El uso prudente de las zonas de vacaciones
TANTO las majestuosas montañas como los verdes bosques tienen su propia belleza especial. Árboles altísimos, altos picos y peñascos escarpados han desafiado el viento, la lluvia y la nieve por siglos. Pero a veces son dañados por el hombre. Por lo tanto, se han establecido reglamentos estrictos para conservar varias de estas zonas.
En los Estados Unidos un ejemplo es el Bosque Nacional de las Montañas Blancas, un vasto territorio virgen de unas 300.000 hectáreas, la parte principal del cual está en New Hampshire, y la otra parte en el estado adyacente de Maine. Aunque no se enfrenta aún a la gran afluencia de visitantes que concurren a otros parques similares, el Bosque Nacional de las Montañas Blancas es frecuentado por un número excesivo de personas, especialmente durante los meses de verano.
Problema de conservación
Hace años, individuos discernidores se dieron cuenta de que las regiones silvestres con facilidades de recreo donde la gente va de vacaciones necesitan protección contra el maltrato del hombre. Por lo tanto, a principios de este siglo, el Servicio Forestal de los Estados Unidos comenzó a apartar ciertas zonas con paisajes de sobresaliente belleza pictórica.
Sin embargo, a fin de mantenerlas hermosas también se precisa la cooperación del lector. Al hacer excursiones por un bosque nacional es posible que llegue a ‘zonas de uso restringido.’ Quizás estén brotando plantas frágiles. Tal vez éstas puedan aguantar condiciones de tiempo extremadas, pero no pueden sobrevivir si se les pisa. Si las comunidades de plantas son destruidas, el terreno circundante sucumbe a la erosión.
Es preciso que los excursionistas obtengan ‘permisos para visitar tierras vírgenes.’ Este arreglo limita el número de personas que se permiten en zonas particulares. Para ilustrar: Parte del Bosque Nacional de las Montañas Blancas se conoce como la zona virgen del Great Gulf. Allí el límite por noche es de 60 personas. El tamaño máximo para el grupo de excursionistas se restringe a 10, y las personas pueden permanecer en la zona por solo cuatro noches a la vez. Los permisos para escalar no se pueden reservar con más de 30 días de adelanto. En algunos sitios solo se permiten campamentos para excursionistas que van a pasar una sola noche.
¿Son estas restricciones indebidamente severas? Bueno, ¿se da usted cuenta de que 62.000.000 de personas viven a menos de 800 kilómetros de este bosque? El no limitar el número de excursionistas pudiera resultar en la destrucción de la vida vegetal debido al pisoteo.
Algunos consejos sobre seguridad
Durante los últimos 80 años, 43 personas han muerto en la zona del monte Washington. Así es que, se insta a las personas que visitan esta zona y otras similares a hacer lo sumo posible por asegurarse de un viaje seguro. Esto exige planes cuidadosos.
Antes de comenzar su viaje estudie las guías para viajeros y los mapas y senderos más recientes y tome nota de los senderos alternativos. Averigüe las condiciones del tiempo. A menudo, frentes fríos y tormentas surgen de súbito en el monte Washington, y éstos pueden ser desastrosos. Es importante llevar ropa adicional para las grandes altitudes. Incluya chaquetas contra el viento, sombreros y guantes. Lleve consigo algunos alimentos ricos en energía, así como algunos artículos de primeros auxilios. Y no olvide que el período de luz solar es más breve durante el otoño y el invierno.
Dígales a otros a dónde usted va. Deje con un miembro de la familia o un amigo íntimo una copia de la ruta que se propone seguir. En vez de hacer la excursión solo, manténgase en grupos de tres o cuatro personas. Además, no se olvide de dejar la zona de acampar en buenas condiciones para el siguiente grupo. Si hace una fogata, en vez de cortar la leña de árboles vivos, use leña que ya está muerta o la que esté en el terreno. Haga planes para llevar consigo sus propios desechos. Y entierre el detrito humano lejos de las fuentes de agua.
Un viaje a las zonas boscosas donde la gente va de vacaciones puede traer beneficios de muchas maneras. El hacer una excursión apropiadamente controlada en estas zonas es saludable. Produce una circulación más rápida de la sangre que ya se ha purificado debido a un aire más limpio. Se ejercitan músculos que apenas se usan y el tono de éstos mejora. Tal vez lo mejor de todo, uno puede obtener un mejor punto de vista de la vida. Los alrededores tranquilos ayudan a disipar las ansiedades y tensiones de la vida en las ciudades ruidosas, atestadas y de movimiento apresurado.
Cada vez son más las personas que hoy día disfrutan de hacer una excursión, acampar, pescar, esquiar o sencillamente salir a pasear en su automóvil durante el fin de semana por los hermosos bosques nacionales. ¿Tiene usted planes similares para el futuro? Confiamos en que esta consideración contribuya a que usted use prudentemente las zonas de vacaciones.