Abril
Martes 1 de abril
¿Pero qué me has hecho? ¿Por qué me has engañado? (Gén. 29:25).
Hubo siervos de Jehová de tiempos bíblicos que enfrentaron problemas que no esperaban. Pensemos en Jacob. Su padre le mandó que se casara con una de las hijas de Labán, un familiar que adoraba a Jehová. Y le aseguró que Jehová le daría muchas bendiciones (Gén. 28:1-4). Así que Jacob hizo lo correcto: se fue de Canaán y viajó hasta el lugar donde vivía Labán, que tenía dos hijas, Lea y Raquel. Jacob se enamoró de la más joven, Raquel. Para casarse con ella, estuvo dispuesto a trabajar siete años para Labán (Gén. 29:18). Pero las cosas no salieron como él esperaba. Labán lo engañó y le dio como esposa a su hija mayor, Lea. Una semana después le permitió casarse con Raquel, pero con la condición de que trabajara para él siete años más (Gén. 29:26, 27). Pero eso no fue todo. Labán también fue injusto con Jacob en asuntos de negocios. ¡Se aprovechó de él durante 20 años! (Gén. 31:41, 42). w23.04 17:5
Miércoles 2 de abril
Derramen su corazón delante de él (Sal. 62:8).
¿A quién podemos acudir cuando necesitamos consuelo y guía? Para nosotros, la respuesta está clara: podemos orarle a Jehová. De hecho, él nos invita a hacerlo. Y sabemos que quiere que hablemos a menudo con él porque nos dice: “Oren constantemente” (1 Tes. 5:17). Podemos orarle con confianza y pedirle que nos guíe en todos los aspectos de la vida (Prov. 3:5, 6). Y, como Jehová es muy generoso, nos permite orarle cuantas veces queramos; no hay un límite. Jesús sabía que las oraciones son muy importantes para Jehová. Mucho antes de venir a la Tierra, él vio cómo su Padre respondía las oraciones de sus siervos. Por ejemplo, Jesús estuvo a su lado cuando contestó las oraciones sinceras de Ana, David, Elías y muchos otros (1 Sam. 1:10, 11, 20; 1 Rey. 19:4-6; Sal. 32:5). Con razón Jesús les dijo a sus discípulos que oraran a menudo y con total confianza (Mat. 7:7-11). w23.05 20:1, 3
Jueves 3 de abril
Temblar ante los hombres es una trampa, pero el que confía en Jehová será protegido (Prov. 29:25).
El sumo sacerdote Jehoiadá temía a Jehová. Cuando Atalía, la hija de Jezabel, se apoderó ilegalmente del trono de Judá, Jehoiadá demostró lo mucho que temía a Dios. Atalía era tan cruel y tenía tanta sed de poder que para poder reinar intentó acabar con todos los herederos del rey, ¡sus propios nietos! (2 Crón. 22:10, 11). Pero, gracias a Jehosabeat, la esposa de Jehoiadá, se salvó uno de ellos, un niñito que se llamaba Jehoás. Ella y su esposo lo escondieron y lo cuidaron. Así protegieron el linaje de reyes de la familia de David. Jehoiadá fue leal a Jehová y no se quedó de brazos cruzados por miedo a Atalía. Cuando Jehoás tenía siete años, Jehoiadá volvió a demostrar su lealtad a Jehová. Ideó un plan. Si las cosas le salían bien, el rey sería Jehoás, un heredero legítimo de David. Pero, si fracasaba, lo más seguro era que Jehoiadá perdiera la vida. Gracias a la bendición de Jehová, el plan fue todo un éxito. w23.06 27:12, 13
Viernes 4 de abril
Que sepas que el Altísimo es Gobernante en el reino de la humanidad y que él se lo da a quien él quiere (Dan. 4:25).
El rey Nabucodonosor podría haber pensado que Daniel se estaba poniendo en su contra y haber ordenado que lo ejecutaran. Pero Daniel se armó de valor y no le ocultó ningún detalle. ¿Qué es posible que ayudara a Daniel a ser valiente toda la vida? Seguro que de joven aprendió mucho del buen ejemplo de sus padres (Deut. 6:6-9). Daniel no solo conocía los Diez Mandamientos, sino que también estaba muy al tanto de los alimentos que los israelitas podían consumir y de los que no (Lev. 11:4-8; Dan. 1:8, 11-13). Además, conocía la historia del pueblo de Dios y sabía lo que les pasaba cuando no obedecían las normas de Jehová (Dan. 9:10, 11). Todo lo que le sucedió a lo largo de su vida lo convenció de que Jehová y sus poderosos ángeles siempre estaban ahí para apoyarlo (Dan. 2:19-24; 10:12, 18, 19). w23.08 33:5, 6
Sábado 5 de abril
La sabiduría está con los modestos (Prov. 11:2).
Rebeca era una mujer inteligente y decidida que sabía cuándo y cómo había que actuar (Gén. 24:58; 27:5-17). Pero también era respetuosa y obediente (Gén. 24:17, 18, 65). Si tú, al igual que Rebeca, eres humilde y respetas el principio de autoridad, serás una influencia positiva para tu familia y para la congregación. La modestia es una cualidad que todos los cristianos maduros deben tener. Ester fue una fiel sierva de Dios que demostró esta cualidad. Por ejemplo, cuando la nombraron reina, no se le subieron los humos a la cabeza. Además, escuchaba y seguía los consejos que le daba su primo Mardoqueo (Est. 2:10, 20, 22). Tú puedes imitar su ejemplo de modestia pidiendo buenos consejos y haciéndoles caso (Tito 2:3-5). Ester demostró modestia también de otra manera: aunque “era muy atractiva y tenía bonita figura”, no intentó ser el centro de atención (Est. 2:7, 15). w23.12 52:6-8
Domingo 6 de abril
Dios es más grande que nuestro corazón y lo sabe todo (1 Juan 3:20).
El exceso de culpa es una carga que Jehová no quiere que llevemos. Si ya confesamos el pecado, nos arrepentimos y nos estamos esforzando por no volver a cometerlo, podemos estar seguros de que Jehová nos perdonó (Hech. 3:19). Una vez que hemos dado esos pasos, Jehová quiere que nos liberemos de la culpa porque sabe que sentirnos así mucho tiempo puede hacernos mucho daño (Sal. 31:10). Si dejamos que la tristeza nos aplaste, quizás nos rindamos y abandonemos la carrera por la vida (2 Cor. 2:7). Si lo atormenta el exceso de culpa, concéntrese en “el verdadero perdón” que Dios da (Sal. 130:4). Cuando alguien se arrepiente de corazón, Jehová cumple esta promesa: “No me acordaré más de su pecado” (Jer. 31:34). Esto quiere decir que, cuando Jehová lo perdona, no le echa en cara lo que hizo. Si ahora no puede tener ciertas responsabilidades en la congregación, no se mortifique. Jehová ya dejó en el pasado sus pecados..., ¿por qué no hace usted lo mismo? w23.08 36:14, 15
Lunes 7 de abril
Manténganse firmes, inamovibles (1 Cor. 15:58).
Durante la pandemia del COVID-19, los testigos de Jehová que siguieron las instrucciones de la organización se evitaron los problemas y el estrés que tuvieron los que le hicieron caso a la información falsa que circuló (Mat. 24:45). No debemos perder de vista “qué cosas son las más importantes” (Filip. 1:9, 10). Las distracciones nos roban el tiempo y la atención que podríamos invertir en cosas más provechosas. Actividades del día a día como comer, beber, divertirnos y trabajar pudieran distraernos si dejamos que se vuelvan el centro de nuestra vida (Luc. 21:34, 35). Además, los debates sociales y políticos se han vuelto el pan de cada día. No debemos permitir que esas cuestiones nos distraigan. De lo contrario, nos arriesgamos a tomar partido, aunque solo sea en nuestro interior. Satanás utiliza diversas tácticas para debilitar nuestra determinación de hacer lo correcto. w23.07 31:12, 13
Martes 8 de abril
Sigan haciendo esto en memoria de mí (Luc. 22:19).
Para los siervos de Jehová, la Conmemoración de la muerte de Cristo es el día más importante del año. Es la única ceremonia que Jesús mandó celebrar (Luc. 22:19, 20). Nos recuerda algunas de las maneras en las que podemos demostrar que agradecemos el sacrificio de Jesús (2 Cor. 5:14, 15). También nos permite estar con nuestros hermanos y animarnos unos a otros (Rom. 1:12). Además, muchas personas quedan impresionadas por lo que ven y escuchan, y deciden empezar a estudiar la Biblia. También deseamos que llegue ese día porque es una oportunidad de ver la unidad que existe en el pueblo de Jehová. Sin duda, todo esto hace que la Conmemoración sea una ocasión muy especial para nosotros. w24.01 2:1-3
Lectura bíblica para la Conmemoración: (durante el día: 9 de nisán) Lucas 19:29-44
Miércoles 9 de abril
Dios amó tanto al mundo que entregó a su Hijo unigénito para que nadie que demuestre tener fe en él sea destruido, sino que tenga vida eterna (Juan 3:16).
Cuanto más meditemos en el precio tan alto que pagaron Jehová y Jesús, mejor entenderemos cuánto nos quieren a cada uno de nosotros (Gál. 2:20). Jehová pagó el rescate porque nos amaba. Nos demostró su amor sacrificando a su Hijo —lo más valioso que tenía— y dejando que sufriera y muriera por nosotros. Jehová no solo siente amor por nosotros, sino que también lo expresa (Jer. 31:3). Nos ha atraído a él porque nos quiere (compare con Deuteronomio 7:7, 8). Nada ni nadie puede separarnos del amor que él nos tiene (Rom. 8:38, 39). ¿Cómo se siente usted al pensar en esto? w24.01 4:10, 11
Lectura bíblica para la Conmemoración: (durante el día: 10 de nisán) Lucas 19:45-48; Mateo 21:18, 19; 21:12, 13
Jueves 10 de abril
Tomando como base la esperanza, la creación será liberada (Rom. 8:20, 21).
Los cristianos ungidos valoran de todo corazón la esperanza que tienen. Por ejemplo, en 1991 el hermano Frederick Franz lo expresó así: “Nuestra esperanza es segura, y se cumplirá por completo en el caso de todos y cada uno de los 144.000 miembros del rebaño pequeño a un grado que sobrepasará hasta lo que nos hemos imaginado”. Y añadió: “No hemos perdido nuestro sentido del valor de esa esperanza. En vez de eso, [...] la apreciamos más aún mientras más tiempo tenemos que esperarla. Es algo que vale la pena esperar [...]. Tengo nuestra esperanza en más alta estima que nunca antes”. Todos tenemos una esperanza que nos hace muy felices, ya sea vivir para siempre en el cielo o en la Tierra. Y la esperanza que tenemos puede hacerse más fuerte cada día. w23.12 51:6, 8
Lectura bíblica para la Conmemoración: (durante el día: 11 de nisán) Lucas 20:1-47
Viernes 11 de abril
No es posible que la sangre de toros y de cabras elimine los pecados (Heb. 10:4).
Afuera de la entrada del antiguo tabernáculo había un altar de cobre en el que se le ofrecían a Jehová sacrificios de animales (Éx. 27:1, 2; 40:29). Pero esos sacrificios no podían lograr el perdón completo de los pecados del pueblo (Heb. 10:1-3). Los sacrificios de animales que se ofrecían regularmente en el tabernáculo representaron el sacrificio que limpiaría por completo del pecado a la humanidad. Jesús sabía que Jehová lo había enviado a la Tierra para dar su vida humana como rescate por la humanidad (Mat. 20:28). Por eso, al bautizarse, Jesús se presentó para hacer lo que Jehová quería (Juan 6:38; Gál. 1:4). Él ofreció su vida “una vez y para siempre” para expiar, o cubrir de forma permanente, los pecados de todos los que demuestran tener fe en él (Heb. 10:5-7, 10). w23.10 45:10, 11
Lectura bíblica para la Conmemoración: (durante el día: 12 de nisán) Lucas 22:1-6; Marcos 14:1, 2, 10, 11
FECHA DE LA CONMEMORACIÓN
(tras la puesta del sol)
Sábado 12 de abril
El regalo que Dios da es la vida eterna por Cristo Jesús nuestro Señor (Rom. 6:23).
Nosotros solos jamás podríamos habernos liberado del pecado y la muerte (Sal. 49:7, 8). Así que Jehová decidió que su querido Hijo diera la vida por nosotros, y los dos pagaron un precio muy alto. Cuanto más meditemos en lo que Jehová y Jesús sacrificaron por nosotros, más valoraremos el rescate. Cuando Adán pecó, perdió la posibilidad de vivir para siempre y también les quitó esa oportunidad a todos sus hijos. Para recomprar lo que Adán había perdido, Jesús ofreció como sacrificio su vida perfecta. Durante todo el tiempo que vivió en la Tierra, Jesús “no cometió ningún pecado ni en su boca hubo engaño” (1 Ped. 2:22). Cuando murió era perfecto, así que su vida tenía el mismo valor que la vida que había perdido Adán (1 Cor. 15:45; 1 Tim. 2:6). w24.01 2:5, 6
Lectura bíblica para la Conmemoración: (durante el día: 13 de nisán) Lucas 22:7-13; Marcos 14:12-16 (tras la puesta del sol: 14 de nisán) Lucas 22:14-65
Domingo 13 de abril
Él entró una vez y para siempre en el lugar santo, pero no con la sangre de cabras y de toros jóvenes, sino con su propia sangre, y consiguió una liberación eterna para nosotros (Heb. 9:12).
Jesús, después de resucitar, entró en el Santísimo del templo espiritual. Sin duda alguna, el sistema que Jehová ha establecido para la adoración pura y que se basa en el rescate y en el sacerdocio de Jesucristo es muy superior. El Santísimo en el que entraba el sumo sacerdote de Israel estaba hecho por manos humanas, y él entraba allí con la sangre de animales. Pero Jesús entró en el lugar más santo de todos: “en el mismísimo cielo”, ante la presencia de Jehová. Allí presentó el valor de su vida humana perfecta por todos nosotros “para eliminar el pecado mediante su propio sacrificio” (Heb. 9:24-26). Todos podemos adorar a Jehová en su templo espiritual, sin importar si tenemos la esperanza de vivir en el cielo o en la Tierra. w23.10 45:13, 14
Lectura bíblica para la Conmemoración: (durante el día: 14 de nisán) Lucas 22:66-71
Lunes 14 de abril
Acerquémonos con confianza al trono de la bondad inmerecida (Heb. 4:16).
Pensemos en la labor de Jesús en los cielos como Rey y Sumo Sacerdote compasivo. Mediante él podemos acercarnos en oración “al trono de la bondad inmerecida” de Dios y pedir misericordia “justo en el momento en que necesitamos ayuda” (Heb. 4:14, 15). No dejemos que pase ni un solo día sin reflexionar sobre lo que Jehová y Jesús han hecho y están haciendo por nosotros. El amor que nos tienen debería conmovernos profundamente e impulsarnos a servir a Jehová con entusiasmo (2 Cor. 5:14, 15). Una de las mejores maneras de demostrar que estamos agradecidos es ayudando a otras personas a hacerse testigos de Jehová y discípulos de Jesús (Mat. 28:19, 20). Eso es lo que hizo el apóstol Pablo. Él sabía que la voluntad de Jehová es que “toda clase de personas se salven y lleguen a tener un conocimiento exacto de la verdad” (1 Tim. 2:3, 4). w23.10 44:13, 14
Lectura bíblica para la Conmemoración: (durante el día: 15 de nisán) Mateo 27:62-66
Martes 15 de abril
La muerte ya no existirá, ni habrá más tristeza ni llanto ni dolor (Apoc. 21:4).
En la predicación usamos mucho este versículo para consolar a las personas y decirles cómo será la vida en el Paraíso. ¿Cómo podemos ayudarlas a estar convencidas de que las bendiciones que se mencionan en Apocalipsis 21:3, 4 se harán realidad? ¿Y cómo podemos fortalecer nuestra propia confianza en Jehová y en sus promesas? Él no se limitó a hacer esta hermosa promesa, sino que también nos dio razones convincentes para confiar en ella. En los versículos siguientes encontramos razones para confiar en la promesa de Jehová sobre el Paraíso. Allí leemos: “El que estaba sentado en el trono dijo: ‘¡Mira! Estoy haciendo nuevas todas las cosas’. También dijo: ‘Escribe estas palabras, porque son fieles y verdaderas’. Y me dijo: ‘¡Ya se han hecho realidad! Yo soy el Alfa y el Omega, el principio y el fin’” (Apoc. 21:5, 6a). w23.11 46:3-5
Lectura bíblica para la Conmemoración: (durante el día: 16 de nisán) Lucas 24:1-12
Miércoles 16 de abril
Sigue aconsejando a los hombres más jóvenes para que tengan buen juicio (Tito 2:6).
Un joven demuestra que ha aprendido a pensar como Jehová piensa mediante la ropa y el peinado que lleva. Por lo general, quienes diseñan la ropa y le dan publicidad no respetan a Jehová y llevan una vida inmoral. De ahí que la ropa que diseñan sea muy apretada o haga que los hombres parezcan mujeres. Un joven que se está esforzando por llegar a ser un cristiano maduro tendrá en cuenta los principios bíblicos y los buenos ejemplos de la congregación a la hora de decidir la manera de vestirse y arreglarse. Puede preguntarse: “¿Reflejan mis decisiones que tengo buen juicio y que respeto los sentimientos de los demás? ¿Se ve claramente por mi manera de vestir que sirvo a Dios?” (1 Cor. 10:31-33). Los jóvenes que adquieren la capacidad de pensar no solo se ganan el respeto de sus hermanos, sino también el de su Padre celestial. w23.12 53:7
Jueves 17 de abril
Mi Reino no es parte de este mundo. Si mi Reino fuera parte de este mundo, mis ayudantes habrían peleado (Juan 18:36).
En el pasado, “el rey del sur” lanzó ataques directos contra el pueblo de Jehová (Dan. 11:40). Durante la primera mitad del siglo veinte se encarceló a muchos hermanos y se expulsó de las escuelas a algunos niños Testigos por ser neutrales. Pero, en los últimos años, la lealtad de los siervos de Jehová al Reino de Dios se ha puesto a prueba de otras maneras menos directas. Por ejemplo, durante las campañas electorales, puede que un cristiano se sienta tentado a apoyar a un partido político o a un candidato. Claro, aunque no votará por nadie, quizás en su mente y en su corazón prefiera que alguno gane. Pero, para ser completamente neutrales, debemos tener cuidado no solo con lo que hacemos, sino también con lo que pensamos y lo que sentimos (Juan 15:18, 19). w23.08 34:17
Viernes 18 de abril
Alabado sea Jehová, que día tras día nos lleva las cargas (Sal. 68:19).
Para recibir el premio de la vida, debemos seguir este consejo: “Corran de tal modo que lo ganen” (1 Cor. 9:24). Jesús dijo que nuestro corazón puede llegar a estar “sobrecargado por comer en exceso y beber en exceso y por las preocupaciones de la vida” (Luc. 21:34, nota). Estos y otros textos bíblicos nos ayudarán a identificar los cambios que tenemos que hacer para correr con éxito la carrera por la vida. Estamos seguros de que ganaremos la carrera porque Jehová nos dará las fuerzas para llegar hasta el final (Is. 40:29-31). Así que no afloje el paso. Sea como el apóstol Pablo, que dio todo de él para recibir el premio (Filip. 3:13, 14). Es cierto que nadie puede correr por usted, pero Jehová está ahí para darle su apoyo. Lo ayudará a llevar sus cargas y a quitarse las que no necesita. Con Jehová a su lado, podrá correr con aguante y ganar la carrera. w23.08 36:16, 17
Sábado 19 de abril
Honra a tu padre y a tu madre (Éx. 20:12).
Cuando tenía 12 años, Jesús viajó con su familia a Jerusalén para celebrar una de las fiestas anuales (Luc. 2:46-52). Cuando José y María emprendieron el viaje de regreso a su casa, no se dieron cuenta de que Jesús no estaba con ellos. En realidad, tendrían que haberse asegurado de que todos sus hijos estuvieran en el grupo. Cuando por fin encontraron a Jesús, ¡María lo culpó por el susto que se habían llevado! Aunque Jesús podía haberles dicho que eso era muy injusto, no lo hizo. Más bien, les dio una respuesta sencilla y respetuosa. Pero José y María “no entendieron lo que les estaba diciendo”. A pesar de todo, Jesús “continuó sujeto a ellos”. Joven, cuando tus padres cometen un error o no te entienden, ¿se te hace difícil obedecerlos? ¿Qué podría ayudarte? Ten en cuenta cómo se siente Jehová. La Biblia dice que, si los hijos obedecen a los padres, “eso le agrada al Señor” (Col. 3:20). Cuando tus padres no te entienden o ponen normas que no son del todo justas, Jehová lo sabe. Pero, si decides obedecerlos a pesar de todo, él se sentirá muy feliz. w23.10 42:5, 6
Domingo 20 de abril
Sean razonables y siempre sean apacibles con todos los hombres (Tito 3:2).
Un compañero de clase quizás diga que los testigos de Jehová deberían cambiar su punto de vista sobre la homosexualidad. Tal vez tengamos que asegurarle que respetamos el derecho que tienen todas las personas a tomar sus propias decisiones (1 Ped. 2:17). Quizás así nos dé la oportunidad de explicarle por qué es bueno seguir las normas de la Biblia. Si alguien que no está de acuerdo con nuestras creencias expresa con firmeza su opinión, no nos precipitemos y demos por hecho que sabemos lo que cree. Digamos que un compañero de clase te dice que es ridículo creer en Dios. ¿Darías por sentado que él cree en la evolución y sabe mucho del tema? En realidad puede que nunca le haya dado muchas vueltas al asunto. Quizás podrías enviarle un enlace a un artículo o video de jw.org sobre la creación. Es posible que después esté dispuesto a ver alguno más contigo. Hablarle con respeto tal vez lo anime a replantearse su opinión. w23.09 39:12, 13
Lunes 21 de abril
Tú, oh, Jehová, eres bueno y estás dispuesto a perdonar; tu amor leal por todos los que te llaman es inmenso (Sal. 86:5).
Podemos estar seguros de que, aunque hayamos cometido un error, seremos útiles para Jehová y recibiremos sus bendiciones siempre y cuando hagamos todo lo posible por corregir nuestra conducta y sigamos apoyándonos en él (Prov. 28:13). Aunque Sansón era imperfecto y se equivocó con Dalila, no tiró la toalla, sino que siguió sirviendo a Jehová. Y Jehová no lo dio por perdido; lo volvió a usar para lograr algo increíble. Lo siguió viendo como un hombre de gran fe, y por eso lo incluyó en la lista de siervos fieles que se encuentra en el capítulo 11 de Hebreos. Nos anima mucho saber que nuestro Padre celestial nos quiere y desea darnos fuerzas, sobre todo cuando pasamos por problemas y necesitamos su ayuda. Por eso, al igual que Sansón, pidámosle a Jehová: “Por favor, acuérdate de mí. Oh, Dios, dame fuerzas” (Juec. 16:28). w23.09 37:18, 19
Martes 22 de abril
Estén muy pendientes de la presencia del día de Jehová (2 Ped. 3:12).
Sabemos que el día de Jehová está cerca. Por eso queremos darles a otras personas la oportunidad de escuchar las buenas noticias del Reino. Pero en algunos momentos quizás no nos atrevamos a hablar. ¿Por qué? Por el miedo a otras personas. Es lo que sintió Pedro la noche en que juzgaron a Jesús. No se identificó como uno de sus discípulos y en varias ocasiones negó conocerlo (Mat. 26:69-75). Pero superó sus miedos, y más tarde pudo afirmar: “No teman lo que ellos temen ni se inquieten” (1 Ped. 3:14). Sus palabras nos confirman que es posible superar el temor a los demás. ¿Qué nos ayudará a lograrlo? Pedro nos aconseja: “Santifiquen al Cristo como Señor en sus corazones” (1 Ped. 3:15). Hacer esto incluye meditar en el puesto y el poder de nuestro Señor y Rey, Jesucristo. w23.09 41:6-8
Miércoles 23 de abril
Que la inmoralidad sexual y cualquier clase de impureza ni siquiera se mencionen entre ustedes (Efes. 5:3).
Debemos tener mucho cuidado para no hacer nada que nos lleve a “participar en las obras infructíferas que son de la oscuridad” (Efes. 5:11). Está demostrado que, cuando una persona sigue mirando o escuchando cosas sucias e inmorales, o hablando de ellas, lo más probable es que acabe cometiendo un pecado (Gén. 3:6; Sant. 1:14, 15). Una clásica trampa de Satanás es confundir a la gente para que no sepa distinguir si algo está bien o mal (Is. 5:20; 2 Cor. 4:4). Este mundo intenta hacernos creer que las cosas que Jehová dice que son sucias e inmorales no tienen nada de malo (2 Ped. 2:19). Con razón tantas películas, programas de televisión y sitios de internet promueven ideas que van contra las normas justas de Jehová. El Diablo quiere que pensemos que las prácticas y estilos de vida inmorales que están tan de moda en el mundo son inofensivos (Efes. 5:6). w24.03 12:8-10
Jueves 24 de abril
El servicio sagrado que dan estos hombres es un reflejo y una sombra de cosas celestiales (Heb. 8:5).
El tabernáculo era el lugar donde se reunían los israelitas para adorar a Dios y ofrecerle sacrificios (Éx. 29:43-46). Se lo llevaban con ellos cada vez que se trasladaban de un lugar a otro en el desierto (Éx. 25:8, 9; Núm. 9:22). Lo usaron durante casi 500 años hasta que se construyó el templo de Jerusalén. Ahora bien, el tabernáculo también representó algo mucho mejor. Era “una sombra de cosas celestiales” y representaba el gran templo espiritual de Jehová. El apóstol Pablo dijo: “Esta tienda [o tabernáculo] es una representación simbólica para nuestros tiempos” (Heb. 9:9). Así que, cuando les escribió esto a los hebreos, el templo espiritual ya era una realidad. De hecho, llegó a existir en el año 29 de nuestra era. Ese año Jesús se bautizó y empezó a servir como “gran sumo sacerdote” de Jehová en el templo espiritual (Heb. 4:14; Hech. 10:37, 38). w23.10 45:6, 7
Viernes 25 de abril
Que todos sepan que ustedes son personas razonables (Filip. 4:5).
Para florecer en sentido espiritual, nosotros tenemos que estar dispuestos a ser flexibles y razonables. ¿De qué maneras? Adaptándonos cuando nuestras circunstancias cambian y respetando las opiniones y las decisiones de los demás. Todos los que servimos a Jehová queremos ser razonables. Y también queremos ser humildes y compasivos. La Biblia dice que Jehová es “la Roca” porque es firme e inamovible (Deut. 32:4). Pero también es razonable. ¿Cómo lo sabemos? Nuestro Dios se ha ido adaptando a los cambios que se producen en el mundo para asegurarse de que su propósito se cumpla. Como nos creó a su imagen, nosotros también somos capaces de adaptarnos a los cambios. Jehová nos ha dado principios bíblicos muy claros, que nos ayudan a tomar buenas decisiones sin importar los problemas que se nos presenten. Su manera de actuar y sus principios demuestran que Jehová es un Dios firme pero razonable. w23.07 32:1-3
Sábado 26 de abril
Cuando las preocupaciones me abrumaban, tú me consolabas y me tranquilizabas (Sal. 94:19).
En la Biblia, Jehová se compara a una madre muy tierna (Is. 66:12, 13). Piense en una madre que cuida con cariño a su hijito y corre a darle lo que necesita. De manera parecida, Jehová estará a nuestro lado cuando estemos tristes. No deja de querernos aunque nos equivoquemos (Sal. 103:8). Vez tras vez, los israelitas decepcionaron a Jehová; pero, cuando ellos se arrepentían, les hacía ver que los seguía queriendo. En una ocasión le dijo a su pueblo: “Llegaste a ser valioso a mis ojos, recibiste honra, y yo te amo” (Is. 43:4, 5). Y Jehová no ha cambiado. Incluso aunque cometamos un pecado grave, si nos arrepentimos y acudimos a él, su amor por nosotros seguirá intacto. Él nos promete que nos “perdonará generosamente” (Is. 55:7). La Biblia dice que, cuando Jehová nos perdona, hace venir sobre nosotros “tiempos de alivio” (Hech. 3:19). w24.01 4:4, 5
Domingo 27 de abril
La mano de Jehová mi Dios estaba conmigo (Esd. 7:28).
Jehová puede ayudarnos en situaciones que nos ponen a prueba. Por ejemplo, tal vez tengamos que pedirle a nuestro jefe que nos dé tiempo libre para asistir a una asamblea o que nos permita hacer un cambio en nuestro horario de trabajo para no perdernos ninguna reunión. En situaciones como esas, tenemos la oportunidad de ver la mano de Jehová en nuestra vida. El resultado puede sorprendernos, y nuestra confianza en él se hará más fuerte. Esdras fue humilde y le pidió ayuda a Jehová. Siempre que sentía que sus responsabilidades lo superaban, le oraba humildemente (Esd. 8:21-23; 9:3-5). Al ver su confianza en Dios, otros le dieron su apoyo y copiaron su fe (Esd. 10:1-4). Cuando la preocupación por los problemas económicos o por el bienestar de nuestra familia nos robe el sueño, acudamos a Jehová en oración con la confianza de que él nos ayudará. w23.11 48:15-17
Lunes 28 de abril
Abrán puso su fe en Jehová, y él lo consideró alguien justo (Gén. 15:6).
Cuando Jehová dice que debemos seguir de cerca los pasos de la fe de Abrahán para considerarnos justos, no quiere decir que debamos hacer exactamente lo mismo que hizo él. De hecho, hay muchas maneras de demostrar con obras que tenemos fe. Podemos recibir con gusto a los nuevos que haya en la congregación, ayudar a los hermanos que estén pasando verdadera necesidad y hacer cosas buenas por nuestros familiares. Todo eso le agrada a Jehová (Rom. 15:7; 1 Tim. 5:4, 8; 1 Juan 3:18). Una de las maneras más importantes de demostrar nuestra fe es predicando con entusiasmo (1 Tim. 4:16). Todos podemos probar con nuestras obras que tenemos fe en que las promesas de Jehová se cumplirán y en que su manera de hacer las cosas es la mejor. Y, si lo hacemos, podemos estar totalmente seguros de que Dios nos declarará justos y nos considerará sus amigos. w23.12 50:3, 15
Martes 29 de abril
Sé fuerte y pórtate como un hombre (1 Rey. 2:2).
Poco antes de morir, el rey David le dijo a Salomón las palabras del texto de hoy (1 Rey. 2:1, 3). Todos los varones cristianos hacen bien en seguir ese consejo. Para tener éxito, deben aprender a obedecer las normas de Jehová y a aplicar los principios bíblicos en todo aspecto de la vida (Luc. 2:52). ¿Por qué es tan importante que los hermanos jóvenes lleguen a ser cristianos maduros? Los varones cristianos tienen muchas responsabilidades importantes en la familia y en la congregación. Si eres un hermano joven, seguro que has pensado en las responsabilidades que podrías tener en el futuro. Puede que te hayas puesto la meta de ser precursor, siervo ministerial y más adelante anciano. Quizás también quieras casarte y tener hijos (Efes. 6:4; 1 Tim. 3:1). Para alcanzar esas metas y tener éxito, debes ser un cristiano maduro. w23.12 53:1, 2
Miércoles 30 de abril
Me faltaría tiempo para hablarles de Gedeón (Heb. 11:32).
Jehová les ha encargado a los ancianos cristianos la responsabilidad de cuidar a sus queridas ovejas. Ellos valoran el honor de servir a sus hermanos y se esfuerzan por ser buenos pastores (Jer. 23:4; 1 Ped. 5:2). ¡Qué bueno que en las congregaciones hay hermanos tan trabajadores! Los ancianos pueden aprender mucho del ejemplo del juez Gedeón (Heb. 6:12). Él protegía y pastoreaba al pueblo de Dios (Juec. 2:16; 1 Crón. 17:6). Los ancianos de la actualidad, igual que Gedeón, tienen la responsabilidad de cuidar del pueblo de Dios en una época muy complicada (Hech. 20:28; 2 Tim. 3:1). Por lo tanto, pueden extraer valiosas lecciones si se fijan en la modestia, la humildad, la obediencia y el aguante de Gedeón. Además, el ejemplo de este juez ayudará al resto de la congregación a valorar cada día más la labor de los ancianos y a apoyarlos de todo corazón (Heb. 13:17). w23.06 25:1, 3