Cuando el trabajo está en primer lugar... ¿satisface?
En el Japón, a menudo los asalariados son trasladados a nuevos lugares, a la vez que reciben un ascenso y un aumento de salario. Pero casi siempre esto significa que el cabeza del hogar tiene que mudarse a otra ciudad lejos de su familia. Entre las razones por las cuales la familia no se muda están: padres envejecidos, interrupción de los estudios escolares de los niños, y la compra reciente de la casa donde vive la familia. Pero los resultados a veces son trágicos: un hogar desbaratado, divorcio y hasta suicidio. El periódico Mainichi Daily News califica la situación de “‘Dañino’ estilo de vida para el provecho de la compañía”.
Ciertas investigaciones recientes indican que cada vez más trabajadores creen que la compañía no debería ser lo primordial. ¿Pondrían ellos a sus familias en primer lugar? En realidad, parece que entre los japoneses hay una tendencia a pasar más tiempo en búsquedas personales y apartados de la familia.
El hecho de que el estilo de vida actual no satisface plenamente tal vez se refleja en la cantidad de suicidios sin precedente en el Japón en 1983. En la peor ola de suicidios desde que se comenzaron a llevar registros en 1947, 25.202 personas se suicidaron. Casi la mitad de los varones que se suicidaron tenían de cuarenta y tantos a cincuenta y tantos años de edad. Apropiadamente, un artículo de fondo del Mainichi Daily News da a entender que “los hombres tienen que liberarse del modo de vida reglamentado por el espíritu de ‘la organización’”.
En contraste con esto, los hombres que han estudiado la Biblia con sus familias llegan a ser mejores padres y tienen una vida de familia más satisfaciente. Aunque son buenos proveedores, han aprendido qué poner en primer lugar y, como resultado, disfrutan de una vida significativa con perspectivas de beneficios eternos.