Martes 19 de agosto
Jehová le dará fuerzas a su pueblo. Jehová bendecirá a su pueblo con paz (Sal. 29:11).
Cuando oremos, preguntémonos si Jehová considerará que ese es el momento de darnos lo que le pedimos. Tal vez pensemos que necesitamos una respuesta inmediata a nuestras oraciones. Pero, en realidad, Jehová sabe cuál es el mejor momento para ayudarnos (Heb. 4:16). Si Jehová no nos concede enseguida lo que le pedimos, puede que pensemos que su respuesta es “No”. Pero tal vez su respuesta es “Todavía no”. Por ejemplo, digamos que un hermano joven ora para dejar de estar enfermo, pero su salud no mejora. Si Jehová lo curara milagrosamente, Satanás podría echarle en cara que este joven seguía sirviéndole solo porque se había curado (Job 1:9-11; 2:4). Por otro lado, Jehová ya ha fijado el momento para acabar con todas las enfermedades (Is. 33:24; Apoc. 21:3, 4). Así que por ahora no esperamos que Jehová haga curaciones milagrosas. Entonces, ¿qué podría pedirle este joven a Jehová? Que le dé las fuerzas y la paz mental que necesita para seguir sirviéndole fielmente a pesar de su enfermedad. w23.11 49:13
Miércoles 20 de agosto
No nos ha tratado de acuerdo con nuestros pecados ni nos ha dado lo que nos merecemos por nuestros errores (Sal. 103:10).
Sansón cometió un grave error, pero no se rindió. Quería seguir cumpliendo con la misión que Jehová le había encargado, la de luchar contra los filisteos (Juec. 16:28-30). Así que le suplicó a Jehová: “Permíteme vengarme de los filisteos”. Dios escuchó su oración y le devolvió su extraordinaria fuerza. Como resultado, Sansón mató a más filisteos en esa ocasión que durante toda su vida. Aunque Sansón tuvo que sufrir las consecuencias de su error, no dejó de esforzarse por cumplir la voluntad de Jehová. Así que nosotros tampoco debemos rendirnos si cometemos un error y, como resultado, necesitamos corrección o perdemos una responsabilidad. Recordemos que Jehová no nos ve como un caso perdido (Sal. 103:8, 9). A pesar de nuestros errores, podemos ser muy útiles para él, tal como lo fue Sansón. w23.09 37:15, 16
Jueves 21 de agosto
El aguante hace que tengamos la aprobación de Dios; la aprobación de Dios produce esperanza (Rom. 5:4).
El aguante hace que tengamos la aprobación de Dios. Eso no quiere decir que Jehová se alegra cuando pasamos por dificultades, sino que se alegra cuando aguantamos. ¿Verdad que lo anima saber que, si se mantiene fiel y aguanta, puede hacer feliz a Jehová? (Sal. 5:12). Pensemos en Abrahán. Consiguió la aprobación de Dios porque aguantó las pruebas que afrontó. Jehová lo vio como su amigo y lo consideró alguien justo (Gén. 15:6; Rom. 4:13, 22). Lo mismo pasa con nosotros. La aprobación de Dios no depende de todo lo que hagamos en su servicio ni de las responsabilidades que tengamos en la congregación, sino que depende de que nos mantengamos fieles y aguantemos. Y eso es algo que está al alcance de todos, sin importar nuestra edad, nuestras circunstancias o nuestras habilidades. ¿Se está usted enfrentando a una prueba en estos momentos? Tenga presente que, si se mantiene fiel, tendrá la aprobación de Dios. Saber que Jehová está contento con nosotros tiene un efecto muy poderoso: fortalece nuestra esperanza. w23.12 51:13, 14