Diciembre
Sábado 1 de diciembre
Pónganse en contra de él, sólidos en la fe, sabiendo que las mismas cosas en cuanto a sufrimientos van realizándose en toda la asociación de sus hermanos en el mundo (1 Ped. 5:9).
El apóstol Pedro escribió esas palabras para animar a los cristianos a aguantar las dificultades que Satanás ponía en el camino. La vida de “los que han aguantado” nos enseña cómo podemos mantenernos firmes y que Jehová nos recompensará si somos leales (Sant. 5:11). Quizás está sufriendo fuerte oposición, o incluso persecución, por servir a Dios. O es anciano o superintendente de circuito y se siente agobiado por tener tantas responsabilidades. Reflexione en el ejemplo de Pablo. Él tuvo que enfrentarse a muchas “cosas de carácter externo”, como los sufrimientos que le causaban sus malvados opositores. Además, siempre estaba preocupado por las congregaciones (2 Cor. 11:23-29). Pero no se rindió, y su ejemplo de aguante fortaleció a los demás (2 Cor. 1:6). Recordemos que nuestro ejemplo también puede animar a otros a aguantar. w16.04 2:11, 14
Domingo 2 de diciembre
Vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones, enseñándoles (Mat. 28:19, 20).
Hay personas que están de acuerdo con nosotros y otras que están totalmente en contra. Sin embargo, pocos niegan que a los testigos de Jehová se nos conoce por predicar. Puede que nos hayamos encontrado con personas en la predicación que, aunque no comparten nuestras creencias, nos respetan por la obra que llevamos a cabo. Como sabemos, Jesús dijo que las buenas nuevas del Reino se predicarían en toda la tierra (Mat. 24:14). Muchos grupos religiosos están convencidos de que predican el evangelio o buenas nuevas. Sin embargo, su labor suele limitarse a dar testimonios personales, ofrecer servicios religiosos en sus iglesias o emitir programas por televisión o en Internet. Otros dicen que sus obras benéficas o la labor que llevan a cabo en hospitales y centros educativos son también formas de predicar. Pero ¿de verdad cumplen el mandato que Jesús dio a sus discípulos quienes hacen estas cosas? w16.05 2:1, 2
Lunes 3 de diciembre
¡Apelo a César! (Hech. 25:11).
Desde 1914, los gobiernos se han convertido en rivales del Reino de Dios. Este Reino ejecutará la sentencia de Jehová contra las naciones, es decir, destruirá a los gobiernos (Sal. 2:2, 7-9). Jehová permite que el mundo tenga una estructura política porque eso ofrece cierta estabilidad, lo que a su vez favorece la predicación (Rom. 13:3, 4). Dios nos dice que oremos por quienes tienen un puesto de autoridad, particularmente si tienen que tomar decisiones que pueden afectar nuestra libertad religiosa (1 Tim. 2:1, 2). Igual que el apóstol Pablo, les pedimos a los gobiernos que se nos trate con justicia. Es verdad que la Biblia dice que Satanás, el enemigo de Dios, tiene autoridad sobre los sistemas políticos, pero no dice que controle a cada líder o funcionario (Luc. 4:5, 6). Así que no debemos insinuar que un representante del gobierno está controlado por el Diablo. Tampoco debemos dirigirnos a las autoridades con palabras ofensivas (Tito 3:1, 2). w16.04 4:5, 6
Martes 4 de diciembre
Sigan percibiendo cuál es la voluntad de Jehová (Efes. 5:17).
Alguien podría preguntarse: “Si la Biblia no dicta una ley específica sobre un asunto, ¿cómo puedo saber qué espera Jehová de mí?”. Si la Biblia no habla directamente de un asunto, tenemos que percibir, o averiguar, qué piensa Dios al respecto. ¿Cómo? Orando y aceptando que nos guíe con su espíritu santo. Jesús podía percibir cuál era la voluntad de su Padre. Por ejemplo, la Biblia cuenta que en dos ocasiones, después de orar, hizo un milagro y alimentó a multitudes (Mat. 14:17-20; 15:34-37). Pero en otra ocasión que estaba en el desierto y tenía hambre, se negó a convertir piedras en panes, tal como el Diablo le pidió (Mat. 4:2-4). Actuó así porque conocía la forma de pensar de su Padre. Sabía que no debía hacer este milagro, pues Jehová no quería que usara el poder que tenía para su propio beneficio. Al negarse a escuchar a Satanás, demostró que confiaba en la guía de Dios y en que él cubriría sus necesidades. w16.05 3:7, 8
Miércoles 5 de diciembre
Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa (2 Tim. 3:16).
Ciertas secciones de la Biblia fueron dirigidas a una persona o a un grupo de personas en particular. Por eso, antes de leer la Biblia, es bueno pedirle a Jehová que nos abra la mente y nos dé sabiduría para encontrar las lecciones que quiere que aprendamos (Esd. 7:10; Sant. 1:5). Cuando esté leyendo una porción de la Biblia, deténgase un momento y hágase preguntas como las siguientes: “¿Qué me enseña esto de Jehová? ¿Cómo me beneficia personalmente? ¿Cómo puedo usarlo para ayudar a otros?”. Estas preguntas nos ayudarán a sacar más provecho de nuestra lectura. Por ejemplo, pensemos en los requisitos bíblicos para los ancianos de congregación (1 Tim. 3:2-7). Como la mayoría de nosotros no somos ancianos, puede que pensemos que este pasaje no es muy práctico en nuestro caso. Ahora bien, esta lista de requisitos contiene muchas lecciones para nosotros. w16.05 5:7, 8
Jueves 6 de diciembre
¡Miren! Como el barro en la mano del alfarero, así son ustedes en mi mano (Jer. 18:6).
Cuando los judíos exiliados entraron en Babilonia, vieron que la ciudad estaba llena de ídolos y de personas que adoraban a demonios. No obstante, hubo judíos fieles —como Daniel y sus tres compañeros— que no dejaron que Babilonia los moldeara (Dan. 1:6, 8, 12; 3:16-18). Estos jóvenes estaban decididos a dar devoción exclusiva a Jehová, su Alfarero, y lo consiguieron. A pesar de que Daniel había vivido en Babilonia casi toda su vida, un ángel de Dios le dijo que era un “hombre muy deseable” (Dan. 10:11, 19). En tiempos bíblicos, un alfarero podía presionar el barro en un molde para darle la forma deseada. Hoy, los verdaderos adoradores de Jehová reconocen que él es el Soberano del universo; él tiene autoridad para moldear pueblos y naciones (Jer. 18:6). También tiene autoridad para moldearnos individualmente. Sin embargo, respeta nuestra libertad de elegir y quiere que lo obedezcamos de forma voluntaria. w16.06 2:1, 2
Viernes 7 de diciembre
Que su modo de vivir esté exento del amor al dinero (Heb. 13:5).
Satanás usa el mundo comercial para seducirnos con la idea de que, para disfrutar de la vida, tenemos que poseer más cosas que las que son realmente necesarias. Él es un experto en utilizar “el deseo de los ojos” (1 Juan 2:15-17; Gén. 3:6; Prov. 27:20). El mundo ofrece muchísimas cosas —algunas magníficas y otras absurdas— que a veces son muy atractivas. ¿Hemos comprado alguna vez algo que no necesitábamos? Quizás lo hicimos porque nos gustó mucho cuando lo vimos en un anuncio o en un escaparate. ¿Nos dimos cuenta después de que podríamos haber vivido sin eso? Comprar cosas que no necesitamos tan solo nos agobia y complica nuestra vida. Podría enredarnos y distraernos de nuestra rutina espiritual, que incluye estudiar la Biblia, prepararse y asistir a las reuniones, y predicar con regularidad. No olvidemos la advertencia que dio el apóstol Juan: “El mundo va pasando, y también su deseo”. w16.07 1:3, 4
Sábado 8 de diciembre
Así como hay muchos “dioses”, realmente para nosotros hay un solo Dios (1 Cor. 8:5, 6).
En la congregación cristiana del siglo primero había judíos, griegos, romanos y personas de otras nacionalidades. Tenían diferentes antecedentes religiosos, costumbres y formas de ver las cosas. Por esa razón, a algunos les costó aceptar la nueva forma de adoración o cambiar su manera de comportarse. El apóstol Pablo creyó oportuno recordarles que los cristianos tienen un solo Dios, Jehová. ¿Es diferente la situación de la congregación cristiana en la actualidad? Isaías profetizó que, “en la parte final de los días”, gente de todas las naciones subiría a la posición elevada en la que está la adoración verdadera. Estas personas dirían acerca de Jehová: “Él nos instruirá acerca de sus caminos, y ciertamente andaremos en sus sendas” (Is. 2:2, 3). ¿Verdad que nos sentimos muy felices de ver con nuestros propios ojos el cumplimiento de esta profecía? Hoy encontramos en muchas congregaciones personas de distintas razas, culturas e idiomas sirviendo juntas a Jehová. w16.06 3:15, 16
Domingo 9 de diciembre
Nos levantó juntos y nos sentó juntos en los lugares celestiales en unión con Cristo Jesús (Efes. 2:6).
No podemos imaginar las cosas maravillosas que Jehová tiene reservadas para los ungidos cuando estén en sus tronos con Cristo en el cielo (Luc. 22:28-30; Filip. 3:20, 21; 1 Juan 3:2). Ellos compondrán “la Nueva Jerusalén”, la novia de Cristo (Rev. 3:12; 17:14; 21:2, 9, 10). Por otra parte, colaborarán con Jesús en la “curación de las naciones”, dirigiendo a las personas obedientes a los medios para librarse del pecado y de la muerte, y ayudándolas a alcanzar la perfección (Rev. 22:1, 2, 17). Una de las mayores muestras de la extraordinaria bondad de Jehová será la resurrección de las personas que están en “el Seol” (Job 14:13-15; Juan 5:28, 29). Los hombres y mujeres leales que murieron antes de que Jesús entregara su vida en sacrificio, así como las “otras ovejas” que mueran fieles durante los últimos días, volverán a vivir para servir a Jehová (Juan 10:16). w16.07 4:13-15
Lunes 10 de diciembre
¡En una ocasión como esta ustedes duermen y descansan! (Mar. 14:41).
Para mantenernos despiertos espiritualmente, hace falta más que tener buenas intenciones. Unos días antes de que sucediera este incidente en Getsemaní, Jesús les había dicho a estos mismos discípulos que hicieran ruego a Jehová (Luc. 21:36). Así que, para mantenernos alerta, nosotros también tenemos que orar constantemente (1 Ped. 4:7). Jesús les dijo a sus discípulos que el fin vendrá “a una hora que no piensan que es”. Por lo tanto, no es el momento de quedarnos dormidos ni de ir tras las fantasías que ofrecen Satanás y su mundo y que desea nuestra carne (Mat. 24:44). La Biblia nos dice lo que Dios y Jesús tienen preparado para nosotros en el futuro cercano. Además, nos enseña cómo mantenernos alerta. Debemos cuidar nuestra espiritualidad, fortalecer la amistad con Jehová y buscar primero el Reino. Tenemos que estar al tanto del tiempo en que vivimos y de lo que ocurre a nuestro alrededor a fin de estar preparados para lo que vendrá (Rev. 22:20). Nuestra vida depende de ello. w16.07 2:15-17
Martes 11 de diciembre
Continúen soportándose unos a otros y perdonándose liberalmente unos a otros (Col. 3:13).
Los matrimonios sólidos están formados por dos personas que son comprensivas con las imperfecciones de su cónyuge. Siguen este consejo bíblico: “Continúen soportándose unos a otros y perdonándose liberalmente”. Así que es inevitable que cometan errores. Sin embargo, los ven como una oportunidad para aprender de ellos, para perdonar y para dejar que prevalezca el amor, “un vínculo perfecto de unión” (Col. 3:14). Además, “el amor es sufrido y bondadoso” y “no lleva cuenta del daño” (1 Cor. 13:4, 5). Los desacuerdos y malentendidos deben resolverse lo más pronto posible, antes de que acabe el día (Efes. 4:26, 27). Para ser capaz de decir con sinceridad “lo siento”, hay que ser humilde y valiente. Pero esto es fundamental para solucionar los problemas y unir más a la pareja. w16.08 2:6
Miércoles 12 de diciembre
Buena instrucción es lo que ciertamente les daré (Prov. 4:2).
La misión más importante de Jesús era declarar las buenas nuevas del Reino. Sin embargo, dedicó tiempo a capacitar a otros para que fueran pastores y maestros (Mat. 10:5-7). Felipe también pasaba mucho tiempo predicando, pero sin duda les enseñó a sus cuatro hijas a predicar hábilmente las verdades de la Palabra de Dios (Hech. 21:8, 9). En la actualidad, ¿cuánta importancia tiene capacitar a otros? Cada vez más personas aceptan las buenas nuevas por todo el mundo. Los que acaban de conocer la verdad y todavía no se han bautizado necesitan entender que es muy importante tener un estudio personal de la Biblia. También deben aprender a predicar y enseñar la verdad. Los hermanos necesitan que se les anime a esforzarse por cumplir con los requisitos para ser siervos ministeriales y ancianos. Los cristianos con experiencia pueden dar “buena instrucción” a los nuevos para que progresen espiritualmente. w16.08 4:1, 2
Jueves 13 de diciembre
Fortalezcan las manos débiles, y hagan firmes las rodillas vacilantes (Is. 35:3).
Trabajar al lado de los hermanos nos une más a ellos. Hacemos amigos para toda la vida, y crece tanto su fe como la nuestra en las bendiciones que traerá el Reino de Dios. Cuando fortalecemos las manos de otros, los ayudamos a luchar con las circunstancias que los desaniman y a mantener su esperanza para el futuro (Is. 35:4). Por otra parte, hacer eso por los demás nos ayuda a estar convencidos de que recibiremos lo que Dios tiene preparado para nosotros. Así es, nuestras manos también se fortalecen. Cuando reflexionamos en todas las ocasiones en las que Jehová apoyó y protegió a sus siervos fieles del pasado, se fortalece nuestra fe y confianza en él. Por eso, si estamos bajo presión o nos enfrentamos a problemas, no dejemos caer las manos (Sof. 3:16). Más bien, acudamos a Jehová en oración y permitamos que su poderosa mano nos fortalezca y nos conduzca hacia las bendiciones del Reino (Sal. 73:23, 24). w16.09 1:16-18
Viernes 14 de diciembre
Hay un tiempo para todo asunto y respecto a toda obra (Ecl. 3:17).
Cuando tomamos decisiones sobre la ropa, los siervos de Dios tenemos en cuenta las palabras del texto de hoy. Es evidente que el clima o la estación del año influyen en lo que nos ponemos. Y también nuestras circunstancias personales. Sin embargo, las normas de Jehová no dependen del tiempo que hace (Mal. 3:6). En los climas cálidos, puede ser especialmente difícil vestir de manera decente, cómoda y que refleje buen juicio. Por ello, los hermanos aprecian que evitemos prendas muy ajustadas o tan holgadas o flojas que enseñen demasiado (Job 31:1). Y, si vamos a la playa o a la piscina, no olvidemos que el traje de baño debe ser modesto (Prov. 11:2, 20). No importa que mucha gente lleve un traje de baño atrevido. Los siervos de Jehová queremos dejar en buen lugar al Dios santo que tanto amamos. w16.09 3:11, 12
Sábado 15 de diciembre
¿Quién dicen que soy? (Mat. 16:15).
Jesús no temía preguntarles a sus seguidores lo que pensaban. Haga lo mismo. Lo mejor es aprovechar un momento tranquilo para pedirles a sus hijos que digan lo que sienten. Si su hijo tiene dudas sobre alguna enseñanza de la Biblia, no reaccione de manera exagerada ni se ponga a la defensiva. Ayúdelo con paciencia a razonar sobre el asunto. Vale la pena ver las preguntas sinceras del hijo como una muestra de que el tema es importante para él y quiere entenderlo. Con tan solo 12 años, Jesús ya hacía preguntas profundas (Luc. 2:46). Conozca bien a sus hijos: qué piensan y sienten, y qué les preocupa. No dé por hecho que tienen fe tan solo porque asisten a las reuniones y predican con usted. Converse con ellos sobre asuntos espirituales cuando realice sus actividades diarias. Ore con sus hijos y por sus hijos. Procure estar al tanto de las pruebas a las que se enfrenta su fe y ayúdelos a vencerlas. w16.09 5:3-5
Domingo 16 de diciembre
Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual (Mat. 5:3).
En la actualidad, miles de testigos de Jehová contribuyen de forma significativa al cumplimiento de la visión de Revelación 14:6, donde dice que se proclamarían las buenas nuevas a “toda nación y tribu y lengua y pueblo”. Tal vez usted está aprendiendo otro idioma o ha empezado a asistir a las reuniones de una congregación de lengua extranjera. O quizá es misionero o sirve en un país donde hay más necesidad. Todos los siervos de Dios tenemos que darle prioridad a nuestra salud espiritual y a la de la familia. Sin embargo, a veces las actividades diarias no nos permiten dedicar suficiente tiempo al estudio personal. Y, por si fuera poco, los que sirven en una congregación de otro idioma tienen otras dificultades. Estos hermanos no solo tienen que aprender un nuevo idioma, sino que además deben alimentarse bien espiritualmente y con regularidad (1 Cor. 2:10). w16.10 2:1-3
Lunes 17 de diciembre
Los que toman la espada perecerán por la espada (Mat. 26:52).
Los testigos de Jehová seguimos regocijándonos en la esperanza aunque suframos intensa e incesante persecución. Por ejemplo, hay cientos de hermanos y hermanas encarcelados en Eritrea, Singapur y Corea del Sur, en la mayoría de los casos porque obedecen el mandato de Jesús de no tomar las armas. La mayoría de los siervos de Dios no ha tenido que aguantar una persecución tan intensa. Sus pruebas de fe han sido diferentes. Muchos han sufrido los efectos de la pobreza o por culpa de las guerras civiles o los desastres naturales. Otros son como Moisés y los patriarcas, pues han renunciado a las comodidades y la fama que ofrece el mundo. Se esfuerzan por resistir la tentación de llevar una vida materialista y egocéntrica. ¿Qué los ha ayudado a lograrlo? Su amor a Jehová y su fe fuerte en su promesa de corregir todas las injusticias y recompensar a sus siervos fieles con vida eterna en un justo nuevo mundo (Sal. 37:5, 7, 9, 29). w16.10 3:15, 16
Martes 18 de diciembre
Jehová está cerca de los que están quebrantados de corazón; y salva a los que están aplastados en espíritu (Sal. 34:18).
Cuando el fiel profeta Jeremías sintió miedo y se desanimó, Jehová lo ayudó a tener confianza (Jer. 1:6-10). E imagínese lo bien que se sintió el profeta Daniel, ya anciano, cuando el ángel que Dios envió para fortalecerlo lo llamó “hombre muy deseable” (Dan. 10:8, 11, 18, 19). ¿Verdad que podríamos hacer lo mismo y animar a los publicadores, precursores y hermanos mayores que se sienten débiles? Dios no pensó que era innecesario animar a su querido Hijo mientras estaba en la Tierra solo porque hubieran trabajado juntos durante milenios. Al contrario, en dos ocasiones Jesús escuchó a su Padre decir desde los cielos: “Este es mi Hijo, el amado, a quien he aprobado” (Mat. 3:17; 17:5). Dios felicitó así a Jesús y le aseguró que estaba haciendo las cosas bien. Jehová también envió un ángel para fortalecerlo la noche antes de su muerte, cuando se sentía muy angustiado (Luc. 22:43). w16.11 1:7, 8
Miércoles 19 de diciembre
No te des prisa en tu espíritu a sentirte ofendido (Ecl. 7:9).
No nos resulta fácil controlar las emociones cuando sentimos que nos desprecian o nos tratan de manera injusta. Podríamos sentirnos aplastados si nos tratan mal debido a que nuestra raza, color de piel o apariencia física es diferente. Y nos duele mucho más si quien lo hace es un hermano. La Biblia dice que no debemos ofendernos fácilmente ni perder la calma. ¡Qué sensato es seguir ese consejo! (Prov. 16:32). Seguramente todos tenemos que esforzarnos por ofendernos menos y perdonar más. Para Jehová y Jesús, el perdón es muy importante (Mat. 6:14, 15). ¿Ve usted que necesita perdonar más o controlar mejor sus emociones? Quien no controla las emociones puede convertirse en un resentido, y a nadie le gusta estar cerca de alguien así. Una persona resentida puede ser una mala influencia en la congregación (Lev. 19:17, 18). w16.11 3:4-6
Jueves 20 de diciembre
¿Qué consorcio tienen la justicia y el desafuero? ¿O qué participación tiene la luz con la oscuridad? (2 Cor. 6:14).
A finales del siglo diecinueve, sedientos por la verdad de las Escrituras, Charles Taze Russell y unos cuantos colaboradores empezaron a estudiar sistemáticamente la Biblia. Al principio, el objetivo de Russell era averiguar qué religión enseñaba la verdad. Había comparado detalladamente lo que dice la Biblia con las enseñanzas de muchas religiones, incluso de algunas que no eran cristianas. Pronto se dio cuenta de que ninguna se apegaba a todo lo que enseña la Palabra de Dios. En una ocasión, se reunió con varios líderes religiosos con la esperanza de que aceptaran las verdades de la Biblia que él y sus compañeros habían descubierto y se las enseñaran a sus feligreses. Pero no quisieron hacerlo. Los Estudiantes de la Biblia tuvieron que aceptar la realidad: no podían colaborar con los que estaban decididos a aferrarse a la religión falsa. w16.11 4:14
Viernes 21 de diciembre
Presenten sus miembros como esclavos a la justicia con la santidad en mira (Rom. 6:19).
Si agradecemos la bondad inmerecida de Dios, haremos más que evitar el adulterio, la borrachera y otros pecados que habían cometido algunos corintios antes de ser cristianos (1 Cor. 6:9-11). No solo evitaremos la inmoralidad sexual, sino que combatiremos el deseo de ver entretenimiento inmoral. Presentar nuestros cuerpos como esclavos de la justicia no solo nos motivará a no emborracharnos, sino también a no beber hasta el grado de estar casi borrachos. Puede que la lucha contra estas cosas malas sea muy dura, pero podemos vencer. Nuestra meta debe ser evitar los pecados graves y los que no lo son tanto. No lograremos hacerlo a la perfección. Pero debemos esforzarnos, igual que Pablo, que dijo a sus hermanos: “No dejen que el pecado continúe reinando en su cuerpo mortal de modo que obedezcan los deseos de este” (Rom. 6:12; 7:18-20). w16.12 1:16, 19-21
Sábado 22 de diciembre
El fruto del espíritu es: amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad, autodominio (Gál. 5:22, 23).
Jesús prometió que nuestro Padre no dejaría de dar espíritu santo a quienes se lo pidieran (Luc. 11:10-13). El fruto del espíritu, las buenas cualidades que produce la fuerza activa de Dios, es un reflejo de la personalidad del propio Dios todopoderoso (Col. 3:10). Al cultivar el fruto del espíritu, mejorarán nuestras relaciones con los demás y descubriremos que ni siquiera surgirán muchas situaciones que nos provocarían ansiedad. Claro, es necesario que seamos humildes para confiar en “la poderosa mano de Dios” y echar sobre él toda nuestra inquietud (1 Ped. 5:6, 7). Contaremos con la aprobación y la ayuda de Jehová si tratamos de ser humildes (Miq. 6:8). Si somos realistas y aceptamos nuestras limitaciones físicas, mentales y emocionales, nos apoyaremos más en Dios y será menos probable que nos abrume la ansiedad. w16.12 3:7, 12
Domingo 23 de diciembre
Noé fue predicador de justicia (2 Ped. 2:5).
Noé fue “predicador de justicia”, y por ello proclamó fielmente el mensaje de advertencia que había recibido. Esto sin duda lo ayudó a mantener fuerte su fe. Además de predicar, usó sus facultades físicas y mentales para construir el arca, como Dios le había mandado (Heb. 11:7). Igual que Noé, tratamos de tener “mucho que hacer en la obra del Señor” (1 Cor. 15:58). Tal vez colaboramos en la construcción y el mantenimiento de los lugares donde adoramos a Dios, nos ofrecemos para ayudar en las asambleas o trabajamos en una sucursal o en una oficina de traducción. Y, más que nada, ocupamos nuestro tiempo en predicar, pues sabemos que hacerlo fortalece nuestra esperanza para el futuro. Predicar las buenas nuevas reafirma nuestra determinación de no ceder en la carrera por la vida (1 Cor. 9:24). w17.01 1:8, 9
Lunes 24 de diciembre
Cada uno llevará su propia carga (Gál 6:5).
Algo que limita nuestra libertad es el derecho que tienen los demás a tomar sus propias decisiones. Como todos tenemos libre albedrío, las decisiones que tome un cristiano no siempre serán idénticas a las que tome otro. Ocurre así incluso en cuestiones de conducta y servicio a Dios. Cuando reconocemos que cada cristiano debe llevar su propia “carga de responsabilidad”, respetamos el derecho de los demás a usar su libertad de elección, incluso cuando tomen decisiones personales en cuestiones de menor importancia. Jehová nos ha regalado el libre albedrío y, por ello, disfrutamos de auténtica libertad (2 Cor. 3:17). Lo valoramos porque nos permite tomar decisiones que le dicen a Jehová cuánto lo amamos. Sigamos demostrando que agradecemos este magnífico regalo usándolo para honrar a Dios y respetando el derecho de los demás a tomar sus propias decisiones. w17.01 2:15, 17, 18
Martes 25 de diciembre
No hago nada por mi propia iniciativa; sino que hablo estas cosas así como el Padre me ha enseñado (Juan 8:28).
Para ganarnos a la gente, no es necesario llamar su atención indebidamente sobre nosotros, sino mostrar un “espíritu quieto y apacible” (1 Ped. 3:3, 4; Jer. 9:23, 24). Tarde o temprano, nuestras acciones sacarán a la superficie el orgullo o la vanidad que tengamos en el corazón. Por ejemplo, podríamos dar a entender que tenemos privilegios especiales, acceso a información que no es de dominio público o una amistad cercana con hermanos prominentes. O quizás explicar las cosas de tal forma que solo nosotros nos llevemos el mérito por alguna idea o logro al que también contribuyeron otras personas. Jesús nos puso un magnífico ejemplo de modestia. Solía citar de las Escrituras Hebreas o aludir a ellas. Lo hacía para que sus oyentes se dieran cuenta de que sus enseñanzas venían de Jehová y no eran fruto de su inteligencia o sabiduría. w17.01 4:12
Miércoles 26 de diciembre
En cuanto al árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo, no debes comer de él (Gén. 2:17).
Para Adán y Eva, este no era un mandato difícil de entender; tampoco era una carga obedecerlo. Al fin y al cabo, tenían más alimento que el que podían comer. Satanás engañó a Eva por medio de una serpiente para que desobedeciera a su Padre, Jehová (Gén. 3:1-5; Rev. 12:9). El Diablo quiso presentar como un problema el que no se les permitiera comer “de todo árbol del jardín” sin excepción. En otras palabras, dijo: “¿De veras no pueden comer lo que quieran?”. Luego, mintió descaradamente cuando afirmó: “Positivamente no morirán”. Entonces, intentó convencer a Eva de que no tenía por qué obedecer a Dios. Le dijo: “Dios sabe que en el mismo día que coman de él [del fruto] tendrán que abrírseles los ojos”. Satanás dio a entender que Jehová no quería que comieran el fruto porque hacerlo les daría un entendimiento especial. Además, la engañó con esta promesa: “Tendrán que ser como Dios, conociendo lo bueno y lo malo”. w17.02 1:8, 9
Jueves 27 de diciembre
Un profeta de en medio de ti mismo, de tus hermanos, semejante a mí, es lo que Jehová tu Dios levantará para ti. A él ustedes deben escuchar (Deut. 18:15).
Isaías predijo que este llegaría a ser un “caudillo [o líder] y comandante” (Is. 55:4). Y Jehová inspiró a Daniel para que escribiera sobre “Mesías el Caudillo” (Dan. 9:25). Finalmente, Jesucristo se llamó a sí mismo el Caudillo del pueblo de Dios (Mat. 23:10). Sus discípulos lo siguieron con gusto y reconocieron que Dios lo había elegido (Juan 6:68, 69). ¿Qué los convenció? Cuando Jesús se bautizó, Juan el Bautista “vio que los cielos se abrían, y que, como paloma, el espíritu descendía sobre él” (Mar. 1:10-12). Durante el resto de su ministerio en la Tierra, el espíritu santo le dio poder para hacer milagros y hablar con autoridad (Hech. 10:38). También produjo un fruto perfecto en Jesús, que incluía amor, gozo y una fe inquebrantable (Juan 15:9; Heb. 12:2). Ningún otro líder pudo demostrar tan claramente que contaba con el espíritu de Dios. Jehová lo había elegido. w17.02 3:15, 16
Viernes 28 de diciembre
Acuérdense de los que llevan la delantera entre ustedes (Heb. 13:7).
Los apóstoles comenzaron a dirigir la congregación cristiana en el Pentecostés del año 33. Ese día, “Pedro se puso de pie con los once” y les explicó a una gran multitud de judíos y prosélitos verdades que podían salvarles la vida (Hech. 2:14, 15). Muchos se hicieron cristianos “y continuaron dedicándose a la enseñanza de los apóstoles” (Hech. 2:42). Los apóstoles administraban el dinero de la congregación (Hech. 4:34, 35). Atendían las necesidades espirituales del pueblo de Dios, pues, como ellos mismos dijeron, se dedicaban “a la oración y al ministerio de la palabra” (Hech. 6:4). Y enviaban a cristianos con experiencia a promover la predicación del Reino en nuevos territorios (Hech. 8:14, 15). Con el tiempo, otros ancianos ungidos empezaron a colaborar con los apóstoles en atender a todas las congregaciones. Formaban un cuerpo gobernante que las dirigía (Hech. 15:2). w17.02 4:4
Sábado 29 de diciembre
Den a todos lo que les es debido: al que pide honra, dicha honra (Rom. 13:7).
El espíritu del mundo de Satanás influye mucho en la mayoría de los humanos imperfectos. Por eso, tanto jóvenes como mayores convierten a algunos hombres y mujeres en sus ídolos, en lugar de mostrarles la honra y el respeto apropiados. Ponen en un pedestal a líderes religiosos y políticos, a figuras del deporte, a estrellas del espectáculo y a otros famosos, y a menudo los ven como si fueran casi sobrehumanos. En consecuencia, los consideran modelos de conducta y a veces hasta imitan sus gestos y su forma de vestir. Los cristianos verdaderos no honran a otras personas de esta manera distorsionada. En la Tierra solo ha habido un hombre al que podemos ver como un modelo perfecto de conducta: Cristo (1 Ped. 2:21). A Dios no le gustaría que diéramos a un ser humano más honra de la debida. Debemos recordar esta verdad fundamental: “Todos han pecado y no alcanzan a la gloria de Dios” (Rom. 3:23). Ningún ser humano merece que se le dé una honra que raye en la idolatría. w17.03 1:6-8
Domingo 30 de diciembre
El corazón mismo de Asá resultó completo para con Jehová todos sus días (1 Rey. 15:14).
Todos debemos examinar nuestro corazón para ver si está totalmente entregado a Dios. Preguntémonos: “¿Estoy decidido a agradar a Jehová, defender la adoración pura y proteger a su pueblo de todo lo que pueda corromperlo?”. Por ejemplo, imaginémonos que alguien cercano a nosotros tiene que ser expulsado. ¿Actuaremos con decisión y dejaremos de relacionarnos con esa persona? ¿A qué nos impulsará el corazón? Igual que Asá, podemos demostrar que nuestro corazón es completo poniendo toda nuestra confianza en Dios cuando enfrentamos oposición, incluso si nos parece imposible soportarla. Puede que se burlen de nosotros en la escuela por seguir los principios que defendemos los Testigos. O que los compañeros de trabajo se rían de nosotros por pedir días libres para actividades espirituales o por no querer hacer horas extras a menudo. En esos casos, hagamos como Asá y oremos a Dios (2 Crón. 14:11). Permanezcamos firmes en lo que sabemos que es correcto. Recordemos que Jehová fortaleció y ayudó a Asá, y lo mismo hará con nosotros. w17.03 3:6-8
Lunes 31 de diciembre
Todo el que es apresurado se encamina de seguro a la carencia (Prov. 21:5).
La Palabra de Dios nos aconseja que no nos apresuremos al tomar decisiones importantes. Es más probable que tengamos buenos resultados cuando dedicamos tiempo a pensar detenidamente en todos los detalles (1 Tes. 5:21). Antes de determinar qué hacer, los cabezas de familia deben analizar con tranquilidad lo que dicen la Biblia y nuestras publicaciones, así como las opiniones del resto de la familia. Recordemos que Dios le mandó a Abrahán escuchar a su esposa (Gén. 21:9-12). Los ancianos también deben dedicar tiempo a la investigación. Y, si son razonables y modestos, no temerán perder el respeto de los demás si reconsideran su decisión porque aparece información que indique que deben hacerlo. Tienen que estar dispuestos a cambiar su modo de pensar y sus decisiones siempre que sea conveniente. Y todos hacemos bien en imitarlos. Así se fomenta la paz y el orden en la congregación (Hech. 6:1-4). w17.03 2:16