Sábado 6 de septiembre
Conviértanse en ejemplos para el rebaño (1 Ped. 5:3).
Joven, si te haces precursor, aprenderás a colaborar con personas muy distintas y a administrar bien el dinero (Filip. 4:11-13). ¿Por qué no empiezas por el precursorado auxiliar? Eso te puede ayudar a dar el salto al regular. Y esto, a su vez, puede llevarte a otras facetas del servicio de tiempo completo, como por ejemplo ser siervo de construcción o betelita. Todos los hermanos deberían esforzarse por llenar los requisitos para ser ancianos de congregación. La Biblia dice que quienes tienen la meta de servir así a sus hermanos desean “una labor muy buena” (1 Tim. 3:1). Primero hay que ser siervo ministerial. Los siervos ministeriales ayudan a los ancianos de muchas maneras prácticas. Tanto los ancianos como los siervos ministeriales sirven con humildad a sus hermanos y predican con entusiasmo. w23.12 53:14-16
Domingo 7 de septiembre
Siendo todavía un muchacho, comenzó a buscar al Dios de su antepasado David (2 Crón. 34:3).
El rey Josías empezó a buscar a Jehová cuando era adolescente. Quería conocer mejor a su Dios y hacer su voluntad. Pero para Josías ser rey no era fácil; en esa época la mayoría de la gente adoraba a dioses falsos. Así que tuvo que ser muy valiente para defender la religión verdadera. ¡Y lo hizo muy bien! No tenía ni 20 años cuando empezó a quitar del país todo lo que tenía que ver con la adoración a dioses falsos (2 Crón. 34:1, 2). Aunque seas muy joven, puedes ser como Josías. ¿Cómo? Buscando a Jehová y aprendiendo cada vez más de sus preciosas cualidades. Eso te motivará a dedicarte a él. ¿Y qué efecto tendrá la dedicación en tu vida? Luke, que se bautizó a los 14, dijo: “A partir de ahora, servir a Jehová será lo primero en mi vida y me esforzaré por hacerlo feliz” (Mar. 12:30). Recibirás muchas bendiciones si decides hacer lo mismo. w23.09 38:12, 13
Lunes 8 de septiembre
Muestren respeto a los que trabajan duro entre ustedes y los dirigen en el Señor (1 Tes. 5:12).
Pensemos en la congregación de Tesalónica. Cuando Pablo le escribió esta carta, llevaba menos de un año en funcionamiento. Es probable que los ancianos tuvieran poca experiencia y cometieran errores, pero había que respetarlos. A medida que se acerque la gran tribulación, es posible que tengamos que apoyarnos más que ahora en los ancianos de la congregación, pues tal vez perdamos el contacto con la central mundial y la sucursal, y no contemos con su guía. Por eso, es muy importante que ahora aprendamos a amar y respetar a los ancianos de nuestra congregación. Pase lo que pase, mantengamos el buen juicio y no nos centremos en sus defectos. Más bien, tengamos presente que Jehová está usando a Cristo para guiar a estos hombres fieles. También tenemos que mantener fuerte nuestra esperanza, que calma nuestro corazón y nos da estabilidad. Tal como el casco protegía la cabeza del soldado, la esperanza de la salvación protege nuestros pensamientos. Consideramos que lo que ofrece este mundo no sirve para nada (Filip. 3:8). w23.06 26:11, 12