Nota
d El rey Asá cometió pecados graves (2 Crón. 16:7, 10). Sin embargo, la Biblia dice que hizo lo que estaba bien a los ojos de Jehová. Es cierto que al principio rechazó la corrección, pero es posible que después se arrepintiera. Para Jehová, sus buenas cualidades pesaron más que sus errores. Es destacable que Asá adoró solo a Jehová y se esforzó por acabar con los ídolos de su reino (1 Rey. 15:11-13; 2 Crón. 14:2-5).