Referencias para la Guía de actividades para la reunión Vida y Ministerio Cristianos
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2-8 DE SEPTIEMBRE
TESOROS DE LA BIBLIA SALMOS 79-81
Demuestre que ama el glorioso nombre de Jehová
ijwbv 3 párrs. 4, 5
Romanos 10:13 | “Los que invoquen el nombre del Señor”
En la Biblia, la frase invocar el nombre de Jehová implica más que simplemente saber cuál es el nombre de Dios y usarlo cuando lo adoramos (Salmo 116:12-14). Implica confiar en Dios y acudir a él por ayuda (Salmo 20:7; 99:6).
El nombre de Dios era algo importante para Jesucristo. Las palabras con las que empezó su oración modelo son estas: “Padre nuestro que estás en los cielos, que tu nombre sea santificado”, o limpiado (Mateo 6:9). Jesús también enseñó que, si queremos vivir para siempre, debemos conocer, obedecer y amar a la persona que lleva ese nombre (Juan 17:3, 6, 26).
Busquemos perlas escondidas
w06 15/7 pág. 12 párr. 5
79:9. Jehová escucha nuestras oraciones, y más aún cuando están relacionadas con la santificación de su nombre.
9-15 DE SEPTIEMBRE
TESOROS DE LA BIBLIA SALMOS 82-84
Valore lo que usted hace por Jehová
wp16.6 8 párrs. 2, 3
¿Qué aprendemos de las aves?
Los habitantes de Jerusalén conocían bien las golondrinas, que solían construir sus nidos bajo los aleros de los edificios. Hasta en el templo de Salomón anidaron golondrinas. Es probable que año tras año hallaran allí un lugar tranquilo y seguro para criar a sus polluelos.
El compositor del Salmo 84, un descendiente de Coré, se fijó en aquellos nidos del templo. Él servía allí una semana cada seis meses, pero quería ser como las golondrinas que tenían un hogar permanente en la casa de Dios. Exclamó: “¡Cuán amable es tu magnífico tabernáculo, oh Jehová de los ejércitos! Mi alma ha anhelado, y también se ha consumido, en su vivo deseo por los patios de Jehová. [...] Hasta el pájaro mismo ha hallado una casa, y la golondrina un nido para sí, donde ella ha puesto sus polluelos... ¡tu magnífico altar, oh Jehová de los ejércitos, Rey mío y Dios mío!” (Salmo 84:1-3). ¿Y qué hay de nosotros y nuestros hijos? ¿Deseamos reunirnos regularmente con el pueblo de Dios y valoramos ese privilegio? (Salmo 26:8, 12).
w08 15/7 30 párrs. 3, 4
Las expectativas realistas contribuyen a nuestra felicidad
Es posible que la edad avanzada o las enfermedades limiten su servicio a Jehová. O si tiene hijos pequeños, tal vez piense que no puede aprovechar al máximo el estudio personal y las reuniones debido al tiempo y energías que requieren sus hijos. Pero ¿podría ser que esté tan concentrado en sus limitaciones que a veces pierda de vista lo que todavía puede hacer?
Algo parecido le ocurrió a un levita del antiguo Israel. A pesar de que tenía el honor de servir dos semanas al año en el templo, él quería estar frente al altar permanentemente, un deseo que, aunque loable, era imposible (Sal. 84:1-3). ¿Qué ayudó a este fiel levita a no deprimirse? Comprender que un solo día en los patios del templo era de por sí un privilegio único (Sal. 84:4, 5, 10). Del mismo modo, nosotros debemos valorar las actividades que todavía están a nuestro alcance, en vez de estar pensando en lo que ya no podemos hacer.
16-22 DE SEPTIEMBRE
TESOROS DE LA BIBLIA SALMOS 85-87
La oración nos ayuda a aguantar
w12 15/5 25 párr. 10
¿Refleja usted la gloria de Jehová?
10 A fin de reflejar la gloria de Dios, también necesitamos seguir este consejo bíblico: “Perseveren en la oración” (Rom. 12:12). En efecto, podemos y debemos pedirle a Jehová que nos ayude a adorarle como él desea. Hacemos bien en solicitarle que nos dé espíritu santo, una fe más sólida, fuerzas para resistir las tentaciones y habilidad para manejar “la palabra de la verdad correctamente” (2 Tim. 2:15; Mat. 6:13; Luc. 11:13; 17:5). Debemos confiar en nuestro Padre celestial tanto como un niño confía en su padre. Cuando le pidamos que nos ayude a servirle más plenamente, hagámoslo con la certeza de que nos responderá. Y no temamos que nuestras oraciones puedan molestarlo. ¡Nada más lejos de la realidad! Podemos orarle libremente para alabarlo, darle gracias y pedirle su guía para afrontar nuestros problemas. Además, podemos rogarle que nos ayude a glorificar su santo nombre con nuestro servicio (Sal. 86:12; Sant. 1:5-7).
23-29 DE SEPTIEMBRE
TESOROS DE LA BIBLIA SALMOS 88, 89
La forma de gobernar de Jehová es la mejor
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Tenga fe absoluta en el Reino
14 Nos referimos al pacto con David (lea 2 Samuel 7:12, 16). Mediante ese pacto, Jehová le aseguró a aquel rey del antiguo Israel que el Mesías sería un descendiente suyo (Luc. 1:30-33). Así señaló con más precisión por quién vendría la descendencia. Estableció que un heredero de David tendría “el derecho legal” al trono del Reino mesiánico (Ezeq. 21:25-27). Por medio de Jesús, el reinado de David “será firmemente establecido por tiempo indefinido”. De hecho, “su descendencia misma resultará ser aun hasta tiempo indefinido, y su trono [durará tanto] como el sol” (Sal. 89:34-37). El reinado del Mesías jamás se volverá corrupto, y sus logros durarán para siempre.
30 DE SEPTIEMBRE A 6 DE OCTUBRE
TESOROS DE LA BIBLIA SALMOS 90, 91
Si quiere alargar su vida, confíe en Jehová
wp19.3 5 párrs. 3-5
En busca de la longevidad
No todos los científicos creen que los tratamientos contra el envejecimiento puedan hacer que vivamos más. Es verdad que la esperanza de vida ha aumentado a un ritmo constante desde el siglo diecinueve, pero esto se debe principalmente a las mejoras en la higiene, la prevención de enfermedades infecciosas y el uso de antibióticos y vacunas. Algunos genetistas creen que nuestra esperanza de vida ha alcanzado más o menos su límite natural.
Hace unos tres mil quinientos años, el escritor bíblico Moisés afirmó: “Los días de nuestros años son setenta años; y si debido a poderío especial son ochenta años, sin embargo su insistencia está en penoso afán y cosas perjudiciales; porque tiene que pasar rápidamente, y volamos” (Salmo 90:10). A pesar de todos los esfuerzos que ha hecho el ser humano para alargar la vida, seguimos teniendo la misma esperanza de vida que mencionó Moisés.
En contraste, algunos animales, como el erizo rojo de mar o la almeja de Islandia, pueden vivir más de doscientos años. Y hay árboles, como la secuoya gigante, que viven miles de años. Cuando comparamos nuestra esperanza de vida con la de otros seres vivos, es lógico que nos preguntemos: “¿Qué sentido tiene vivir solo setenta u ochenta años?”.
wp19.1 5, recuadro
¿Cuál es el nombre de Dios?
¿Quién creó a Dios?
Muchas personas se han hecho esa pregunta, y puede que usted también. Si el universo y todo lo que hay en él tuvo una causa o un creador, ¿cómo llegó a existir Dios?
La mayoría de los científicos creen que el universo tuvo un principio. En armonía con esta idea básica, el primer versículo de la Biblia dice: “En el principio Dios creó los cielos y la tierra” (Génesis 1:1).
El universo no pudo crearse solo, no pudo llegar a existir de la nada, pues la nada no puede producir algo. Si antes del universo no hubiera existido nada, hoy no habría universo. Aunque nos resulte difícil de entender, se necesitó una primera causa no material y eterna. Esa Primera Causa es Jehová, un ser espiritual infinitamente sabio y poderoso (Juan 4:24).
La Biblia dice sobre Dios: “Antes que nacieran las montañas mismas, o tú procedieras a producir como con dolores de parto la tierra y el terreno productivo, aun de tiempo indefinido a tiempo indefinido tú eres Dios” (Salmo 90:2). Por lo tanto, Dios siempre ha existido. Fue él quien, “en el principio”, creó el universo (Revelación [Apocalipsis] 4:11).
Busquemos perlas escondidas
wp17.5 5
¿Tenemos un ángel de la guarda?
La Biblia no dice que cada uno de nosotros tenga un ángel de la guarda o ángel custodio. Es verdad que Jesús dijo: “No desprecien a uno de estos pequeños [los discípulos de Cristo]; porque les digo que sus ángeles en el cielo siempre contemplan el rostro de mi Padre que está en el cielo” (Mateo 18:10). Sin embargo, esto no significa que cada persona tenga un ángel de la guarda; más bien, Jesús estaba diciendo que los ángeles están muy interesados en todos los cristianos. Por lo tanto, los verdaderos cristianos no se exponen a riesgos pensando que los ángeles los protegerán pase lo que pase.
¿Quiere decir eso que los ángeles no nos ayudan? No (Salmo 91:11). Algunas personas están convencidas de que Dios las ha protegido y guiado mediante ángeles, como por ejemplo Kenneth, mencionado en el primer artículo. Aunque no podemos ser dogmáticos, puede que él esté en lo cierto. En muchas ocasiones, los testigos de Jehová perciben la intervención angélica en la predicación. No obstante, como los ángeles son invisibles, no podemos decir hasta qué grado los usa Dios para ayudar a las personas. Pero tampoco hay nada de malo en darle gracias al Altísimo por cualquier tipo de ayuda que creamos que nos ha dado (Colosenses 3:15; Santiago 1:17, 18).
14-20 DE OCTUBRE
TESOROS DE LA BIBLIA SALMOS 96-99
¡Proclamemos las buenas noticias!
w11 1/3 6 párrs. 1, 2
¿Qué son las buenas nuevas?
LOS cristianos deben predicar las “buenas nuevas del reino”, es decir, explicar a la gente que el Reino de Dios es un gobierno que regirá la Tierra con justicia. Y en la Biblia también se habla de “las buenas nuevas de salvación”, “las buenas nuevas de Dios” y “las buenas nuevas acerca de Jesucristo” (Salmo 96:2; Romanos 15:16; Marcos 1:1). Entonces, ¿qué son las buenas nuevas?
En pocas palabras, abarcan las enseñanzas que transmitió Jesús y sobre las cuales escribieron sus discípulos. Antes de subir al cielo, Jesús mandó a sus seguidores: “Vayan [...] y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado” (Mateo 28:19, 20). Así que además de hablarles a las personas sobre el Reino, el verdadero cristiano debe esforzarse por formar nuevos discípulos de Cristo.
w12 15/9 12 párrs. 18-19
Mil años de paz... ¡y muchos más!
18 Esa relación se vio truncada cuando los seres humanos se dejaron influir por Satanás y se rebelaron contra la soberanía de Jehová. No obstante, el Reino mesiánico está tomando medidas desde el año 1914 para recuperar la unidad y la armonía (Efes. 1:9, 10). Durante el Reinado de Mil Años se harán realidad magníficas “cosas [...] que no se ven” todavía. A continuación vendrá “el fin”, es decir, la conclusión del Reinado de Mil Años de Cristo. ¿Qué sucederá después? Aunque a Jesús se le ha concedido “toda autoridad [...] en el cielo y sobre la tierra”, él no tiene la menor intención de usurpar el puesto de Jehová, pues no es ambicioso. Más bien, humildemente le “entrega el reino a su Dios y Padre”, empleando su autoridad y privilegiada posición “para la gloria de Dios” (Mat. 28:18; Filip. 2:9-11).
19 Para ese entonces, los súbditos terrestres del Reino habrán alcanzado la perfección. Imitarán el ejemplo de Jesús y se someterán de buena gana y con humildad a la soberanía de Jehová. A fin de demostrar su buena disposición, tendrán que superar una prueba final (Rev. 20:7-10). Por último, todos los rebeldes —humanos y espirituales— serán eliminados para siempre. ¡Qué momento tan gozoso! La familia universal al completo alabará feliz a Jehová, que será “todas las cosas para con todos” (léase Salmo 99:1-3).
21-27 DE OCTUBRE
TESOROS DE LA BIBLIA SALMOS 100-102
Demuestre cuánto agradece el amor leal de Jehová
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¿Haremos caso de las claras advertencias de Jehová?
7 ¿Cómo evitamos a los falsos maestros? No los saludamos ni los recibimos en nuestro hogar. Nunca leemos ni escuchamos la propaganda que difunden a través de la televisión, la página impresa o Internet, y tampoco añadimos nuestros comentarios a las páginas personales que tienen en la Red. ¿Por qué somos tan firmes? Por amor. En primer lugar, porque amamos a Jehová, “el Dios de la verdad”. Por eso no nos interesan las manipulaciones que contradicen su Palabra de verdad (Sal. 31:5; Juan 17:17). Y en segundo lugar, porque amamos a su organización, gracias a la cual hemos aprendido cosas como el nombre divino y su significado, el propósito con que fue creada la Tierra, el estado de los muertos y la esperanza de la resurrección. ¿Recordamos cómo nos sentimos cuando nos explicaron por primera vez estas maravillosas verdades? Entonces, ¿para qué escuchar a los apóstatas, a quienes les encanta insultar a la organización que tanto nos ha enseñado? Solo lograríamos contagiarnos de su amargura (Juan 6:66-69).
8 ¡Que digan lo que quieran los falsos maestros! No les haremos el menor caso. ¿Para qué íbamos a hacerlo? Son pozos secos que solo ofrecen engaños e insatisfacciones. Estamos decididos a ser leales a Jehová y a su organización, la cual lleva mucho tiempo saciando nuestra sed con las refrescantes aguas de la Biblia (Isa. 55:1-3; Mat. 24:45-47).