Miércoles 20 de agosto
No nos ha tratado de acuerdo con nuestros pecados ni nos ha dado lo que nos merecemos por nuestros errores (Sal. 103:10).
Sansón cometió un grave error, pero no se rindió. Quería seguir cumpliendo con la misión que Jehová le había encargado, la de luchar contra los filisteos (Juec. 16:28-30). Así que le suplicó a Jehová: “Permíteme vengarme de los filisteos”. Dios escuchó su oración y le devolvió su extraordinaria fuerza. Como resultado, Sansón mató a más filisteos en esa ocasión que durante toda su vida. Aunque Sansón tuvo que sufrir las consecuencias de su error, no dejó de esforzarse por cumplir la voluntad de Jehová. Así que nosotros tampoco debemos rendirnos si cometemos un error y, como resultado, necesitamos corrección o perdemos una responsabilidad. Recordemos que Jehová no nos ve como un caso perdido (Sal. 103:8, 9). A pesar de nuestros errores, podemos ser muy útiles para él, tal como lo fue Sansón. w23.09 37:15, 16
Jueves 21 de agosto
El aguante hace que tengamos la aprobación de Dios; la aprobación de Dios produce esperanza (Rom. 5:4).
El aguante hace que tengamos la aprobación de Dios. Eso no quiere decir que Jehová se alegra cuando pasamos por dificultades, sino que se alegra cuando aguantamos. ¿Verdad que lo anima saber que, si se mantiene fiel y aguanta, puede hacer feliz a Jehová? (Sal. 5:12). Pensemos en Abrahán. Consiguió la aprobación de Dios porque aguantó las pruebas que afrontó. Jehová lo vio como su amigo y lo consideró alguien justo (Gén. 15:6; Rom. 4:13, 22). Lo mismo pasa con nosotros. La aprobación de Dios no depende de todo lo que hagamos en su servicio ni de las responsabilidades que tengamos en la congregación, sino que depende de que nos mantengamos fieles y aguantemos. Y eso es algo que está al alcance de todos, sin importar nuestra edad, nuestras circunstancias o nuestras habilidades. ¿Se está usted enfrentando a una prueba en estos momentos? Tenga presente que, si se mantiene fiel, tendrá la aprobación de Dios. Saber que Jehová está contento con nosotros tiene un efecto muy poderoso: fortalece nuestra esperanza. w23.12 51:13, 14
Viernes 22 de agosto
Pórtate como un hombre (1 Rey. 2:2).
Es esencial que todos los varones cristianos aprendan a comunicarse bien con los demás. Esto implica saber escuchar y entender lo que piensan y sienten los demás (Prov. 20:5). Si eres joven, puedes aprender a captar lo que una persona te transmite mediante su tono de voz, sus expresiones faciales y su lenguaje corporal. Esto solo se aprende pasando tiempo con la gente. Si siempre te comunicas por medios electrónicos, como por correo electrónico y mensajes, cada vez se te hará más difícil hablar cara a cara con los demás. Así que busca oportunidades para comunicarte en persona con otros (2 Juan 12). Por otro lado, un cristiano maduro también debe ser capaz de mantenerse a sí mismo y a su familia (1 Tim. 5:8). Es bueno que aprendas a hacer algo con lo que ganarte la vida (Hech. 18:2, 3; 20:34; Efes. 4:28). Trabaja duro y no dejes las cosas a medias. Así te harás un buen nombre y será más probable que consigas un trabajo y no lo pierdas. w23.12 53:12, 13