Nota
g En su profecía sobre los últimos días, Jesús dijo que Jerusalén sería pisoteada por las naciones hasta que se cumplieran “los tiempos señalados de las naciones”. Jerusalén representaba al gobierno de Dios (Lucas 21:24). De modo que para el tiempo de Jesús, el gobierno de Dios estaba fuera de funciones y continuó así hasta el inicio de los últimos días.