satanás —que dicen ser judíos y no lo son,+ sino que mienten— vengan y se inclinen* a tus pies, y les haré saber que yo te he amado. 10 Como guardaste las palabras acerca de mi* aguante,*+ yo también te guardaré en la hora de prueba,+ que va a venir sobre toda la tierra habitada para poner a prueba a los que viven en la tierra. 11 Vengo pronto.+ Sigue aferrándote a lo que tienes para que nadie te quite tu corona.+
12 ”’Al que venza lo haré columna en el templo de mi Dios, y ya nunca saldrá de ahí. Sobre él escribiré el nombre de mi Dios, el nombre de la ciudad de mi Dios+ —la Nueva Jerusalén+ que baja del cielo, desde donde está mi Dios— y mi nuevo nombre.+ 13 El que tenga oídos, que oiga lo que el espíritu les dice a las congregaciones’.
14 ”Escríbele al ángel de la congregación de Laodicea:+ Esto es lo que dice el Amén,+ el testigo fiel y verdadero,+ el principio de la creación de Dios:+ 15 ‘Conozco tus hechos y sé que no eres ni frío ni caliente. Ojalá fueras frío o caliente. 16 Pero, como eres tibio —ni caliente+ ni frío—,+ te voy a vomitar de mi boca. 17 Tú dices “soy rico,+ he conseguido riquezas y no necesito absolutamente nada”, pero no te das cuenta de que eres desdichado, digno de lástima, pobre y ciego, y de que estás desnudo. 18 Por eso te aconsejo que me compres oro refinado por el fuego para que te hagas rico, ropas blancas para que vayas vestido y no quede a la vista la vergüenza de tu desnudez,+ y pomada para los ojos para que te la apliques+ y puedas ver.+
19 ”’Yo corrijo* y disciplino a todos a los que les tengo cariño.+ Así que demuestra entusiasmo* y arrepiéntete.+ 20 Mira, estoy de pie llamando a la puerta. Si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él, y él conmigo. 21 Al que venza+ le concederé sentarse conmigo en mi trono,+ así como yo vencí y me senté+ con mi Padre en su trono. 22 El que tenga oídos, que oiga lo que el espíritu les dice a las congregaciones’”.
4 Después de esto vi una puerta abierta en el cielo, y la primera voz que oí hablándome era como el sonido de una trompeta. Me dijo: “Sube aquí, que te voy a mostrar las cosas que tienen que suceder”. 2 Después de eso, enseguida llegué a estar bajo la influencia del espíritu. Y entonces vi un trono en el cielo, y alguien estaba sentado en el trono.+ 3 El que estaba sentado tenía la apariencia del jaspe+ y del sardio,* y alrededor del trono había un arcoíris que parecía una esmeralda.+
4 Alrededor del trono había 24 tronos, y en estos tronos vi sentados a 24 ancianos.+ Llevaban ropas blancas y una corona de oro en la cabeza. 5 Del trono salían relámpagos,+ voces y truenos;+ y había siete lámparas de fuego encendidas delante del trono. Estas representan a los siete espíritus de Dios.+ 6 Delante del trono había una especie de mar de vidrio,*+ parecido al cristal.
En medio del trono* y alrededor del trono había cuatro seres vivientes+ llenos* de ojos por delante y por detrás. 7 El primer ser viviente parecía un león,+ el segundo ser viviente parecía un toro joven,+ el tercer ser viviente+ tenía la cara parecida a la de un hombre y el cuarto ser viviente+ parecía un águila en vuelo.+ 8 Cada uno de los cuatro seres vivientes tenía seis alas, que estaban llenas de ojos por fuera y por dentro.+ Y constantemente, día y noche, dicen: “Santo, santo, santo es Jehová*+ Dios, el Todopoderoso, que era y que es y que viene”.+
9 Cada vez que los seres vivientes le dan gloria, honra y gracias al que está sentado en el trono, al que vive para siempre jamás,+ 10 los 24 ancianos+ caen delante del que está sentado en el trono y adoran al que vive para siempre jamás. Arrojando sus coronas delante del trono, dicen: 11 “Jehová* nuestro Dios, tú mereces recibir la gloria,+ la honra+ y el poder,+ porque tú creaste todas las cosas,+ y por tu voluntad* llegaron a existir y fueron creadas”.
5 En la mano derecha del que estaba sentado en el trono+ vi un rollo escrito por los dos lados.* Estaba bien sellado con siete sellos. 2 Y vi a un ángel poderoso que proclamaba con voz fuerte: “¿Quién merece abrir el rollo y romper sus sellos?”. 3 Pero nadie, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el rollo y ver lo que había escrito en él. 4 Rompí a llorar desconsoladamente porque no se encontraba a nadie que mereciera abrir el rollo y ver lo que había escrito en él. 5 Pero uno de los ancianos me dijo: “No llores más. Mira, el León de la tribu de Judá,+ la raíz+ de David,+ ha vencido.+ Así que él puede abrir el rollo y sus siete sellos”.
6 En medio* del trono y de los cuatro seres vivientes y en medio de los ancianos,+ vi de pie un cordero+ que parecía haber sido sacrificado.+ Tenía siete cuernos y siete ojos. (Los ojos representan los siete espíritus de Dios+ que han sido enviados por toda la tierra). 7 El Cordero enseguida se acercó y tomó el rollo de la mano derecha del que estaba sentado en el trono.+ 8 Cuando tomó el rollo, los cuatro seres vivientes y los 24 ancianos+ cayeron delante del Cordero. Cada uno tenía un arpa y tazones de oro llenos de incienso. (El incienso representa las oraciones de los santos).+ 9 Y cantan una canción nueva+ que dice: “Mereces tomar el rollo y abrir sus sellos, porque fuiste sacrificado y con tu sangre compraste para Dios personas+ de toda tribu, lengua, pueblo y nación.+ 10 Tú hiciste que fueran un reino+ y sacerdotes al servicio de nuestro Dios.+ Y ellos reinarán sobre la tierra”.+
11 Miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, de los seres vivientes y de los ancianos. Eran miríadas de miríadas* y millares de millares,+ 12 y decían con voz fuerte: “El Cordero que fue sacrificado+ merece recibir el poder, las riquezas, la sabiduría, la fuerza, la honra, la gloria y la bendición”.+
13 Y oí que todas las criaturas que hay en el cielo, en la tierra, debajo de la tierra+ y en el mar —todo lo que hay en ellos— decían: “Que el que está sentado en el trono+ y el Cordero+ reciban la bendición, la honra,+ la gloria y el poder para siempre jamás”.+ 14 Los cuatro seres vivientes decían: “¡Amén!”. Y los ancianos cayeron de rodillas y adoraron.
6 Vi cuando el Cordero+ abrió uno de los siete sellos+ y oí a uno de los cuatro seres vivientes+ decir con voz de trueno: “¡Adelante!”.* 2 Y vi entonces un caballo blanco.+ Su jinete tenía un arco. Se le dio una corona,+ y salió venciendo para completar su victoria.+
3 Cuando el Cordero abrió el segundo sello, oí decir al segundo ser viviente:+ “¡Adelante!”. 4 Y salió otro caballo, de color de fuego. A su jinete se le concedió quitar la paz de la tierra para que sus habitantes se mataran unos a otros, y se le dio una gran espada.+
5 Cuando el Cordero abrió el tercer sello,+ oí decir al tercer ser viviente:+ “¡Adelante!”. Y vi entonces un caballo negro. Su jinete tenía en la mano una balanza. 6 En medio de los cuatro seres vivientes, oí lo que parecía una voz, que decía: “Un litro* de trigo por un denario*+ y tres litros de cebada por un denario; no desperdicies el aceite de oliva ni el vino”.+
7 Cuando el Cordero abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente+ decir: “¡Adelante!”. 8 Y vi entonces un caballo pálido. Su jinete se llamaba Muerte, y la Tumba* lo seguía de cerca. Y se les dio autoridad sobre la cuarta parte de la tierra para matar con una espada larga, con hambre,+ con una plaga mortal y con los animales salvajes de la tierra.+
9 Cuando el Cordero abrió el quinto sello, vi debajo del altar+ las almas*+ de los que habían sido asesinados por ser fieles a la palabra de Dios y por el testimonio que habían dado.+ 10 Estos gritaban con voz fuerte: “Señor Soberano, santo y verdadero,+ ¿hasta cuándo te vas a contener de juzgar a los que viven en la tierra y de vengar en ellos nuestra sangre?”.+ 11 A todos ellos se les dio una túnica larga blanca.+ También se les dijo que descansaran un poco más, hasta que se completara el número de sus compañeros esclavos y de sus hermanos que estaban a punto de ser asesinados como ellos lo habían sido.+
12 Y vi cuando el Cordero abrió el sexto sello. Hubo un gran terremoto, el sol se puso negro como tela de saco hecha de pelo,* la luna entera se puso roja como la sangre+ 13 y las estrellas del cielo cayeron a la tierra, así como caen los higos verdes de una higuera cuando un viento fuerte la sacude. 14 El cielo se retiró como un rollo que se va enrollando,+ y todas las montañas y todas las islas fueron arrancadas de su lugar.+ 15 Entonces, los reyes de la tierra, los altos funcionarios, los comandantes militares, los ricos, los poderosos, todos los esclavos y todas las personas libres se escondieron en las cuevas y entre las rocas de las montañas.+ 16 Y vez tras vez les dicen a las montañas y a las rocas: “Caigan sobre nosotros+ y escóndannos del rostro del que está sentado en el trono+ y de la ira del Cordero,+ 17 porque ha llegado el gran día de la ira de ellos,+ y ¿quién puede mantenerse en pie?”.+
7 Después de esto vi a cuatro ángeles de pie en los cuatro extremos* de la tierra. Estaban sujetando los cuatro vientos de la tierra para que no soplara ningún viento ni sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol. 2 También vi a otro ángel que subía desde el nacimiento del sol* llevando un sello del Dios vivo, y que les gritó con fuerza a los cuatro ángeles a quienes se les había concedido hacer daño a la tierra y al mar. 3 Les dijo: “¡No les hagan daño ni a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que sellemos+ en la frente a los esclavos de nuestro Dios!”.+
4 Y oí el número de los sellados: 144.000+ sellados, de todas las tribus de los hijos de Israel.+
5 De la tribu de Judá, 12.000 sellados;
de la tribu de Rubén, 12.000;
de la tribu de Gad, 12.000;
6 de la tribu de Aser, 12.000;
de la tribu de Neftalí, 12.000;
de la tribu de Manasés,+ 12.000;
7 de la tribu de Simeón, 12.000;
de la tribu de Leví, 12.000;
de la tribu de Isacar, 12.000;
8 de la tribu de Zabulón, 12.000;
de la tribu de José, 12.000;
de la tribu de Benjamín, 12.000 sellados.
9 Después de esto vi una gran muchedumbre* que ningún hombre podía contar. Eran de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas,+ y estaban de pie delante del trono y delante del Cordero. Iban vestidos con túnicas largas blancas+ y llevaban hojas de palmera en las manos.+ 10 Y estaban gritando con voz fuerte: “¡La salvación se la debemos a nuestro Dios, que está sentado en el trono,+ y al Cordero!”.+
11 Todos los ángeles estaban de pie alrededor del trono, y alrededor de los ancianos+ y de los cuatro seres vivientes; y cayeron rostro a tierra delante del trono y adoraron a Dios. 12 Dijeron: “¡Amén! Que nuestro Dios reciba la alabanza, la gloria, la sabiduría, las expresiones de gratitud, la honra, el poder y la fuerza para siempre jamás.+ Amén”.
13 Entonces, uno de los ancianos me preguntó: “¿Quiénes son los que van vestidos con túnicas largas blancas?+ ¿Y de dónde vinieron?”. 14 Así que enseguida le contesté: “Señor mío, tú eres el que lo sabe”. Entonces él me dijo: “Ellos son los que salen de la gran tribulación;*+ han lavado sus túnicas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.+ 15 Por eso están delante del trono de Dios y le dan servicio sagrado día y noche en su templo. Y el que está sentado en el trono+ extenderá su tienda sobre ellos.*+ 16 Ya no pasarán hambre ni volverán a tener sed; tampoco los castigará el sol ni ningún calor abrasador.+ 17 Porque el Cordero,+ que está en medio* del trono, los pastoreará+ y los guiará a manantiales* de aguas de vida.+ Y Dios les secará toda lágrima de sus ojos”.+
8 Cuando el Cordero+ abrió el séptimo sello,+ hubo silencio en el cielo durante una media hora. 2 Y vi a los siete ángeles+ que están de pie delante de Dios, y a estos se les dieron siete trompetas.
3 Llegó otro ángel con un braserillo de oro para quemar incienso,* y se quedó de pie junto al altar.+ Se le dio una gran cantidad de incienso+ para que lo ofreciera —junto con las oraciones de todos los santos— en el altar de oro+ que estaba delante del trono. 4 Y, de la mano del ángel, el humo del incienso subió delante de Dios junto con las oraciones+ de los santos. 5 Pero el ángel enseguida tomó el braserillo, lo llenó con brasas* del altar y las arrojó a la tierra. Y hubo truenos, voces, relámpagos+ y un terremoto. 6 Y los siete ángeles con las siete trompetas+ se prepararon para tocarlas.
7 El primero tocó su trompeta. Entonces hubo granizo y fuego mezclados con sangre, y esto fue arrojado a la tierra.+ Y la tercera parte de la tierra se quemó; también la tercera parte de los árboles se quemó, y toda la vegetación verde se quemó.+
8 El segundo ángel tocó su trompeta. Entonces algo parecido a una montaña grande en llamas fue arrojado al mar.+ Y la tercera parte del mar se convirtió en sangre;+ 9 la tercera parte de los seres vivos del mar murió,+ y la tercera parte de los barcos fue destrozada.
10 El tercer ángel tocó su trompeta. Entonces del cielo cayó una gran estrella ardiendo como una antorcha.* Cayó sobre la tercera parte de los ríos y sobre los manantiales.*+ 11 El nombre de la estrella es Ajenjo. Y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo. Mucha gente murió por culpa de las aguas, porque se habían vuelto amargas.+
12 El cuarto ángel tocó su trompeta. Entonces fue herida la tercera parte del sol,+ la tercera parte de la luna y la tercera parte de las estrellas. Así la tercera parte de ellos se oscurecería+ y la tercera parte del día no tendría luz, y lo mismo pasaría con la noche.
13 Miré, y oí a un águila que volaba en medio del cielo decir con voz fuerte: “¡Ay! ¡Ay! ¡Ay+ de los habitantes de la tierra cuando suenen los toques de trompeta restantes que los tres ángeles están a punto de tocar!”.+
9 El quinto ángel tocó su trompeta.+ Entonces vi una estrella que había caído del cielo a la tierra, y se le dio la llave del hoyo* del abismo.+ 2 La estrella* abrió el hoyo* del abismo, y del hoyo* subió humo, como el humo de un gran horno. El sol y el aire se oscurecieron+ con el humo que salía del hoyo.* 3 Del humo salieron langostas* hacia la tierra,+ y se les dio autoridad, la misma autoridad que tienen los escorpiones de la tierra. 4 Se les ordenó que no dañaran la hierba de la tierra ni ninguna planta verde ni ningún árbol, sino solo a las personas que no tienen el sello de Dios en la frente.+
5 A las langostas no se les permitió matar a las personas, sino atormentarlas por cinco meses. El tormento que causaban era como el tormento que produce un escorpión+ cuando ataca a una persona. 6 En esos días, la gente buscará la muerte, pero de ninguna manera la encontrará; estarán deseando morir, pero la muerte huirá de ellos.
7 El aspecto de las langostas era como el de caballos preparados para la batalla.+ Tenían en la cabeza una especie de corona de oro, y sus rostros eran como rostros humanos. 8 Tenían cabellos como de mujer y dientes como de león;+ 9 y llevaban corazas parecidas a corazas de hierro. El ruido que hacían sus alas era como el ruido de carros tirados por caballos que corren a la batalla.+ 10 Además, tienen colas con aguijones, como los escorpiones; y en las colas está su autoridad para hacer daño a las personas durante cinco meses.+ 11 Sobre ellas tienen un rey: el ángel del abismo.+ Su nombre en hebreo es Abadón,* y en griego es Apolión.*
12 El primer ay ya pasó. ¡Atención! Vendrán dos más+ después de estas cosas.
13 El sexto ángel+ tocó su trompeta.+ Entonces oí una voz que venía de los cuernos del altar de oro+ que está delante de Dios. 14 Le dijo al sexto ángel que tenía la trompeta: “Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Éufrates”.+ 15 Y los cuatro ángeles —los que habían sido preparados para esa hora, día, mes y año— fueron desatados para que mataran a la tercera parte de las personas.
16 El número de los soldados del ejército de caballería era de dos miríadas de miríadas;* yo oí su número. 17 Los caballos y los jinetes que vi en la visión eran así: tenían corazas rojas como el fuego, azules como el jacinto y amarillas como el azufre; las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones,+ y de su boca salía fuego, humo y azufre. 18 La tercera parte de las personas murió por estas tres plagas: el fuego, el humo y el azufre que salían de la boca de los caballos. 19 Porque la autoridad de los caballos está en su boca y en su cola, pues su cola es como una serpiente y tiene cabeza, y con la cola causan daño.
20 Pero las demás personas, las que no murieron por estas plagas, no se arrepintieron de las obras de sus manos. No dejaron de adorar ni a los demonios ni a los ídolos de oro, plata, cobre, piedra y madera, que no pueden ni ver ni oír ni caminar.+ 21 No se arrepintieron de sus asesinatos ni de sus prácticas espiritistas* ni de su inmoralidad sexual* ni de sus robos.
10 Vi a otro ángel poderoso que bajaba del cielo vestido con* una nube, y había un arcoíris sobre su cabeza. Su rostro era como el sol,+ y sus piernas,* como columnas de fuego. 2 Tenía en la mano un rollo pequeño que había sido desenrollado. Puso el pie derecho sobre el mar, pero el izquierdo sobre la tierra. 3 Entonces gritó con voz fuerte como cuando ruge un león.+ Y, cuando gritó, las voces de los siete truenos+ hablaron.
4 Yo estaba a punto de escribir cuando hablaron los siete truenos, pero oí una voz que venía del cielo+ y decía: “Guarda en secreto* lo que los siete truenos dijeron y no lo escribas”. 5 El ángel que vi de pie sobre el mar y sobre la tierra levantó su mano derecha hacia el cielo 6 y juró por el que vive para siempre jamás,+ el que creó el cielo y lo que hay en él, la tierra y lo que hay en ella, y el mar y lo que hay en él.+ Dijo: “Ya no habrá más demora. 7 Más bien, en los días en que el séptimo ángel+ esté a punto de tocar su trompeta,+ sin falta quedará cumplido el secreto sagrado+ que Dios anunció como buenas noticias* a sus propios esclavos, los profetas”.+
8 Y oí la voz que venía del cielo+ hablándome de nuevo. Me dijo: “Ve y toma el rollo abierto que tiene en la mano el ángel que está de pie sobre el mar y sobre la tierra”.+ 9 Yo fui adonde estaba el ángel y le pedí que me diera el rollo pequeño. Y él me contestó: “Toma el rollo y cómetelo.+ Te amargará el estómago, pero en tu boca será dulce como la miel”. 10 Así que tomé el rollo pequeño de la mano del ángel y me lo comí.+ En mi boca era dulce como la miel,+ pero después de comérmelo se me amargó el estómago. 11 Y me dijeron: “Tienes que profetizar de nuevo acerca de pueblos, naciones, lenguas y muchos reyes”.
11 Y se me dio una caña+ parecida a una vara de medir* mientras él me decía: “Levántate y mide el santuario del templo de Dios, el altar y a los que adoran allí. 2 Pero pasa por alto el patio que está fuera del santuario del templo y no lo midas, porque ha sido entregado a las naciones, que pisotearán la ciudad santa+ por 42 meses.+ 3 Haré que mis dos testigos profeticen 1.260 días vestidos de tela de saco”. 4 Estos testigos están representados por los dos olivos+ y los dos candelabros,+ y están de pie delante del Señor de la tierra.+
5 Si alguien quiere hacerles daño, de la boca de ellos sale un fuego que devora a sus enemigos. Así tiene que morir todo el que quiera hacerles daño. 6 Ellos tienen autoridad para cerrar el cielo+ y hacer que no llueva+ durante los días en que profeticen. También tienen autoridad para convertir las aguas en sangre+ y para dañar la tierra con toda clase de plaga todas las veces que quieran.
7 Cuando hayan terminado de dar su testimonio, la bestia salvaje que sube del abismo guerreará contra ellos, los vencerá y los matará.+ 8 Sus cadáveres quedarán en la calle principal de la gran ciudad —ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto—, donde también su Señor fue ejecutado en el madero. 9 Gente de diversos pueblos, tribus, lenguas y naciones mirará sus cadáveres por tres días y medio,+ y no dejará que sus cadáveres se pongan en una tumba. 10 Y los que viven en la tierra se alegrarán y celebrarán su muerte, y se enviarán regalos unos a otros, porque estos dos profetas habían atormentado a los que viven en la tierra.
11 Después de los tres días y medio, entró en ellos el espíritu de vida que viene de Dios,+ y ellos se pusieron de pie. Quienes los vieron sintieron mucho temor. 12 Entonces ellos oyeron una voz fuerte que venía del cielo y les decía: “Suban aquí”. Y subieron al cielo en una nube, y sus enemigos los vieron.* 13 En ese instante* hubo un gran terremoto. La décima parte de la ciudad cayó y 7.000 personas murieron por el terremoto. Los demás se aterrorizaron y le dieron gloria al Dios del cielo.
14 El segundo ay+ ya pasó. ¡Atención! El tercero viene pronto.
15 El séptimo ángel tocó su trompeta.+ Entonces hubo fuertes voces en el cielo, que decían: “El reino del mundo ha llegado a ser el Reino de nuestro Señor+ y de su Cristo,+ y él reinará para siempre jamás”.+
16 Los 24 ancianos+ que estaban sentados en sus tronos delante de Dios cayeron rostro a tierra y adoraron a Dios. 17 Dijeron: “Te damos las gracias, Jehová* Dios —el Todopoderoso, el que es+ y que era—, porque has asumido tu gran poder y has empezado a reinar.+ 18 Pero las naciones se llenaron de ira, y entonces vino tu propia ira y vino el tiempo fijado para que los muertos sean juzgados y para recompensar+ a tus esclavos, los profetas,+ así como a los santos y a los que temen tu nombre —tanto a los pequeños como a los grandes—, y para destruir a los que están destruyendo* la tierra”.+
19 Entonces se abrió el santuario del templo de Dios en el cielo y se vio el arca de su pacto en el santuario de su templo.+ Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y granizo fuerte.
12 Entonces se vio en el cielo una gran señal: una mujer+ estaba vestida con el sol, tenía la luna debajo de sus pies y en su cabeza llevaba una corona de 12 estrellas. 2 Estaba embarazada, y gritaba por los dolores y el intenso sufrimiento de dar a luz.
3 Y se vio en el cielo otra señal: apareció un dragón grande de color de fuego+ que tenía 7 cabezas y 10 cuernos, y en sus cabezas había 7 coronas;* 4 su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas+ del cielo, y las arrojó a la tierra.+ Y el dragón se quedó de pie delante de la mujer que iba a dar a luz, listo para devorar a su hijo en cuanto naciera.
5 Ella dio a luz un hijo,+ un varón, que pastoreará a todas las naciones con vara de hierro.+ Entonces el hijo fue arrebatado y llevado a Dios y a su trono. 6 Y la mujer huyó al desierto, donde Dios le tiene preparado un lugar y donde sería alimentada por 1.260 días.+
7 Y estalló una guerra en el cielo. Miguel*+ y sus ángeles lucharon contra el dragón. Y el dragón y sus ángeles también lucharon, 8 pero no pudieron vencer,* ni quedó ya sitio para ellos en el cielo. 9 Así que hacia abajo fue arrojado el gran dragón,+ la serpiente original,*+ al que llaman Diablo+ y Satanás,+ que está engañando* a toda la tierra habitada.+ Él fue arrojado a la tierra,+ y sus ángeles fueron arrojados con él. 10 Y oí una voz fuerte en el cielo, que decía:
“¡Ahora se han hecho realidad la salvación,+ el poder y el Reino de nuestro Dios,+ y la autoridad de su Cristo! Porque ha sido arrojado hacia abajo el acusador de nuestros hermanos, que los acusa día y noche delante de nuestro Dios.+ 11 Ellos lo vencieron+ gracias a la sangre del Cordero+ y gracias al mensaje que proclamaron,*+ y no amaron su vida*+ ni siquiera al enfrentarse a la muerte. 12 Por esta razón, ¡alégrense, cielos y los que viven en ellos! Pero ¡ay de la tierra y del mar!+ Porque el Diablo ha bajado adonde están ustedes lleno de furia, ya que sabe que le queda poco tiempo”.+
13 Entonces, cuando el dragón vio que había sido arrojado a la tierra,+ persiguió a la mujer+ que había dado a luz al hijo varón. 14 Pero a la mujer se le dieron las dos alas de una gran águila+ para que volara al desierto, a su lugar, donde tiene que ser alimentada lejos de la presencia* de la serpiente+ por un tiempo y tiempos y medio tiempo.*+
15 Y por la boca la serpiente arrojó agua detrás de la mujer, como un río, para que el río la ahogara. 16 Pero la tierra vino en ayuda de la mujer. La tierra abrió la boca y se tragó el río que el dragón había arrojado por la boca. 17 De modo que el dragón se enfureció con la mujer y fue a guerrear contra los que quedan* de la descendencia* de ella.+ Estos son los que obedecen los mandamientos de Dios y tienen la misión de dar testimonio acerca de Jesús.+
13 Él* se quedó de pie en la arena del mar.
Entonces vi una bestia salvaje+ que subía del mar.+ Tenía 10 cuernos y 7 cabezas. En sus cuernos llevaba 10 coronas* y en sus cabezas nombres blasfemos. 2 La bestia salvaje que vi parecía un leopardo, pero sus pies eran como de oso y su boca como de león. Y el dragón+ le dio a la bestia su poder, su trono y gran autoridad.+
3 Vi que una de las cabezas de ella parecía haber sido herida de muerte, pero esa herida mortal había sido curada.+ Y toda la tierra siguió a la bestia salvaje con admiración. 4 Adoraron al dragón porque él le había dado la autoridad a la bestia salvaje, y adoraron a la bestia salvaje diciendo: “¿Quién es como la bestia salvaje? ¿Y quién puede luchar contra ella?”. 5 Se le dio una boca que decía cosas arrogantes y blasfemias, y se le dio autoridad para actuar por 42 meses.+ 6 Luego ella abrió su boca para decir blasfemias+ contra Dios, para blasfemar contra su nombre, contra su lugar de residencia, sí, contra los que viven en el cielo.+ 7 Se le permitió guerrear contra los santos y vencerlos,+ y se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. 8 Y todos los que viven en la tierra la adorarán. Desde la fundación del mundo, no se ha escrito el nombre de ninguno de ellos en el rollo de la vida+ del Cordero que fue sacrificado.+
9 Si alguien tiene oídos, que oiga.+ 10 Si alguien tiene que ser capturado, será capturado. Si alguien mata con la espada,* se le matará con la espada.+ Por eso los santos+ necesitan tener aguante*+ y fe.+
11 Entonces vi otra bestia salvaje que subía de la tierra. Tenía dos cuernos como de cordero, pero empezó a hablar como un dragón.+ 12 Ejerce toda la autoridad de la primera bestia salvaje+ en presencia de ella. Hace que la tierra y sus habitantes adoren a la primera bestia salvaje, la que fue curada de su herida mortal.+ 13 Y realiza grandes señales; hasta hace bajar fuego del cielo a la tierra a la vista de la humanidad.
14 Engaña a los que viven en la tierra con las señales que se le permitió realizar en presencia de la bestia salvaje, mientras les dice a los que viven en la tierra que le hagan una imagen+ a la bestia salvaje, la que tenía una herida de espada pero revivió.+ 15 Y se le permitió darle aliento de vida* a la imagen de la bestia salvaje, para que la imagen de la bestia salvaje hablara e hiciera matar a todos los que se negaran a adorar a la imagen de la bestia salvaje.
16 A todos —pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos— les impone la obligación de ser marcados en la mano derecha o en la frente+ 17 para que nadie pueda comprar o vender excepto la persona que tenga la marca, el nombre+ de la bestia salvaje o el número de su nombre.+ 18 Para esto se necesita tener sabiduría: el que sea perspicaz, que calcule el número de la bestia salvaje, porque es un número humano;* su número es 666.+
14 Entonces vi al Cordero+ de pie en el monte Sion,+ y con él 144.000+ que llevan escritos en la frente el nombre de él y el nombre de su Padre.+ 2 Oí un sonido que salía del cielo; era como el sonido de muchas aguas* y como el sonido de un fuerte trueno. El sonido que oí era como el de cantores que tocan sus arpas al cantar. 3 Ellos están cantando delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes+ y de los ancianos+ lo que parece ser una canción nueva.+ Nadie podía aprender bien esa canción aparte de los 144.000+ que fueron comprados de entre los de la tierra. 4 Estos son los que no se contaminaron con mujeres; de hecho, son vírgenes.+ Son los que van siguiendo al Cordero vaya donde vaya.+ Fueron comprados+ de entre la humanidad como primicias*+ para Dios y para el Cordero, 5 y no se encontró ningún engaño en su boca; no tienen ningún defecto.+
6 Vi a otro ángel que volaba en medio del cielo.* Tenía buenas noticias eternas que anunciarles a los que viven en la tierra: a toda nación, tribu, lengua y pueblo.+ 7 Decía con voz fuerte: “Teman* a Dios y denle gloria, porque ha llegado la hora de su juicio.+ Así que adoren al que hizo el cielo, la tierra, el mar+ y los manantiales”.*
8 Después vino un segundo ángel, que decía: “¡Ha caído! ¡Babilonia la Grande+ ha caído!+ Esa que hizo que todas las naciones bebieran del vino de la pasión* de su inmoralidad sexual”.*+
9 Otro ángel, un tercero, los siguió, y decía con voz fuerte: “Si alguien adora a la bestia salvaje+ y a su imagen, y recibe una marca en la frente o en la mano,+ 10 también beberá del vino de la furia de Dios, servido sin diluir en la copa de su ira,+ y será atormentado con fuego y azufre+ a la vista de los santos ángeles y a la vista del Cordero. 11 El humo de su tormento subirá para siempre jamás.+ Y los que adoran a la bestia salvaje y a su imagen y los que reciben la marca de su nombre+ no tendrán descanso ni de día ni de noche. 12 Por eso los santos —los que obedecen los mandamientos de Dios y se aferran a la fe+ en* Jesús— necesitan tener aguante”.*+
13 Y oí una voz que venía del cielo y decía: “Escribe esto: ‘Felices los muertos que mueren en unión con el Señor+ a partir de ahora; sí, dice el espíritu, que descansen de sus agotadoras tareas, pues las cosas que hicieron van con ellos’”.
14 Entonces vi una nube blanca, y había alguien parecido a un hijo del hombre+ sentado en la nube; llevaba una corona de oro en la cabeza y una hoz afilada en la mano.
15 Otro ángel salió del santuario del templo y le gritó con voz fuerte al que estaba sentado en la nube: “¡Comienza a usar la hoz y cosecha, que ha llegado la hora de cosechar, porque la cosecha de la tierra está totalmente madura!”.+ 16 Y el que estaba sentado en la nube metió la hoz en la tierra, y la tierra fue cosechada.
17 Otro ángel salió del santuario del templo que está en el cielo; él también tenía una hoz afilada.
18 Y del altar salió otro ángel más, que tenía autoridad sobre el fuego. Y, gritando con voz fuerte, le dijo al que tenía la hoz afilada: “¡Comienza a usar la hoz afilada y recoge los racimos de la vid de la tierra, porque sus uvas ya están maduras!”.+ 19 El ángel metió la hoz en la tierra y cortó la vid de la tierra, y la arrojó en el gran lagar de la furia de Dios.+ 20 La vid* se pisó fuera de la ciudad, y salió sangre del lagar hasta la altura de los frenos de los caballos por una distancia de 1.600 estadios.*
15 Vi en el cielo otra señal, grande y maravillosa: siete ángeles+ con siete plagas. Estas son las últimas, porque por medio de ellas la furia de Dios llegará a su fin.+
2 También vi algo que parecía un mar de vidrio*+ mezclado con fuego y a los que habían vencido+ a la bestia salvaje, a su imagen+ y al número de su nombre.+ Estos estaban de pie al lado del mar de vidrio; tenían en las manos arpas de Dios. 3 Estaban cantando la canción de Moisés,+ el esclavo de Dios, y la canción del Cordero.+ Decían:
“Grandes y maravillosas son tus obras,+ Jehová* Dios, el Todopoderoso.+ Justos y verdaderos son tus caminos,+ Rey de la eternidad.+ 4 Jehová,* ¿quién no te temerá? ¿Quién no glorificará tu nombre? Es que solo tú eres leal.+ Todas las naciones vendrán ante ti y te adorarán+ porque tus justos decretos han sido revelados”.
5 Después de esto vi que se abrió en el cielo el santuario de la tienda del Testimonio,+ 6 y del santuario salieron los siete ángeles con las siete plagas.+ Iban vestidos de lino limpio y resplandeciente, y llevaban bandas de oro ceñidas a la altura del pecho. 7 Uno de los cuatro seres vivientes les dio a los siete ángeles siete tazones de oro que estaban llenos de la furia de Dios,+ quien vive para siempre jamás. 8 Y el santuario se llenó de humo por causa de la gloria de Dios+ y por causa de su poder. Nadie podía entrar en el santuario hasta que terminaran las siete plagas+ de los siete ángeles.
16 Entonces oí una voz fuerte que venía del santuario+ y les decía a los siete ángeles: “Vayan y derramen en la tierra los siete tazones de la furia de Dios”.+
2 El primer ángel se fue y derramó su tazón en la tierra.+ Y una úlcera dolorosa y maligna+ hizo sufrir a las personas que tenían la marca de la bestia salvaje+ y que adoraban a su imagen.+
3 El segundo ángel derramó su tazón en el mar.+ Y este se convirtió en sangre+ como la de un muerto, y murieron todos los seres vivos,* los que había en el mar.+
4 El tercer ángel derramó su tazón en los ríos y en los manantiales.*+ Y estos se convirtieron en sangre.+ 5 Entonces oí al ángel de las aguas decir: “Tú —aquel que es y que era,+ el Leal—+ eres justo porque has dictado estas sentencias.*+ 6 Como ellos derramaron la sangre de los santos y de los profetas,+ tú les has dado de beber sangre.+ Se lo merecen”.+ 7 Y oí al altar decir: “Sí, Jehová* Dios, el Todopoderoso,+ verdaderas y justas son tus sentencias”.*+
8 El cuarto ángel derramó su tazón en el sol.+ Y al sol se le permitió quemar con fuego a la gente. 9 Y el intenso calor quemó a la gente. Pero blasfemaron contra el nombre de Dios —quien tiene la autoridad sobre estas plagas— y no se arrepintieron ni le dieron gloria.
10 El quinto ángel derramó su tazón sobre el trono de la bestia salvaje. Y su reino se oscureció.+ La gente empezó a morderse la lengua de dolor, 11 pero blasfemaron contra el Dios del cielo debido a los dolores y a las úlceras, y no se arrepintieron de sus obras.
12 El sexto ángel derramó su tazón en el gran río Éufrates.+ Y sus aguas se secaron+ para prepararles el camino a los reyes+ que venían del nacimiento del sol.*
13 Y vi tres mensajes inspirados* impuros parecidos a ranas salir de la boca del dragón,+ de la boca de la bestia salvaje y de la boca del falso profeta. 14 De hecho, son mensajes inspirados por demonios y realizan señales;+ se dirigen a los reyes de toda la tierra habitada con el fin de reunirlos para la guerra+ del gran día de Dios, el Todopoderoso.+
15 “¡Escucha! Vengo como un ladrón.+ Feliz el que se mantiene despierto+ y con la ropa puesta,* para que no ande desnudo y la gente vea su vergüenza”.+
16 Y reunieron a los reyes en el lugar que en hebreo se llama Armagedón.*+
17 El séptimo ángel derramó su tazón en el aire. Con esto, una voz fuerte salió del santuario,+ desde el trono, y dijo: “¡Ya está hecho!”. 18 Y hubo relámpagos, voces y truenos, y hubo un gran terremoto como no había sucedido ninguno desde que el hombre llegó a existir en la tierra.+ Así de extenso y de grande fue el terremoto. 19 La gran ciudad+ quedó dividida en tres partes y las ciudades de las naciones se vinieron abajo; y Dios se acordó de Babilonia la Grande+ para darle la copa del vino del furor de su ira.+ 20 Además, todas las islas huyeron y las montañas desaparecieron.+ 21 Entonces del cielo cayeron sobre la gente grandes piedras de granizo+ —cada piedra pesaba alrededor de un talento—.* Y la gente blasfemó contra Dios debido a la plaga de granizo,+ ya que la plaga era excepcionalmente grande.
17 Uno de los siete ángeles que tenían los siete tazones+ vino y me dijo: “Ven, que te voy a mostrar la sentencia* contra la gran prostituta que se sienta sobre muchas aguas.+ 2 Con ella los reyes de la tierra tuvieron relaciones sexuales inmorales,*+ y los habitantes de la tierra se emborracharon con el vino de su inmoralidad sexual”.*+
3 Y, por medio del espíritu, él me llevó a un desierto. Entonces vi a una mujer sentada sobre una bestia salvaje de color rojo escarlata que estaba llena de nombres blasfemos y tenía 7 cabezas y 10 cuernos. 4 La mujer iba vestida de púrpura+ y rojo escarlata, y llevaba adornos de oro, piedras preciosas y perlas.+ Tenía en la mano una copa de oro llena de cosas repugnantes y de las impurezas de su inmoralidad sexual.* 5 Llevaba escrito en la frente un nombre, un misterio: “Babilonia la Grande, la madre de las prostitutas+ y de las cosas repugnantes de la tierra”.+ 6 Y vi que la mujer estaba borracha con la sangre de los santos y con la sangre de los testigos de Jesús.+
Al verla, me quedé totalmente asombrado. 7 Así que el ángel me dijo: “¿Por qué te asombras? Yo te contaré el misterio de la mujer+ y de la bestia salvaje que la lleva, la que tiene las 7 cabezas y los 10 cuernos.+ 8 La bestia salvaje que viste era pero ya no es, y aun así está a punto de subir del abismo,+ y se encamina a la destrucción. Los habitantes de la tierra —aquellos que desde la fundación del mundo no han tenido sus nombres escritos en el rollo de la vida—+ se asombrarán cuando vean que la bestia salvaje era pero ya no es y aun así estará presente.
9 ”Para esto se necesita una mente sabia.* Las 7 cabezas+ representan 7 montañas, sobre las que se sienta la mujer. 10 Hay 7 reyes: 5 han caído, uno es y el otro todavía no ha llegado; pero cuando llegue tiene que quedarse por poco tiempo. 11 Y la bestia salvaje que era pero ya no es,+ ella también es un octavo rey; surge de los 7 y se encamina a la destrucción.
12 ”Los 10 cuernos que viste representan 10 reyes que todavía no han recibido un reino, pero sí recibirán autoridad como reyes por una hora junto con la bestia salvaje. 13 Ellos tienen un mismo objetivo,* y por eso le entregan su poder y autoridad a la bestia salvaje. 14 Lucharán contra el Cordero,+ pero el Cordero los vencerá+ porque es Señor de señores y Rey de reyes.+ Los que están con él —los que son llamados, escogidos y fieles— también vencerán”.+
15 Él me dijo: “Las aguas que viste, donde está sentada la prostituta, representan pueblos, multitudes, naciones y lenguas.+ 16 Los 10 cuernos+ que viste y la bestia salvaje+ odiarán a la prostituta+ y la dejarán en ruinas y desnuda. Se comerán su carne y a ella la quemarán por completo con fuego.+ 17 Porque Dios puso en sus corazones llevar a cabo el pensamiento de él,+ es decir, cumplir el objetivo que ellos tienen en común* entregándole su autoridad como reyes a la bestia salvaje+ hasta que se hayan cumplido las palabras de Dios. 18 Y la mujer+ que viste representa a la gran ciudad que gobierna como reina sobre los reyes de la tierra”.
18 Después de esto vi a otro ángel que bajaba del cielo con gran autoridad, y la tierra quedó iluminada con su gloria. 2 Él gritó con voz fuerte: “¡Ha caído! ¡Babilonia la Grande ha caído!+ Se ha convertido en guarida de demonios, donde están al acecho todos los espíritus impuros* y todas las aves impuras y odiadas.+ 3 Porque todas las naciones fueron víctimas del vino de la pasión* de su inmoralidad sexual;*+ con ella los reyes de la tierra tuvieron relaciones sexuales inmorales,+ y los comerciantes* de la tierra se hicieron ricos gracias al poder de su lujo descarado”.
4 Y oí otra voz que venía del cielo y decía: “Sálganse de ella, pueblo mío,+ si no quieren ser cómplices de sus pecados y si no quieren recibir parte de sus plagas.+ 5 Porque sus pecados se han acumulado hasta el cielo+ y Dios ha recordado sus actos injustos.*+ 6 Páguenle con la misma moneda.+ Sí, devuélvanle el doble de las cosas que ha hecho.+ En la copa+ en la que ella preparó la bebida, prepárenle el doble de bebida.+ 7 Denle tormento y duelo en proporción a la gloria que ella misma se dio y al lujo descarado en que vivió. Porque ella no deja de decir en su corazón: ‘Estoy sentada como reina; no soy viuda y nunca estaré de duelo’.+ 8 Por eso, en un solo día vendrán sus plagas —muerte, duelo y hambre— y será quemada por completo con fuego.+ Porque Jehová* Dios, que la juzgó, es poderoso.+
9 ”Cuando los reyes de la tierra que tuvieron relaciones sexuales inmorales* con ella y vivieron en lujo descarado con ella vean el humo de su incendio, llorarán y se golpearán el pecho de dolor por ella. 10 Se quedarán de pie a cierta distancia por temor al tormento de ella. Dirán: ‘¡Qué lástima! ¡Qué lástima, tú, la gran ciudad,+ Babilonia, la poderosa ciudad! ¡Y es que en una sola hora ha llegado tu juicio!’.*
11 ”Además, los comerciantes de la tierra llorarán y se lamentarán por ella porque ya no habrá nadie que compre todo su cargamento, 12 un cargamento de oro, plata, piedras preciosas, perlas, lino de calidad, tela púrpura, seda y tela rojo escarlata; toda clase de artículos hechos de madera aromática y todo tipo de objetos elaborados con marfil y con maderas preciosas, cobre, hierro o mármol; 13 también canela, especia de la India, incienso, aceite perfumado, olíbano, vino, aceite de oliva, harina fina, trigo, vacas, ovejas, caballos, carruajes, esclavos y vidas humanas. 14 Sí, el buen fruto que deseabas te ha abandonado y todas las mercancías exquisitas y espléndidas se han acabado para ti. No volverán nunca más.
15 ”Los comerciantes que vendían estas cosas, los que se hicieron ricos gracias a ella, estarán de pie a cierta distancia por temor al tormento de ella. Llorarán y se lamentarán 16 diciendo: ‘¡Qué lástima! ¡Qué lástima, la gran ciudad, vestida de lino de calidad, de púrpura y de rojo escarlata, y adornada con muchas joyas de oro, piedras preciosas y perlas!+ 17 ¡Y es que en una sola hora riquezas tan grandes han sido destruidas!’.
”Y todos los capitanes de barco, todos los navegantes y marineros, y todos los que se ganan la vida en el mar se quedaron de pie a cierta distancia. 18 Y, al mirar el humo de su incendio, gritaban: ‘¡¿Qué ciudad es como la gran ciudad?!’. 19 Se echaban polvo sobre la cabeza y, llorando y lamentándose, gritaban: ‘¡Qué lástima! ¡Qué lástima, la gran ciudad, donde gracias a su riqueza se hicieron ricos todos los que tenían barcos en el mar! ¡Y es que en una sola hora ha sido destruida!’.+
20 ”¡Oh, cielo, alégrate+ por lo que le ha pasado! ¡Alégrense también ustedes, los santos,+ los apóstoles y los profetas! Porque Dios ha actuado a favor de ustedes dictando su sentencia* contra ella”.+
21 Y un ángel fuerte levantó una piedra parecida a una gran piedra de molino y la arrojó al mar diciendo: “Así, de un golpe, será arrojada hacia abajo Babilonia la gran ciudad, y nunca más se la volverá a ver.+ 22 Nunca más se volverá a oír en ti el sonido de cantores tocando sus arpas ni el sonido de músicos, flautistas o trompetistas. Nunca más se volverá a ver en ti a ningún artesano de ningún oficio. Nunca más volverá a oírse en ti el sonido de la piedra de molino. 23 Nunca más volverá a brillar en ti la luz de ninguna lámpara ni jamás volverá a oírse en ti la voz de un novio o de una novia. Porque tus comerciantes eran los magnates de la tierra y porque engañaste a todas las naciones con tus prácticas espiritistas.*+ 24 Así es, en ella se encontró la sangre de profetas, de santos+ y de todos los que han sido asesinados en la tierra”.+
19 Después de esto oí algo como la voz fuerte de una gran multitud en el cielo. Ellos decían: “¡Alaben a Jah!*+ La salvación, la gloria y el poder le pertenecen a nuestro Dios, 2 porque sus juicios son verdaderos y justos;+ porque ha ejecutado la sentencia* contra la gran prostituta —la que corrompió la tierra con su inmoralidad sexual—* y ha vengado la sangre de sus esclavos que había en las manos de ella”.*+ 3 Y enseguida dijeron por segunda vez: “¡Alaben a Jah!*+ El humo de ella seguirá subiendo para siempre jamás”.+
4 Los 24 ancianos+ y los cuatro seres vivientes+ cayeron de rodillas y adoraron a Dios, que está sentado en el trono, y dijeron: “¡Amén! ¡Alaben a Jah!”.*+
5 Además, del trono salió una voz, que dijo: “Alaben a nuestro Dios, todos ustedes, sus esclavos,+ los que le temen, los pequeños y los grandes”.+
6 Y oí algo que sonaba como la voz de una gran multitud, como el sonido de muchas aguas y como el sonido de fuertes truenos. Ellos decían: “¡Alaben a Jah!*+ ¡Y es que Jehová* nuestro Dios, el Todopoderoso,+ ha empezado a reinar!+ 7 Estemos felices y radiantes de alegría,* y démosle gloria porque ha llegado la boda del Cordero y ya está lista su esposa. 8 Así es, a ella se le ha concedido ir vestida de lino de calidad, resplandeciente y limpio, ya que el lino de calidad representa los actos justos de los santos”.+
9 Y el ángel me dijo: “Escribe esto: ‘Felices los invitados a la cena de la boda del Cordero’”.+ Y añadió: “Estas son las palabras verdaderas de Dios”. 10 Ante esto, caí a sus pies para adorarlo. Pero él me dijo: “¡Cuidado! ¡No hagas eso!+ Yo solo soy un esclavo como tú y tus hermanos, que tienen la misión de dar testimonio acerca de Jesús.+ ¡Adora a Dios!+ Porque el testimonio acerca de Jesús es lo que inspira las profecías”.+
11 Vi el cielo abierto; y en esto apareció un caballo blanco.+ Su jinete se llama Fiel+ y Verdadero,+ y juzga y guerrea con justicia.+ 12 Sus ojos son una llama de fuego,+ y en su cabeza hay muchas coronas.* Lleva un nombre escrito que solo él conoce, nadie más. 13 Va vestido con un manto manchado* de sangre, y se le llama por este nombre: La Palabra+ de Dios. 14 Además, los ejércitos del cielo lo seguían en caballos blancos y estaban vestidos de lino de calidad, blanco y limpio. 15 De la boca de él sale una espada larga y afilada+ para atacar a las naciones. Y las pastoreará con vara de hierro.+ Además, pisa las uvas en el lagar del furor de la ira de Dios, el Todopoderoso.+ 16 Y en su manto, a la altura del muslo, tiene un nombre escrito: Rey de reyes y Señor de señores.+
17 También vi a un ángel de pie en el sol. Él gritó con voz fuerte y les dijo a todas las aves que vuelan en medio del cielo:* “¡Vengan aquí! Reúnanse para la gran cena de Dios.+ 18 Coman carne de reyes, de comandantes militares y de hombres poderosos,+ y carne de caballos y de sus jinetes;+ la carne de todos, tanto de hombres libres como de esclavos, de pequeños y de grandes”.
19 Y vi a la bestia salvaje, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, todos reunidos para guerrear contra el jinete de aquel caballo y contra su ejército.+ 20 Y la bestia salvaje fue atrapada, y junto con ella el falso profeta+ que realizó delante de ella las señales con las que engañó a los que recibieron la marca de la bestia salvaje+ y a los que adoran a la imagen de ella.+ Mientras todavía estaban vivos, los dos fueron arrojados al lago de fuego que arde con azufre.+ 21 Pero al resto se le dio muerte con la espada larga que salía de la boca del jinete de aquel caballo.+ Y todas las aves se saciaron con la carne de ellos.+
20 Vi a un ángel que bajaba del cielo con la llave del abismo+ y una gran cadena en la mano. 2 Atrapó al dragón,+ la serpiente original,+ que es el Diablo+ y Satanás,+ y lo ató por 1.000 años. 3 Y lo arrojó al abismo,+ donde lo encerró, y selló la entrada* para que no volviera a engañar* a las naciones hasta que se terminaran los 1.000 años. Después de eso tiene que ser liberado por un poco de tiempo.+
4 Vi tronos, y a los que se sentaron en ellos se les dio autoridad para juzgar. Así es, vi las almas* de los que habían sido ejecutados* por el testimonio que dieron acerca de Jesús y por hablar de Dios, quienes no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen y no habían recibido la marca ni en la frente ni en la mano.+ Estos llegaron a vivir y reinaron con el Cristo+ por 1.000 años. 5 Esta es la primera resurrección.+ (El resto de los muertos+ no llegó a vivir hasta que terminaron los 1.000 años). 6 Feliz y santo el que tiene parte en la primera resurrección;+ la muerte segunda+ no tiene autoridad sobre ellos,+ sino que serán sacerdotes+ de Dios y del Cristo, y reinarán con él por los 1.000 años.+
7 Pero, en cuanto hayan terminado los 1.000 años, Satanás será liberado de su prisión 8 y saldrá a engañar a esas naciones que están en los cuatro extremos* de la tierra —a Gog y a Magog— a fin de reunirlas para la guerra. Su número es como la arena del mar. 9 Y estas avanzaron por toda la tierra y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada. Pero bajó fuego del cielo y las consumió.+ 10 El Diablo, que las estuvo engañando, fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde ya estaban tanto la bestia salvaje+ como el falso profeta.+ Ellos serán atormentados* día y noche para siempre jamás.
11 Vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él.+ La tierra y el cielo huyeron de su presencia+ y no se les volvió a ver. 12 Y vi a los muertos —los grandes y los pequeños— de pie delante del trono, y se abrieron rollos. Pero se abrió otro rollo: el rollo de la vida.+ Y, de acuerdo con lo que estaba escrito en los rollos, se juzgó a los muertos por sus acciones.+ 13 El mar entregó a los muertos que había en él, y la muerte y la Tumba* entregaron a los muertos que había en ellas. Y cada uno fue juzgado por sus acciones.+ 14 La muerte y la Tumba* fueron arrojadas al lago de fuego.+ El lago de fuego+ representa la muerte segunda.+ 15 Además, los que no aparecían inscritos en el libro de la vida+ fueron arrojados al lago de fuego.+
21 Entonces vi un nuevo cielo y una nueva tierra;+ porque el cielo anterior y la tierra anterior habían desaparecido,+ y el mar+ ya no existe. 2 También vi la santa ciudad, la Nueva Jerusalén, bajando del cielo, desde donde está Dios.+ Y estaba preparada como una novia arreglada para su esposo.+ 3 Luego oí una voz fuerte que salía del trono y decía: “¡Mira! La tienda* de Dios está con la humanidad. Él residirá con ellos y ellos serán su pueblo. Dios mismo estará con ellos.+ 4 Y les secará toda lágrima de sus ojos,+ y la muerte ya no existirá,+ ni habrá más tristeza* ni llanto ni dolor.+ Las cosas anteriores han desaparecido”.
5 El que estaba sentado en el trono+ dijo: “¡Mira! Estoy haciendo nuevas todas las cosas”.+ También dijo: “Escribe estas palabras, porque son fieles* y verdaderas”. 6 Y me dijo: “¡Ya se han hecho realidad! Yo soy el Alfa y el Omega,* el principio y el fin.+ A todo el que tenga sed le daré de beber gratis del manantial* del agua de la vida.+ 7 Todo el que venza heredará estas cosas, y yo seré su Dios y él será mi hijo. 8 Pero a los cobardes, a los que no tienen fe,+ a los que son sucios y repugnantes, a los asesinos,+ a los que son sexualmente inmorales,*+ a los que practican el espiritismo,* a los idólatras y a todos los mentirosos+ les espera* el lago que arde con fuego y azufre,+ que representa la muerte segunda”.+
9 Uno de los siete ángeles que tenían los siete tazones llenos de las siete últimas plagas+ vino y me dijo: “Ven, que te voy a mostrar a la novia, la esposa del Cordero”.+ 10 Así que, por medio del espíritu, me llevó a una montaña grande y alta, y me mostró la santa ciudad de Jerusalén, que bajaba del cielo, desde donde está Dios,+ 11 y que tenía la gloria de Dios.+ Su brillo era como el de una piedra preciosísima, como jaspe con destellos cristalinos.+ 12 Tenía una muralla grande y alta, y 12 puertas con 12 ángeles en las puertas, y los nombres de las 12 tribus de los hijos de Israel estaban escritos en las puertas. 13 Al este había tres puertas, al norte tres puertas, al sur tres puertas y al oeste tres puertas.+ 14 Además, la muralla de la ciudad tenía por fundamentos 12 piedras, y en ellas estaban los 12 nombres de los 12 apóstoles+ del Cordero.
15 El que hablaba conmigo tenía un instrumento de medir, una caña de oro, para medir la ciudad, las puertas y la muralla.+ 16 El trazado de la ciudad era cuadrado, medía lo mismo de ancho que de largo. Él midió la ciudad con la caña: 12.000 estadios;* su longitud, anchura y altura eran iguales. 17 También midió la muralla: 144 codos,* según la medida de hombre, que es a la vez la medida de ángel. 18 La muralla era de jaspe+ y la ciudad de oro puro, cristalino como el vidrio. 19 Los fundamentos de la muralla de la ciudad estaban adornados con toda clase de piedras preciosas: el primer fundamento era jaspe, el segundo zafiro, el tercero calcedonia, el cuarto esmeralda, 20 el quinto sardónica, el sexto sardio, el séptimo crisólito, el octavo berilo, el noveno topacio, el décimo crisoprasa, el undécimo jacinto y el duodécimo amatista. 21 Además, las 12 puertas eran 12 perlas; cada una de las puertas estaba hecha de una sola perla. Y la calle principal de la ciudad era de oro puro, transparente como el vidrio.
22 No vi ningún templo en ella, porque Jehová* Dios, el Todopoderoso,+ es su templo, así como lo es el Cordero. 23 La ciudad no necesita que el sol o la luna brillen sobre ella, porque la gloria de Dios la ilumina+ y su lámpara es el Cordero.+ 24 Las naciones caminarán gracias a su luz,+ y los reyes de la tierra llevarán a ella su propia gloria. 25 Sus puertas no se cerrarán en todo el día, porque allí no habrá noche.+ 26 Y llevarán a ella la gloria y el honor de las naciones.+ 27 Pero nada que esté contaminado ni nadie que haga algo repugnante y engañoso entrará jamás en ella.+ Solo entrarán los que estén inscritos en el rollo de la vida del Cordero.+
22 Entonces él me mostró un río de agua de vida,+ claro como el cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero,+ 2 y corría por el centro de la calle principal de la ciudad. En las dos orillas del río había árboles de vida que producían 12 cosechas y que daban fruto cada mes. Las hojas de los árboles eran para curar a las naciones.+
3 Y ya no habrá ninguna maldición, sino que el trono de Dios y del Cordero+ estará en la ciudad. Y sus esclavos le darán servicio sagrado, 4 verán su rostro+ y tendrán el nombre de él en la frente.+ 5 Tampoco volverá a haber noche,+ y no necesitarán la luz de una lámpara ni la luz del sol, porque Jehová* Dios los iluminará,+ y ellos reinarán para siempre jamás.+
6 El ángel me dijo: “Estas palabras son fieles* y verdaderas.+ Así es, Jehová,* el Dios que inspiró a los profetas,+ ha enviado a su ángel para mostrarles a sus esclavos lo que tiene que suceder dentro de poco. 7 Mira, vengo pronto.+ Feliz el que obedece las palabras de la profecía de este rollo”.+
8 Yo, Juan, fui el que oyó y vio estas cosas. Después de verlas y oírlas, caí a los pies del ángel que me había mostrado estas cosas para adorarlo. 9 Pero él me dijo: “¡Cuidado! ¡No hagas eso! Yo solo soy un esclavo como tú y tus hermanos, los profetas, y como los que obedecen las palabras de este rollo. Adora a Dios”.+
10 Y añadió: “No guardes en secreto* las palabras de la profecía de este rollo, ya que el tiempo fijado está cerca. 11 Que el injusto siga en la injusticia y el sucio siga en su suciedad. Pero que el justo siga en la justicia y el santo siga en la santidad.
12 ”‘¡Escucha! Vengo pronto, y traigo conmigo la recompensa que voy a dar, para pagarle a cada uno según sus hechos.+ 13 Yo soy el Alfa y el Omega,*+ el primero y el último, el principio y el fin. 14 Felices los que lavan sus túnicas largas+ para tener derecho a los árboles de la vida+ y para entrar en la ciudad por sus puertas.+ 15 Afuera están los perros,* los que practican el espiritismo,* los que son sexualmente inmorales,* los asesinos, los idólatras y todos los que aman la mentira y tienen la costumbre de mentir’.+
16 ”‘Yo, Jesús, envié a mi ángel para darles testimonio a ustedes de estas cosas para el bien de las congregaciones. Yo soy la raíz y la descendencia de David+ y la brillante estrella de la mañana’”.+
17 El espíritu y la novia+ no dejan de decir “¡Ven!”. Y todo el que oiga diga “¡Ven!”. Y todo el que tenga sed venga.+ Todo el que lo desee, que tome gratis el agua de la vida.+
18 “A todos los que oyen las palabras de la profecía de este rollo yo les declaro:* si alguien les añade algo a estas cosas,+ Dios le añadirá a él las plagas que están escritas en este rollo;+ 19 y, si alguien les quita algo a las palabras del rollo de esta profecía, Dios le quitará su parte de los árboles de la vida+ y de la santa ciudad,+ cosas que están descritas en este rollo.
20 ”El que da testimonio de estas cosas dice: ‘Sí, vengo pronto’”.+
“¡Amén! Ven, Señor Jesús”.
21 Que la bondad inmerecida del Señor Jesús esté con los santos.
En griego, apokálypsis. Este nombre viene de un verbo que significa ‘quitar la cubierta’ o ‘retirar el velo’.
O “del mensaje dado”.
O “la A y la Z”. Alfa y omega son, respectivamente, la primera y la última letra del alfabeto griego.
Ver apén. A5.
Lit. “tribulación”.
O “la perseverancia”.
O “Estando lleno de espíritu”.
O “de una gran catarata”.
O “semblante”.
O “Hades”. Es decir, el lugar simbólico donde descansan los muertos. Ver glosario.
O “perseverancia”.
Lit. “has dejado”.
Lit. “tribulación”.
Lit. “tribulación”.
O “poner un tropiezo delante de”.
Ver glosario.
O “ministerio”.
O “perseverancia”.
Ver glosario.
En griego, pornéia. Ver glosario.
Lit. “gran tribulación”.
Lit. “de los hechos de ella”.
O “enfermedad”.
O “las emociones más profundas”. Lit. “los riñones”.
Lit. “guarde mis hechos”.
Lit. “nombre”.
O “estén completas”.
Lit. “algunos nombres”.
O “rindan homenaje”.
O quizás “seguiste mi ejemplo de”.
O “perseverancia”.
O “censuro”.
O “ten celo”.
O “de una piedra preciosa de color rojo”.
O “mar vítreo”.
O “En el centro, junto al trono”.
O “criaturas vivientes llenas”.
Ver apén. A5.
Ver apén. A5.
O “porque tú así lo quisiste”.
Lit. “por dentro y por fuera”.
O “En el centro”.
O “cientos de millones”.
Lit. “¡Ven!”.
O “Un quénice”. Ver apén. B14.
Moneda romana de plata que equivalía a la paga de un día. Ver apén. B14.
O “Hades”. Es decir, el lugar simbólico donde descansan los muertos. Ver glosario.
Al parecer, se refiere a la sangre —que representa la vida— derramada en el altar. Ver glosario.
Probablemente de pelo de cabra.
Lit. “ángulos”.
O “el este”, “el oriente”.
O “gran multitud”.
O “gran angustia”.
O “los protegerá”.
O “en el centro”.
O “fuentes”.
O “un incensario de oro”.
Lit. “fuego”.
O “lámpara”.
O “las fuentes de agua”.
O “pozo”.
O “Él”.
O “pozo”.
O “pozo”.
O “pozo”.
Un insecto muy voraz parecido al saltamontes.
Que significa ‘destrucción’.
Que significa ‘destructor’.
O “era de 20.000 veces 10.000”, es decir, 200 millones.
O “sus prácticas ocultistas”, “su hechicería”.
En griego, pornéia. Ver glosario.
O “envuelto en”.
Lit. “pies”.
Lit. “Sella”.
O “buenas nuevas”.
Lit. “vara”.
O “estaban mirando”.
Lit. “aquella hora”.
Ver apén. A5.
O “arruinar a los que están arruinando”.
Lit. “diademas”.
Que significa ‘¿quién es como Dios?’.
O quizás “pero este [es decir, el dragón] fue derrotado”.
O “aquella serpiente antigua”.
O “desviando”, “extraviando”.
Lit. “y por la palabra de su testimonio”.
O “alma”. Ver glosario.
Lit. “del rostro”.
Es decir, tres tiempos y medio.
Lit. “los restantes”.
Lit. “simiente”.
Es decir, el dragón.
Lit. “diademas”.
O quizás “Si alguien tiene que morir a espada”.
O “perseverancia”.
O “espíritu”.
O “número de hombre”.
O “de una gran catarata”.
O “primeros frutos”.
O “por el aire”, “en lo alto”.
Ver glosario.
O “las fuentes de agua”.
O “cólera”, “furia”.
En griego, pornéia. Ver glosario.
Lit. “de”.
O “perseverancia”.
Lit. “El lagar”.
Unos 296 km (184 mi). Un estadio equivalía a 185 m (606,95 ft). Ver apén. B14.
O “mar vítreo”.
Ver apén. A5.
Ver apén. A5.
O “almas vivas”.
O “las fuentes de agua”.
O “estos juicios”.
Ver apén. A5.
O “verdaderos y justos son tus juicios”.
O “del este”, “del oriente”.
Lit. “espíritus”.
Lit. “y guarda sus mantos”.
En griego, Har Maguedṓn. Viene de un término hebreo que significa ‘montaña de Meguidó’.
Un talento griego equivalía a 20,4 kg (654 oz tr). Ver apén. B14.
O “el juicio”.
En griego, pornéia. Ver glosario, inmoralidad sexual.
En griego, pornéia. Ver glosario.
En griego, pornéia. Ver glosario.
O “inteligencia y sabiduría”.
O “un único pensamiento”.
O “llevar a cabo su único pensamiento”.
O quizás “todo aliento impuro”, “toda exhalación impura”, “todo mensaje inspirado impuro”.
O “cólera”, “furia”.
En griego, pornéia. Ver glosario.
O “comerciantes viajeros”.
O “actos de maldad”, “crímenes”.
Ver apén. A5.
En griego, pornéia. Ver glosario, inmoralidad sexual.
O “castigo”.
O “juicio”.
O “tus prácticas ocultistas”, “tu hechicería”.
O “¡Aleluya!”. Jah es una forma abreviada del nombre Jehová.
O “el juicio”.
En griego, pornéia. Ver glosario.
Lit. “de la mano de ella”.
O “¡Aleluya!”. Jah es una forma abreviada del nombre Jehová.
O “¡Aleluya!”. Jah es una forma abreviada del nombre Jehová.
O “¡Aleluya!”. Jah es una forma abreviada del nombre Jehová.
Ver apén. A5.
O “gozo”.
Lit. “diademas”.
O quizás “salpicado”.
O “por el aire”, “en lo alto”.
Lit. “lo cerró y lo selló sobre él”.
O “desviar”, “extraviar”.
Ver Ap 6:9, nota.
Lit. “ejecutados con el hacha”.
Lit. “ángulos”.
O “retenidos”, “encarcelados”.
O “Hades”. Es decir, el lugar simbólico donde descansan los muertos. Ver glosario.
O “Hades”. Es decir, el lugar simbólico donde descansan los muertos. Ver glosario.
O “carpa”.
O “duelo”.
O “confiables”.
O “la A y la Z”. Alfa y omega son, respectivamente, la primera y la última letra del alfabeto griego.
O “de la fuente”.
Ver glosario, inmoralidad sexual.
O “el ocultismo”, “la hechicería”.
O “su parte será en”.
Unos 2.220 km (1.379 mi). Un estadio equivalía a 185 m (606,95 ft). Ver apén. B14.
Unos 64 m (210 ft). Ver apén. B14.
Ver apén. A5.
Ver apén. A5.
O “confiables”.
Ver apén. A5.
Lit. “No selles”.
O “la A y la Z”. Alfa y omega son, respectivamente, la primera y la última letra del alfabeto griego.
Es decir, los que acostumbran hacer cosas que Dios considera repugnantes.
Ver Ap 21:8, nota.
Ver glosario, inmoralidad sexual.
Lit. “doy testimonio”.