¿Cómo ve usted a los que no son de su raza?
“Los ‘cabezas rapadas’ de América, al igual que los dinámicos ‘cabezas rapadas’ de Europa, somos jóvenes arios de la clase obrera. Nos oponemos a la escoria capitalista y comunista que está destruyendo nuestra raza aria. [...] La raíz de nuestro problema es la parásita raza judía.”
ESO es lo que dice una octavilla de una banda de ‘cabezas rapadas’ que tiene su base de operaciones en Chicago (E.U.A.). Los ‘cabezas rapadas’ son jóvenes que, como su nombre indica, se rapan la cabeza, llevan esvásticas bordadas en su característico atuendo de rufián, exaltan la violencia, escuchan música del ‘poder blanco’ y desprecian a los judíos, los negros y otras minorías.
El líder de una banda llamada Romantic Violence dijo en una asamblea de cabecillas de grupos racistas blancos que su grupo “es partidario de la guerra”, y añadió: “Soy una persona violenta. Amo a la raza blanca, y si uno ama algo se convierte en la persona más agresiva de la Tierra”.
En comparación con otros movimientos, los ‘cabezas rapadas’ no son muy numerosos pues son tan extremistas que hoy día son relativamente pocas las personas que manifiestan puntos de vista tan abiertamente fanáticos y agresivos. Sin embargo, hay muchas personas que abrigan animosidad en su interior para con los que no son de su raza y desconfían de ellos. En todas partes del mundo, a la gente se la juzga según la forma de sus ojos o por el color de su piel. ¿Hay alguna base para hacerlo? ¿Existen diferencias congénitas entre las razas en lo que respecta al intelecto o al temperamento? Para responder a estas preguntas, primero debemos examinar cómo han evolucionado a través de los siglos los diversos puntos de vista sobre las razas.