Nereguishec ye paʼaguiñe
a Aunque en las Escrituras Hebreas no se utilizan las palabras maduro e inmaduro con este sentido, el concepto sí aparece. Por ejemplo, el libro de Proverbios hace un contraste entre la persona que es joven e inexperta, y la que es sabia y tiene entendimiento (Prov. 1:4, 5).