Viernes 25 de julio
Estaré con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema (Mat. 28:20).
Desde que terminó la Segunda Guerra Mundial, los siervos de Jehová han podido predicar con libertad en muchos lugares. De hecho, muchas personas han llegado a conocer a Jehová, y hoy se predica en toda la Tierra. En la actualidad, los miembros del Cuerpo Gobernante siguen buscando la guía de Cristo. Hacen todo lo posible para que las instrucciones que dan estén en armonía con el punto de vista de Jehová y de Jesús. Y, por medio de los superintendentes de circuito y los ancianos, les hacen llegar esas instrucciones a las congregaciones. Los ancianos ungidos —y, por extensión, todos los ancianos— están en la “mano derecha” de Cristo (Apoc. 2:1). Como son imperfectos, a veces cometen errores, tal como les pasó a Moisés, a Josué y a los apóstoles (Núm. 20:12; Jos. 9:14, 15; Rom. 3:23). Sin embargo, sabemos que Jesús guía de cerca al esclavo fiel y a los ancianos, y seguirá haciéndolo. Por lo tanto, tenemos razones de peso para confiar en la guía que nos da mediante estos hermanos. w24.02 8:13, 14
Sábado 26 de julio
Imiten a Dios como hijos amados (Efes. 5:1).
Nosotros podemos alabar a Jehová hablando de él con cariño y gratitud. Cuando predicamos, nuestro principal objetivo es que la gente se sienta atraída a él y llegue a quererlo tanto como nosotros (Sant. 4:8). Nos encanta mostrarles con la Biblia las cualidades tan hermosas que tiene, como su amor, su justicia, su sabiduría y su poder. Otra forma de alabar a Jehová y alegrar su corazón es imitándolo lo mejor que podamos. Cuando lo hacemos, las personas tal vez noten que somos diferentes al resto de la gente y se pregunten por qué (Mat. 5:14-16). Es probable que en el día a día surjan oportunidades para explicarles las razones. Al final, las personas de buen corazón se sentirán atraídas a nuestro Dios. Cuando alabamos a Jehová de estas maneras, alegramos su corazón (1 Tim. 2:3, 4). w24.02 6:7
Domingo 27 de julio
Debe poder animar y censurar (Tito 1:9).
Joven, para llegar a ser un cristiano maduro, necesitas aprender ciertas habilidades prácticas. Estas habilidades te ayudarán a asumir responsabilidades en la congregación, a encontrar y mantener un trabajo que te permita cubrir tus gastos o los de tu familia, y a llevarte bien con los demás. Por ejemplo, aprende a leer y a escribir bien. La Biblia dice que el hombre que es feliz y tiene éxito lee la Palabra de Dios todos los días y medita en ella (Sal. 1:1-3). Así llega a conocer cómo piensa Jehová, y eso lo ayuda a razonar y a pensar con claridad (Prov. 1:3, 4). Los hermanos y las hermanas necesitan la ayuda de hombres que les enseñen y les den buenos consejos con la Biblia. Si sabes leer y escribir bien, podrás preparar discursos y comentarios interesantes y que fortalezcan la fe de los demás. También podrás tomar notas con las que fortalecer tu propia fe y animar a otros hermanos. w23.12 53:9-11