De nuestros lectores
Niños desaparecidos
El número que publicaron sobre “¡Mi hijo ha desaparecido!” (22 de abril de 1984) fue excelente. Tengo cuatro hijos, y esos artículos les ayudaron a darse cuenta más de lleno aún de cómo y por qué deben guardarse de las personas, incluso de las que conocen.
D. H., Washington, E.U.A.
Eso es lo que aman
En su artículo “¡Eso es lo que aman!” (8 de junio de 1983), se olvidaron de un grupo: ustedes mismos, los testigos de Jehová. Es indiscutible que la crítica que hacen de los gobiernos de hoy día es justificada. Pero critico que no hayan tratado siquiera de hacerlo mejor. De seguro entre ustedes hay suficientes personas capacitadas moral y profesionalmente que, con conciencia tranquila, pudieran aceptar posiciones en la administración de la comunidad, y por quienes una persona pudiera votar sin tener que inquietarse. Las referencias continuas que hacen al nuevo orden del mañana no excusa su comportamiento hoy, en un tiempo en que este nuevo orden todavía no existe. La voluntad de Dios no es que a todo el mundo se le permita cometer atrocidades sin que se le ponga coto. Por lo tanto, el deber de los que reconocemos este hecho es dar los pasos para cambiar esto. Es decir, a menos que eso sea lo que amemos.
M. Z., República Federal de Alemania
Estamos de acuerdo con que todos los que ponen fe en el venidero Nuevo Orden de Dios tienen que vivir ahora en armonía con Sus justos principios. A los testigos de Jehová se les conoce mundialmente como personas honradas e industriosas que son concienzudas, dignas de confianza, observantes de la ley y consideradas con otros. También dedican mucho de su tiempo libre a enseñar a otros estos importantes principios bíblicos, a ayudar a otros a beneficiarse de vivir en armonía con los principios bíblicos. Por otro lado, Jesucristo mismo dio énfasis a que sus seguidores no deberían mezclarse en los asuntos políticos del mundo actual, al decirles: “Ustedes no son parte del mundo, sino que yo los he escogido del mundo” (Juan 15:19). Cuando Jesús alimentó a una multitud, ciertos hombres estuvieron a punto de prenderlo y hacerlo rey, pero Jesús se apartó de ellos (Juan 6:14, 15). Declaró el principio de que uno no cose un remiendo nuevo a una prenda de vestir vieja, ni tampoco vierte vino nuevo en odres viejos (Mateo 9:16, 17). Cuando fue arrestado, Jesús pudo haber hecho que sus discípulos y hasta los ángeles salieran en su defensa, pero cuando estuvo ante Pilato declaró: “Mi reino no es parte de este mundo” (Juan 18:36; Mateo 26:52, 53). En cuanto a las condiciones de este mundo, definitivamente no ‘es eso lo que aman’ los testigos de Jehová, y esto lo muestra su ejemplo y sus actividades por todo el mundo. En esto siguen los mandamientos y el ejemplo de Jesús.—La dirección.