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“¡Me siento viva otra vez!”
Sara había perdido el interés por todo cuanto la rodeaba, y sentía la mente como invadida por una “nube oscura”. “Tenía la sensación de estar muerta —dijo—. ¡Ahora me siento viva otra vez!”
Ella era una de los millones de personas que por todo el mundo luchan hoy contra un enemigo despiadado que ataca indiscriminadamente a toda clase de gente: jóvenes y adultos, ricos y pobres, solteros y casados, hombres y mujeres. Es un enemigo mortífero, pues hasta un 70% de todos los suicidios pueden atribuirse a la depresión. Es capaz de acabar con la carrera de una persona y destruir familias.
Lea acerca de cómo Sara y otras personas vencieron en su lucha.